A casi tres años de haber dirigir un golpe de estado, el coronel retirado Lucio Gutiérrez ganó ayer domingo en las urnas la Presidencia de Ecuador, prometiendo un gobierno de consenso y una lucha frontal contra la pobreza y la corrupción.

Gutiérrez, con el apoyo de indígenas y grupos de izquierda, obtuvo el 54,35 por ciento de los votos válidos, mientras su opositor Alvaro Noboa, considerado el hombre más rico del país, acumuló el 45,65 por ciento, después de contados 97,49 por ciento de los 37.282 centros electorales del país.
Ambos llegaron a la segunda vuelta tras imponerse en una primera ronda en octubre para reemplazar al presidente Gustavo Noboa.

El coronel retirado encabezó en enero del 2000 un golpe de Estado que derrocó al presidente de´mocristiano Jamil Mahuad, en medio de la peor crisis económica y política de las últimas siete década, hecho que le costó seis meses de prisión, pero le abrió las puertas a la vida política.

Con su triunfo electoral, Gutiérrez, de 45 años, se convertirá en enero del 2003 en el segundo ex líder golpista que asciende a la presidencia de un país latinoamericano, tras el presidente venezolano Hugo Chávez, un militar retirado que intentó un golpe de Estado en su país en 1992 y llegó al poder a través de una elección siete años después.

"Mi gobierno va a ser de concertación social. Voy a romper esos paradigmas que nos dividían a los ecuatorianos entre izquierda y derecha", dijo Gutiérrez en una entrevista televisiva, usando un uniforme verde olivo tipo militar, que cautivó durante su campaña a los sectores pobres del país. No obstante, Gutiérrez dijo que ya no usará ese uniforme.

"Quiero dar la mayor de las confianzas al sector productivo, al sector financiero nacional y al sector financiero internacional", agregó, al tiempo que prometió una política fiscal austera y una activa inversión social para combatir la pobreza que afecta al 60 por ciento del país.

Noboa, de 52 años, aceptó la derrota y agradeció a los que apoyaron en su segundo intento por llegar a la presidencia.

LISTO PARA GOBERNAR

Gutiérrez, quien ha logrado calmar por el momento la preocupación de los banqueros e inversores de Wall Street, tendrá como su principal reto apuntalar la dolarización, el sistema monetario vigente desde el 2000, que le ha permitido a Ecuador retomar la senda del crecimiento, pero no ha mejorado las condiciones de vida de las grandes mayorías.

En su camino para aplicar su plan de gobierno, que incluye una recomposición del sistema judicial, legislativo y reformas económicas, el militar retirado tendrá que lidiar con un Congreso dominado por partidos tradicionales, en su gran mayoría opuestos a su elección.

En su primera elocución como presidente electo, Gutiérrez reiteró el llamado a la oposición a que se sume a su proyecto, pero advirtió que "todo tiene un límite" y "no va a esperar por siempre".

Wall Street dice que Ecuador tendrá que firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para evitar el caos fiscal y un posible incumplimiento del servicio de su pesada deuda externa, que ascendía en septiembre a 11.256 millones de dólares ó el 53 por ciento del Producto Interno Bruto.

Ecuador, el mayor exportador de banano del mundo y que tiene al petróleo como su principal fuente de divisas, ha visto caer a dos presidentes electos que no cumplieron su mandato en los últimos cinco años debido a la presión popular.

CON DIOS Y CON EL DIABLO

Después de su primera victoria de octubre, Gutiérrez dejó atrás un discurso radical para rodearse de grupos antagónicos, como banqueros -a quienes les entregaría el manejo de la economía, como Mario Canessa y Guilermo Lasso- y sectores indígenas, sociales y militares retirados, que se ocuparían del frente político.

Pero los líderes indígenas descartaron que esta fusión ideológica represente un riesgo para los inversores o la gobernabilidad del país.

"Ni la comunidad internacional, ni los empresarios honestos pueden tener miedo, porque lo que queremos es unir (...) para que la patria salga adelante", dijo el presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas, Leonidas Iza. "Vamos actuar con responsabilidad".

La llegada de Gutiérrez al poder ocurre en momentos en que América Latina ve ascender a líderes inclinados a la izquierda, como Luiz Inacio Lula da Silva, quien recientemente ganó las elecciones presidenciales en Brasil, y Chávez.

Pero Gutiérrez, un ingeniero civil de profesión que ha portado durante su campaña final un chaleco antibalas por recomendación de la Policía, ha marcado distancias con Chávez.

El guayaquileño aspira a un Gobierno estable

Ana Viejo Zúñiga se quedó viuda hace dos años y, desde entonces, tuvo que mantener a sus seis hijos que hoy están casados. Esta electora ve al país como "un magnífico barro sin alfarero", frase que repite con gran vivacidad e interés.

La mujer de 52 años llegó a las 13:00 de ayer a la humilde Escuela Carmen Sucre, en las calles 34 y Venezuela, en el suburbio de Guayaquil. Ésta es una zona marginal que se levantó en medio de invasiones. Vive en una casa de dos pisos en cuya escalera, su esposo, medio ebrio, resbaló una noche de noviembre. Murió de un golpe en la cabeza.

"Así como me ve vine a votar", dijo. Contó que hace ocho días se cayó en la terraza mientras tendía la ropa y que le enyesaron el brazo izquierdo. "Votar es un derecho. Además, tengo esperanzas en mi candidato favorito, aquel que ha prometido casas a los pobres para no andar arrendando. Pero nunca, eso sí, me afiliaré a partido alguno".

Zúñiga sufragó en la junta 1534 de la parroquia Febres Cordero, una de las 21 que tiene Guayaquil, la ciudad con la mayor población (2 005 165 habitantes) y votantes. ¿Qué espero? "Que al nuevo Presidente le dejen gobernar, aunque no gane el que yo quiero. Que no lo tumben, porque eso no es democracia. Que cumpla sus promesas y no falte comida y empleo". Iba ataviada con una pantalón fresco y una cartera llena de recuerdos: sus documentos y los de su esposo.

A su lado estaba Smildo Zambrano Macías, un manabita más bien pesimista. "Será igual que antes -repetía-, gane quien gane". "Cuando están arriba se olvidan de sus compromisos. Quieren, simplemente, pasar por Carondelet.

Allí se encontrarán con los fantasmas de Bucaram, Mahuad y Alarcón (ex presidentes)", dijo entre bromas.

En el centro de la ciudad, en la parroquia Carbo Concepción, John Kimbert aseguraba representar el pensamiento de la juventud. Él es un estudiante de administración de 21 años, para quien no hay democracia en Ecuador.

"Democracia es libertad y nos están obligando a votar. Solo he venido por este papelito...". La jornada fue intensa. El día amaneció frío y hubo una leve garúa. El ritmo se aceleró después del mediodía en las 6 824 juntas receptoras del voto de esta ciudad. En ellas, cada votante tenía una perspectiva diferente del país. Hubo apatía, pero también esperanzas.

Esperanza, sobre todo, en la reactivación económica, según la opinión de Silvia de Martínez, de 29 años. Ella armó su kiosco a las 06:00 en las afueras de la Universidad Estatal de Guayaquil, parroquia Tarqui. "Compré seis cabezas de verde. Con mi marido, Nolberto, hemos planificado vender 500 bolones. Él se fue a votar y regresa rapidito. Entonces iré yo, porque acordamos votar por el coronel. Si gana el otro no importa: dizque nos dará casas".

Guayaquil vive del comercio, especialmente el informal, que se extiende en sus calles y avenidas. El Puerto principal acoge a inmigrantes como Silvia, oriunda de "mi hoy destruida Riobamba", que esperan cambios.

"Que haya más educación y salud", gritaba Rosa Guamán, de 32 años, quien en la entrada del Colegio Simón Bolívar vendía información.

Orientaba a la gente sobre el número de mesas y el recintos de votación, por 25 centavos de dólar.

A esta votante le preocupaba la educación de sus hijos, quienes no pudieron seguir en la escuela y se dedicaron a trabajar para mantener a la familia. "Para tener qué comer y seguir viviendo. Ojalá pase algo bueno. Ojalá Dios meta mano, murmuraba mientras atendía a sus clientes: usted vota en la Universidad Laica. Vaya y medite el voto", le dijo a un cliente.

Machala: Portovelo quiere cambios serios

Para el común de los portovelenses votar es tan necesario como ir a misa los domingos a la iglesia de Fátima. Así lo afirmó Jerónimo Motoche, campesino de Curtincápac que a los 78 años se resiste a jubilar su derecho al sufragio.

Curtincápac es una de las tres parroquias de Portovelo. Una zona agrícola y con una población llena de necesidades. Motoche fue ayer confiado a depositar su voto en la urna de cartón. Madrugó. A las 07:45, ya había votado.

"Espero que cumpla lo que ofreció", apuntó de su candidato, que ofreció mejorar las calidad de vida del agricultor y del agro. Los portovelenses empiezan a mirar otra vez al campo, pues la minería decayó del tres al uno por ciento en 10 años.

A Fulvio González, un agricultor de Ojeda, le interesa también que el futuro presidente se preocupe por el campo. "Siempre hemos estado olvidados", comenta. "Uno es prácticamente el sustento de los que viven en la ciudad". González dice que no le importa mucho quién gane, mientras le ayuden a sacar su producción de piñas a los mercados. Nos gustaría que el nuevo Gobierno le preste asesoría técnica al pequeño agricultor. Y cree que votar nulo es ser un mal ecuatoriano porque, según su opinión, con el voto "nos hacemos escuchar". Este agricultor sufragó en la Escuela John Dewey, uno de los dos recintos electorales en la ciudad.

Mientras votaba aseguró que ya se cansó de votar por quienes ofrecen cosas fáciles. "Tenemos problemas con el transporte. Hoy, por ejemplo, me vine en camioneta con un grupo de gente para poder votar".

José Mocha, un anciano portovelense de 72 años, padre de cinco hijos y fabricante de latones para los mineros, coincidió con su vecino de junta. Dijo que "es tiempo de votar por quien ofrece cosas serias", no importa de quién se trate.

Cotopaxi: Zumbahua espera por las obras ofrecidas

Desde Alapango, junto a una laguna, el viaje toma cerca de 30 minutos. Una desastrada camioneta Ford 350, con cajón de madera y placas de Tungurahua (TBF-045) hace el recorrido y llega a Zumbahua, en la provincia de Cotopaxi.

Desde un momento antes de las 07:00, la gente empieza a acercarse al Centro Educativo Matriz. Este recinto acoge a las 24 mesas (cerca de 7 200 votantes) de la parroquia. Según el alfabeto, un nombre de mujer -Juana Alojo Ashca- abre la lista de empadronados. Otro -María Tránsito Zacatoro Chinaluisa- la cierra.

Cuando suenan las campanas de la iglesia, a las 07:20, todo el mundo da por entendido que la votación ha comenzado. Así lo comenta Manuel Quilango, que lleva cerca de media hora esperando en la fila.

Los hombres llegan enjutos, adustos, con los rostros severos y cansados. En su atuendo compiten sombreros de fieltro con gorras de beisbolista y chamarras diversas con ponchos.

Las mujeres se tapan el rostro con chalinas bordadas. Cuando lo descubren, muestran una sonrisa inocente. Cargan a los guaguas amarrados en la espalda, entre hojas de verdes imposibles y pavorreales y aves en vuelo hechas con hilos de colores. Otros van cogidos de las faldas, son jalados de las manos.

Afuera dominan olores de frituras -huevos, papas, empanadas-y caldos de pollo y cerdo. Para después del sustancioso desayuno, mangos que recién amarillan, apenas dulces. Todo un lujo tropical a más de 3 500 metros sobre el nivel del mar, en un paisaje de cactus, pajonales y sembríos.

Las expectativas ante el nuevo Gobierno que se iniciará el 15 de enero no pasan por lo político. Una palabra se repite en diversos empaques: obras.

Para Olmedo Majinga (que ha trabajado en la última campaña con el Partido Sociedad Patriótica 21 de enero (lista 3), de Lucio Gutiérrez, "pero lejos de Pachakutic), el tema es agrario. "Necesitamos unos buenos técnicos para que se levante el trabajo. Y créditos para los que tienen tierras pero no tienen con qué sembrar".

Manuel Quilango, por su parte, vota porque "si no luego cómo se reclama". Para él, lo más importante es que el carretero esté en buenas condiciones. "Siempre vienen y arreglan partes no más... Y para subir las cosas a Latacunga hace falta un camino mejor". Rosario Ashca se centra en la educación "La educación para los guaguas, que tiene que servirles para toda la vida. Tienen que saber sus raíces. Si no luego en la ciudad les hacen a un lado, les maltratan..." Además, obras: "Falta en partes el agua potable, y se necesita".

En el tema salud, la población no percibe necesidades urgentes. La explicación es un hospital, instalado en el pueblo hace años y mantenido desde entonces gracias al apoyo y la gestión internacional.

Quito: ´que el nuevo Presidente cumpla con lo prometido´

Optimismo, producción, trabajo, estabilidad... fueron algunas de las aspiraciones en las que coincidieron varios ciudadanos entrevistados por este Diario, en Quito.

Amable Ramírez, por ejemplo, es un economista de 45 años que desea tener un Gobierno que reactive la producción. Llegó a las 09:00 a votar en el Instituto Benito Juárez, al sur de la ciudad. Se abrió paso entre los comerciantes de comida típica que tenían bloqueada la calle Collaguazo. Encontró su mesa y sufragó.

A media hora de camino, en la avenida América, frente a la Universidad Central, una barrendera del Municipio hacía su trabajo. Con una escoba, una pala y un tacho de basura rodante se desplazaba hacia el norte. Prefirió no dar su nombre, pero sí decir que "ojalá el nuevo presidente cumpla con lo prometido en campaña electoral". Luego, la mujer frunció el ceño y siguió barriendo. A las 10:30 terminaría su jornada y para ello solo le faltaba media hora de trabajo.

En la esquina de las avenidas Mariana de Jesús y América estaban las hermanas Mónica y Lolita Flores y su madre Ana de Flores esperando que un familiar pase por ellas. Entre tanto, Mónica reveló que su gran aspiración es "que se termine con la corrupción", su madre añadió "que con todo lo que nos han robado, ya hubiésemos pagado la deuda externa".

Al mediodía, la temperatura marcaba 25 grados y el cielo de Quito estaba azul. En las afueras del Colegio San Gabriel no había comida a la venta ni ofertas a gritos de los emplasticadoras.

El sitio estaba marcado por el ruido de los motores y del humo negro que los buses lanzaban al aire.

Sebastián Pérez, diseñador gráfico, casado y con un hijo, se refugió del calor en una heladería esquinera, muy cercana al monumento de José Martí. Ayer se declaró optimista. "No hay otra opción. Por mi familia, por el país, por mí mismo, espero que cambien las cosas". No tenía certezas sobre el futuro de la economía, "porque ninguno de los candidatos fue claro". Sin embargo, espera "que al nuevo presidente se le ilumine la mente y adopte las medidas correctas".

Ayer la ciudad estaba movida, hubo calzadas que daban la idea de un día festivo. La calle Rocafuerte, desde el Arco de Santo Domingo hasta la Mama Cuchara, era un ejemplo.

Darío Alcócer, de 19 años, fue parte de una junta electoral en el Liceo. Para él, el presidente debe pensar en educación, salud y en garantizar empleo. "Siempre se anhela lo bueno y como estudiante espero que quien gane dé trabajo a todos.

Loja: la gente fue con esperanza a votar

Ayer fue un día de mayor compromiso para Luz María Sánchez. Esta mujer, de 59 años, que vive de la agricultura en la parroquia Sanguillín, a dos horas de Cariamanga, madrugó para sufragar.

A las 06:50, en una camioneta llegó a Cariamanga, tres horas al suroccidente de Loja. El sol comenzaba a abrigar la cima del imponente Ahuaca que cobija a la ciudad.

Las ásperas manos de Luz María revelan que trabaja en el campo y su mirada nostálgica también denuncia de lo duro que es ser pobre.

"No tenemos forma de ver el medio", dice preocupada. Por eso espera que el nuevo Presidente haga algo para apoyarlos. "Los campesinos vivimos olvidados y nadie se acuerda de que existimos". Su esperanza es una, principalmente: "que se impida el ingreso de los productos peruanos al país, porque nos perjudican".

Para ella no está bien que sus productos no tengan salida en el mercado por los precios más altos que los del Perú. Al pasar por el mercado indica con su mano: una gallina de esas pregunte a cómo está. Y ella mismo responde: a tres o cuatro dólares, "y a eso nosotros no podemos vender, sino a seis dólares, porque nos cuesta más la crianza".

Tampoco podemos vender los productos de la agricultura, porque también vienen del Perú más barato. Entonces, el sacrificio de nosotros no tiene precio, dice enérgica, mientras ingresa a la Mesa 26 de la Escuela Mariano Samaniego. Tras depositar su voto, retorna en cinco minutos. "No me interesa quien gane, pero el nuevo Presidente sí tiene que ver lo que sucede en la frontera y ayudarnos a la gente que no tenemos de qué vivir"Corroboran sus dos hijas que la acompañaron a sufragar.

Ese deseo, que aflora de unos labios resecos y un rostro cansado, es común escuchar en sitios de frontera como Cariamanga. Carlos Abad es otra persona que dice lo mismo y sueña con tener un trabajo bien remunerado.

Gana 30 dólares por semana en tareas de construcción y no le alcanza para continuar el colegio, alimentarse bien y ayudar a sus padres. Por eso piensa en salir a España, pero de momento esperará que entre a gobernar el nuevo Presidente para ver qué hace por ellos y decidir si emigra o no. "Necesitamos préstamos y garantías para invertir en el campo o cualquier otro negocio" A eso suma una solución inmediata al problema de la frontera, "porque nos perjudican más que cuando hubo enfrentamientos".

Estos fueron algunos criterios de los votantes de Cariamanga, donde habitan unas 11 000 personas.

San Gabriel: un campesino que ya no confía en los candidatos

José María Cuastumal llegó desmotivado y con pocas expectativas a votar. Se ubicó en la fila de la mesa número cinco del Colegio José Julián Andrade de San Gabriel y esperó paciente hasta que le tocó el turno. Sin dudar pintó varias rayas en la papeleta y luego la depositó en la urna.

A un lado, sentados en la grada, lo esperaban sus dos hijos pequeños, ajenos totalmente a lo que su padre hacía.

Después de recibir el certificado de votación, cogió de la mano a los niños y empezó a salir del recinto. Al cruzar la puerta principal, Amador, su hijo menor le pidió que le compre un helado.

El campesino de piel tostada y manos duras se ruborizó y con una voz débil le dijo "no tengo plata". El niño se soltó en llanto y no despegaba sus ojos de los improvisados puestos de venta que se instalaron en la acera.

Cuastumal vive en Chután, un caserío ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de San Gabriel. Salió temprano de su casa y caminó más de dos horas para llegar al recinto. El viaje lo emprendió más por obligación que por deseo.

"Si no fuera porque el certificado es necesario, no hubiera venido".

Él no ve ningún cambió con el nuevo Presidente. "Gane quien gane seguiré pobre y tendré que trabajar para dar de comer a mis hijos". Su decisión de anular el voto no la hizo cambiar ni su compadre, quien le visitó el viernes pasado en su casa para pedirle que se adhiera a Lucio Gutiérrez.

"La verdad es que yo ya no confío en nadie, todos ofrecen y cuando ya ganan se olvidan de los ofrecimientos. A los pobres nos utilizan y nada más".

Cuastumal recuerda que en 1996 votó por Abdalá Bucaram porque se comprometió a trabajar por los más necesitados. Pero, seis años después se da cuenta de que las cosas han empeorado. "Fíjese que esa vez yo vine a votar con mi mujer y mi hijo. Después les invite a comer en un restaurante que había junto al parque. Ahora, no tengo ni 25 centavos para darle un helado a mi hijo".

Su economía se deterioró notablemente, a pesar de que en los últimos años el trabajo ha sido más duro. Incluso dejó de sembrar porque no tiene dinero para los insumos y semillas. "Dudo que un Presidente pueda cambiar esta realidad, ellos llegan al poder a otras cosas".

La población amazónica no pierde la esperanza

Entre la esperanza, el optimismo y el desencanto, los 44 984 electores de Tena acudieron a votar temprano.

Un radiante sol y con 35 grados de temperatura fue el escenario que se presentó para el proceso electoral. Rosario Gallegos, propietaria de una tienda de víveres en Tena está optimista; espera que el próximo gobierno mejore la situación del país. Ella quiere que sus hijos Daniel, de 17 años, y Andrés, de 11, ejerzan la profesión que estudian.

Rosario vive hace seis años en Tena; al igual que su esposo, Pedro Medina, son originarios de Pelileo-Tungurahua. Ella estudió física y matemáticas en la Universidad Técnica de Ambato y él derecho en la Universidad Central de Quito. La falta de empleo los obligó a emigrar hacia la Amazonía.

Mientras vende una libra de arroz o una de azúcar a sus clientes, comenta que "la falta de una universidad en Tena obligará a mis hijos a trasladarse a Ambato o Quito. Los gobiernos no se han preocupado de crear una universidad en Napo".

Ella no solo trabaja en la tienda, sino que los viernes y sábados labora en la "feria libre de pequeños minoristas". Mientras su esposo conduce un taxi adquirido a crédito por el cual mantienen una deuda de 4 000 dólares.

Menos optimista se muestra, Fabián Soria, propietario del restaurante L" toucan en el Barrio Gil Ramírez Dávalos. Soria votó por la tarde. Su principal preocupación es que al nuevo presidente le suceda lo mismo que a Mahuad, por todos los intereses económicos y políticos que existen en el país.

Riobamba se quedó sin votar y con crisis en el tribunal

Más de 300 miembros del Comité de Paro obligaron ayer a renunciar al Presidente y Vicepresidente del Tribunal Provincial Electoral de Chimborazo (TPE-CH).

Con esta acción el proceso electoral que comenzó normal a las 07:00 en el resto de los nueve cantones de esta provincia, empezó a tambalear a partir de las 10:15, cuando se declaró oficialmente la realización progresiva del paro provincial en el Salón de la Ciudad.

A las 11:00, una turba enardecida avanzó por el parque Maldonado hacia el edificio del TPE-CH, ubicado en las calles Orozco y Colón. Los dos pelotones policiales no pudieron contener a la gente. Unos 60 delegados, encabezados por el alcalde Fernando Guerrero, se apoderaron del Salón de la Democracia gritando "queremos soluciones, no elecciones".

Ese fue el comienzo de una tensa reunión. 20 minutos después se anunció la renuncia irrevocable, por escrito, del presidente del TPE-CH, Camilo Haro de la Izquierda Democrática, quien se dirigió a los directivos del Comité de Paro y les entregó el escrito de su renuncia."Me uno a ustedes en esta lucha justa. Solo nos faltó llorar para que el Tribunal Supremo Electoral suspenda las elecciones", dijo Haro en medio de los aplausos de la muchedumbre.

Afuera en la plazoleta de la iglesia La Concepción más gente se sumaba a los manifestantes. A las 11:40 ya eran unas 350 y entre ellos habían moradores de los barrios afectados por el estallido del polvorín de la Brigada Galápagos.

Los había de los barrios 11 de Noviembre, La Georgina, San Antonio del Aeropuerto, Los Pinos, Los Alamos, Las Dalias, entre otros. Los gritos de la gente y las amenazas de ingresar a la fuerza, pese al cordón policial que bloqueaba la entrada principal en la calle Colón, obligaron a apresurar la renuncia del resto de los vocales.
El segundo en abdicar a su cargo de Vicepresidente fue Carlos Vimos de Pachakutik. Cerca al medio día la muchedumbre se apoderó totalmente de los tres pisos del edificio amarillo del TPE-CH. La consigna fue, si era necesario, secuestrarlos e, inclusive, incendiar el inmueble.

Dos horas después, ante la insistencia de los manifestantes, el vocal de la Izquierda Democrática, Manolo Guevara, también cesó en sus funciones. Pilar Fernández, militante del MPD y miembro del directorio de la Federación de Barrios de Riobamba (Fedebar) aseguró que el objetivo de la marcha era conseguir la renuncia de todos los vocales. "Porque solo así podremos anular las elecciones en esta provincia".

En un principio, la tragedia ocurrida el 20, provocó que las votaciones se aplazaran para la próxima semana en las cinco parroquias urbanas de Riobamba que significan 96 000 electores. Pero la demora gubernamental en la entrega de recursos para enfrentar la emergencia influyó para que la Fedeba obligara a las autoridades locales y provinciales para que pidan la suspensión de los comicios electorales en los 10 cantones y, con ello, 298 822 votos de la provincia quedarían pendientes hasta una fecha imprecisa.

En Cuenca la gente quiere renovación

La esperanza de mejores días para el país amalgamo el sentimiento de los cuencanos en la jornada electoral de ayer. Cuando el salesiano Alberto Enríquez inicio el sermón de la misa de las ocho en la Iglesia María Auxiliadora, en el centro de Cuenca, Juan Illescas puso mucha atención a su palabras.

En ese momento el sacerdote pidió a cerca de los seiscientos fieles, quienes copaban este templo, que voten con conciencia a la espera de que los dos candidatos cumplan sus promesas, sean transparentes y que el pueblo no "pague, como siempre, los platos rotos de los errores políticos".

Illescas a sus 49 años se encuentra deseoso de que ello ocurra como padre de familia de dos hijos, su trabajo como chofer le permite vivir con limitaciones. Por ello, en ese anhelo de cambio, optó primero por ir a esta tradicional iglesia cuencana para buscar un espacio de meditación ante de sufragar.

Cinco cuadras más al sur, en las calles Padre Aguirre y Sucre, Ana María Minchala, primero aseguró su ingreso semanal antes de ir a votar.

La venta de sombreros chinos le permite un dinero adicional para mantener a sus seis hijos, para quienes espera haya un mejor futuro y más oportunidades con el nuevo presidente que se eligió ayer.

Pero no solo los padres de familia esperan cambios. También los jóvenes como Iván Patricio Baculima, de 21 años, quien aspira a que los movimientos nuevos aporten a la prosperidad y el desarrollo del país. Como joven pide que los gobernantes nuevos le den una oportunidad para ayudar en el cambio del Ecuador, pues tiene la fuerza y la voluntad para hacerlo y su voto es el primer paso para ese proceso.

También amas de casa como María Palomeque con su voto apostaron por un país con menos corrupción y más oportunidades de trabajo. Sin embargo, a sus 48 años, con varios hijos y nietos, muestra su experiencia al decir que "un mejor futuro lo labramos, primero, trabajando honradamente. Es nuestra responsabilidad y la cumplimos, los nuevos gobernantes tienen que hacer lo mismo. Queremos educación, salud y trabajo".

Chimborazo: los votantes guaneños querían la papeleta

Pese a que las emisoras de radio en Chimborazo declararon un paro de actividades, Luis Marcelo Pérez se presentó a votar en un recinto en Guano. "Necesito el certificado de votación. Si están en paro lo siento, pero no puedo irme sin cumplir este deber".

Pérez piensa que la situación económica del país es difícil y que la de Chimborazo se ha agravado con la explosión en la Brigada Galápagos, que afectó también a esa población. Espera que el candidato al que le dio el voto gane para que saque adelante al país.

A pocos pasos de Pérez está Enrique Pico, de 75 años y vecino del barrio San Pablo. Camina lentamente hasta la mesa número 28 del recinto ubicado en el Coliseo Marcos Montalvo. "Soy jubilado pero estoy obligado a votar, de lo contrario no puedo hacer ninguna gestión de préstamos quirografarios o en los bancos".

Dice que el país necesita un Presidente que se ajuste bien los pantalones y que elimine la corrupción".

En las afueras de ese recinto, Samuel Llerena está rodeado de varios clientes. "Hay que trabajar para llevar un pan a nuestro hogar, porque gane quien gane en las elecciones el problema seguirá igual", dice este hombre de tez canela.

General Farfán: el voto se ejerció con temor por la guerrilla

En la parroquia General Farfán en el cantón Lago Agrio la ayuda del Estado es nula y la población vive con miedo por la masiva presencia de guerrilleros colombianos.

Rosa Sosa del recinto "Patria Nueva" asegura que además del problema de la inseguridad, los pobladores de esa zona dentro de poco no tendrán un trabajo para subsistir. La razón: el café, el principal cultivo de esa zona se vende en apenas dos dólares cuando los gastos de producción superan los cuatro.

Sosa duda que el nuevo Gobierno revierta la situación. Sin embargo, reconoce que si la situación continúa General Farfán "está condenado a desaparecer". El escepticismo de la mujer es compartido por Dora Canticus y Segundo Perenguez.

Los dos consideran que el nuevo Gobierno debe volver su mirada hacia estos sectores desprotegidos. "No queremos limosnas" dice Perenguez. "Queremos que el Gobierno nos dé las condiciones para expender nuestro productos". Dora sufre por el futuro de sus cuatro pequeños hijos. "No sé qué pueda pasar con ellos. Lo único que espero es que Dios ilumine al nuevo Presidente para que nuestros hijos tengan educación y comida".

Reacciones: todos están a la espera de una buena gestión

La mayoría de los representantes de los sectores políticos, empresariales y de la ciudadanía espera que Gutiérrez cumpla sus ofrecimientos y que gobierne con pensamiento democrático e incluyente para toda la sociedad.

Politicos:
Ramiro González, Prefecto de Pichincha (ID):Espero que Lucio Gutiérrez impulse un gobierno de concertación que permita sostener la gobernabilidad. Eso es urgente, pero no es sencillo porque no llega al poder con una votación muy fuerte. Gutiérrez tendrá que tener la habilidad para presentar leyes que beneficien al país y que puedan pasar por el Parlamento. La ID propuso un esquema de gobernabilidad para 10 años. Vamos a apoyar los proyectos positivos.

Víctor Hugo Sicouret, diputado del PRE:En el gobierno de Lucio Gutiérrez no van a haber intereses personales, porque él es un hombre de raigambre popular que no tiene una posición económica que cuidar. Con su triunfo, la derecha se queda jugando al solitario. El péndulo de ID se quedará en el centro y ni siquiera los votos de Noboa van a ayudarla.

Leonidas Iza, Presidente de la Conaie:Estamos dentro de una alianza entre Pachakutik y Sociedad Patriótica. Ahora debemos cumplir el programa de Gobierno establecido, que implica cambios profundos y de estructura. Son transformaciones que deben hacerse realidad y, para eso, vamos a actuar con fuerza como movimiento.

Jacinto Vélazquez, ex candidato presidencial:Esta es una victoria que corresponde a la confianza a la persona y no a los planes de Gobierno. Espero que Gutiérrez no se deje sugestionar por los grupos económicos y políticos de siempre, los perdedores, que han de buscar cómo meterse en el Gobierno.

León Roldós, ex candidato presidencial:El país ya decidió que sea el coronel Lucio Gutiérrez quien lo conduzca. Ahora se abre una expectativa de trabajar abiertamente por el desarrollo. En lo personal, voy a cumplir con lo que prometí. Pondré a disposición del Presidente electo mi propuesta de gobierno. Hay que luchar porque dure los cuatro años correspondientes y no se repita lo de Bucaram y Mahuad.

Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil:Ojalá que este Gobierno conduzca al país por el sendero del bienestar y del empleo pleno. No somos agoreros del desastre, queremos el progreso de Ecuador. Estaremos siempre apoyando iniciativas de beneficio. Voté en blanco porque no he visto en ninguno de los dos candidatos la explicación de cómo van a conducir el destino del país.

Empresarios:

Patricio Izurieta, presidente de la Federación de Cámaras Binacionales:Los empresarios necesitamos un ambiente de seguridad para poder trabajar y crecer. Estamos dispuestos a arrimar el hombro para que el país salga adelante. El nuevo Gobierno debe trabajar de manera conjunta con el sector privado.

Gustavo Pinto, presidente de la Cámara de Industriales de Pichincha: El Presidente electo debe lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Eso le permitirá liberar recursos y mejorar la imagen del país en el exterior. Además, debe aplicar una fórmula para bajar las tasas de interés. No puede olvidar el control del contrabando en Aduanas y el fortalecimiento de la seguridad interna.

Eduardo Ramírez, de las Cámaras de la Producción de Azuay: Lucio Gutiérrez debe cumplir con lo prometido en sus ofertas de lucha contra la corrupción y la creación de fuentes de empleo. Es necesario conocer, en las próximas horas, cuál será su equipo de Gobierno. Será importante para saber qué pasará a futuro.

César Frixone, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria: Es obligación del nuevo Gobierno presentar un buen plan con políticas económicas que se refieran a cómo solucionar el déficit fiscal, reducción de tasas de interés, etc. Además, sobre qué dirección tomarán las negociaciones regionales como el ALCA.

Willian Buenaño, presidente de la Cámara de la Cobstrucción de Chimborazo: La Federación le hizo un planteamiento y ciertos requerimientos básicos que debe cumplir. Por ejemplo, los constructores deben ser los asesores en el área, que no venga un médico a ser director del FISE. Su programa de vivienda deber ser avalado a través de proyectos serios.

Joaquín Zevallos, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil: Tiene una gran responsabilidad y un gran desafío: unir el país, pues su votación fue regional. Debe poner en marcha el país y gobernar para todos. Espero que acoja los compromisos adquiridos con los sectores productivos y ponga al país a trabajar.

Ciudadanos:

Miriam Ernst, directora del Cepam: No es una persona que me represente. Espero que sea sensible a los temas de las mujeres y, en particular, al problema de la violencia intrafamiliar, para que a partir de ellos desarrolle políticas y asigne los presupuestos correspondientes. También espero que fortalezca la democracia.

Horacio Sevilla Borja, de Participación Ciudadana:Ha merecido el respaldo en una justa democrática. Espero que sea consciente de la responsabilidad que le ha dado el pueblo ecuatoriano. También confío en que trabaje a favor de los mejores intereses de la sociedad.

Ileana Almeida, catedrática y analista de la Universidad Central: No se puede adelantar ni asegurar nada. Me preocupa el compromiso de Lucio Gutiérrez con el PRE. También me preocupa que se refiera a la problemática indígena como una cuestión muy simple de resolver cuando es más bien un asunto muy complejo.

Fabricio Cevallos, Coordinador del Programa del Muchacho Trabajador El panorama va a seguir igual, Se va a dar una división de partidos políticos y la presión de Febres Cordero y Borja. Gutiérrez no tiene una base social sólida. Ahora los indígenas no están muy felices. Ha aceptado muchas alianzas que van a dificultar la gobernabilidad.

Galo Martínez Leisker, presidente de la AEDEP: Nos satisface la posición del Presidente, ratifica su respeto a la libertad de prensa. Los medios de comunicación deben mantener una actitud vigilante del desarrollo de éste y todos los gobiernos. Esa libertad es un derecho de los ecuatorianos y quienes los dirigen tienen la obligación de defenderla.

Irene León, del movimiento feminista: Por un lado se ve que hay una intención de democracia participativa. Gutiérrez trabaja en una coalición de actores sociales, lo que permitirá una apertura hacia otro tipo de prácticas. Hay muchos retos, pero que ya se piense en un país inclusivo es un buen punto.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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