Las estrategias del Presidente debilitan a una oposición sin capacidad de respuesta.

Las consignas de los miembros de Cero Corrupción son una muestra de la polarización a la que ha llevado el Gobierno.

La forma de la mayoría es su fragilidad. ¡Abajo las ong´s corruptas! ¡Abajo las universidades privadas! ¡Basta de la prensa corrupta! ¡Basta de la oligarquía! Algunas de las consignas que resumen el discurso oficial. Las corearon durante una hora y media los miembros de Cero Corrupción -organización cercana al PRE y que apoya a la actual Corte Suprema de Justicia- frente a la sede de Participación Ciudadana (PC). Una polarización que ellos evidenciaron aún más con las frases que pintaron en los muros de PC, con sus carteles y con la violencia que marcó esa protesta. Violencia que también está del otro lado. Una semana antes en la Asamblea de Pichincha, cuando entró el diputado socialista Enrique Ayala Mora y después de gritos y abucheos, fue agredido físicamente.
Un acto que un día más tarde dio paso al desconcierto, por el atentado del que fue víctima Ayala: tres balas que no lo hirieron pero destrozaron su automóvil. Los hechos violentos se suceden con tanta frecuencia que ya no parecen sorprender: el lunes hubo otro atentado, esta vez contra la gobernadora de Esmeraldas, Rosa Cabezas. El martes, en el Congreso se instaló una sesión en la que Cero Corrupción no dejó de corear por altavoces palabras de descrédito hacia todo opositor; ese mismo día las asociaciones indígenas exigían que se cambie al ministro de Bienestar social; la OEA demandaba que el Gobierno protegiera a la oposición; los estudiantes secundarios, los médicos y los jubilados anunciaron paros. De paso se hace pública una supuesta advertencia: las FARC piden al presidente Gutiérrez que cumpla con sus compromisos. Y para rematar, el director
de la AGD, Carlos Arboleda, se agacha de su silla cuando una bala traspasaba los ventanales de la institución. Las noticias pierden trascendencia ante un escenario incompresible y turbador. Sin embargo, la balanza no parece inclinarse hacia la oposición. De hecho, la aprobación popular del presidente Lucio Gutiérrez, al 26 de febrero de 2005, estaba en un 32 por ciento en Quito y Guayaquil, según la encuestadora Informe Confidencial. Si bien bajó cuatro puntos en Quito, con relación a enero del mismo y en Guayaquil un punto, las marchas y protestas y todos los hechos violentos no parecen ser definitivos para que su popularidad baje. Acaso sus cadenas de televisión, diarias y maniqueas, tienen el efecto deseado... Esa puede ser una interpretación. De hecho, elGobierno no escatima en gastos. Según El Universo, el Ejecutivo en seis meses desembolsó casi 600 mil dólares en publicidad. Pero aún queda la otra punta de la cuerda, algo parecido a lo que sucedió en la vecina Venezuela, que es la falta de un contrapeso. Es decir, más allá de la fuerza de Gutiérrez está la debilidad de la oposición... El resultado es un empate que hace que ambas partes consideren la posibilidad de negociar. Y hacia allá parece enfilarse el Congreso, hasta que el resto de escenarios decida quién tiene la ventaja.

¿LIDERAZGO COLECTIVO O ACÉFALO?
En el Congreso la oposición ganó un punto cuando logró que se ponga en el orden del día la "reconsideración de la Corte inconstitucionalmente nombrada". Todo quedó estancado cuando tres diputados -Marco Proaño Maya, Jorge Montero y Segundo Serrano- no se unieron a lo que parecía la nueva mayoría. Hasta el cierre de esta edición no había definición sobre el tema. Simplemente hubo, como respuesta, el envío del Gobierno de una sola pregunta sobre la Corte para la Consulta Popular. ¿A dónde va el Congreso? ¿Cuál será la nueva mayoría? Andrés Páez, diputado de la Izquierda Democrática, asegura: "Estamos neutralizados porque la mayoría tiene todo bien negociado con el Presidente. Pero como en las calles, con las marchas y con la Asamblea de Quito, hemos tenido éxito, eso nos ha permitido generar adhesiones de diputados a las tesis de la oposición. Lo importante es la conexión entre los grupos ciudadanos y la oposición". Proaño Maya sostiene que la falta de éxito de la oposición se debe a que: "En el Congreso la oposición no es política ni ideológica, sino una estrategia, una parodia y una coartada para cada conflicto. Entonces el Congreso, que debería ser el escenario de debate con ideas y con propuestas, se ha convertido en un espacio para el de-sencuentro y para la agresión. No debemos resignar nuestras ideas y propuestas, pero deberíamos exigir que renunciemos a la pretensión que cada partido y tendencia son absolutos". Ambos diputados apuntan a la falta de un proyecto de país, por lo que estos hechos coyunturales seguirán repitiéndose. "Necesitamos un proyecto de país con sensatez, madurez y apertura", dice Páez. Por su parte, Proaño Maya afirma: "Es que en este momento en el Ecuador no hay lo que hubo en España, cuando se habló del pacto de la Moncloa (pacto de garantías económicas entre políticos y empresarios, en 1977), ellos fueron capaces de lograr acuerdos nacionales para construir objetivos del país, porque hubo inteligencia y generosidad. Lo que falta aquí de ambos lados. Si es que las instituciones, en este caso el Congreso, no son capaces de resolver la crisis institucional se va a terminar con el Congreso". En todo caso, el estancamiento de la labor parlamentaria y la presión interna y externa desembocan en una aparente permeabilización de las posiciones, que podría traer soluciones mixtas. Aunque los problemas de fondo queden intocados.

DESDE EL OTRO LADO
Es esta incapacidad del Congreso de resolver los conflictos políticos, lo que trasladó el mayor escenario de confrontación política a las calles, y que ha creado un espectro amplio de la oposición. Ahora además de partidos como la ID, el PSC, y Pachakútik, están los movimientos ciudadanos y personalidades políticas. Una mezcla de varios de estos actores conforman la Asamblea de Quito. Sin embargo, a pesar de movilizaciones importantes, aún no se da un avance sustancial en los pedidos de la oposición. "Lo que vivimos ahora es inédito en la historia del país, es un populismo con la fuerza del Estado y con la venia de un sector oligárquico prepotente (es decir todo el grupo que se reconstruyó alrededor de Álvaro Noboa)", asegura el concejal de Quito y activo participante de la Asamblea, Augusto Barrera (Pachakútik). Para Barrera, Gutiérrez ha capitalizado y le ha dado fuerza a un sector minoritario del país, pero que se ha convertido en su núcleo duro, ahí residiría la fuerza de su nivel de popularidad. Éste se basa en la construcción de redes clientelares, el fomentar el odio y la repartición de puestos.
"Es una base social que vota por el PRE, el PRIAN o el PSP, pero además a través de sus cadenas de televisión y de sus visitas cotidianas a los pueblos olvidados, radicaliza y polariza, con la ayuda de los recursos del Estado, dice Barrera. Él es un maestro para articular la disidencia. Así lo hizo con los militares y con el movimiento indígena". Además de la habilidad del Presidente, no hay que olvidar que del otro lado está una oposición fragmentada y que en su interior se encuentra el Partido Social Cristiano. Para Gutiérrez, este elemento le ha permitido fortalecer su discurso, por toda la resistencia que este partido levanta en varios sectores del país. "Dentro de la oposición, el PSC tiene una carga culposa terrible, además en su interior la única agenda de sus líderes es la disputa interna y no tienen una proyección nacional. Mientras tanto, la ID está pasando su momento pos-Borja, donde no se definen los liderazgos". En su análisis Barrera acepta las debilidades de Pachakútik: el movimiento indígena está dividido. Tanto que la Conaie ya ni siquiera está en la línea de su brazo político, Pachakútik. ¿Y el resto? En el caso de León Roldós, aunque aparece como una cabeza interesante que ha liderado temas como los de la consulta popular y el problema del general José Gallardo, sin embargo se enfrenta a la falta de una estructura política.
¿Demasiados intereses, sin un factor de cohesión? Los miembros de la Asamblea
de Quito, como Páez y Barrera, se refieren a su estructura como un "liderazgo colectivo" que permite, frente a la dispersión, una unidad. Aunque en esa virtud está su limitación, de hecho, ese fue el gran vacío que se sintió en la marcha de Quito y que se ha visto posteriormente en su imposibilidad de seguir armando protestas o actos masivos. Y todo se ha limitado a la propuesta de la revocatoria del mandato de los diputados y a la negociación voto a voto en el Congreso.

UN FRANKENSTEIN CRIOLLO
Así se llega a una conclusión, que es la gran paradoja: la fuerza más dañina para el Presidente no viene de la oposición sino de su entorno. En efecto, la habilidad política para consolidar el poder, que al principio de su mandato le era ajena, y que sorprendió a fi nales del año pasado, puede convertirse en su propio Frankenstein, el monstruo que mató a su creador. Ya que las concesiones a cada miembro de la mayoría, hacen que cada uno actúe por su cuenta en función de sus intereses. Inclusive ahí se podría encontrar la causa de los atentados: fuerzas violentas que actúan en función de cada uno de estos sectores. Por un lado están todas las concesiones que ha tenido que hacer a partidos como el PRE y el PRIAN, que en cualquier momento lo podrían abandonar, y más cuando se acercan las elecciones. De hecho, el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Castro, parece dispuesto a ocupar todo el poder, por si le toca dejar su cargo. Y así abrió frentes con el Consejo de la Judicatura y los judiciales, con la repartición de las cortes superiores. La respuesta fue inmediata, los judiciales desconocieron y pidieron la renuncia de la Corte. ¿Será este monstruo multicéfalo el que termine engulliendo al Gobierno? Su fuerza parece mayor que la de la oposición.

País violento
Crímenes, atentados, amenazas, chantajes, espionaje e impunidad se han convertido desde 2003 en una forma de vida de los ecuatorianos. La capacidad de las inteligencias policiales y militares está en entredicho porque no descubren nada, pese a la gravedad de los hechos. Se han dado un crimen y cuatro atentados a personajes vinculados a la política. Amenazas contra políticos y periodistas, así como atentados contra la propiedad, son ya frecuentes.

2004
Enero 30. El ingeniero Patricio Campana, funcionario de Petrocomercial que investigaba robos de combustibles, fue asesinado cerca de su trabajo. La Policía atribuyó a posibles delincuentes. Hubo cuatro detenidos. La familia rechazó la hipótesis.
Febrero 1. El líder de la CONAIE, Leonidas Iza, y sus acompañantes fueron atacados a bala en la sede de esa institución. Acusaron al Gobierno. No hay detenidos.
Febrero 11. El empresario de televisión Carlos Muñoz Insua fue abaleado en Guayaquil. Su chofer murió. Unas misteriosas Milicias Revolucionarias del Pueblo se atribuyeron el acto. La Policía habló de delincuentes mientras voceros políticos culpaban al Gobierno. No haydetenidos.
Febrero 19. Atentado explosivo en Guayaquil, en el garaje de la casa del presidente del Tribunal Supremo Electoral, el prianista Nicanor Moscoso. No hay detenidos.
Febrero 20. En la sede del partido Izquierda Democrática, en Quito, hubo un intento de robo. Derechos Humanos pidió que se investigue.
Febrero 21. De la sede del partido Pachakútik se sustrajeron únicamente computadoras. Derechos Humanos pidió que se investigue. El mismo día, 22 diputados denunciaron amenazas de muerte, por diferentes vías. Entre ellos, Luis Villacís, Alfonso Harb, Guillermo Haro, Antonio Posso. La casa de Harb, en Quito, fue objeto de un atentado. No se conoce ninguna investigación.
Julio 28. Se conoció que el ex presidente y diputado, León Febres- Cordero, denunció al comandante de la Policía que el coronel Napoleón Villa, cuñado del presidente Gutiérrez, "planifica una serie de actos atentatorios… acaso contra mi vida". No se conoce del inicio de ninguna investigación.
Diciembre 15. Las oficinas de la encuestadora Market, del presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera Solah, fueron abaleadas por desconocidos.

2005
Enero 26. El ex vicepresidente de la República, León Roldós, participaba en la Universidad Central de Quito en un debate y luego de una explosión de bombas lacrimógenas fue golpeado por la turba. Se inculpó a grupos del MPD, partido afín al Gobierno.
Febrero 2. La casa de la madre de Antonio Ricaurte, concejal de Quito por Pachakútik, partido contrario al régimen, fue abaleada. El político culpó al Gobierno.
Febrero 4. Una bomba explotó en la sede de Radio Canela de Macas, en la provincia oriental de Morona Santiago. El propietario Wilson Cabrera, quien criticaba el accionar del Gobierno en su emisora, atribuyó el ataque una represalia.
Febrero 10. El coronel retirado Patricio Acosta, ex ministro de Bienestar Social, ex
secretario de la Administración y fundador del Partido Sociedad Patriótica, denunció la persecución de agentes policiales, ordenados por el actual secretario general de la administración, Óscar Ayerve. Un parte policial filtrado, le dio la razón. No hay ningún proceso.
Marzo 5. El diputado socialista, historiador y rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, Enrique Ayala Mora, fue abaleado mientras viajaba a su casa, en Cumbayá. No hay detenidos.
Marzo 8. La gobernadora de Esmeraldas, Rosa Cabezas, es abaleada en un sector cercano a la mitad del mundo, cuando se dirigía a Quito.
Marzo 10. Atentado de bala, en su despacho, contra el gerente de la AGD, Carlos Arboleda, ex ministro de Energía de este régimen.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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