Guayaquil. 05 nov 99. Existe preocupación por la ausencia de un
plan económico en Ecuador

"Ecuador es un país rico, pero con una estructura política que
no le permite desarrollarse", fue la definición acerca de nuestro
país de José María Barrionuevo, doctor en economía y director de
estrategia global para mercados soberanos de la consultora
financiera internacional Lehman Brothers.

El joven analista mexicano de 33 años de edad, quien ha
desempañado cargos en el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial, y en Chase Securities como director de economía y
estrategia para Latinoamérica, ha seguido de cerca a nuestro país
desde 1993, y comentó que cuando nadie quería venir al Ecuador
en 1995 por el conflicto bélico con el Perú, él trajo un
portafolio de administradores de fondos de inversión con
capitales que fueron inyectados en nuestra economía.

Barrionuevo comentó que los inversionistas y acreedores
internacionales comprenden la difícil situación que atraviesa el
Ecuador, por lo que estaban en un principio dispuestos a
reestructurar la deuda, pero ven con mucha preocupación el hecho
de que los políticos no están haciendo los cambios que necesitan,
por lo que la economía ecuatoriana "día tras día se va
deteriorando más".

El experto en mercados emergentes e industrializados cree que es
el "momento para que la gente de Ecuador demande de sus líderes
lo que hasta hoy en día no se ha dado, y que es el representar
el interés del pueblo".

¿Cómo ven internacionalmente a los políticos y al Gobierno de
Ecuador?

La gente en el exterior mira con mucha preocupación la situación
política ecuatoriana y se cree que nadie es más responsable de
lo que está pasando en su país que los propios políticos,
especialmente el Congreso. El tiempo que se demora para tomar
decisiones hace que cada día más se tenga que adoptar
resoluciones más difíciles que las que se hubieran tenido que
tomar, principalmente por su incapacidad de pensar en el
bienestar del pueblo en general. El inversionista extranjero
siempre ha estado preocupado de la parte política, en un sistema
parlamentario se termina representando los intereses de grupos
específicos. Como una solución, el país necesitará de reformas
políticas y constitucionales que den un balance a los poderes del
Estado, porque actualmente el Congreso tiene más poder que el
Ejecutivo impidiéndole actuar. Además, se debe garantizar la
permanencia de las medidas que se tomen.

¿Qué tipo de acciones económicas serían convenientes para Ecuador
en estos momentos?

Cuando usted tiene una crisis tan grande como la de Ecuador, esto
le dice que la única forma de salir es haciendo cambios
estructurales, reformas políticas, fiscales y bancarias. En este
último aspecto se debe obligar a los dueños de los bancos a
capitalizar los en el corto plazo utilizando, los recursos que
tienen fuera del país y que alcanzan sumas importantes. Además
deberían llevarse a cabo las privatizaciones para sacar al país
adelante. Tienen que hacerse estos procesos sin limitaciones,
aunque se opongan diciendo que si se vende en estos momentos se
lo hará muy barato. Tienen que darse cuenta de que si se espera
más tiempo se venderá peor y la situación seguirá deteriorándose.
La privatización ayudará a reducir deudas y permitirá al país
entrar nuevamente en los mercados.

Actualmente se está debatiendo la pro forma presupuestaria, que
incluye el aumento de los impuestos, ¿usted cree que esto es
conveniente en una recesión?

Definitivamente no es conveniente, pero mire, cuando uno no toma
las decisiones que tenía que tomar en el momento preciso, con el
tiempo se le van cerrando las opciones y tendrá que tomar
alternativas más extraordinarias aún. No tiene sentido subir
impuestos en este momento, es un error, pero la situación de
desesperación fiscal en la que se encuentra el país lo obliga a
tomar estas medidas. Esto refleja que para el Ecuador se están
acabando las opciones.

¿Cómo ve la comunidad financiera internacional a Ecuador después
de la moratoria de la deuda externa?

Los inversionistas están sumamente preocupados por la situación
del país, por el hecho de que a estas alturas de la crisis y con
el deterioro que hay, todavía no se ha definido qué es lo que el
país va a hacer para salir de la crisis. Los inversionistas que
tienen posiciones obviamente están muy preocupados porque van a
tener pérdidas. A aquellos que les interesaría invertir en
Ecuador, porque obviamente los precios de la deuda han caído
mucho, están a la expectativa de que se anuncie una estrategia
sólida donde haya los cambios políticos necesarios para darle una
verdadera consistencia a la estrategia económica.

¿Cuál es su opinión acerca de la decisión de Ecuador de no pagar
los bonos Brady y los eurobonos?

Pienso que fue una decisión basada en un deterioro económico y
financiero extraordinario que se está dando en su país. Es una
consecuencia lógica de una crisis económica que sigue
agudizándose día tras día y que llevan al país al límite de no
tener los recursos para afrontar cualquier obligación financiera,
y eso incluye toda la deuda.

¿Consideran ustedes una irresponsabilidad del Gobierno el no
haber pagado la deuda?

Al contrario, yo creo que fue un acto responsable el no pagar la
deuda porque simplemente el país no puede hacerlo. Lo que es
irresponsable es pretender pagar algo que no se puede y que debe
ser reestructurado. Esto es una consecuencia de no haber actuado
responsablemente, no solo este Gobierno, sino los últimos, por
muchos años. Es una consecuencia de haber actuado
irresponsablemente en materia económica, financiera y fiscal por
mucho tiempo. Lo que no es responsable es que no se tenga ni se
busque una estrategia de reestructurar esa deuda de forma más
rápida, y el mayor riesgo es que todo esto termine en una batalla
legal que le va a tomar muchos años al país resolver y la cual
limitará el acceso de Ecuador a los mercados.

¿Cuál cree usted que hubiera sido una buena estrategia para la
renegociación de la deuda, antes de haber caído en la moratoria?

Para reestructurar la deuda, lo primero que usted tiene que saber
es cuánto puede pagar el Ecuador. Actualmente los pagos equivalen
al 18% de la producción nacional, lo que es insostenible. Es la
responsabilidad del Gobierno determinar ese monto. Yo creo que
el país podría pagar hasta 5 puntos de la producción nacional.
Con esto usted tiene un punto de partida de cuanto debe pedir de
reducción del principal y de interés, que sería cerca del 70 al
75% de deuda externa total. La mejor forma de lograr esto es a
través de un instrumento que ponga la deuda a quince años, con
una tasa de interés flotante donde el Ecuador empiece pagando
intereses muy bajos, del 2.5%, y que vaya aumentando ese interés
cada cinco años, hasta que se tenga en promedio, en los quince
años, una tasa del 6 al 6.5%. Se haría un pago bullet al final.

¿Cuál era el momento correcto para plantear una propuesta de
reestrcuturación?

En el mes de difirimiento que tomó Ecuador de agosto a
septiembre. En ese lapso el país debió acercarse a los
inversionistas con una propuesta concreta. Lamentablemente, ese
tiempo se perdió, y aún hoy en día no existe un planteamiento
específico.

¿Usted conoce de tenedores que quieran plantearle demandas ya al
Ecuador?

Sí conozco de inversionistas, aunque no los puedo nombrar, que
ven la acción legal como la única solución de corto plazo.
Incluso lo ven como una responsabilidad, en las palabras de
ellos, "fiduciaria", hacia sus acreedores propios. Entre más
tiempo se pierda, quien más va a pagar es la gente del Ecuador.

¿Qué sabe usted de la familia Dart y de los principales tenedores
de la deuda ecuatoriana?

Lo que sé es que tienen un precedente de manejar la parte legal
de forma muy agresiva para conseguir pagos en cortes
internacionales donde han tenido bastante éxito, beneficiándose
de situaciones de estrés o de crisis severas en las naciones
emisoras de la deuda.

¿Usted cree que en corto plazo veremos demandas en contra del
Ecuador o si hay acreedores dispuestos a renegociar?

Inicialmente la mayoría de los acreedores estaban dispuestos a
renegociar la deuda, pero los hechos de que no se toman
decisiones, no se presenta una estrategia financiera económica
viable para el país, no se señala al inversionista que se están
haciendo los cambios políticos para resolver la crisis, no se
llega a un acuerdo con el FMI, y no se presenta de forma
específica lo que quiere hacer en materia de reestructuración,
la probabilidad de que se dé algo con los inversionistas es muy
limitada, por lo tanto estos se comienzan a desalentar sobre la
probabilidad de llegar una solución mutua. Como consecuencia de
que no hay esa respuesta del país, los inversionistas se inclinan
a pensar que la solución solo se puede dar por la vía legal. Al
haberse perdido tanto tiempo, la solución legal se convierte en
la más viable, lo que es lamentable, pero es lo que se está
dando.

¿Los negociadores ecuatorianos no han presentado ningún
planteamiento específico para reestructurar la deuda?

No ha habido un tratamiento en los detalles más importantes que
es cuánto el país puede pagar, cuál sería la reducción del
principal, cuál es la mejor forma de estructurar ese tipo de
operación y qué tipo de bonos son los que se van a utilizar. En
ese sentido todavía no hay nada.

¿Cómo tomaron los inversionistas la decisión de que Ecuador iba
a pagar los bonos sin colateral y no los que sí poseen una
garantía?

Lo tomaron muy mal porque ahí se cometió un gran error, ya que
ese colateral al que tienen acceso los Bradys es algo por lo que
el inversionista ya pagó, entonces los que le están diciendo es
que la van a cancelar pero con su propio dinero. Esto induce a
que estos inversionistas se muestren más proclives a plantear
demandas.

¿Por qué la moratoria de Ecuador no generó una crisis como la de
los ochentas?

Los demás países saben que si no pagan quedarán afuera de los
mercados por muchos años y que cuando vuelvan a tener acceso lo
harán a costos muy altos perjudicando a la economía del país.
Simplemente, no les es conveniente.

Hay analistas que dicen que la moratoria de Ecuador fue impulsada
por el FMI para que los inversionistas privados compartan las
pérdidas cuando los países caen en crisis, ¿qué piensa usted de
eso?

En principio general sí, ya que tanto el FMI como el Grupo de los
Siete quiere ver que los inversionistas privados participen de
la reestructuración y que haya pérdidas que tengan que asimilar,
principalmente en la reducción de principal. No obstante la
aplicación y el hecho, de no tener nada específico y no llegar
a un acuerdo con el FMI, no tiene nada que ver con el organismo
multilateral, quien jamás le ha recomendado al Ecuador que no
tenga una estrategia económico financiera delante de los
inversionistas.

¿Cómo ve al Ecuador sin cambios en el futuro?

En una situación que se deteriorara cada vez más sin opción a
salida y que podría generar una crisis política al final. Los
problemas de Ecuador se van a acabar cuando se arregle la
estructura política para tener una democracia de representación
popular y no una de representación parlamentaria como la que
existe hoy, y cuando se pongan los intereses de la gente antes
que los políticos, cuando el país se enfoque en estrategias
coherentes y surja el liderazgo que hoy no existe. (Texto tomado
de El Expreso)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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