Quito. 10. oct 96. A mediados de 1992, el colombiano José
Castrillón Henao (de quien se dice sería el tercer
narcotraficante más rico de Sudamérica), llegó a Guayaquil a
comprar una empresa pesquera en quiebra con infraestructura
lista para resurgir con inyección de capital. La encontró a
120 kilómetros, en Posorja y su razón social era Almar,
propiedad de Daniel De Castro Guerrero, a la que más tarde le
cambió el nombre por Ricapesca S.A., filial de una que había
conformado en Colombia.

Así habría empezado a operar Castrillón Henao en Ecuador, a
través de terceras personas, manejando a la distancia sus
inversiones estimadas en aproximadamente cinco millones de
dólares (en Colombia su fortuna llegaría a 20 millones de
dólares). Sin embargo, la tarde del 17 de abril pasado, seis
agentes de la Policía Técnica Judicial de Panamá lo detienen
en esa ciudad, cuando conducía su auto BMW descapotable color
verde.

A partir de entonces se inició la primera investigación
multinacional conjunta antidrogas, integrada por
investigadores de Estados Unidos, México, Panamá, Costa Rica,
Colombia y Ecuador, la que finalmente reveló que en nuestro
país, la red habría lavado más de seis millones de dólares.

OPERATIVO PESCADOR

Para llegar a esas conclusiones, la policía ecuatoriana montó
el operativo "Pescador" y de acuerdo al informe, se remitió a
los días que Castrillón Henao, a través de su hombre de
confianza, el panameño Julio César Monsalvo Trujillo, inició
sus inversiones en Ecuador. Monsalvo Trujillo contrató como
abogado especializado en constituir empresas al doctor
Ernesto Vernaza Trujillo, un prestante jurista guayaquileño
que ocupó las funciones de ministro juez de la Corte Superior
de Guayaquil y de la Corte Distrital de la Policía, a quien
compró una empresa constituida denominada Iceverna S.A.

Según el doctor Jorge Egas Peña, especializado en asuntos
societarios y mercantilistas manifiesta que es legal
constituir empresas en "papeles" y luego vender y traspasar
la propiedad a quien la demande.

Del mismo informe se extrae que cuando José Castrillón Henao
fue capturado en Panamá, la organización tambaleó en abril
pasado y Ernesto Vernaza Trujillo, ocupó el cargo de
presidente de Ricapesca S.A. en Ecuador. El doctor Jorge
Zavala Egas, abogado defensor de Vernaza Trujillo explica que
pese a haber vendido la empresa, Vernaza se mantenía como
procurador judicial de su cliente (Monsalvo) y actuó como tal
en el momento que según la policía ocupó el cargo de
presidente.

El informe añade además que el doctor Vernaza habría
constituido y vendido, entre otras, a Julio César Monsalvo
las empresas Andani S.A., Bronchi S.A, Enzo S.A., Ferranti
S.A., Ricotilli S.A. y Vitorini S.A.

Entre accionistas, presidentes y gerentes fundadores,
figurarían, ex estudiantes de la Universidad Católica de
Guayaquil que hicieron prácticas de jurisprudencia en el
estudio jurídico del doctor Vernaza, así como empleados a su
cargo, de quienes la Policía en su informe presume, habrían
prestado su nombre, como el caso de Graciela Uzmania Quiñónez
Cortez, quien se desempeñaba como empleada y al mismo tiempo
como gerente de una de estas empresas.

Después de la captura de Castrillón Henao, los ejecutivos
extranjeros que estaban en el Ecuador abandonan el país y
regresan aproximadamente a los cinco meses cuando
aparentemente el caso Castrillón estaba olvidado. Sin embargo,
durante ese tiempo, la policía ecuatoriana investigó los
vínculos que tenía en Ecuador y capturó a quienes de una u
otra forma mantuvieron relación con Castrillón.

El operativo pescador en su primer golpe logró la captura de
los colombianos Julio César Monsalvo Trujillo (quien tendría
por lo menos tres identidades falsas en el exterior), David
Santiago Villarreal Peña, Diego Yáñez, Augusto Pinzón Abadía,
Farid Taján Correa y Melba Rosa Arce Jaramillo; el chileno
Pedro Rafael Navarrete; el mexicano Raúl Murillo Romero; el
estadounidense James Gordon Williams; el canadiense Meldrum
Forbes Souter; los ecuatorianos Ernesto Vernaza Trujillo,
Luis Alfredo Pérez Ube, Pompeyo Carlos Andrade Benítez,
Néstor Rossi Villalta Martínez, entre otros.

El caso está siendo tramitado en el Juzgado Tercero de lo
Penal del Guayas, a órdenes de la abogada Grace Campoverde de
Almeida, quien aseguró que durante el proceso respetará los
derechos y las dignidades de las personas involucradas en el
caso. Advirtió que para los próximos días se prevén nuevas
detenciones.

MODUS OPERANDI

El voluminoso informe policial de este caso, añade además que
Ricapesca S.A. y otras empresas del grupo que operaban entre
Manta, provincia de Manabí y Posorja, provincia del Guayas,
entre otros activos, contaban con cinco embarcaciones
pesqueras. El informe dice que estos barcos pequeños cuando
salían a faenas de pesca, demoraban entre 12 y 20 días y
avanzaban aguas al norte hasta la frontera con Colombia y
regresaban con 3.500 ó 4.500 libras de pescado.

Uno de los detenidos, el canadiense Meldrum Souter ha
admitido que para cubrir gastos de combustible, mantenimiento
general del buque, comida y pago a la tripulación se
necesitaban por lo menos 6.500 libras de pescado. Sin embargo,
el contenedor refrigerado, llegaba casi vacío.

"Resulta innegable entonces que la pesca y su exportación
eran el disfraz del objetivo único que constituía el
narcotráfico y como secuela de ello, el lavado de dinero",
dice el documento policial.

El mismo informe señala que el dinero circulaba entre Ecuador
y Panamá encubierto en supuestos préstamos y pagos cruzados
que se hacían entre Ricapesca S.A. y Foy Investment Inc.
(empresa matriz de Castrillón) usando la cuenta que la
empresa panameña tenía en el Banco del Pacífico Panamá.

Los investigadores manifiestan en su informe que el círculo
de lavado se perfeccionaba en el momento que los pagarés eran
declarados en el Banco Central del Ecuador. Asimismo, cuando
el dinero estaba en la cuenta de Ricapesca en el Ecuador, se
realizaban transferencias a las cuentas de las compañías que
operaban alrededor de ella. Las transferencias totales
registradas en los bancos suman cinco millones 905 mil
dólares.

Asimismo, agregan los investigadores que todo el dinero era
manejado por Julio César Monsalvo Trujillo y cuando éste se
ausentó, el doctor Ernesto Vernaza Trujillo, realizó entre
otros actos administrativos, la venta de un montacargas y un
vehículo.

Además, las empresas de la organización realizaban
transferencias de embarcaciones de su flota pesquera,
simulando venta entre las empresas. "Una práctica común era
cambiar frecuentemente de nombre a las embarcaciones, con lo
que trataban de desviar la atención de las autoridades", dice
el informe.

PIEZA CLAVE

Los investigadores en su informe señalan que una pieza clave
en la investigación sobre narcolavado de dólares sería el
ciudadano estadounidense James Gordon Williams, quien como
propietario de la compañía norteamericana Caribean Fishiries,
habría recibido los cargamentos enviados hacia los Estados
Unidos, los mismos que en apariencia y según documentos se
trataba de pescado fresco.

Las sospechas se fundamentan en las entregas de 3.500 a
4.500 libras de pescado que se exportaba desde Ecuador. "Ni
el volumen, ni el estado de presentación se compadecen con el
egreso que significaba exportar estas mínimas a un gran
mercado de consumo como es Estados Unidos".

Gordon fue capturado en Ecuador durante el operativo
pescador, cuando entró al país, según dijo, para enseñar
técnicas de pesca.

VÍNCULO CON CALI

La acción conjunta entre las autoridades de otros países del
área, descubrió que luego de la captura a varios capos del
Cartel de Cali, la organización de José Castrillón Henao
disminuyó los flujos de capitales y su crisis se agudizó
cuando los buques Nathaly I y Michael Angelo, propiedad de la
organización, fueron aprehendidos por el Servicio Nacional
de Guardacostas de los Estados Unidos con un total de 14
toneladas y media de cocaína.

Por su presunta vinculación al Cartel de Cali, José Castrillón
Henao habría sido el candidato más opcionado para manejar los
hilos de esta organización internacional de narcotráfico,
luego de que la policía colombiana cercó a los hermanos
Rodríguez Orejuela. Sin embargo, más temprano de lo que
esperaba, a Castrillón le aguardaba una celda de máxima
seguridad de cuatro por tres metros en la vetusta cárcel
modelo de la capital panameña, donde no puede tomar el sol,
no recibe su dieta vegetariana y sólo puede ser visto por sus
defensores lunes, miércoles y viernes.

Abogado sindicado

Recluido en la Penitenciaría del Litoral en el pabellón de
atenuados altos, el doctor Ernesto Vernaza Trujillo es ahora
el preso número nueve.

Su defensor, Jorge Zavala Egas señala: "Los hechos dicen, del
uno al 15 que el doctor Vernaza actuó como abogado y resulta
que en la conclusión dice que era abogado a sabiendas de que
su cliente era socio del señor Castrillón".

CONTACTÓ CON LA DEA

El doctor Vernaza en declaraciones a Vistazo manifestó que al
conocer por la prensa que una de las empresas que él
constituyó aparecía vinculada con la captura de José
Castrillón Henao, se dirigió a representantes de la Drug
Enforcement Agency (DEA) en Guayaquil para que investiguen
si existía algún nexo, porque él había actuado como
profesional en la constitución de dicha empresa.

Sostiene que habló con Avenicio Córdova y con Ed Dorán, en el
Consulado de los Estados Unidos en Guayaquil. Asimismo, se
contactó con miembros de la Interpol para entregar toda la
documentación legal de las empresas, para salir de dudas.

"Todos los meses llamaba a la Interpol para saber si había
algo respecto a Ricapesca. Juan Trujillo Bustamante que era
subsecretario de Gobierno lo sabe", insiste. (FUENTE: REVISTA
VISTAZO N. 699, PP. 26-28)
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