Quito. 07 jul 97. El presupuesto del Ministerio para este
rubro es de 6.000 millones de sucres. El crédito de la CAF
devuelve las esperanzas.

Los equipos de los hospitales públicos del país están en coma.
Se mueren de vejez: entre 15 y 20 años están trabajando con
muchas dificultades.

La mayoría no tiene contratos de mantenimiento y casi para
ninguno se firmó una garantía.

Los aparatos están en manos de los técnicos locales que no son
preparados. Son víctimas del mal uso, del desuso o muchos ni
siquiera se instalaron. Otros están descontinuados y sin
repuestos.

La alta tecnología médica requiere de técnicos especializados,
pero en las provincias o lugares apartados, los equipos van a
manos de electricistas sin calificación. El empresario de
origen húngaro, László Csányi, proveedor de 500 equipos para
110 hospitales desde 1992, asegura que no lo llaman para
asesorar en la instalación ni cuando ocurre un daño. Por lo
general, el problema inicial es la electricidad que en el país
no es de 110 voltios, sino de 125.

En Quito, el Hospital Enrique Garcés es un ejemplo típico de
lo que ocurre. El incinerador biológico está encajonado seis
años. Las autoridades ya no tienen memoria del por qué nunca
se hizo su preinstalación ni cuánto hubiera costado. Ahora
vale 24 millones de sucres.

Los equipos de anestesia tienen 15 años y no son calibrados
por especialistas. Por la seguridad de los pacientes, según el
director Alex Benítez, deberían ser renovados al igual que el
resto.

En 1982 llegó equipo italiano para cirugía al Hospital Delfina
Torres de Esmeraldas, un centro que como otros está aquejado
por los problemas financieros y administrativos. Transcurrido
el tiempo se deterioró y ahora no existe el servicio. Los
instrumentos de laboratorio tienen desperfectos o les falta
materia prima y hay dudas con los proveedores. Emergencia no
dispone de los aparatos básicos de diagnóstico como
estetoscopio, tensiómetro, otoscopio y laringoscopio.

La unidad de radiología tiene una sala parada por un daño
técnico y otra recién rehabilitada pero sin radiólogo. Las
tres máquinas de anestesia están con desperfectos. Allí se
trabaja con una prestada del hospital de Muisne. Los tres
ascensores están fuera de servicio, los dos calderos también.

En Cuenca, el panorama es más optimista, pero también tiene
sombras. El 80% del equipamiento del Hospital Vicente Corral
funciona desde hace 20 años. Una suerte de magia, acompañada
de varias reparaciones, logra mantener estos equipos que
debieron renovarse hace 12 años, según el director, Luis
Ochoa.

El presupuesto para 1997 es 12.337 millones de sucres, de
ellos 300 están destinados a mantenimiento de máquinas.
Mientras que solo adquirir un transductor para el cardiógrafo
cuesta 17 millones. En este hospital, ninguna mujer puede
tener un diagnóstico certero de cáncer o lesiones precursoras
en el cuello del útero, porque el colposcopio nunca funcionó;
llegó con evidentes marcas de uso y ningún técnico encontró la
falla.

El Ministerio también hizo renovaciones en los últimos años.
En los servicios de radiología de algunos centros, como el
Corral Moscoso o el Eugenio Espejo, hay tomógrafos
computarizados. El primero, en siete años, atendió a 10.968
pacientes. Pese a que no existe convenio con el IESS, el 40%
de los usuarios es de ahí.

Los cuatro grandes contratos de provisión de los últimos 10 a
15 años han sido con empresas de Bélgica, España, Alemania y
Hungría. Entre todos se ha cumplido con un 80 ó 90 por ciento,
según Mario Piñeiros, director nacional de Servicios
Hospitalarios. El resto es equipos embodegados y hasta robados
en las aduanas, cuyos seguros no se ha podido recuperar en la
totalidad.

El Ministerio de Salud ha sido un mal cumplidor de los
contratos, por su crisis financiera, dice Piñeiros. Las
preinstalaciones no se hacen a tiempo. Los recursos se asignan
pero no llegan o se destinan a otras actividades.

Para Piñeiros, la solución al mantenimiento es contratar
servicios especializados para zonas geográficas y por tipos de
equipos. "Los contratos para uno solo encarecen el servicio.
Si en vez de tener uno para cada hospital, firmamos uno para
todos los ascensores hospitalarios de Quito, por ejemplo, será
más barato".

Ni en las unidades, ni en el Ministerio hay un inventario de
los instrumentos y de su estado actual. Por esa razón, y a
propósito de la línea de financiamiento de 10 millones de
dólares que prometió el Presidente de la República para el
reequipamiento hospitalario, el Ministerio organizó un
catastro de 186 hospitales del país. Allí analizarán uno por
uno sus condiciones actuales y el costo calculado de su
rehabilitación o puesta en marcha.

El monto total será millonario. Hace seis meses se hizo un
inventario de la parte del contrato con la empresa española
Focoex Icuatro, que vendió 4.000 items, que todavía no se
cumple, el cálculo ascendió a 2.368 millones de sucres. El
presupuesto de mantenimiento para 1997 del Ministerio es de
alrededor de seis mil millones de sucres.

Está pendiente también reajustar el contrato complementario de
mantenimiento por 900 millones al año con la empresa húngara
Medicortec que vendió 11 millones de dólares. Todo dependerá
de los recursos que tengan.

La lista de prioridades

El Hospital Docente de Ambato no tiene un solo electrobisturí
bipolar, un instrumento elemental en la cirugía moderna que al
mismo tiempo que corta coagula. El equipo deficitario en este
hospital también tiene como causa el haberle añadido cuatro
especialidades sin estudios ni provisión de infraestructura.

Tampoco tiene resucitador automático. Cuando se presenta una
emergencia de paro respiratorio hay que correr por el hospital
con los tanques de oxígeno, según el subdirector Fabián Jijón.
Al mes se gastan unos 150 tanques.

El hospital cuenta con cuatro paquetes de instrumental
quirúrgico (pinzas, bisturí, separadores, tijeras...) lo que
es insuficiente. Según las estadísticas de 1996 hubo 196
partos complicados y 672 cesáreas, es decir más de dos
intervenciones por día sin contar con las cirugías. Es como
lavar y usar la misma camisa a diario.

Mientras tiene un solo ecosonógrafo para ginecoobstetricia, el
hospital cuenta con dos equipos flamantes que no se pueden
usar por falta de un neurólogo: uno de neurocirugía que llegó
el 11 de abril y un electroencefalógrafo que permanece en la
Subdirección desde hace dos años.

Por falta de equipos, en 1996 fallecieron 21 pacientes con
trauma craneoencefálico y 263 fueron enviados a Quito; a 103
quemados graves también se los trasladó. Tres mujeres, el año
pasado quedaron paralíticas después del parto.

La necesidad de equipos rebasa las posibilidades del
presupuesto. Para hacer la lista de los que se adquirirán con
los 10 millones de dólares, que Alarcón se comprometió a
entregar, el MSP pidió las prioridades a los hospitales. Pero,
las que llegaron tienen hasta 100 páginas y "hubo que echar
tijeras", según Piñeiros.

20 años con lo mismo

El departamento de Hematología del Hospital Vicente Corral de
Cuenca, en 20 años no recibió un solo equipo nuevo. Las dos
hemotecas (conservación de sangre, plasma y glóbulos rojos, ya
no tienen la misma capacidad de refrigeración. La nevera
especial para plasma solo quita espacio en el laboratorio pues
nunca funcionó en 20 años.

Los quirófanos en muchos hospitales, como el Enrique Garcés y
el Corral Moscoso, no cuentan con sistema central de oxígeno y
utilizan tanques que hay que cargar y descargar. Cuando se
conecta a la central, el oxígeno se escapa por todas las
tuberías. Es una necesidad prioritaria adquirir centrales de
gases, eso está previsto en el listado del MSP.

En el hospital de Cuenca, el departamento de endoscopia cuenta
con un gastroendoscopio que pertenece a la Facultad de
Medicina, un colonoscopio, duodenoscopio, rectosignoidoscopio
y un laparoscopio. Sin embargo, los médicos aspiran a
reemplazarlos con un sistema de videoendoscopia, una de las
tecnologías más costosas y avanzadas.

¿Capacitar sin dinero?

La capacitación del personal que maneje los equipos de alta
tecnología también es otro problema porque implica una
inversión adicional sin presupuesto.

Los contratos incluyen el entrenamiento al personal que va a
usar los equipos, pero éste es muy inestable.

En Cuenca, por ejemplo, actualmente el departamento de
Emergencias cuenta con un equipo de rayos X, sin embargo, no
se utiliza a toda su capacidad porque son pocos quienes saben
manejarlo.

La falta de imagenólogos es otra falla porque ellos son los
indicados para manejar los equipos. En Cuenca, la mayoría de
estudiantes de esta especialización es de otras provincias. Al
terminar sus carreras, regresan a sus ciudades.

En rehabilitación las tinas de hidromasajes son las más
afectadas por el manejo inadecuado que reciben. Tito
Astudillo, director de esta área, asegura que quienes
manipulan los aparatos, muchas veces, son personas de
mantenimiento del hospital; "saben hacer instalaciones
eléctricas, pero eso no quiere decir que puedan manejar estos
aparatos". (Texto tomado de EL COMERCIO)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 07/Julio/1997

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el