Quito. 05 abr 99. "Los malos manejos administrativos no se han
detectado solo en la banca guayaquileña sino también en la
quiteña"
Para el ex presidente de la República, doctor Osvaldo Hurtado,
la asonada popular del día lunes 22 de marzo, en Guayaquil, se
dio porque el dueño del Banco del Progreso cerró sus puertas
culpándole de la mala situación de su banco a los quiteños, a
los regionalistas de la Sierra, al Banco Central, a los
burócratas. Le ocultó a los guayaquileños que el verdadero
motivo para la crisis de su banco fue la concentración de
crédito en 86 empresas relacionadas con sus accionistas y
dueños. "Esas compañías sobrepasaron en un 200% el monto de
los créditos autorizados por la ley".
Entre los beneficiarios de los créditos está su coideario
demócrata popular y presidente del Congreso, Juan José Pons,
socio del presidente del Banco del Progreso, Fernando Aspiazu.
"Pienso que todos aquellos que han recibido estos créditos,
primero, deben cancelarlos, y luego, están en la obligación de
rendir cuentas y no debe ser excluido de ese rendimiento de
cuentas ninguno, porque vivimos en una sociedad democrática en
la que nadie, por importante que sea, puede ser excluido de
esa obligación porque los dineros de los bancos, son dineros
del público".
Las malas acciones en el Banco del Progreso, según Hurtado, no
quedan ahí. "Desde el 12 de febrero el Banco del Progreso no
ha depositado en el Ministerio de Finanzas el impuesto del 1%
que ha retenido a todos sus clientes. Esos valores ascienden a
la cifra de 40 mil millones de sucres. Es dinero ajeno, del
Estado, que de acuerdo a la ley debió ser entregado al
Ministerio de Finanzas en el plazo de dos días".
Además, "en los diarios del país se publicó una declaración
del dueño del Banco del Progreso diciendo que había ganado 160
mil millones de sucres como consecuencia del alza del tipo de
cambio. ¿Qué significa eso? Especular con el dólar. ¿Es justo
que alguien que ha especulado con el dólar, que retiene
arbitrariamente el impuesto del 1%, que otorga créditos
vinculados al margen de la ley, se envuelva en la bandera de
Guayaquil para defenderse y detrás de él vayan dos ex
Presidentes de la República, un ex candidato a la Presidencia
de la República, todos los directivos de las cámaras de
Guayaquil y se engañe al pueblo de Guayaquil y se lo saque a
las calles para enfrentarlo al pueblo de Quito y de esta
manera dividir al Ecuador?".
Para Hurtado, los malos manejos administrativos no se han
detectado solo en la banca guayaquileña, sino también en la
quiteña. Recuerda los casos del Banco de los Andes y del Banco
de Préstamos. El origen de los problemas no está en El Niño y
en el regionalismo, sino en la mala actuación de algunos
banqueros y negligencia de la Superintendencia de Bancos. "A
mí me ha llamado la atención que (por decisión del Gobierno)
se contraten costosas auditorías externas para que hagan el
trabajo de supervisión que debió hacer a su hora la
Superintendencia de Bancos. El Fondo Monetario Internacional
(FMI), utilizando los archivos de la Superintendencia, hizo un
informe y vaticinó lo que iba a suceder con el Banco del
Progreso".
También cree que se debe poner fin al sigilo bancario "para
que los banqueros se vuelvan ordenados y honorables porque
sabrán que al conocer el público que un banco se está
administrando mal, huirán de sus oficinas".
Apoya el proyecto de la Izquierda Democrática para bajar el
porcentaje de créditos vinculados y pide una recapitalización
de los bancos porque "no puede haber bancos con un millón, dos
millones de dólares".
Un banco reactivó al regionalismo que se puso como tema de
discusión que "debe darse sobre la base de hechos ciertos, de
cifras verdaderas, de estadísticas comprobadas y no de la
ocurrencia de un dirigente político o de un agitador que
conducía la información de radio y de televisión y decía lo
que se le ocurría". Debe establecerse las cifras verdaderas
sobre la distribución de los recursos privados. "Las dos
terceras partes de créditos, más o menos, se concentran en la
Costa, y yo no critico esto, porque la banca privada tiene que
ir con sus créditos a donde hay clientes. El dueño del Banco
del Progreso omitió en sus alegatos regionalistas que el 50%,
al finalizar el año 98, el 45%, un mes después, son depósitos
realizados por serranos, y principalmente quiteños, y el 98%
de los créditos otorgados por el Banco del Progreso no están
en la Costa, están en Guayaquil".
También debe conocerse la distribución de los recursos
públicos a los municipios quiteño, guayaquileño y del resto
del país, y cómo se manejan esos recursosporque "no es que
rompiéndose los vínculos con el centralismo de Quito, quedarán
resueltos los problemas de Guayaquil. Tiene que mejorar su
institucionalidad para que no suceda lo que sucede con la
Comisión de Tránsito del Guayas, de exclusiva administración
guayaquileña, que funciona mal o pésimo".
Debe tomarse en cuenta al resto de provincias y al sector
rural porque "Guayaquil y Quito están obligadas a contribuir
al desarrollo del resto del Ecuador". Además, "no se debe
definir a la descentralización únicamente como una
transferencia de dinero a los municipios, sino como una
transferencia de responsabilidades".
El fenómeno regionalista, "es tan complejo, tan profundo, que
no se le puede culpar a un gobierno en particular, peor al
actual gobierno". Pero el gobierno dio un mal ejemplo al
beneficiar al Filanbanco con una ayuda que se dice, está por
los 900 millones de dólares, y ahora todos los bancos quieren
lo mismo. Hurtado replica: "Si yo hubiera estado en capacidad
de dar una opinión, y en aquel entonces no tenía vínculo
alguno con el gobierno, yo habría opinado que en el caso de
Filanbanco solo debían pagarse a los depositantes, como se
hizo acá con el Banco de Préstamos, pero no pagarse cifras tan
cuantiosas. El ecuatoriano es tan permisivo frente a estos
pagos, porque la mayoría no paga los impuestos y su reflexión
es que esas cuentas las pagarán los idiotas que pagan los
impuestos".
¿Y cuándo los ecuatorianos van a pagar todos sus impuestos?
Hurtado confía en que lleven a ello los proyectos que están
tratándose en el Congreso: eliminación de exenciones
tributarias, nuevas atribuciones a las autoridades fiscales,
prisión para los evasores. ¿No sucederá lo mismo que en Perú,
donde esta prisión es usada como arma política contra los
enemigos del gobierno? "Existe ese riesgo que hay que correrlo
porque los seres humanos somos muy mal llevados y es necesario
la sanción, el castigo".
Los impuestos son para Hurtado, vitales para solucionar el
déficit fiscal que llevará a la estabilización de la tasa de
cambio, la recepción de créditos externos, la inversión
extranjera, "y sobre todo, pondremos un pare a la caída de la
actividad económica que está provocando un desempleo atroz".
Contó, como ejemplo que un empresario le comunicó que está a
punto de botar a la calle a casi 2.000 empleados "si el país
no recuperaba su estabilidad económica y política".
Los socialcristianos dicen que los problemas se solucionarían
sin impuestos, solo cambiando el modelo económico. Hurtado
recuerda que los socialcristianos, cuando gobernaron Ecuador,
subieron el IVA del seis al 10%, varias veces el precio de los
combustibles, aumentaron en miles la burocracia del IESS,
pusieron a flotar el dólar y no cambiaron el modelo económico.
Hurtado acepta la posibilidad de un cambio de modelo. "Yo
estoy de acuerdo en que se reduzca el tamaño del Estado, pero
antes, el Estado necesita dinero en efectivo para sus obras,
para que los maestros y los médicos puedan recibir sus
sueldos, para que la burocracia pobre pueda vivir, porque se
habla mucho de la burocracia dorada, pero hay una burocracia
pobre que es la mayoría y gana sueldos miserables".
En la crisis que vive el país, considera improcedente las
privatizaciones porque "nadie va a correr el riesgo de comprar
una empresa ecuatoriana o querrá comprarla a precio de ganga".
Cree que la convertibilidad está condicionada a que se elimine
el déficit fiscal.
Ese objetivo se cumplirá solo con estabilidad económica y
política, dice Hurtado, pero la gente opina que la estabilidad
se hace sobre la base de la confianza y el Presidente no ha
inspirado confianza porque no ha mostrado un proyecto
económico y nos tiene de crisis en crisis; tampoco mostró
capacidad de negociación política. "Yo habría esperado que
tanto el programa económico como el programa de ajuste se
hicieran en los primeros días de su mandato, pero puedo
entender que él tenía elementos de juicio que le aconsejaban
diferir el programa económico hasta cuando se resolviera el
problema territorial, pero si hubiera sido así, le
correspondía atender el problema de la economía en los últimos
días del mes de octubre, primeros días del mes de noviembre".
¿Le aconsejaron mal sus consejeros? "Los consejeros de un
presidente de la República son sus ministros de Estado,
escogidos por él".
Pero se ha notado que esos consejos vinieron principalmente de
sus aliados socialcristianos. "Yo no estoy en contra de una
alianza del gobierno con el Partido Social Cristiano, yo la
hice en la Asamblea Constituyente, pero una alianza debe
sustentarse en un proyecto para beneficiar al gobierno, para
llevar adelante sus ideas. Lo que yo objeto de la alianza con
los socialcristianos es que fue hecha para llevar adelante, no
las ideas del gobierno sino las ideas del partido Social
Cristiano. Todo el gobierno estaba en contra del 1% y
finalmente se aprobó, el ministro de Finanzas renunció porque
estaba en desacuerdo con el presupuesto que iba a aprobar el
Partido Social Cristiano y se aprobó el presupuesto, y también
he oído que se amenazó con levantar a Guayaquil si es que no
se mantenía con vida a Filanbanco y se lo mantuvo con vida.
¿Cuál fue la consecuencia del 1%?: los depósitos en sucres en
la banca ecuatoriana cayeron en un 17%, cuando el sistema
financiero ecuatoriano tenía dificultades, y los depósitos en
dólares cayeron en un 30%, esto quiere decir que los
ecuatorianos dejaron los sucres, dejaron los dólares o tomaron
los dólares y los llevaron fuera del Ecuador".
¿El presidente se salió de la línea partidista? "Un presidente
de la República no puede ser un portavoz de lo que piensa un
partido o de lo que dice su partido. Un presidente es el jefe
de Estado de todos los ecuatorianos. Pero sí echo de menos que
el partido como tal, a través de sus órganos, no reflexione
sobre la problemática ecuatoriana, sobre las políticas
principales que lleva adelante el Gobierno y no le lleve al
presidente de la República su opinión desde la perspectiva de
la ideología de la Democracia Popular".
¿Si el presidente actúa al margen de los principios del
partido, no habría sido más honesto que se separara del
partido? "Yo no llego al punto de hacer esa calificación
porque yo puedo encontrar, por ejemplo, en la política del
bono de solidaridad y en la solución del problema territorial,
una política inscrita en los principios de la Democracia
Popular".
En las últimas semanas se ha comentado autogolpe, renuncia del
presidente, golpes y hasta sucesiones. Hurtado dice: "Cuando
una sociedad vive un caos político, está abierta a cualquier
aventura, es lo que sucede con los seres humanos desesperados,
y precisamente la obligación de todos nosotros es evitar vivir
en el caos, impedir que entremos a callejones sin salida,
encontrar solución a los conflictos económicos y políticos".
¿Hay una solución rápida para la crisis económica? "Yo no creo
que haya una solución rápida. Si trabajamos bien el Ecuador
demorará por lo menos este año para recuperar los equilibrios
fundamentales de su economía, sin los cuales, nada es posible,
ni este modelo ni otro modelo".
¿No cree que para llegar a eso se necesita, además del
respaldo político, decisión política? "Yo entiendo que el
gobierno la tiene. Primero, ha tomado una decisión que es muy
valiente y que le ha costado un fuerte dolor de cabeza, que es
haber aumentado el precio de los combustibles. Le ha planteado
al Congreso el aumento del impuesto a las ventas y hoy es el
Congreso Nacional el que deberá atender esas peticiones, esas
demandas".
En el ex mandatario hay fe y en el pueblo una desconfianza que
deberá revertir el Presidente.
"Hay prejuiciados en Quito frente a los guayaquileños y en
Guayaquil frente a los quiteños".
"Objeto la alianza con el PSC porque fue para llevar adelante
las ideas de los socialcristianos y no las del Gobierno".
(Texto tomado de La Revista Vistazo)
detectado solo en la banca guayaquileña sino también en la
quiteña"
Para el ex presidente de la República, doctor Osvaldo Hurtado,
la asonada popular del día lunes 22 de marzo, en Guayaquil, se
dio porque el dueño del Banco del Progreso cerró sus puertas
culpándole de la mala situación de su banco a los quiteños, a
los regionalistas de la Sierra, al Banco Central, a los
burócratas. Le ocultó a los guayaquileños que el verdadero
motivo para la crisis de su banco fue la concentración de
crédito en 86 empresas relacionadas con sus accionistas y
dueños. "Esas compañías sobrepasaron en un 200% el monto de
los créditos autorizados por la ley".
Entre los beneficiarios de los créditos está su coideario
demócrata popular y presidente del Congreso, Juan José Pons,
socio del presidente del Banco del Progreso, Fernando Aspiazu.
"Pienso que todos aquellos que han recibido estos créditos,
primero, deben cancelarlos, y luego, están en la obligación de
rendir cuentas y no debe ser excluido de ese rendimiento de
cuentas ninguno, porque vivimos en una sociedad democrática en
la que nadie, por importante que sea, puede ser excluido de
esa obligación porque los dineros de los bancos, son dineros
del público".
Las malas acciones en el Banco del Progreso, según Hurtado, no
quedan ahí. "Desde el 12 de febrero el Banco del Progreso no
ha depositado en el Ministerio de Finanzas el impuesto del 1%
que ha retenido a todos sus clientes. Esos valores ascienden a
la cifra de 40 mil millones de sucres. Es dinero ajeno, del
Estado, que de acuerdo a la ley debió ser entregado al
Ministerio de Finanzas en el plazo de dos días".
Además, "en los diarios del país se publicó una declaración
del dueño del Banco del Progreso diciendo que había ganado 160
mil millones de sucres como consecuencia del alza del tipo de
cambio. ¿Qué significa eso? Especular con el dólar. ¿Es justo
que alguien que ha especulado con el dólar, que retiene
arbitrariamente el impuesto del 1%, que otorga créditos
vinculados al margen de la ley, se envuelva en la bandera de
Guayaquil para defenderse y detrás de él vayan dos ex
Presidentes de la República, un ex candidato a la Presidencia
de la República, todos los directivos de las cámaras de
Guayaquil y se engañe al pueblo de Guayaquil y se lo saque a
las calles para enfrentarlo al pueblo de Quito y de esta
manera dividir al Ecuador?".
Para Hurtado, los malos manejos administrativos no se han
detectado solo en la banca guayaquileña, sino también en la
quiteña. Recuerda los casos del Banco de los Andes y del Banco
de Préstamos. El origen de los problemas no está en El Niño y
en el regionalismo, sino en la mala actuación de algunos
banqueros y negligencia de la Superintendencia de Bancos. "A
mí me ha llamado la atención que (por decisión del Gobierno)
se contraten costosas auditorías externas para que hagan el
trabajo de supervisión que debió hacer a su hora la
Superintendencia de Bancos. El Fondo Monetario Internacional
(FMI), utilizando los archivos de la Superintendencia, hizo un
informe y vaticinó lo que iba a suceder con el Banco del
Progreso".
También cree que se debe poner fin al sigilo bancario "para
que los banqueros se vuelvan ordenados y honorables porque
sabrán que al conocer el público que un banco se está
administrando mal, huirán de sus oficinas".
Apoya el proyecto de la Izquierda Democrática para bajar el
porcentaje de créditos vinculados y pide una recapitalización
de los bancos porque "no puede haber bancos con un millón, dos
millones de dólares".
Un banco reactivó al regionalismo que se puso como tema de
discusión que "debe darse sobre la base de hechos ciertos, de
cifras verdaderas, de estadísticas comprobadas y no de la
ocurrencia de un dirigente político o de un agitador que
conducía la información de radio y de televisión y decía lo
que se le ocurría". Debe establecerse las cifras verdaderas
sobre la distribución de los recursos privados. "Las dos
terceras partes de créditos, más o menos, se concentran en la
Costa, y yo no critico esto, porque la banca privada tiene que
ir con sus créditos a donde hay clientes. El dueño del Banco
del Progreso omitió en sus alegatos regionalistas que el 50%,
al finalizar el año 98, el 45%, un mes después, son depósitos
realizados por serranos, y principalmente quiteños, y el 98%
de los créditos otorgados por el Banco del Progreso no están
en la Costa, están en Guayaquil".
También debe conocerse la distribución de los recursos
públicos a los municipios quiteño, guayaquileño y del resto
del país, y cómo se manejan esos recursosporque "no es que
rompiéndose los vínculos con el centralismo de Quito, quedarán
resueltos los problemas de Guayaquil. Tiene que mejorar su
institucionalidad para que no suceda lo que sucede con la
Comisión de Tránsito del Guayas, de exclusiva administración
guayaquileña, que funciona mal o pésimo".
Debe tomarse en cuenta al resto de provincias y al sector
rural porque "Guayaquil y Quito están obligadas a contribuir
al desarrollo del resto del Ecuador". Además, "no se debe
definir a la descentralización únicamente como una
transferencia de dinero a los municipios, sino como una
transferencia de responsabilidades".
El fenómeno regionalista, "es tan complejo, tan profundo, que
no se le puede culpar a un gobierno en particular, peor al
actual gobierno". Pero el gobierno dio un mal ejemplo al
beneficiar al Filanbanco con una ayuda que se dice, está por
los 900 millones de dólares, y ahora todos los bancos quieren
lo mismo. Hurtado replica: "Si yo hubiera estado en capacidad
de dar una opinión, y en aquel entonces no tenía vínculo
alguno con el gobierno, yo habría opinado que en el caso de
Filanbanco solo debían pagarse a los depositantes, como se
hizo acá con el Banco de Préstamos, pero no pagarse cifras tan
cuantiosas. El ecuatoriano es tan permisivo frente a estos
pagos, porque la mayoría no paga los impuestos y su reflexión
es que esas cuentas las pagarán los idiotas que pagan los
impuestos".
¿Y cuándo los ecuatorianos van a pagar todos sus impuestos?
Hurtado confía en que lleven a ello los proyectos que están
tratándose en el Congreso: eliminación de exenciones
tributarias, nuevas atribuciones a las autoridades fiscales,
prisión para los evasores. ¿No sucederá lo mismo que en Perú,
donde esta prisión es usada como arma política contra los
enemigos del gobierno? "Existe ese riesgo que hay que correrlo
porque los seres humanos somos muy mal llevados y es necesario
la sanción, el castigo".
Los impuestos son para Hurtado, vitales para solucionar el
déficit fiscal que llevará a la estabilización de la tasa de
cambio, la recepción de créditos externos, la inversión
extranjera, "y sobre todo, pondremos un pare a la caída de la
actividad económica que está provocando un desempleo atroz".
Contó, como ejemplo que un empresario le comunicó que está a
punto de botar a la calle a casi 2.000 empleados "si el país
no recuperaba su estabilidad económica y política".
Los socialcristianos dicen que los problemas se solucionarían
sin impuestos, solo cambiando el modelo económico. Hurtado
recuerda que los socialcristianos, cuando gobernaron Ecuador,
subieron el IVA del seis al 10%, varias veces el precio de los
combustibles, aumentaron en miles la burocracia del IESS,
pusieron a flotar el dólar y no cambiaron el modelo económico.
Hurtado acepta la posibilidad de un cambio de modelo. "Yo
estoy de acuerdo en que se reduzca el tamaño del Estado, pero
antes, el Estado necesita dinero en efectivo para sus obras,
para que los maestros y los médicos puedan recibir sus
sueldos, para que la burocracia pobre pueda vivir, porque se
habla mucho de la burocracia dorada, pero hay una burocracia
pobre que es la mayoría y gana sueldos miserables".
En la crisis que vive el país, considera improcedente las
privatizaciones porque "nadie va a correr el riesgo de comprar
una empresa ecuatoriana o querrá comprarla a precio de ganga".
Cree que la convertibilidad está condicionada a que se elimine
el déficit fiscal.
Ese objetivo se cumplirá solo con estabilidad económica y
política, dice Hurtado, pero la gente opina que la estabilidad
se hace sobre la base de la confianza y el Presidente no ha
inspirado confianza porque no ha mostrado un proyecto
económico y nos tiene de crisis en crisis; tampoco mostró
capacidad de negociación política. "Yo habría esperado que
tanto el programa económico como el programa de ajuste se
hicieran en los primeros días de su mandato, pero puedo
entender que él tenía elementos de juicio que le aconsejaban
diferir el programa económico hasta cuando se resolviera el
problema territorial, pero si hubiera sido así, le
correspondía atender el problema de la economía en los últimos
días del mes de octubre, primeros días del mes de noviembre".
¿Le aconsejaron mal sus consejeros? "Los consejeros de un
presidente de la República son sus ministros de Estado,
escogidos por él".
Pero se ha notado que esos consejos vinieron principalmente de
sus aliados socialcristianos. "Yo no estoy en contra de una
alianza del gobierno con el Partido Social Cristiano, yo la
hice en la Asamblea Constituyente, pero una alianza debe
sustentarse en un proyecto para beneficiar al gobierno, para
llevar adelante sus ideas. Lo que yo objeto de la alianza con
los socialcristianos es que fue hecha para llevar adelante, no
las ideas del gobierno sino las ideas del partido Social
Cristiano. Todo el gobierno estaba en contra del 1% y
finalmente se aprobó, el ministro de Finanzas renunció porque
estaba en desacuerdo con el presupuesto que iba a aprobar el
Partido Social Cristiano y se aprobó el presupuesto, y también
he oído que se amenazó con levantar a Guayaquil si es que no
se mantenía con vida a Filanbanco y se lo mantuvo con vida.
¿Cuál fue la consecuencia del 1%?: los depósitos en sucres en
la banca ecuatoriana cayeron en un 17%, cuando el sistema
financiero ecuatoriano tenía dificultades, y los depósitos en
dólares cayeron en un 30%, esto quiere decir que los
ecuatorianos dejaron los sucres, dejaron los dólares o tomaron
los dólares y los llevaron fuera del Ecuador".
¿El presidente se salió de la línea partidista? "Un presidente
de la República no puede ser un portavoz de lo que piensa un
partido o de lo que dice su partido. Un presidente es el jefe
de Estado de todos los ecuatorianos. Pero sí echo de menos que
el partido como tal, a través de sus órganos, no reflexione
sobre la problemática ecuatoriana, sobre las políticas
principales que lleva adelante el Gobierno y no le lleve al
presidente de la República su opinión desde la perspectiva de
la ideología de la Democracia Popular".
¿Si el presidente actúa al margen de los principios del
partido, no habría sido más honesto que se separara del
partido? "Yo no llego al punto de hacer esa calificación
porque yo puedo encontrar, por ejemplo, en la política del
bono de solidaridad y en la solución del problema territorial,
una política inscrita en los principios de la Democracia
Popular".
En las últimas semanas se ha comentado autogolpe, renuncia del
presidente, golpes y hasta sucesiones. Hurtado dice: "Cuando
una sociedad vive un caos político, está abierta a cualquier
aventura, es lo que sucede con los seres humanos desesperados,
y precisamente la obligación de todos nosotros es evitar vivir
en el caos, impedir que entremos a callejones sin salida,
encontrar solución a los conflictos económicos y políticos".
¿Hay una solución rápida para la crisis económica? "Yo no creo
que haya una solución rápida. Si trabajamos bien el Ecuador
demorará por lo menos este año para recuperar los equilibrios
fundamentales de su economía, sin los cuales, nada es posible,
ni este modelo ni otro modelo".
¿No cree que para llegar a eso se necesita, además del
respaldo político, decisión política? "Yo entiendo que el
gobierno la tiene. Primero, ha tomado una decisión que es muy
valiente y que le ha costado un fuerte dolor de cabeza, que es
haber aumentado el precio de los combustibles. Le ha planteado
al Congreso el aumento del impuesto a las ventas y hoy es el
Congreso Nacional el que deberá atender esas peticiones, esas
demandas".
En el ex mandatario hay fe y en el pueblo una desconfianza que
deberá revertir el Presidente.
"Hay prejuiciados en Quito frente a los guayaquileños y en
Guayaquil frente a los quiteños".
"Objeto la alianza con el PSC porque fue para llevar adelante
las ideas de los socialcristianos y no las del Gobierno".
(Texto tomado de La Revista Vistazo)
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