Quito. 11 nov 99. El bajo rendimiento se detecta tanto en los
alumnos fiscales como particulares. Solo 5 de 80 colegios
convocados participan en la elaboración de nuevos perfiles.

En la Escuela Politécnica del Ejército (Espe) más de uno se
asustó cuando se enteraron que cerca de la mitad de los
bachilleres de los 220 colegios del país inscritos para el curso
prepolitécnico se quedó fuera. De los 1 500 aspirantes que
rindieron el examen de aptitud matemática, 640 obtuvieron un
puntaje menor al requerido.

Para muchos alumnos fue un verdadero dolor de cabeza resolver
problemas de factoreo, quebrados, ecuaciones y ejercicios de
suma, resta, multiplicación y división que, se supone, ya
debieron estudiar en el colegio. A través de esta batería de 50
preguntas que mide la agilidad de los bachilleres para trabajar
con números, los directivos de la Espe volvieron, en el mes de
septiembre, a confirmar las falencias detectadas en años
anteriores.

Un diagnóstico similar se repitió en uno de los centros
superiores más grandes del país: la Universidad Central. La
mayoría de los 5 000 graduados tanto de los colegios fiscales
como particulares que ingresaron este año a la institución no
acredita conocimientos básicos elementales. Las pruebas de
ubicación tomadas en varias de las 15 facultades lo demuestran:
la gran masa de bachilleres tiene notas entre 3 y 6 puntos sobre
10, es decir que en la escala universitaria están de deficientes
para abajo.

Los resultados de las pruebas de ingreso realizadas en seis
universidades y escuelas politécnicas públicas y privadas de
Quito son una señal de alerta: los bachilleres que van al primer
curso carecen de conocimientos indispensables, así como de
dominio de las habilidades lógicas del pensamiento.

Los índices de bajo rendimiento reflejan que la reforma en la
educación media aún no logra despegar. Y que son las
universidades las que se han visto en la obligación de crear
sistemas para llenar esos vacíos. Este trabajo de nivelación se
realiza de manera aislada y no cuenta con el apoyo del
Ministerio.

U. Central · Los colegios ponen poco interés en los cambios

Los resultados de las pruebas psicológicas y de ubicación que
este año rindieron los más de 5 mil bachilleres no difieren de
los del periodo anterior. La conclusión: la formación académica
de los bachilleres no corresponde al perfil de aptitudes
requerido para el logro del éxito en la Facultad de su elección.
En Comunicación Social, por ejemplo, solo 27 de los 441
estudiantes que se presentaron al examen en el periodo 98-99
obtuvieron entre 7 y 8 puntos sobre 10, equivalente a aceptable.
Esta semana vencía el plazo para que los 80 colegios fiscales y
particulares de Quito que fueron convocados a participar en la
elaboración de nuevos perfiles del bachillerato presenten sus
propuestas. Pero solo cinco lo hicieron. De parte del Ministerio
de Educación tampoco hay interés por participar en la reforma.

EPN · Un mínimo porcentaje aprueba el primer semestre

Solo 13 de los 800 bachilleres inscritos para ingresar a la
Escuela Politécnica Nacional (EPN) pasaron el examen de ubicación
-que comprende 5 materias básicas: química, física, geometría,
álgebra y dibujo. Ellos fueron directamente al I semestre. La
mayoría, luego de rendir un test de aptitud, ingresó al curso
prepolitécnico de seis meses. El subdirector del Instituto de
Ciencias Básicas, Teodoro Rosero, explica que una de las
principales dificultades de los estudiantes que ingresan a la
Politécnica es su poca capacidad de reflexión. Los chicos no
pueden resolver problemas de factoreo, a esto se suma que tienen
una ortografía desastrosa. Sin embargo, hay estudiantes, contados
por cierto, que logran vencer las exigencias académicas de la
Politécnica. Entre los mejores se destacan alumnos de los
colegios San Gabriel, Benalcázar, Mejía, 24 de Mayo, Montúfar...

ESPE · El 98% de los aspirantes tiene una mala preparación

Los desniveles que arrastran los estudiantes en la formación
secundaria son una de las razones por las que la Escuela
Politécnica del Ejército tuvo que crear el Instituto de Ciencias
Básicas (ICB). Para ingresar a cualquiera de las seis carreras
los alumnos primero deben rendir un examen de ingreso al
prepolitécnico: de los 1 500 inscritos apenas pasaron 860. En
cambio para optar directamente por el primer nivel se presentaron
400 pero solo 3 alumnos aprobaron todas las materias. El
subdirector del ICB, Hugo Iñiguez, señala que en las primeras
cuatro semanas de clase los profesores se dedican a repasar todo
lo que los estudiantes debieron aprender en el colegio. "El
problema es que ni siquiera saben manejar quebrados". El
catedrático asegura que si continúan estas lagunas con el tiempo
los centros de educación superior tendrán que hacerse cargo de
los quintos y sextos cursos del nivel secundario.

PUCE · Un test que mide el razonamiento lógico

Las universidades tienen que ir conciliando las necesidades de
los alumnos. Bajo este criterio la Universidad Católica de Quito
aplica una prueba de aptitud que no mide conocimientos sino el
razonamiento lógico. A la Facultad de Ciencias Administrativas,
por ejemplo, se presentaron 773 bachilleres pero solo ingresaron
230; en Arquitectura hubo 340 aspirantes pero entraron los 60
mejores. Para los que no tuvieron opción de iniciarse en las
carreras de Medicina, Arquitectura y Jurisprudencia, la PUCE creó
un curso básico de un semestre. Solo los buenos estudiantes
entran en esta segunda oportunidad. María Eugenia Moscoso,
directora de Docencia, propone la aplicación de un bachillerato
único que le permita al estudiante acceder a la universidad. Para
ella, el problema radica en la heterogeneidad de la formación
secundaria. La educación media no logra conectarse con el perfil
universitario.

SEK · Los colegios se informan de las falencias educativas

La línea común de conocimientos que deberían tener los
bachilleres no se cumple. La Universidad SEK, a través de un
examen de 35 minutos, ha detectado en los jóvenes no solo pobreza
en el vocabulario, mala ortografía, poco hábito para la lectura
y desconocimiento en las técnicas de investigación. También
existe una mala orientación vocacional en los colegios y familiar
en el hogar. Este año, según Roberto Ruiz, director académico,
entre el 20 y 30 por ciento de los 244 estudiantes provenientes
de 60 colegios presentó vacíos académicos. En septiembre los
bachilleres que ingresan tienen que cumplir con un curso
preuniversitario de 21 días de duración en donde se nivelan los
problemas. Además los estudiantes cuentan con el respaldo de un
profesor-tutor que hace un seguimiento a la formación. La
Universidad Internacional mantiene contacto permanente con los
colegios particulares y fiscales. La idea es hacerles conocer las
deficiencias y los avances.

UDLA · Las tutorías ayudan a nivelar los conocimientos

Los bachilleres que ingresan a la Universidad particular de las
Américas deben rendir un test de aptitud. Según explica Gastón
Echeverría, subdirector de Extensión, la prueba no mide
conocimientos. "Sabemos que los estudiantes tienen poco hábito
para la lectura, no saben bien matemáticas o fallan en la
ortografía, pero la meta de la UDLA es precisamente mejorar esos
desniveles".

Los alumnos que entran a la UDLA provienen de 134 colegios de la
capital y en la prueba tienen que alcanzar un mínimo de 400
puntos sobre 800. Un 30 por ciento de los aspirantes no logra
llegar a los 400 puntos y para ellos se aplica un sistema de
tutorías con énfasis en la matemática. La UDLA tiene buenas
experiencias con estudiantes tanto de colegios particulares como
fiscales: Tomás Moro, Americano, San Gabriel, Montúfar, 24 de
Mayo. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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