LOS ACEITES. Por Thomas Halstein

Quito. 03.10.92. ¿Qué mujer en el mundo no conoce las virtudes
del aceite de oliva en la comida o del aceite esencial de
eucaliptus para los bronquios o del aceite de almendras para
la piel? Sin embargo, hay otro gran número de aceites tanto o
mejores que los que hemos mencionado, que valen la pena de ser
conocidos y aprovechados para mejorar la salud y la belleza.

Aceite de Oliva: El corazón se lo agradecerá. Comencemos por
él. Hasta el presente se creía que los ácidos grasos
poli-insaturados eran una panacea. Pues el equipo del doctor
Scott Grundy, en Dallas, acaba de terminar un estudio que abre
nuevas perspectivas. Ese estudio muestra que las grasas
mono-insaturadas, esencialmente aquellas del aceite de oliva u
ácido oleico, no sólo no son neutras, sino que son más
eficaces para luchar contra el riesgo a enfermedades
cardiovasculares que un régimen limitado en grasas de todo
origen.

En el plano médico, la absorción regular de aceite de oliva
sería, entonces, muy recomendable. Cuando lo compre escoja
aquel que es "extra virgen" y privilegie aquellos que son más
ricos en ácido linoleico, uno de los tres ácidos grasos
esenciales-los famosos poli-insaturados- a partir del cual
nuestro organismo fabrica otros dos.

Aceite de parafina: ­atención, peligro! Una cucharada sopera
de aceite representa unos 10 gramos, o sea 90 calorías: como
todos los aceites están compuestos de 100 por ciento de
lípidos, no hay unos más livianos que otros... Salvo el aceite
de parafina. Sí, pero... Si bien no aporta ninguna caloría,
constituye un peligro para el organismo. Depositándonos sobre
la mucosa intestinal, bloquea el paso a un gran número de
nutrientes, entre ellos las vitaminas A y E -su carencia
puede producir trastornos genitales y oculares-. En
consecuencia, más vale descartarlo del arsenal- silueta. Por
el contrario, no suprima los otros aceites. Aun en época de
dieta, el organismo lo necesita diariamente, bastará con
reducir la dosis.

Los aceites que atesoran vitamina E: pasaporte par la juventud
eterna. Vitamina de la energía muscular, mu conocida por sus
virtudes anti-envejecimiento y anti-esterilidad, la vitamina E
es particularmente abundante en el aceite de germen de trigo.
­Carísimo, sí! Pero hacen falta 15 toneladas de trigo para
obtener un litro. Sin embargo, usted podrá reemplazar la
botella -donde el aceite se vuelve rancio rápidamente- por
cápsulas. Cada una pesa unos 300 mg y representa un aporte
calórico de menos de 3 calorías. Es aconsejable tomar entre 3
y 6 por día, entre las comidas. Ricos también en vitaminas E
con los aceites de soja, girasol, oliva, almendras dulces y
maíz.

Los aceites con vitamina A: milagro para la piel. Para
consumir vitamina A, que mejora la vista, regenera los tejidos
cutáneos y favorece el bronceado, prefiera el aceite de nuez,
de avellana, de maní, de almendras dulces, de germen de trigo,
de maíz, de oliva y de soja. También encontrará la vitamina A
asociada con la D -buena para los huesos y los dientes- en los
aceites de hígado de pescado. No olvidemos el aceite de
zanahoria -exclusivamente en cápsulas- por su riqueza en
provitaminas A, que asegura a la piel una mayor elasticidad y
ayuda el crecimiento de los cabellos.

El aceite de semillas de calabaza: anti-caries comprobado.
Entre los aceites vegetales poco conocidos, este aceite -que
no se debe confundir con el de semillas de uva- posee una
propiedad inesperada: previene las caries, combate las aftas y
otras alteraciones de las mucosas. Utilizarlo en forma de
tratamiento, pues es un aceite bastante caro.

Los aceites esenciales: para utilizar con cuentagotas. ¿Usted
padece de un mal preciso pero no consigue hacerlo desaparecer
con los métodos tradicionales? Por ejemplo, aerofagia,
piernas pesadas, cabellos grasos. No dude un segundo en
recurrir a su farmacéutico para que le recomiende un aceite
esencial apropiado. Pero tenga cuidado con el dosaje.

Generalmente unas pocas gotas son suficientes. La absorción
directa, por vía oral, suele dar resultados inmediatos. Sin
embargo, como el gusto de estos elementos es casi siempre
bastante fuerte, mézclelos con un poco de miel antes de
absorberlos.

El aceite de borraja: descubrirlo con urgencia. Largo tiempo
ignorado y, sin embargo, es el aceite anti-envejecimiento,
anti-stress, anti-colesterol y anti-piernas pesadas por
excelencia. Contiene entre 16 y 23 por ciento de ácido gama
linoleico (AGL), un ácido graso esencial y raro que se
encuentra en proporción ínfima en la mayor parte de los otros
aceites. Teóricamente, el organismo puede fabricar sólo este
ácido a partir del ácido linolieco (AL), mucho más abundante
en la naturaleza. Sin embargo, por culpa del stress, de
ciertas deficiencias enzimáticas y de otras razones aún
desconocidas, el cuerpo humano alcanza un punto de ruptura y
no consigue más transformar al AL en AGL, un fenómeno
particularmente frecuente a partir de los 35 años. La
solución es encontrarlo ya preparado y la mejor fuente es,
como dijimos, el aceite de borrajas. Vendido en cápsulas,
hace muy pocos meses que apareció en los negocios
especializados y en las farmacias. (ALA)


EXPLORED
en Ciudad N/D

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