Marrakech. 12.04.94. Ministros y embajadores de casi 125
países se reunirán en la ciudad de Marrakech (Marruecos) a
partir de este martes, para sellar una vasta liberalización
del comercio mundial.

El acuerdo, que marca un giro en la historia económica, se
produce luego de ocho años de negociación en el seno de la
Ronda de Uruguay -GATT- y conduce a una amplia apertura de
mercados. Según Peter Sutherland, impulsor del acuerdo, las
negociaciones han conducido a una apertura mayor de la
prevista. Los países industrializados reducirán sus aranceles
en un 38% como media, cuando el objetivo previsto era un
tercio. Además, incluye por primera vez a los sectores de
servicios, agricultura y textil.

Por otro lado, Marrakech será el lugar de nacimiento de la
Organización del Comercio Mundial -OCM-, que sustituirá al
GATT, y se convertirá en uno de los pilares del nuevo orden
económico.

La OMC pasa a formar parte de las organizaciones que agrupan a
la mayoría de países del globo, regulará el comercio de la
mayor parte de mercancías y servicios que se compran y se
venden en el mundo, y tendrá la potestad de establecer
sanciones en caso de incumplimiento.

Según varios observadores, la OCM tendrá tanto peso como la
Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial o el
Fondo Monetario Internacional -FMI-.

Acuerdo y desacuerdo

-La Ronda de Uruguay, cuyos resultados serán ratificados esta
semana, ha supuesto la más larga negociación comercial de la
historia.

-Según cálculos de la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) y del Banco Mundial, los acuerdos facilitarán
una inyección de 213 mil millones de dólares en la economía
mundial.

-La agricultura, los textiles y servicios, caballos de batalla
entre los países subdesarrollados y los más avanzados, y entre
EEUU y Europa, están incluídos en el acuerdo.

-Esta incluído, también, el espinoso tema de la propiedad
intelectual (derechos de autor, patentes, etc.)

-Queda pendiente, para discusiones futuras, los asuntos
relacionados con derechos sociales y reglamentaciones
medioambientales.

-Hay sectores en los cuales no se ha alcanzado ningún acuerdo.
Estos son: la industria aeronaval, la audiovisual y los
servicios financieros.

Un nuevo orden comercial

La Organización Mundial del Comercio (OMC), que esta semana
verá la luz en la ciudad marroquí de Marraquech, sustituirá a
los acuerdos del GATT (Acuerdo General sobre aranceles y
comercio) y se convertirá en uno de los pilares del nuevo
orden internacional.

Los ministros de 118 países se reúnen en Marraquech a partir
del martes y hasta el 14 de abril, día en que firmarán los
acuerdos de la Ronda de Uruguay -que han necesitado ocho años
de negociaciones- y que darán nacimiento a la OMC.

Junto con la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Banco
Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OMC
pasa a formar parte de las organizaciones internacionales que
agrupan a la mayoría de los países del globo y cuyas
decisiones son vinculantes para sus miembros, que en caso
contrario se exponen a sanciones.

Los expertos han subrayado las diferencias entre la OMC y el
GATT, en el sentido de que la OMC está enormemente reforzada
con respecto al anterior acuerdo, primero por su condición de
organización internacional y segundo porque ningún país de
cierto peso en la economía mundial quedará fuera de este foro.

En cuanto a sus competencias, la OMC se va a ocupar de
prácticamente todas las mercancías y todos los servicios que
hoy se compran y se venden en el mundo, con muy pocas
excepciones.

Así, la agricultura y los textiles, que durante muchos años
han sido el caballo de batalla entre los países
subdesarrollados y los más avanzados, y entre Estados Unidos y
Europa por otro lado, estarán incluidos en la OMC, después de
que quedasen fuera de los acuerdos del GATT.

Estos capítulos entrarán en vigor con diferentes plazos, según
el grado de desarrollo del país de que se trate, con el objeto
de no crear una hecatombe en sectores que muchas veces son
vitales para el país y de permitir un periodo de adaptación a
las nuevas reglas del mercado.

Los servicios, que hoy constituyen más del 20 por ciento del
comercio mundial, también estarán incluidos en la OMC, al
tiempo que se aborda por vez primera el espinoso problema de
la propiedad intelectual (derechos de autor, patentes, lucha
contra imitaciones, etc).

Más espinosos si cabe son los asuntos relacionados con los
derechos sociales y las reglas medioambientales, que serán
abordados por la futura OMC en unos términos aún por definir,
pero no serán obstáculo para la firma de los acuerdos en
Marraquech.

Estados Unidos y Europa pretenden hacer cumplir a cada país
integrante de la OMC con diferentes garantías sociales y
ecológicas, pero los países en desarrollo consideran que,
lejos de consideraciones altruistas, no se trata sino de un
neoproteccionismo camuflado.

Por último, hay sectores sobre los que no se ha alcanzado
absolutamente ningún consenso y que, en principio, quedarán al
margen de los acuerdos, como la industria aeronaval, la
audiovisual y los servicios financieros.

Los países desarrollados redujeron su progresividad
arancelaria

Los países desarrollados disminuyeron la progresividad de las
tasas impuestas a las importaciones, reduciendo así los
aranceles que aplican a los productos más elaborados, indica
un estudio del GATT publicado este martes.

La mayor reducción de la progresividad se registró en el caso
de los recursos naturales: los países industrializados
accedieron a imponer aranceles iguales, de un 2%, tanto a las
materias primas en bruto como a las semielaboradas.

En el caso de los productos industriales, la reducción de la
progresividad es menor: las materias primas tendrán un
promedio de aranceles del 0,8%, las semielaboradas del 2,8% y
los productos acabados del 6,2%.

Los documentos publicados por el secretariado del Acuerdo
General sobre Aranceles y Comercio (GATT) reflejan una fuerte
disminución de la progresividad en los aranceles aplicados a
los productos del papel, las maderas, el tabaco y los metales.

El cobre y el aluminio se benefician en menor medida de esta
disminución de la progresividad. En los países
industrializados, el cobre bruto tendrá una media de aranceles
del 0,7% y el semielaborado del 3,1%.

El aluminio bruto será gravado con el 1,6% y el semielaborado
con el 4,8%.

La progresividad arancelaria fue uno de las reivindicaciones
de los países latinoamericanos durante las negociaciones de
acceso a mercados de la Ronda Uruguay, que culmina esta semana
en la Conferencia ministerial del GATT de Marrakech, que reúne
a 122 países.

El aumento de los aranceles a medida que aumenta la
elaboración de un producto es "un factor disuasivo" capaz de
frenar las exportaciones con alto valor añadido procedentes de
los países en desarrollo, reconocen los especialistas del GATT
en el documento.

Antecedenes

La Ronda Uruguay, cuyos resultados serán ratificados esta
semana en esta ciudad del sur marroquí, ha supuesto la más
larga negociación comercial de la Historia.

Este largo proceso, en el que han participado los casi 120
países que finalmente ratificarán el acuerdo, ha tenido como
objetivo fundamental adecuar las normas contenidas en el
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) a
la nueva realidad del orden económico y comercial
internacional.

La complejidad y diversidad de los temas tratados hicieron que
los países participantes se reuniesen sucesivamente en ocho
ocasiones, desde septiembre de 1986 en Punta del Este,
Uruguay, hasta la última reunión en el pasado mes de diciembre
de 1993 en Ginebra, cuando 117 países clausuraron
definitivamente la negociación, para su posterior ratificación
en Marraquech.

A diferencia de las anteriores Rondas, que limitaban sus
discusiones a los ámbitos arancelarios y no arancelarios, ésta
introdujo nuevos campos, como son el comercio de los productos
agropecuarios, la propiedad intelectual y los servicios.

Los acuerdos ya existente modificados por la Ronda Uruguay son
principalmente dos: el código anti-"dumping" y el acuerdo
sobre subvenciones y medidas compensatorias.

El primero de ellos fue revisado y redefinido en parte al
mostrar ciertas lagunas e ineficacias en su aplicación desde
la celebración de la anterior Ronda de Tokyo.

La última negociación introdujo una mayor disciplina en la
concesión de las subvenciones, y las clasifica en prohibidas,
recurribles y no recurribles.

Entre los nuevos acuerdos emanados de la Ronda Uruguay,
destaca el alcanzado sobre el comercio de mercancías, en el
que ha sido incluido el sector agrícola.

Este ha constituido uno de los temas de mayor interés y
polémica en el transcurso de las negociaciones, llegando a
poner en peligro el acuerdo final, debido en gran parte a una
disputa entre Estados Unidos y la Unión Europea.

La regulación del sector textil se ha venido desarrollando
desde 1974, fuera de la normativa del GATT, bajo la forma de
restricciones voluntarias a la exportación recogidas de los
sucesivos acuerdos multilaterales.

Sin embargo, la Ronda Uruguay propone integrar de forma
progresiva el sector textil en la disciplina del GATT, al
final del período transitorio de diez años.

Por su parte, la negociación de los productos industriales ha
desembocado en la eliminación de barreras arancelarias y no
arancelarias, reducción de los aranceles, en función de la
necesidad de cada sector.

GATT: EL IMPACTO DE LA RUEDA URUGUAY
-sobre las reducciones de tarifas aduaneras en el intercambio
entre países industrializados-

Cuero, caucho
marroqueria. 18%

Textil 22%

Material de transporte 23%

Productos de pesca 26%

Productos agrícolas 37%

Química y fotografía 42%

Material eléctrico 47%

Minerales 52%

Otros productos manufac. 56%

Mecánica 58%

Metales 59%

Madera y papel 69%

(Petróleo excluido) (EFE) (9A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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