Quito. 21 ene 98. El fenómeno de El Niño le mostró al turismo
de la Costa las dos caras de la medalla. Después de la
temporada playera del primer cuatrimestre de 1997, la
temperatura se mantuvo alta y sedujo a los turistas
ecuatorianos, pero de pronto el panorama cambió.

Fue en noviembre cuando comenzaron los anuncios del Inocar
(Instituto Oceanográfico de la Armada) sobre la presencia de
aguajes, dice Gabino de la A, presidente del Concejo de
Playas, un balneario de la provincia de Guayas, donde el 90
por ciento de sus 40 mil habitantes vive de esta actividad.

Desde entonces las noticias sobre la fuerza del fenómeno se
hicieron más frecuentes y en diciembre las lluvias
torrenciales confirmaron las previsiones.

Los primeros efectos negativos se presentaron en la zona norte
de la península de Santa Elena, donde los principales
atractivos son las playas. Los aguaceros de la primera
quincena de diciembre dañaron las vías de comunicación. Para
los habitantes de Montañita y Olón, El Niño les cambió su
ritmo de vida.

La experiencia de Emilio Borbor, el dueño de un bar
restaurante en Olón, es reveladora. Hasta antes de las lluvias
tenía ganancias netas de un millón de sucres semanales. Ahora
tuvo que vender parte de su negocio y está a punto de devolver
un congelador que compró a crédito porque ya no puede pagarlo.
.

La actividad comercial sufrió un nuevo traspié con el
crecimiento de los ríos que dejaron palizadas en las orillas
de las playas. A partir de ahí se ha ido deteriorando las
imágenes de los balnearios. Los afectados directos son los
dueños de unos 300 negocios habilitados entre las poblaciones
de San Pablo, Palmar, Ayangue, San Pedro, Cadeate, Montañita,
Olón, Manglaralto, Río Seco, entre otros.

Arlett Suárez, presidenta de Asecut (Asociación de Agencias de
Viajes y Operadores Turísticos), cree que el problema
principal están la falta de previsión y descuido en el
mantenimiento de las carreteras.

En Salinas, el principal balneario de la provincia, la llegada
de vehículos se redujo a un promedio de 8 mil unidades por fin
de semana, cuando en los picos altos, como los de carnaval,
llegan a unos 50 mil, según el director de turismo del
Concejo, Manuel Ruiz.

Los funcionarios de los cabildos saben los efectos que le
reducción del flujo de visitantes pueden tener en sus
economías, pero se afanan en señalar que "el turista no
ingresa a los barrios marginales". Se calcula que en lo que va
del invierno, en Playas, dejaron de circular unos 1.000
millones de sucres, por la ausencia de turistas. Con eso están
prácticamente vacíos los 25 hoteles de Playas, y otros 18 de
Salinas. También están perdiendo unos 70 restaurantes.

Según Suárez, el problema es por ausencia de los turistas
nacionales, porque las playas ecuatorianas no son el principal
destino de los extranjeros (excepto para colombianos). Cetur y
los cabildos comenzaron a diseñar programas especiales de
temporada (conciertos, competencias deportivas...).

Las estimaciones de las Cámaras de Turismo de la Costa apuntan
que por las inundaciones y el mal estado de las vías, el
negocio bajó en un 80 por ciento.

En Manabí, no todo lo que El Niño ha tocado es sinónimo de
destrucción. La infraestructura natural y hotelera de las 14
playas más concurridas de la provincia se encuentran en buenas
condiciones.

Pero los aguajes y marejadas limitaron las zonas de
distracción y esparcimiento, según Miguel Angel Viteri
presidente de la Cámara de Turismo de Manabí. Las estadísticas
no son favorables: en noviembre de 1996 llegaron a Manta 2.395
turistas, para noviembre del 97 apenas arribaron 1.326.

Entre la lista de damnificados que ha dejado el fenómeno de El
Niño, "estamos los hoteleros", manifestó Viteri. La temporada
alta que va desde octubre a diciembre fue pésima, tenemos
saldos en contra como, por ejemplo, pagos de planillas
telefónicas y de luz, tanquero de agua...

Si la red vial de Manabí estuviese en mejores condiciones el
impacto no sería tan fuerte. Los anegados que ha dejado El
Niño son un regalo para la vista, ese es el caso de la laguna
que se ha formado en el salitral de San Clemente, dice Franco
Mero del restaurante El Delfín.

Algunos accesos a las playas manabitas se garantizan con el
trabajo de hombres informales que antes se ganaban la vida con
la venta de helados o verduras. Estos salieron a la carretera
y a punta de pico y pala abren pasos provisionales donde el
agua corta las vías y permiten el paso de los autos por
pequeñas cantidades de dinero.

Según cálculos de Viteri, unos 1.500 turistas extranjeros
llegaron Manabí para mirar ballenas. Los cantones, Manta,
Portoviejo y Sucre se aprestan a recibir a 500 turistas
extranjeros, por el supuesto avistamiento de los ovnis, allí
se impartirán charlas.

En El Oro, la actividad bajó en un 70 por dos razones: el mal
estado de las vías y la falta de un aeropuerto adecuado.
Hoover Proaño, propietario del hotel María Sol, señala que en
los últimos meses del año pasado la actividad bajó a cero en
el puerto Jambelí. Del paro forzado en el turismo
responsabiliza a las instituciones de pronóstico del tiempo.
"Oleajes, marejadas y tormentas estaban en sus previsiones,
pero nada de eso ha pasado y esto sin duda asustó a los
turistas de la Sierra". Los empresarios del turismo de esa
zona esperan que la temporada de carnaval les deje un poco de
ganancias. Con esas expectativas, Welinton Cueva, gerente del
balneario Tarapal, del cantón Piñas, realiza mejoras físicas
al lugar y piensa recibir a unas 4.000 personas.

Así está el país...

Buñuelos de maicena para los evacuados

La Dirección Nacional de la Defensa Civil recibió una donación
de la empresa S.B. Penick, que consiste en 6.000 cajas, de 250
gramos cada una, de buñuelos de maicena, para que sean
repartidas entre los damnificados por el fenómeno de El Niño.
Henry Racines, representante en el Ecuador de la empresa
Penick, filial de Colombia, especializada en productos
alimenticios, entregó la donación de este producto considerado
de alto valor nutritivo y de fácil y rápida preparación. La
entrega fue recibida por Eugenio Martínez, funcionario de la
Defensa Civil.

MOP: más puentes tipo bayley llegan

El titular del Ministerio de Obras Públicas, Homero Torres,
informó que en 15 días llegarán al país un total de 276 metros
lineales de puentes metálicos, tipo bayley, con su respectivo
equipo de lanzamiento. El costo asciende a un millón 300 mil
dólares. Anteriormente se adquirieron 120 metros de puentes de
despliegue rápido que son colocados en distintas vías
afectadas por las lluvias. Los puentes dañados por el invierno
son 14, afirmó el ministro Torres, quien, además, ratificó que
existe un plan de mejoramiento vial que está en marcha y que
se financiará con recursos provenientes de organismos
internacionales como la Corporación Andina de Fomento, por 100
millones de dólares, más la contraparte nacional por 43
millones de dólares. El Plan de Contingencia aportará con 60
millones de dólares y el Banco Interamericano de Desarrollo,
entregará 80 millones de dólares.

Nestlé entrega ayuda a la Defensa Civil

La Dirección Nacional de Defensa Civil recibió un segundo
aporte para los damnificados del fenómeno de El Niño, por
parte de la empresa Nestlé. Esta vez, la empresa transnacional
entregó al coronel Gustavo Burbano un cheque de 56 millones
468 mil sucres. Hasta el momento esta empresa ha efectuado una
contribución de 101 millones 678 mil 600 sucres. La ayuda se
financia con los 50 sucres que se destinan a esta cuenta en la
venta de cada producto La Lechera, sin que ello signifique un
recargo para el consumidor. El primer aporte se efectuó el 6
de este mes y representó un valor de 45 millones 210 mil
sucres. Con el primer aporte, la Defensa Civil adquirió 30
cocinetas industriales y 30 juegos de ollas que se entregarán
en los próximos días en las zonas más afectadas de la Costa.
Nestlé reiteró su compromiso de seguir ayudando para mitigar,
en algo, los daños causados por este fenómeno climatológico.

3.053 viviendas afectadas por El Niño

498 casas destruidas y 3.053 viviendas afectadas, en 16 de las
21 provincias del país, son las primeras cifras de los daños
que El Niño deja en las estructuras habitacionales. No solo
son las cinco provincias de la Costa las que están sufriendo
los graves impactos de las fuertes lluvias, también son siete
de la Sierra y cuatro de la Amazonia, según el informe de la
Cruz Roja, a través de la Dirección Nacional de Socorro y
Desastre. Las provincias con mayor número de damnificados son:
El Oro con 253 familias, 2.809 personas evacuadas y 763
viviendas afectadas y 221 viviendas destruidas. En Esmeraldas,
las familias damnificadas son 78 y 1.077 personas evacuadas,
en lo que se relaciona a viviendas hay 127 afectadas y 52
totalmente destruidas. En Guayas existen 4.356 personas
evacuadas y 32 familias damnificadas, 764 viviendas afectadas
y 49 casas destruidas. En Los Ríos existen 144 damnificados y
4.400 personas evacuadas, 639 viviendas seriamente afectadas y
40 casas destruidas. Las estadísticas son proporcionadas por
las direcciones provinciales de Defensa Civil, con base en los
reportes de organismos de ayuda como Bomberos, Cruz Roja y
Defensa Civil.

Guayas: siguen las quejas en los albergues

Nuevamente el tema de los albergues fue colocado como punto
neurálgico entre los organismos de asistencia a los
damnificados por el fenómeno de El Niño en la provincia. La
falta de atención a albergues en varios cantones de la
provincia fue el tema central de la reunión de dos horas que
se realizó en la mañana del martes en la Gobernación del
Guayas, que estuvo presidida por el ejecutivo provincial,
Rafael Guerrero.

A la reunión asistieron los subsecretarios de Salud y Obras
Públicas, Fidel Endara y Gonzalo Vargas, respectivamente; el
director provincial de Salud, Víctor Hugo Mite; y
representantes de la Subsecretaría de Bienestar Social, de
Agricultura y Ganadería (MAG) y del Instituto Nacional del
Niño y la Familia (Innfa), que llegó 15 minutos antes de que
termine la reunión.

Se leyeron informes de varios cantones sobre necesidades en
los albergues. De Samborondón se reportó que desde hace seis
semanas funcionan 11 albergues y recién el jueves pasado llegó
una delegación del Innfa y de Bienestar Social a censar. Hasta
ayer no se vio la ayuda.

"Son los damnificados los que dicen que el Innfa no llega con
la ayuda", aseguró Guerrero Valenzuela luego de leer un
comunicado de la directora regional del Innfa, Rocío Pérez,
sobre la denuncia a diario EL COMERCIO de que 2.300 personas
no son atendidas por el Innfa, presentada por Víctor Hugo
Narváez, jefe de cantones y parroquias de Defensa Civil.

Según la Junta Provincial de Defensa Civil, en Guayas, hay 68
albergues, en cantones y parroquias y a los que no llega la
ayuda del Innfa ni de Bienestar Social. Marco Cuesta, del MBS,
el problema que esta Subsecretaría tiene es de falta de
recursos, aunque no niega que coordina acciones con el Innfa y
la Subsecretaría de Educación.

Nelson Erazo, de la Subsecretaría del MAG, dijo que ellos
están encargados de la distribución de alimentos por dos
direcciones, las que se envía por medio de insumos al granel,
que se la hace por organismos de agricultores.

"Mientras el Innfa no nos pida raciones, nosotros no podemos
ordenar la distribución. Pero cualquier institución puede
solicitar la ayuda", explicó Erazo.

Para Pérez, según el comunicado, "Existe un criterio
equivocado en quienes son delegados de Defensa Civil en
cantones y parroquias, considerando que la atención de todo
aquel que se ha visto afectado por El Niño es responsabilidad
del Innfa". Para Guerrero, el problema es que no se está
coordinando entre los organismos del Frente Social. "No se
trata de una competencia deportiva, cada institución es
responsable".

En los primeros 90 minutos de la reunión no llegó Hernán
Guadalupe, representante del Innfa,

por lo que no respondió cuando el Gobernador pidió una
explicación sobre la falta de atención a los 11 albergues en
Samborondón, a las dos familias en Durán. Redacción Guayaquil

En Galápagos el clima no registra muchas variaciones
Un centenar de piqueros patas azules, una de las aves más
hermosas de las islas ecuatorianas, murió en las playas de la
península de Santa Elena, informaron ornitólogos y biólogos.

El ornitólogo holandés Ben Haase, quien desde hace casi una
década realiza estudios en el Ecuador, indicó que la muerte de
los piqueros patas azules es porque los peces que son su
alimento natural fueron desplazados de su hábitat por El Niño.


También expertos de la Fundación Natura indicaron que las aves
corren el mismo peligro de morir por inanición. Explicaron que
se desconocen la procedencia de las aves, pues podrían ser de
Galápagos o las islas de la Plata o Santa Clara.

No obstante se informó que las tortugas gigantes galápagos no
están en peligro por el paso de El Niño, informaron en el
Parque Nacional Galápagos. "No es cierto que el fenómeno esté
destruyendo los huevos de las tortugas. Estos son animales
terrestres y sus huevos los ponen aproximadamente a cien
metros sobre el nivel del mar, no en las playas", aseguró una
fuente del Parque Nacional Galápagos.

Aclaró que las tortugas que ponen huevos en las playas son las
marinas, "que nada tienen que ver con las Galápagos, que
tienen patas y no aletas como las otras".

"Desde hace varios años hay un programa de protección para
tortugas terrestres. Se llevan sus huevos al centro de crianza
de la Estación Charles Darwin, en la isla Santa Cruz, pero eso
se hace siempre.

"Los nidos de las tortugas terrestres (Galápagos) siempre se
protegen de animales introducidos, y desde hace años se traen
los huevos para incubarlos". En las islas hay un promedio de
15.000 tortugas terrestres. Eliécer Cruz, director del Parque
Nacional Galápagos, señaló que no se puede hablar de grandes
destrucciones en las islas como efecto de El Niño. AFP, EFE
(Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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