Quito. 11.05.91. La industria llantera nacional, de carácter
monopólico, cubre un 65 por ciento del mercado interno
En sus inicios, "La Llantera" de Cuenca fue símbolo de una
nueva esperanza: el principio de una opción industrial para el
Azuay. En ese entonces, la ciudad honraba a sus huéspedes
ilustres con un paseo a los bien tenidos jardines de la
fábrica. La primera llanta salió el 22 de diciembre de 1962.
En el primer año se produjeron 65.000 neumáticos, la planta
contaba con 155 trabajadores. El capital inicial de la
empresa, fundada bajo el nombre de "Ecuadorian Rubber Company
C.A." (ERCO), fue de 24 millones de sucres, divididos entre 37
accionistas.
Hoy, la producción anual es de unas 850.000 unidades. El
capital asciende a más de 5 mil millones de sucres, del que un
36 por ciento se halla en manos del consorcio norteamericano
"General Tire", adquirido recientemente por la "Continental"
alemana. Trabajan en ERCO 790 trabajadores y empleados. Unas
6.000 personas dependen indirectamenta de la llantera.
En este proceso, la primera y única fábrica de neumáticos del
Ecuador enfrentó sobre todo el problema de los precios
controlados por el Estado, medida levantada recién el año
pasado, en el que además se estableció un arancel del 20 por
ciento para llantas importadas. Es así que los gerentes
extranjeros anteriores se radicaban en Quito para agilitar
trámites con el gobierno central, a costa del contacto directo
con los trabajadores de la planta Y, mientras la fábrica
crecía, perdía bajo el complejo de techos grises no sólo su
idendidad física, la ciudad dejó de pensar en ERCO como en el
símbolo de su progreso.
El cambio del nombre inglés a "Compañía Ecuatoriana del
Caucho", decretado en los años 70, sólo crea confusión. Ahora,
la empresa tiene cuatro nombres. "General" es su nombre de
marca, mantiene sus siglas ERCO, se llama Compañía Ecuatoriana
del Caucho y de "La Llantera" ya casi sólo se habla en Cuenca
cuando se produce una de las prolongadas huelgas, que
culminaron el año pasado con la amenaza de clausura de la
fábrica. El conflicto duró cuatro meses, siendo una de las
principales causas para que el balance anual cerrase con
pérdidas de 175 millones de sucres. 37 miembros del Comité de
Empresa tuvieron que abandonar su puesto.
Aceptar el reto de la integración
Hoy, un nuevo logotipo en la fachada, la pintura por dentro y
por fuera, la restauración de los jardines, son indicios
visibles de la voluntad de la gerencia de dar un nuevo impulso
al cambio de identidad iniciado antes de la huelga. Para el
actual gerente mexicano, Alberto Farías (radicado en Cuenca),
esto no es un cambio "cosmético". "Todo lo que estamos
haciendo en cuanto al cambio de imagen es una reimplantación
de identidad con la empresa, de los trabajadores y del
consumidor".
El objetivo es aceptar el reto de la integración al mercado
ampliado. A corto plazo, se trata de asegurar la posición en
el mercado interno, enfrentado las ventajas arancelarias, de
fomento a la industria y exportación que benefician al
producto de otros países, donde a su vez las condiciones en el
mercado interno son propicias para compensar precios bajos de
exportación.
Actualmente, ERCO cubre un 65 por ciento del mercado interno,
aprovechando su capacidad de producción en un cien por ciento.
Desde octubre pasado ha superado la marca récord de 3.450
unidades por día, llegando a producir 3.525 llantas.
Inversiones por 10 millones de dólares para asegurar mercados
"Aún estamos en el proceso de retomar la confianza del Comité
de Empresa de esta industria llantera"
Tres son los elementos con los que ERCO piensa asegurar su
competividad: modernización, calidad y reducción de costos. En
una primera etapa, se invertirán 10 millones de dólares en
maquinaria adecuada para la radialización del producto, medida
impuesta por el consumidor, que está siendo acostumbrado a las
llantas radiales por la competencia del exterior."Siempre el
chocolate americano es mejor que el nacional. Eso lo llamamos
malechismo, allá en México". Con esto, Farías califica de
prejuicio cualquier reclamo respecto a la calidad actual de
las llantas nacionales. Se ha visto la necesidad de fomentar
la identificación del cliente con el producto nacional,
invitando por ejemplo a grupos de choferes profesionales a
visitar la planta, donde puede comprobar que el control se
realiza en cada uno de los pasos de producción. Un laboratorio
propio revisa la calidad de los componentes así como su
comportamiento y consistencia durante el proceso de
producción. Finalmente un banco de pruebas analiza el
rendimiento del neumático, ateniéndose, porque no existen
regulaciones nacionales, a normas norteamericanas, del socio
tecnólogo y propias.
Entre un 80 y 90 por ciento de los 190 insumos que se
necesitan para fabricar la docena de partes que componen un
neumático provienen del exterior. En el Ecuador se produce un
30 por ciento del caucho natural y los aceites de proceso.
Retomar la confianza de los trabajadores
Una visita a la fábrica hace notar también que la
modernización implica sobre todo un nuevo estilo de
administración. Los acontecimientos del año pasado han
demostrado la necesidad de un "mayor conocimiento por parte de
la gerencia de las necesidades, intenciones e inquietudes de
los trabajadores, para poder afrontarlas sin que se llegue a
un conflicto".
Farías admite que recién se halla en el proceso de "retomar la
confianza del Comité de Empresa y de las diversas estructuras
de empleados y trabajadores que están fuera de éste". "Aún hay
cierta resistencia", admite. Existe un compromiso de
entrenamiento y desarrollo del personal, se están
introduciendo mecanismos de democratización del proceso de
toma de decisiones, de motivación y estímulo a la creatividad
individual.
El programa de eficacia abarca necesariamente, no sólo ahorro
de dinero, tiempo y materiales, sino también de mano de obra.
En cuanto a la legislación laboral que prepara el Gobierno con
miras a la integración, el gerente de la llantera espera una
armonización con la legislación de toda la región, lo que
considera necesario también respecto a políticas
gubernamentales de promoción industrial y exportación.
Por su parte, ERCO no podrá enfrentar el reto de la
integración sin el respaldo del socio tecnólogo. La duplicidad
de la denominación "Llantas General" en el nuevo logotipo
evoca la dependencia de la Compañía Ecuatoriana del Caucho" de
esta firma extranjera. 735 millones de sucres figuran en el
balance de 1990 bajo "asistencia técnica y regalías". (A-2)
monopólico, cubre un 65 por ciento del mercado interno
En sus inicios, "La Llantera" de Cuenca fue símbolo de una
nueva esperanza: el principio de una opción industrial para el
Azuay. En ese entonces, la ciudad honraba a sus huéspedes
ilustres con un paseo a los bien tenidos jardines de la
fábrica. La primera llanta salió el 22 de diciembre de 1962.
En el primer año se produjeron 65.000 neumáticos, la planta
contaba con 155 trabajadores. El capital inicial de la
empresa, fundada bajo el nombre de "Ecuadorian Rubber Company
C.A." (ERCO), fue de 24 millones de sucres, divididos entre 37
accionistas.
Hoy, la producción anual es de unas 850.000 unidades. El
capital asciende a más de 5 mil millones de sucres, del que un
36 por ciento se halla en manos del consorcio norteamericano
"General Tire", adquirido recientemente por la "Continental"
alemana. Trabajan en ERCO 790 trabajadores y empleados. Unas
6.000 personas dependen indirectamenta de la llantera.
En este proceso, la primera y única fábrica de neumáticos del
Ecuador enfrentó sobre todo el problema de los precios
controlados por el Estado, medida levantada recién el año
pasado, en el que además se estableció un arancel del 20 por
ciento para llantas importadas. Es así que los gerentes
extranjeros anteriores se radicaban en Quito para agilitar
trámites con el gobierno central, a costa del contacto directo
con los trabajadores de la planta Y, mientras la fábrica
crecía, perdía bajo el complejo de techos grises no sólo su
idendidad física, la ciudad dejó de pensar en ERCO como en el
símbolo de su progreso.
El cambio del nombre inglés a "Compañía Ecuatoriana del
Caucho", decretado en los años 70, sólo crea confusión. Ahora,
la empresa tiene cuatro nombres. "General" es su nombre de
marca, mantiene sus siglas ERCO, se llama Compañía Ecuatoriana
del Caucho y de "La Llantera" ya casi sólo se habla en Cuenca
cuando se produce una de las prolongadas huelgas, que
culminaron el año pasado con la amenaza de clausura de la
fábrica. El conflicto duró cuatro meses, siendo una de las
principales causas para que el balance anual cerrase con
pérdidas de 175 millones de sucres. 37 miembros del Comité de
Empresa tuvieron que abandonar su puesto.
Aceptar el reto de la integración
Hoy, un nuevo logotipo en la fachada, la pintura por dentro y
por fuera, la restauración de los jardines, son indicios
visibles de la voluntad de la gerencia de dar un nuevo impulso
al cambio de identidad iniciado antes de la huelga. Para el
actual gerente mexicano, Alberto Farías (radicado en Cuenca),
esto no es un cambio "cosmético". "Todo lo que estamos
haciendo en cuanto al cambio de imagen es una reimplantación
de identidad con la empresa, de los trabajadores y del
consumidor".
El objetivo es aceptar el reto de la integración al mercado
ampliado. A corto plazo, se trata de asegurar la posición en
el mercado interno, enfrentado las ventajas arancelarias, de
fomento a la industria y exportación que benefician al
producto de otros países, donde a su vez las condiciones en el
mercado interno son propicias para compensar precios bajos de
exportación.
Actualmente, ERCO cubre un 65 por ciento del mercado interno,
aprovechando su capacidad de producción en un cien por ciento.
Desde octubre pasado ha superado la marca récord de 3.450
unidades por día, llegando a producir 3.525 llantas.
Inversiones por 10 millones de dólares para asegurar mercados
"Aún estamos en el proceso de retomar la confianza del Comité
de Empresa de esta industria llantera"
Tres son los elementos con los que ERCO piensa asegurar su
competividad: modernización, calidad y reducción de costos. En
una primera etapa, se invertirán 10 millones de dólares en
maquinaria adecuada para la radialización del producto, medida
impuesta por el consumidor, que está siendo acostumbrado a las
llantas radiales por la competencia del exterior."Siempre el
chocolate americano es mejor que el nacional. Eso lo llamamos
malechismo, allá en México". Con esto, Farías califica de
prejuicio cualquier reclamo respecto a la calidad actual de
las llantas nacionales. Se ha visto la necesidad de fomentar
la identificación del cliente con el producto nacional,
invitando por ejemplo a grupos de choferes profesionales a
visitar la planta, donde puede comprobar que el control se
realiza en cada uno de los pasos de producción. Un laboratorio
propio revisa la calidad de los componentes así como su
comportamiento y consistencia durante el proceso de
producción. Finalmente un banco de pruebas analiza el
rendimiento del neumático, ateniéndose, porque no existen
regulaciones nacionales, a normas norteamericanas, del socio
tecnólogo y propias.
Entre un 80 y 90 por ciento de los 190 insumos que se
necesitan para fabricar la docena de partes que componen un
neumático provienen del exterior. En el Ecuador se produce un
30 por ciento del caucho natural y los aceites de proceso.
Retomar la confianza de los trabajadores
Una visita a la fábrica hace notar también que la
modernización implica sobre todo un nuevo estilo de
administración. Los acontecimientos del año pasado han
demostrado la necesidad de un "mayor conocimiento por parte de
la gerencia de las necesidades, intenciones e inquietudes de
los trabajadores, para poder afrontarlas sin que se llegue a
un conflicto".
Farías admite que recién se halla en el proceso de "retomar la
confianza del Comité de Empresa y de las diversas estructuras
de empleados y trabajadores que están fuera de éste". "Aún hay
cierta resistencia", admite. Existe un compromiso de
entrenamiento y desarrollo del personal, se están
introduciendo mecanismos de democratización del proceso de
toma de decisiones, de motivación y estímulo a la creatividad
individual.
El programa de eficacia abarca necesariamente, no sólo ahorro
de dinero, tiempo y materiales, sino también de mano de obra.
En cuanto a la legislación laboral que prepara el Gobierno con
miras a la integración, el gerente de la llantera espera una
armonización con la legislación de toda la región, lo que
considera necesario también respecto a políticas
gubernamentales de promoción industrial y exportación.
Por su parte, ERCO no podrá enfrentar el reto de la
integración sin el respaldo del socio tecnólogo. La duplicidad
de la denominación "Llantas General" en el nuevo logotipo
evoca la dependencia de la Compañía Ecuatoriana del Caucho" de
esta firma extranjera. 735 millones de sucres figuran en el
balance de 1990 bajo "asistencia técnica y regalías". (A-2)
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