Quito. 23 abr 2001. Usted estuvo negociando con la concesionaria de la
autopista Rumiñahui durante dos meses. ¿Por qué no se llegó a nada
durante ese tiempo?
Básicamente por dos motivos: la empresa Tribasacolisa buscaba sus
beneficios y yo los de la colectividad. Tribasa dice que tiene un
contrato firmado y el Consejo dice que un contrato que nació viciado no
puede seguir por eternas memorias.
El contrato le da la razón a la concesionaria para subir el valor del
peaje...
El contrato le da todo. Pero no tengo garantía de fiel cumplimiento,
además no hay cláusulas punitivas, en fin no hay absolutamente nada.
Entonces, ¿para qué negociar dos meses si a la final Tribasacolisa tiene
las de ganar?
A la final no se va a salir con la suya, la vamos a hacer cumplir lo que
tiene que cumplir. No es posible que durante seis años se hayan hecho
cinco modificaciones al contrato, todos a beneficio de la empresa. Yo
creo que el peaje es una tasa por un servicio. Cuando se establecen en un
contrato unas cláusulas para el mantenimiento de la vía, eso se debe
cumplir y se pueda cumplir también con el cobro del peaje. Si se deja de
cumplir con dar un buen servicio, la ciudadanía no tiene porqué pagar ese
peaje.
Hasta ahora el servicio de la vía sí se da...
Sí, de acuerdo. Pero, nosotros hemos hecho la prueba de rugosidad de la
carretera, que está mala. Cuando se ve el pavimento y se hace el examen
técnico, ya está con piel de cocodrilo.
Según el contrato es obligación de la concesionaria el mantenimiento de
la vía, pero no el mayor, esto es el reasfaltado ¿Qué dice usted?
Yo le muestro el anexo uno, donde se especifica que ellos debieron haber
hecho el ahorro cada año de doscientos cincuenta mil dólares. Esto para
el año sexto hacer la inversión total. Eso está escrito en la corrida
financiera. Además, en el cuadro resumen figura para el mantenimiento
mayor, 1 500 000 dólares. Lo que pasa es que lo pusieron en letrita
chiquita, pero yo también se leer en letras chiquitas.
¿Usted podrá terminar el contrato por ese supuesto incumplimiento?
Así es. Yo para construir un aula de cuatro mil dólares les pido a los
contratistas garantías de fiel cumplimiento, sin embargo aquí no tengo
nada.
Pero aparentemente no hay razones legales para creer que el contrato es
mal estructurado. ¿Lo está?
La ley de concesiones, y el propio contrato manifiesta que toda
legislación que se vaya generando en el país se tiene que ir asumiendo
para su buen funcionamiento. Si es que la ley de concesiones establece
que debe haber una garantía que esté vigente hasta tres meses posteriores
a la terminación, tiene que tenerla. Tanto es así, que cuando amplían el
contrato para ocho años más, sí ponen la garantía.
En su propuesta de subsidiar dos centavos el Consejo y dos, Tribasacolisa
usted afirma que va a utilizar parte del 15 por ciento de las utilidades
de la concesión ¿En qué se usa ese dinero ahora?
Básicamente para obras en el propio valle; se lo utiliza para el
mejoramiento de caminos vecinales, no es mucho pues recibimos al año 400
000 dólares.
Para un presupuesto de 35 millones que tengo, no es que me va a
desequilibrar las finanzas.
Si es así, eso va a perjudicar en ciertas obras a las personas que se
benefician de esa dinero, aunque sea por lo menos para un bacheo...
Pongo un ejemplo: el trolebús es subsidiado,y se beneficia a 150 000
familias. Es en beneficio de la ciudadanía y no de alguien en particular.
Eso parece una propuesta populista...
Es probable pero es el principio que hay que hacer respetar. A mí me
dicen: ¿por qué cobra cuatro centavos en la autopista a la Mitad del
Mundo, por qué no cobra más? Ya estoy arreglándola, en mes y medio que
termine, créame que voy a poner el peaje socialmente aceptable que me
permita mantener la vía. Acá es lo mismo, es el principio el que estamos
defendiendo.
En octubre el peaje va a volver a subir por la inflación. ¿Por qué ahora
la protesta?
Yo no pienso que se debe frenar el peaje ahí, yo he propuesto un
incremento anual.
Usted piensa comprarle la concesión a Tribasa en 12 millones de dólares y
dice que ese dinero va a sacarlo de las acciones de las empresas
eléctricas, pero sobre ellas no hay valoración. ¿Sabe usted el valor real
de esas acciones en las eléctricas?
Hay una regla internacional que dice que por cada usuario más o menos
cuesta 800 dólares; nosotros tenemos 500 mil abonados: 40 millones de
dólares.
¿Si hace esto no cree que sea una mala señal para los posibles
inversionistas en los tres procesos de licitación de vías que tiene
pensado?
Yo he hablado con las Cámaras de la Producción, y hablé con el ingeniero
Pinto (presidente d e los industriales), les expliqué el proceso y están
de acuerdo. Hablé con el Colegio de Ingenieros, con la Cámara de la
Construcción, explicándoles el proceso.
Los empresarios que estarían interesados pueden pensar diferente.
¿Reconoce ese riesgo?
No se trata de que les guste o no. Si usted no cumple el contrato, por
qué se tiene que cumplir solo de una parte, por qué solo se le debe
exigir al Estado que cumpla. Cuando la próxima semana concesione la
Alóag-Santo Domingo, no tendrán miedo porque saben que hay trasparencia y
seriedad en el manejo.
¿En otro y sobre su propuesta del Gobierno de Pichincha, cómo ve la
marcha del grupo de provincias que conforman el G-6?
A Pichincha siempre se le ha visto con recelo porque se le mira como la
provincia centralista. Mi esfuerzo es demostrar que el centralismo no es
geográfico sino un modelo que está agotado.
Nos hemos manejado con cuidado, porque cualquier propuesta que salga de
Pichincha se la ve como el centralismo. Nos pusimos a trabajar. A mí me
alegra que el grupo de los Seis está ahora como el grupo de los nueve y
pueda ser el de los once. Eso es lo que dijimos, que las provincias
pequeñas no pueden salir adelante de una en una. La lógica va a decir que
no pueden dejar de lado a un mercado de dos millones y medio de
habitantes.
Sobre la propuesta de autonomías que nace principalmente de la Costa,
¿cómo lo asume desde las perspectiva del Gobierno de Pichincha?
La autonomía es un fin, la descentralización es el proceso que llevará a
ese fin. Estamos demostrando que sí queremos descentralizar. Nos hemos
reunido con el Consejo Nacional de Modernización, y con el Consorcio de
Consejos Provinciales, para que vean que no estamos al margen de nadie.
Por otro lado, ya hemos contratado un estudio jurídico para que nos haga
la Ley de descentralización que nos permita salir adelante. Ese será el
aporte de Pichincha.
Mientras tanto se requieren obras ¿Qué hace?
El miércoles entregamos la construcción de la vía Calacalí-Independencia.
Estamos negociando con la empresa que va a concesionar la Alóag-Santo
Domingo, entonces el anillo principal de la provincia lo he cumplido en
el año que dije. Hemos rehabilitado 2 400 kilómetros de caminos
vecinales.
¿Cómo lo hicimos?, eliminando el clientelismo. Otro proyecto es el de
educación por Internet, el software está listo, y para seguir le pedí al
Ministro de Economía que dé la plata de las casas que le dieron al señor
Reyes. Eso tiene un objetivo por eso le pedí que ponga: vivienda,
educación y salud. (Texto tomado de El Comercio)
autopista Rumiñahui durante dos meses. ¿Por qué no se llegó a nada
durante ese tiempo?
Básicamente por dos motivos: la empresa Tribasacolisa buscaba sus
beneficios y yo los de la colectividad. Tribasa dice que tiene un
contrato firmado y el Consejo dice que un contrato que nació viciado no
puede seguir por eternas memorias.
El contrato le da la razón a la concesionaria para subir el valor del
peaje...
El contrato le da todo. Pero no tengo garantía de fiel cumplimiento,
además no hay cláusulas punitivas, en fin no hay absolutamente nada.
Entonces, ¿para qué negociar dos meses si a la final Tribasacolisa tiene
las de ganar?
A la final no se va a salir con la suya, la vamos a hacer cumplir lo que
tiene que cumplir. No es posible que durante seis años se hayan hecho
cinco modificaciones al contrato, todos a beneficio de la empresa. Yo
creo que el peaje es una tasa por un servicio. Cuando se establecen en un
contrato unas cláusulas para el mantenimiento de la vía, eso se debe
cumplir y se pueda cumplir también con el cobro del peaje. Si se deja de
cumplir con dar un buen servicio, la ciudadanía no tiene porqué pagar ese
peaje.
Hasta ahora el servicio de la vía sí se da...
Sí, de acuerdo. Pero, nosotros hemos hecho la prueba de rugosidad de la
carretera, que está mala. Cuando se ve el pavimento y se hace el examen
técnico, ya está con piel de cocodrilo.
Según el contrato es obligación de la concesionaria el mantenimiento de
la vía, pero no el mayor, esto es el reasfaltado ¿Qué dice usted?
Yo le muestro el anexo uno, donde se especifica que ellos debieron haber
hecho el ahorro cada año de doscientos cincuenta mil dólares. Esto para
el año sexto hacer la inversión total. Eso está escrito en la corrida
financiera. Además, en el cuadro resumen figura para el mantenimiento
mayor, 1 500 000 dólares. Lo que pasa es que lo pusieron en letrita
chiquita, pero yo también se leer en letras chiquitas.
¿Usted podrá terminar el contrato por ese supuesto incumplimiento?
Así es. Yo para construir un aula de cuatro mil dólares les pido a los
contratistas garantías de fiel cumplimiento, sin embargo aquí no tengo
nada.
Pero aparentemente no hay razones legales para creer que el contrato es
mal estructurado. ¿Lo está?
La ley de concesiones, y el propio contrato manifiesta que toda
legislación que se vaya generando en el país se tiene que ir asumiendo
para su buen funcionamiento. Si es que la ley de concesiones establece
que debe haber una garantía que esté vigente hasta tres meses posteriores
a la terminación, tiene que tenerla. Tanto es así, que cuando amplían el
contrato para ocho años más, sí ponen la garantía.
En su propuesta de subsidiar dos centavos el Consejo y dos, Tribasacolisa
usted afirma que va a utilizar parte del 15 por ciento de las utilidades
de la concesión ¿En qué se usa ese dinero ahora?
Básicamente para obras en el propio valle; se lo utiliza para el
mejoramiento de caminos vecinales, no es mucho pues recibimos al año 400
000 dólares.
Para un presupuesto de 35 millones que tengo, no es que me va a
desequilibrar las finanzas.
Si es así, eso va a perjudicar en ciertas obras a las personas que se
benefician de esa dinero, aunque sea por lo menos para un bacheo...
Pongo un ejemplo: el trolebús es subsidiado,y se beneficia a 150 000
familias. Es en beneficio de la ciudadanía y no de alguien en particular.
Eso parece una propuesta populista...
Es probable pero es el principio que hay que hacer respetar. A mí me
dicen: ¿por qué cobra cuatro centavos en la autopista a la Mitad del
Mundo, por qué no cobra más? Ya estoy arreglándola, en mes y medio que
termine, créame que voy a poner el peaje socialmente aceptable que me
permita mantener la vía. Acá es lo mismo, es el principio el que estamos
defendiendo.
En octubre el peaje va a volver a subir por la inflación. ¿Por qué ahora
la protesta?
Yo no pienso que se debe frenar el peaje ahí, yo he propuesto un
incremento anual.
Usted piensa comprarle la concesión a Tribasa en 12 millones de dólares y
dice que ese dinero va a sacarlo de las acciones de las empresas
eléctricas, pero sobre ellas no hay valoración. ¿Sabe usted el valor real
de esas acciones en las eléctricas?
Hay una regla internacional que dice que por cada usuario más o menos
cuesta 800 dólares; nosotros tenemos 500 mil abonados: 40 millones de
dólares.
¿Si hace esto no cree que sea una mala señal para los posibles
inversionistas en los tres procesos de licitación de vías que tiene
pensado?
Yo he hablado con las Cámaras de la Producción, y hablé con el ingeniero
Pinto (presidente d e los industriales), les expliqué el proceso y están
de acuerdo. Hablé con el Colegio de Ingenieros, con la Cámara de la
Construcción, explicándoles el proceso.
Los empresarios que estarían interesados pueden pensar diferente.
¿Reconoce ese riesgo?
No se trata de que les guste o no. Si usted no cumple el contrato, por
qué se tiene que cumplir solo de una parte, por qué solo se le debe
exigir al Estado que cumpla. Cuando la próxima semana concesione la
Alóag-Santo Domingo, no tendrán miedo porque saben que hay trasparencia y
seriedad en el manejo.
¿En otro y sobre su propuesta del Gobierno de Pichincha, cómo ve la
marcha del grupo de provincias que conforman el G-6?
A Pichincha siempre se le ha visto con recelo porque se le mira como la
provincia centralista. Mi esfuerzo es demostrar que el centralismo no es
geográfico sino un modelo que está agotado.
Nos hemos manejado con cuidado, porque cualquier propuesta que salga de
Pichincha se la ve como el centralismo. Nos pusimos a trabajar. A mí me
alegra que el grupo de los Seis está ahora como el grupo de los nueve y
pueda ser el de los once. Eso es lo que dijimos, que las provincias
pequeñas no pueden salir adelante de una en una. La lógica va a decir que
no pueden dejar de lado a un mercado de dos millones y medio de
habitantes.
Sobre la propuesta de autonomías que nace principalmente de la Costa,
¿cómo lo asume desde las perspectiva del Gobierno de Pichincha?
La autonomía es un fin, la descentralización es el proceso que llevará a
ese fin. Estamos demostrando que sí queremos descentralizar. Nos hemos
reunido con el Consejo Nacional de Modernización, y con el Consorcio de
Consejos Provinciales, para que vean que no estamos al margen de nadie.
Por otro lado, ya hemos contratado un estudio jurídico para que nos haga
la Ley de descentralización que nos permita salir adelante. Ese será el
aporte de Pichincha.
Mientras tanto se requieren obras ¿Qué hace?
El miércoles entregamos la construcción de la vía Calacalí-Independencia.
Estamos negociando con la empresa que va a concesionar la Alóag-Santo
Domingo, entonces el anillo principal de la provincia lo he cumplido en
el año que dije. Hemos rehabilitado 2 400 kilómetros de caminos
vecinales.
¿Cómo lo hicimos?, eliminando el clientelismo. Otro proyecto es el de
educación por Internet, el software está listo, y para seguir le pedí al
Ministro de Economía que dé la plata de las casas que le dieron al señor
Reyes. Eso tiene un objetivo por eso le pedí que ponga: vivienda,
educación y salud. (Texto tomado de El Comercio)
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