Quito. 17.02.94. En junio del año pasado, el Foro económico
Mundial (FEM), con sede en Ginebra, publicó un informe
contundente: Japón se mantiene a la cabeza de la lista de
naciones más competitivas del mundo, seguido de Estados Unidos
y Dinamarca, mientras Alemania pasó al quinto lugar, frente al
segundo que ocupó en 1992.

Este fue uno más de los tantos 10 sobre 10 que viene ganando
la economía de ese país asiático desde la terminación de la II
guerra mundial.

Pero hay sombras: a pesar de que japón mantiene el primer
puesto, la nación muestra importantes tensiones estructurales,
que acompañan a la baja del optimismo de los ejecutivos
japoneses.

EEUU, por su parte, es el segundo país más competitivo del
mundo, después de ocupar el quinto lugar en 1992, lo que se
debe a una mayor confianza en los negocios de ese país y a la
relativa competividad de Alemania y Suiza.

La relación de competividad entre las economías mas
desarrolladas del mundo es tan solo uno de los puntos de
contacto entre los dos países, y allí, como en otros aspectos,
existen puntos de acuerdo y de divergencia.

Japón y EEUU están de acuerdo, por ejemplo, en que se
reestructure lo más pronto el Consejo de Seguridad de la ONU,
lo que favorecería el ingreso de los nipones a ese exclusivo
club del poder internacional. Por lo demás, la exigencia
japonesa encaja con su permanente reclamo de potencia política
no solo económica, del mundo.

No hay que olvidar -dicen siempre en Tokio los economistas del
Ministerio de Industrias y Comercio Internacional (MITI)- que
nuestro país es, ahora, el que gira los cheques mas valiosos
en favor de la ONU.

Pero mas difícil que la "política-política", claro, es ponerse
de acuerdo en la política-comercial. Un "pequeño gran
accidente", se interpone en el camino del buen entendimiento:
el inmenso -y ahora crónico- déficit comercial de los Estados
Unidos.

Las cifras son, ciertamente, escalofriantes: en 1989, los
números rojos de EEUU se ubicaron en menos de 45 mil millones
de dólares; en 1992 subió a 50 mil millones y en 1993 el
deterioro comercial norteamericano con los japoneses cerró en
casi 60 mil millones de dólares.

Estos números son razón mas que suficiente para que el gran
empresariado estadounidense haya emprendido en una verdadera
cruzada de presiones sobre la administración Clinton, en busca
de un cambio, pero no solo de las cifras, (que ya sería
bastante) sino, y por sobre todo, de la tendencia, que puede
terminar con una guerra comercial, no descartada por el propio
presidente de EEUU, Bill Clinton.

En este contexto, muchos lectores se preguntarán: ¿y porqué
EEUU aplica la política de efecto retardado en su
confrontación con el Japón? ¿Qué le lleva a una serie de
amenazas al más alto nivel, pero que, finalmente, no se
concretan?

Ocurre que las dos economías están muy entrelazadas (quizá
demasiado, de acuerdo con la visión de algunos empresarios
norteamericanos).

Y así como la política cambiaria del yen afecta directamente a
las finanzas de EEUU -no debemos olvidar que los japoneses
son, ahora, dueños de la mitad de la deuda publica de los
EEUU-, del mismo modo los cambios que decide la Reserva
Federal sacude inmediatamente el comportamiento de las
exportaciones japonesas a los EEUU, por que ese es su
principal mercado.

De ahí que resulte paradójico que ante los desafíos y las
veladas amenazas del presidente Clinton por desatar una guerra
comercial contra Japón, la clase de política y los empresarios
asiáticos respondan, esta vez más seguros y confiados que
nunca, con su ancestral y hasta patológico: "ya veremos que
pasa..."

Los tres vértices de la fricción

Los principales puntos de fricción entre Japón y los EEUU son
tres sectores comerciales claves: automotor, de compañías
aseguradoras y el de licitaciones públicas en
telecomunicaciones y productos médicos.

1. Automóvil.- la cuota japonesa para los vehículos
extranjeros es solo el 3%, la más baja del Grupo de los Siete
(G-7) países mas ricos. Los norteamericanos piden que el
gobierno nipón facilite el ingreso de los vehículos
extranjeros y compre por lo menos el 20% más de componentes de
autos norteamericanos.

Los japoneses responden que el gobierno no pueden imponer a
las marcas nacionales cuotas o acuerdos para importar las
autopartes, Las únicas culpables de la escasa penetración en
el mercado nipón son las mismas marcas norteamericanas de
automóviles, afirman las autoridades de Tokio.

2. Seguros.- Los estadounidenses subrayan que las empresas
extranjeras cubren menos del 2% del mercado nipón, mientras
que en los otros países del G-7 esa cuota oscila entre el 10 y
el 33%. Los japoneses contestan que el mercado norteamericano
no es nada abierto: basta pensar, señalan, que los agentes de
compañías aseguradoras extranjeras deben dejar sus huellas
digitales a las autoridades.

3. Licitaciones públicas.- los norteamericanos dicen que en
Japón la cuota de las grandes empresas de telecomunicaciones
es del 5%. En los países del G-7 oscila entre el 11 y el 35%.

En los productos médicos y para la salud, las cuotas son del
20% en japón y del 40% en Europa. Japón hace notar que el
gigante nacional de las telecomunicaciones NTT es un
conglomerado privado y no recibe órdenes de nadie. respecto
del sector médico, los japoneses señalan que no tienen cuotas
en el mercado de EEUU mientras que controlan a un 42% del
mercado europeo.

Y mientras estas barreras se mantienen infranqueables, el
presidente de EEUU, Bill Clinton, afirmó que espera decidir en
los próximos días las medidas de represalia contra Japón por
mantener cerrado su mercado a la importación de productos
extranjeros.

Clinton dijo que está a la espera de recibir de sus asesores
una "serie de opciones y recomendaciones" antes de tomar una
decisión final tras el fracaso de las conversaciones
mantenidas con el Japón la semana pasada sobre las áreas de
telecomunicaciones, seguros, equipos médicos, vehículos y
repuestos.

El presidente hizo estos comentarios en el transcurso de una
ceremonia en la Casa Blanca durante la que se anunció la venta
de aviones comerciales a Arabia Saudí por el valor de 6000
millones de dólares.

El secretario de Comercio, Ron Brown, declaró a la cadena de
televisión NBC que el gobierno de Clinton está "totalmente
decidido a actuar" contra Japón y advirtió después en la Casa
Blanca de la posibilidad de adoptar duras sanciones.

CARA A CARA FRENTE A FRENTE


Principales estadísticas socio-economicas de Japón y EEUU
(entre 1992 y 1993)

JAPON CONCEPTO EEUU
76.11 años Esperanza de vida 72 años

125 millones Población 253 millones de
de habitantes habitantes

378 mil km2 Area territorial 9.373 millones km2

323 pers./km2 Densidad poblacional 127 pers./km2

27.000 dólares PIB per capita 22.468 dólares

28.6% del PIB Imortancia industrial 21.4% del PIB

64.360 millones Fuerza de trabajo 116.877 millones
de personas de personas

Toyota Principal empresa General Motors
(179 mil millones) (133 mil millones)

44.433 mil Inversión en investigación 157.4 mil
millones y desarrolo millones

274.210 Robots industriales 41.304

18.132 millones producción neta de 84.3 millones de
toneladas métricas acero toneladas métricas

2.743 dólares Exportaciones per capita 1.771 dólares

4.200 dólares Importaciones per capita 2.191 dólares

9.1% Dependencia de las 12.2%
exportaciones

6.6% Dependencia de las 14.3%
importaciones

* Texto tomado de "EL COMERCIO" (p. 12-A)
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en Ciudad N/D

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