Guayaquil. 31 ene 2000. Las obligaciones pendientes de pago se
duplicaron en dos meses. Las tarifas irreales de la energía son
una causa del problema.

A poco menos de un año de haber entrado a operar (en abril de
1999) el mercado eléctrico mayorista, más son las dudas sobre el
sistema que los resultados prácticos.

Representantes del sector temen un posible colapso a causa de los
altos costos que no se pueden cubrir con las actuales tarifas que
pagan los consumidores.

Pero además, se siguen acumulando las deudas al Centro Nacional
de Control de Energía (Cenace), el ente regulador del mercado
mayorista y Transelectric, la empresa de transmisión de energía.

Desde abril de 1999, cuando se suponía que el mercado se
autorregulaba, las empresas eléctricas de distribución empezaron
a acumular deudas por la energía comprada a las plantas de
generación. Hasta septiembre del año pasado los pagos pendientes
representaban el 54 por ciento del total a pagar, y equivalía a
785 mil millones de sucres.

Según las últimas cifras del Consejo Nacional de Electricidad
(Conelec), a noviembre de 1999, las obligaciones atrasadas
alcanzaron el 65,5 por ciento del total facturado, equivalente
a 1,7 billones de sucres.

La Empresa Eléctrica del Ecuador (Emelec) es la que más adeuda:
692 mil millones de sucres, que representa el 41 por ciento del
total de obligaciones en mora.

De ahí que el ex presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos
y Electrónicos, José Pileggi, señala que el sector generador
enfrenta un posible "estiaje financiero".

El nuevo esquema de dolarización daría más estabilidad a las
tarifas que actualmente se cobran en sucres, ya que más del 80
por ciento de los insumos que utiliza el sector eléctrico son
importados, entre equipos, maquinarias y redes de distribución.

Pileggi ve una amenaza adicional: que otras empresas sigan el
ejemplo de Emelec, de acudir a un recurso de amparo para dejar
sin piso la intervención que hizo el Conelec a mediados de
diciembre pasado y que hasta la fecha no se efectiviza. De no
arreglarse el problema de Emelec, todo el sector peligra, por el
peso que tiene esta empresa, dice Diego Pérez, miembro de la
Cámara Ecuatoriana del Sector Eléctrico.

Pero Luis Vintimilla, director ejecutivo del Conelec no cree que
esta sea una estrategia que sigan otras distribuidoras
intervenidas. Algunas ya están haciendo sus pagos y "en términos
generales hay esfuerzos por tratar de cumplir". La Empresa
Eléctrica Regional del Sur (Loja), por ejemplo, está al día y se
la sacó del sistema de intervención. La Centrosur de Cuenca
también, igual que la Empresa Eléctrica de Azogues, dice.

Un argumento para que las empresas eléctricas no paguen sus
deudas es la tarifa que cobran por el servicio a los usuarios,
que no es suficiente para cubrir los costos. Vintimilla dice que
el Conelec tendría en año y medio tarifas reales de electricidad.

Para Ricardo Otero, del área de planificación de la Empresa
Eléctrica Regional Guayas- Los Ríos (Emelgur), el problema es
básicamente financiero. En septiembre, por ejemplo, Emelgur
compró energía por 44 mil millones de sucres, pero vendió a 26
mil millones, de los cuales recaudó 19 mil.

Actualmente las tarifas que paga el consumidor están en alrededor
de 3 centavos de dólar el kilovatio-hora, mientras el costo para
el distribuidor tiene un valor mínimo de 6 centavos de dólar y
un máximo de 8,7 centavos de dólar, incluyendo los pagos a las
generadoras de energía, costos de transmisión y otros por
pérdidas y acuerdos contractuales del Estado.

Para Pileggi, en no más de seis meses se producirá un colapso en
parte de la cadena eléctrica, al estar las generadoras sin
capital de trabajo por la acumulación de cuentas por cobrar a las
distribuidoras.

Para Carlos Ramírez, actual presidente del Criel el problema
financiero nace desde que las empresas distribuidoras no habían
estado preparadas para ingresar al mercado eléctrico mayorista
ya que nacieron como sociedades anónimas "sin capital de trabajo
para operación y con cuadros que no estaban enseñados a la
gestión administrativa".



Las tarifas deben ser reales

La venta de acciones de las empresas eléctricas del país con la
apuesta de capital extranjero no está a la vuelta de la esquina.
Con respecto a cuánto valen estos activos, Salomon Smith Barney,
el banco de inversión extranjero, encargado de hacer este
trabajo, todavía no se pronuncia y se espera que en el segundo
semestre del presente año se concreten las ventas, según señaló
Alfredo Mena, presidente del Conelec.

Sin embargo, para el presidente del Criel, Carlos Ramírez, no es
el mejor momento para pensar en una venta total de activos, por
la poca valoración que le daría el mercado internacional. Su
posición es que se haga una venta parcial, y dejar una buena
parte del paquete accionario para cuando el país se encuentre en
mejores condiciones económicas. Con la privatización lo que sí
se aceleraría es la fijación de las tarifas a precios reales. "Si
las tarifas no están a precios reales ningún inversionista querrá
invertir", dice Ricardo Otero de Emelgur.

Esta posición no es compartida por José Luis Llordén, miembro de
la Cámara Ecuatoriana del Sector Eléctrico. Los inversionistas
apuestan a largo plazo y se puede trabajar un tiempo con tarifas
irreales. "Lo importante es tener reglas claras de juego". (Texto
tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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