María sintió necesidad de ver a su esposo. A las 18:30 llegó hasta el pasaje Los Cactus, al norte de Quito, en donde trabajaba como guardia de seguridad de las residencias del sector.
Se asustó al mirar varios carros de la Policía ubicados en una esquina de la avenida Diez de Agosto, caminó por la vereda en la que dos automóviles tenían destrozados los vidrios y viró a la izquierda para dirigirse hasta la caseta en donde permanecía su esposo. A pesar de que su corazón latía en forma acelerada, nunca imaginó que su compañero, Fabián Collahuazo Bonilla, de 27 años, y con quien procreó dos hijos, se encontraba muerto, a consecuencia de un tiro en el pecho. No hizo nada más que llorar y acompañarlo hasta el miércoles pasado, cuando fue enterrado.
Aquella noche, siete sujetos armados intentaron asaltar el local de Teojama Comercial y cuando se fugaban, abrieron fuego, tres balas impactaron en el vidrio de la caseta de Fabián, quien falleció a los pocos minutos.
Ladrones se llevan más de $11 millones de los domicilios
Un sargento de la Policía gana al mes un promedio de $400, depende de los años de servicio.
La colcha verde, el pequeño televisor y algunas anotaciones que había hecho la víctima fueron recogidas por la vecina Cecilia Bolaños, quien temblorosa y con la voz agitada no acababa de comprender lo que había pasado. "Parecía que las balas pegaban en la puerta. Yo les pedí a mis hijos que no salieran y que se escondieran. Mi esposo miró hacia afuera y luego salió. Fue cuando nos enteramos del asalto y de la muerte del muchacho". Otra mujer lloraba y no dejaba de repetir: "Estos son unos malditos".


Policía desarmado persigue a delincuentes

A sus 36 años y con 16 de servicio en la Policía Nacional, Wilson Moposita, luego de 40 minutos de persecución por las calles del norte de Quito, capturó a un delincuente, quien acompañado de tres "compinches" más, a bordo de una moto, se llevaban $2 500 que le fueron arrebatados minutos antes a Mercedes Gamboy, cuando salía del banco. Era el 3 de septiembre.
Ese día, su misión era hacer varios trámites en su calidad de mensajero motorizado de la unidad Centro Oriente. Al llegar a la avenida Seis de Diciembre y La Niña un grupo de personas le comunicó que cuatro hombres habían robado una cartera y se habían fugado con rumbo a La Floresta.
Desprovisto de armas y del chaleco antibalas, pero con coraje y valentía, emprendió la persecución. "En ese momento pensé con cabeza fría y dije que era la oportunidad de demostrarme a mí mismo que se puede enfrentar a la delincuencia, pese a la falta de logística", comenta.
Uno de los ladrones se lanzó de la moto, los tres restantes se detuvieron en la avenida Diez de Agosto, el que llevaba la cartera se bajó, tenía un revólver calibre 38, era colombiano. Con audacia, Moposita desarmó al delincuente y recuperó el "botín". Minutos después llegaron los refuerzos pese a su reporte por la radio. "Falla la logística", insiste.
Ahora se lo ve armado, pero pensativo, "en esos instantes me olvidé de todo, hasta de mi familia", comenta. (PC-GV)
El número de denuncias recibidas en Pichincha, entre enero y julio de 2002 es de 18 342. A diario se receptan cerca de 85.
Pichincha registra el mayor porcentaje de denuncias en la Policía Judicial, con un 34%, de un total de 53 228 recibidas a escala nacional, de enero a julio. Le sigue Guayas.
Los delitos contra la propiedad y contra las personas encabezan las estadísticas. Dentro de estas, los robos a domicilios, de autos y los asaltos a personas son los más comunes.


Muertes y robos son la tónica de septiembre

El domicilio del embajador de Bolivia también fue asaltado

4 de septiembre, 16:57.- Fu Li Ching y Zhu Shi Kiu circulaban por la avenida Amazonas y Río Coca. Fueron interceptados por tres sujetos armados, quienes se robaron $20 mil, una pistola marca Bereta y un celular.
6 de septiembre.- El taxi huyó después que sus ocupantes mataron con dos disparos en la cabeza a un joven de 25 años, en la avenida Alonso de Angulo.
7 de septiembre.- Utilizaron el sistema de estruche para asaltar un local de comidas en el sur. Se llevaron electrodomésticos.
8 de septiembre.- El cadáver de Rubén Darío Zambrano, de 38 años, fue encontrado en Pifo. Murió a consecuencia de un disparo.
9 de septiembre, 08:30.- A un local de venta de cemento, ubicado en Guamaní ingresaron varios hombres identificados como miembros del Ejército. Amenazaron de muerte a quienes se encontraban en el lugar y se sustrajeron $7 mil en efectivo, dos filmadoras, un lote de joyas y una cámara fotográfica.
9 de septiembre, 16:22.- El cuerpo de una mujer de 40 años, que vestía saco beige y falda café fue encontrado entre unos matorrales. Un trozo de tela azul estaba fuertemente atado a su cuello.
10 de septiembre.- Margarita Moreno circulaba por la avenida Amazonas y Pinto. Dos sujetos armados que iban a bordo de una moto le robaron $15 mil.
14 de septiembre.- Miguel David Tasiguano, de 25 años, murió por varios impactos de bala en su cuerpo. (PC)


Hábeas corpus: 9 535 pedidos en dos años

Se cuestiona la acción de los jueces que no emiten sentencia

En la Alcadía de Quito se recibe un promedio de 100 pedidos de hábeas corpus a la semana, de los cuales un 4% correponde, entre otros, a robos, abuso físico y falta de documentos. El 96% restante es por narcotráfico, violación y asesinatos, ""la mayoría de ellos son negados y enviados al juez para que dicte la sentencia" explica Efrén Cocíos, vicealcalde del Distrito Metropolitano.
El proceso de hábeas corpus está considerado en la Constitución de la República y establece que todo individuo que se sienta ilegalmente detenido o privado de su libertad tiene derecho a solicitarla mediante este recurso, sea el delito leve o grave, siempre y cuando tenga la orden de prisión por parte del juez competente. Se realiza una audiencia, y 24 horas después de la declaración se emite la resolución. Reyes Torres, acusado de narcotráfico, fue uno de los que se acogió a este derecho, pero se negó la petición.
Cocíos cuestiona la acción de los jueces que no sentencian, razón por la que cerca de tres mil presos salieron de la cárcel, según lo dispone la Ley. (PC)


Los barrios En el Comité del Pueblo hay robos

Martha Villegas vive en la zona 8 del Comité del Pueblo, al norte de Quito. Tiene temor de salir de su domicilio porque afirma que los delincuentes abundan y se apoderan de las calles del sector. ""Es imposible caminar pasadas las 20:00 porque somos objeto de asaltos que cometen grupos de jóvenes. Ellos se reúnen en las esquinas y, bajo amenazas, despojan de sus pertenencias a los transeúntes. No existe un buen control policial en el lugar"". (NJ)

Los asaltos continúan en La Bota

"Al barrio La Bota se lo identifica como zona "roja" por los constantes asaltos y robos que se cometen en este lugar"", dice Karina Zhunaula, moradora del sector. Sin embargo, reconoce que desde la instalación de las alarmas comunitarias en algunas calles los robos han disminuido, por lo menos en los domicilios. Sin embargo, la presencia de las pandillas es otro tema que le preocupa. ""Muchos jóvenes incluso están armados"", expresa. (NJ)

Operativos de control, con pocos resultados

Cinco oficiales y 50 policías del Regimiento Quito número uno salen a control

El jueves a las 24:30, la avenida Mariana de Jesús estaba casi desierta, solo unos pocos vehículos circulaban por el sector. Cuatro grupos de policías suben a bordo de las camionetas y llegan hasta el sector de La Mariscal, este es el lugar escogido para el operativo de la noche. No tienen una lista de los barrios específicos que se van a visitar, lo hacen al azar.
El objetivo es verificar si en los sitios de diversión y casas de tolerancia se encuentran menores de edad o se vende droga.
El bar Night Cat, que se encuentra en la avenida Amazonas y Orellana, es el primer sitio. Los policías logran ingresar a pesar de la resistencia de los propietarios. Una mirada por los alrededores, unas cuantas credenciales y culmina la inspección en el lugar.
La misma labor se realiza en los bares Tijuana, ubicado en la Reina Victoria y Santa María, y en la Bodeguita de Cuba. Los jóvenes que transitan en vehículos o a pie también son requisados. Después de una hora no pasa nada porque estos sitios son conocidos y, por lo tanto, cuentan con todos los permisos de funcionamiento.
Son cerca de las 02:00, y en el centro de diversión 611, ubicado en las calles Jorge Washington y Juan León Mera, se detiene a cinco jóvenes colombianas. No poseen documentos ni permiso de trabajo. Son trasladadas hasta el Centro de Detención Provisional. El control continúa en la esquina de las avenidas Amazonas y Colón, 15 policías se encargan de revisar los taxis, vehículos con más de cuatro personas y aquellos considerados sospechosos. No se detiene a nadie, pero los conductores protestan. Afirman que ""se los trata como delincuentes, cuando estos se hallan en otro lado". (NJ)

Entre enero y julio se presentaron 2 303 denuncias de robos a casas y departamentos, con un promedio de $5 000 en pérdidas, lo que significa un total de $11 515 000.

La Policía detuvo a 1 869 presuntos delincuentes en lo que va de 2002, lo que representa el 15% del total de detenidos. Mientras que en Guayas se superó el 30%.

Solo en julio se recibieron 2 470 denuncias en Pichincha, lo que significa el 31% del país. También se detuvo a 253 personas por varias causas, en especial por robos.


"La violencia promueve una relación basada en la inseguridad, desamparo..."

En 1999, la tasa de homicidios en Quito llegó al 18% y, junto con la de Guayas, constituyen las más altas que se registran en el país

"Luis Patricio Vargas fue detenido el miércoles pasado en Puembo por haber asesinado a su madre, de 56 años. A María Francisca Landázuri se la encontró estrangulada". Según el penalista Fabián Guerrero, este y otros hechos demuestran que Quito vive una época de violencia extrema debido a diversas causas.
Entre las razones que considera influyentes menciona la actitud de las personas, el maltrato físico, mental y espiritual que reciben de los demás, la falta de educación y, sin duda, la pobreza.
Edison Palomeque, en el libro Seguridad ciudadana, ¿espejismo o realidad?, editado por la Flacso, menciona que "las violencias sociales son un fenómeno fundamentalmente urbano que promueve un nuevo tipo de relación de la población basado en la inseguridad, desamparo, agresividad, autodefensa".
Otra característica importante de la violencia es su relación directa con los hombres. "Frecuentemente, esto es planteado más para demostrar el carácter de agresores de estos, sin considerar que, al mismo tiempo, son las principales víctimas"".
Añade que por este motivo se reducen los espacios y los tiempos de convivencia social, afectando de manera directa el sentido de ciudadanía. "Además se debe considerar que la violencia social no solo limita los derechos de las personas, sino que, incluso llega a eliminarlos", sin embargo, "no se justifica que se implementen métodos violentos" como la represión por parte del Estado, ni justicia por las propias manos de la ciudadanía. (PC-PV)


Las casas, autos, personas y locales comerciales, en la mira de los antisociales

Según la Policía, en Quito existen 3 180 uniformados operativos. Para 2005 se prevé contar con 5 500, distribuidos en las diversas zonas

Una banda de delincuentes colombianos que se dedicaba al robo de casas y departamentos fue capturada por la Policía en días pasados, cuando asaltaban un domicilio en el norte de la ciudad.
Según el coronel Juan Albarracín, jefe de la Policía Judicial, en declaraciones a un canal de televisión, existe preocupación por el incremento de hechos delictivos en la capital ejecutados por extranjeros.
Por su parte, el coronel Carlos Calahorrano, jefe del comando del Distrito Metropolitano, menciona que en el caso de Quito, los delitos más comunes y en donde se registra un incremento son los robos a domicilios, con un promedio de $5 000 en pérdidas, asaltos en la calle, "muchos realizados con violencia. Cuando la víctima opone resistencia, lo asesinan", dice Calahorrano.
Afirma que la Policía "está preparada para enfrentar los hechos delictivos, aunque mucho tiene que ver el factor "sorpresa". "No sabemos en qué lugar van a operar y la congestión de tránsito también retarda la presencia. Lamentablemente no siempre podemos prever los hechos".
Ante esto, "todas las estrategias que utilicemos son buenas, pero ninguna es suficiente por la situación de inseguridad que vive la ciudad. No podremos reducir los índíces delictivos solo con la acción de la Policía, considerando las leyes vigentes en el Ecuador".
La Policía advierte que las organizaciones delictivas conocen esta situación y trabajan en equipo, cuentan con equipos y armas, lo que hace que se los encuentre de nuevo en las calles. (PC)


El trámite legal favorece a los infractores

Los datos de los casos atendidos por la Fiscalía están en proceso

Los problemas empiezan en la Policía Judicial, continúan en la Fiscalía y terminan en los Juzgados.
Todos coinciden en que una de las trabas para que se juzgue a los delincuentes está en el Código Penal, que exige la prueba y la ratificación de la denuncia; caso contrario, no se puede detener al infractor. Otro obstáculo es la demora en el trámite de la orden de encarcelamiento o de libertad por parte de los jueces, ante lo cual la Fiscalía no puede proceder, mientras en la Policía se acumulan los detenidos, que luego son puestos en libertad.
También la Policía menciona que en el caso de los acusados exigen que los detenidos deben ingresar con boleta constitucional, pero no existe una Comisaría de turno que funcione las 24 horas en el Centro de Detención Provisional para que analice el delito de acuerdo con el parte policial y emita el documento.
En el caso de la ratificación de esto, las personas afectadas por robos o asaltos no lo hacen por miedo a las represalias que pueden sufrir, ya que en la mayoría de los casos son amenazados. Los antisociales son puestos en libertad a las pocas horas. (PC)


Los barrios "En La Ofelia pagamos un "peaje""

""Por lo menos dos veces a la semana tengo que pagar un "peaje" en el sector de la avenida de La Prensa, en la esquina del mercado de La Ofelia"", dice Mauricio Pérez, estudiante de 19 años. Esta "contribución" la hacen quienes transitan por el lugar pasadas las 22:00, para evitar que los antisociales les quiten sus pertenencias. Mauricio colabora con $0,50, porque tiene que pasar obligatoriamente por el lugar al regreso de la universidad. (NJ)

Quejas en la plaza de Santo Domingo

La delincuencia y la prostitución han aumentado en el sector de Santo Domingo, en el centro de Quito, expresa Juan Maula, quien tiene un negocio en el sector. ""Las trabajadoras sexuales se ubican en las veredas de los establecimientos. Esto impide que los clientes puedan ingresar a los locales con tranquilidad y, por ende, perjudican las ventas de los negocios. (NJ)


ANALISIS
El negocio de la inseguridad debe terminar lo más pronto posible


La delincuencia y la inseguridad son un gran negocio para mucha gente: para ciertos policías, fiscales, amanuenses y jueces corruptos, en primer lugar. Luego están los mismos delincuentes que actúan porque saben que un porcentaje de sus atracos lo destinan a coimar y chantajear a los funcionarios judiciales y policiales.
Y, con el dolor del alma, es un negocio para las empresas de seguridad, de alarmas y servicios, que apuntan a garantizar cierta tranquilidad en los hogares ecuatorianos.
Es decir, se trata de un negocio que no conviene dejar de lado. ¿Cómo viviría, por ejemplo, la capital si se reduce al mínimo la inseguridad? ¿De qué vivirían algunos policías, jueces, guardias y "empresarios" de la seguridad si el presupuesto mensual no solo se planificara basándose en el pésimo sueldo (que dicen recibir del Estado) sino en esos "extras" regulares?
¿Podrían todos estos personajes corruptos darse el lujo de ir a la playa, a las discotecas o bares, usar los trajes y vehículos de buena marca solo con su salario?
Y parece que ese negocio crea el círculo virtuoso para que toda la ciudadanía tenga que trabajar más para asegurar la propia vida y la de sus parientes. Hay quienes aconsejan que en los gastos de la canasta básica, que publica el INEC, se debe incluir lo que cada familia invierte para asegurar su vida y sus propiedades.
Los vecinos de Pichincha, como consta en este informe, viven pendientes de que las instituciones responsables den una respuesta al fenómeno creciente de la crueldad con la que actúan los atracadores, secuestradores, robacarros y ladrones de casas. ¿Qué respuesta reciben? Lo mismo de siempre: "nos faltan recursos". Sin embargo, en estos días se ven más policías en las esquinas (pero no por las noches), más carros nuevos pintados como patrulleros y otros estacionados en la cancha de fútbol del Rancho San Vicente. Todo eso sin contar aquellos que están al servicio de los altos oficiales.
Ante el riesgo de perder la vida o los bienes, producto del trabajo de años, toda respuesta oficial que señale que se hacen todos los esfuerzos posibles se queda corta.
Por el efecto y estadísticas, parecería que la delincuencia es todopoderosa o en ella actúan cientos de personas.
Todos sabemos que son pequeños grupos que atemorizan a una gran mayoría, pero se sienten seguros de su accionar porque la justicia, en general, es contemplativa antes que preventiva.
Hay que respaldar a las instituciones, es cierto; pero también hay que señalar los errores de sus miembros. No todos forman parte de la corrupción e impunidad.
Quienes colaboran, directa o indirectamente, con la delincuencia, son los que determinan que la situación actual sea desesperante. Y los primeros en denunciar los errores son las cabezas de cada institución. Por ahora no hay manera de justificar que se agudice la violencia o que las crueldades pasen a ser parte de la rutina. (OP)
(BLANCO Y NEGRO 21 DE SEPTIEMBRE DE 2002)


EXPLORED
en Ciudad Quito

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