Guayaquil. 26.12.94. El ministro de Energía y Minas, Gustavo
Galindo, falleció ayer en un lamentable accidente de tránsito
cuando se dirigía hacia Santa Elena conduciendo un vehículo
particular.

El accidente ocurrió a la altura de la vía Zapotal-Santa Elena
aproximadamente a las siete de la mañana, siendo hallado el
cadáver del secretario de Estado alrededor de las 11H30 por un
patrullero que realizaba su recorrido de rutina por la zona.

El cuerpo se encontraba solo en el vehículo. Informes médicos
posteriores determinaron que Gustavo Galindo murió
instantaneamente. Se presume que el vehículo en el que viajaba el
ministro se volcó

Sus restos fueron trasladados a la morgue de Santa Elena.

Alrededor de las 13H00 autoridades de las ESPOL se enteraron de
la tragedia, dando aviso inmediatamente a los familiares del
occiso, quienes viajaron hasta la Península para realizar el
reconocimieto del cadáver y las diligencias para su posterior
traslado hasta Guayaquil.

El rector de la ESPOL, Nelson Cevallos quien se encontraba en
Manta, también se trasladó a Santa Elena y junto a los familiares
de Galindo llevaron en helicóptero el cuerpo del alto funcionario
hasta los patios del hospital Luis Vernaza. Luego fue trasladado
al Aula Magna de la ESPOL para velarlo y rendirle el último
homenaje.

Se desconoce hasta el momento los motivos del viaje del ministro
hacia la Península.

Gustavo Galindo asumió su cargo el 26 de octubre de este año y es
el segundo secretario de Estado que muere en la época navideña.
El anterior fue Pedro Zambrano, ministro de Información y
Turismo, fallecido en un accidente aviatorio en diciembre de
1992.

UNA GESTION MARCADA POR LA POLEMICA

Los términos de administración del oleoducto desde su próxima
ampliación, la adjudicación de campos marginales de Petroecuador
y el cuestionado Reglamento de Electrificación fueron temas en
los que Galindo tomó parte decisoria durante su gestión, marcada
por consecutivos llamados de consulta al Congreso.

Desde su asunción al cargo Galindo anunció cambios en el proyecto
de ampliación del oleoducto que se concretaron hace pocos días en
un traspaso con tarifas claras y beneficios compartidos por
Petroecuador y la eventual Contratista, que sustituyeron en las
bases de licitación a un traspaso total que solo beneficiaba a la
Contratista. Con ello el gobierno intentó obtener un consenso
alrededor del polémico proyecto.

En pocos días, según estaba previsto, Galindo debía hacer la
declaratoria de marginalidad a campos de Petroecuador para que
pasen a ser operados por la empresa privada a través de un
proceso de licitación. Se esperaba que únicamente ocho de la
lista provisional de diez campos entraran al proceso aunque solo
dos de ellos reunirían las condiciones de marginalidad definidas
por el Ministerio de Energía.

Otro polémico tema esperaba un primer desenlace, pues sectores
opuestos a la idea cuestionan que el Estado, sobre el argumento
de carencia de recursos fiscales, ceda más espacio al sector
privado en un campo en el que es eficiente.

Ante la imposibilidad del gobierno de lograr la aprobación en el
Congreso de una nueva ley de electrificación que viabilizara la
intervención privada en la generación y distribución de energía
eléctrica, el gobierno decretó el reglamento de electrificación
que recibió una radical oposición del sector privado,
especialmente guayaquileño, que discrepó con las condiciones de
competencia con la empresa estatal de electrificación. La
empresa privada está interesada en un sistema que le brinde
garantías en cuanto a tarifas y mercado que le asegure una alta
rentabilidad durante todo el año. Tras fuertes presiones al
ministro miembros del sector privado anunciaron que conseguirían
la derogatoria de dicho reglamento.

Galindo cambió la mayoría de miembros del Consejo de
Administración de Petroecuador, nombrando a experimentados
funcionarios de carrera en la industria petrolera. El Consejo
colocó recientemente como nuevo gerente de Petrocomercial, la
filial en los primeros lugares en la anunciada hilera de
privatizaciones, a un connotado ingeniero naval ligado a la
Escuela Politécnica del Litoral, ESPOL. Galindo y sus más
cercanos colaboradores de la ESPOL son conocidos por una posición
tecnocrática ligada a poderosos grupos económicos del puerto
principal.

GALINDO: UNA DECADA DE VIGENCIA

El ministro Gustavo Galindo, fue un hombre ampliamente conocido
en el mundo académico del país, cuyas actuaciones públicas en
funciones de gobierno, sin embargo, generaron mucha polémica.

Entre 1993 y 1994, durante el régimen del entonces presidente
Oswaldo Hurtado, el ministro fallecido ocupó ya la que entonces
se denominaba cartera de Recursos Naturales, cuyo ámbito
principal era también el manejo de la política petrolera y de
electrificación del Gobierno.

En aquel período le correspondió notificar a la entonces empresa
norteamericana EMELEC la finalización del contrato con el estado
Ecuatoriano, en 1985.

No obstante, en 1992, poco antes de que finalice su gestión el
gobierno anterior, fue uno de los miembros del tribunal de
arbitraje que emitió un fallo que favoreció a dicha empresa en el
litigio por la definición del justo precio de los activos de esa
compañía, para efectos de una eventual compra de los mismos por
parte del Estado.

Ahora, durante su gestión como ministro de la misma cartera,
enfrentaba la disyuntiva de asumir la posición que asumió como
árbitro, o acogerse a las cifras que tienen Petroecuador e INECEL
sobre la deuda de EMELEC, lo que, según algunos expertos, le
habrían llevado a conclusiones diferentes.

En el área petrolera, durante su primer gestión como titular del
área hidrocarburífera, Galindo enfrentó un juicio penal por haber
dejado que permanezcan en manos de Texaco los campos Coca,
Cononaco, Culebra, Dureno y Yulebra, que debieron haber revertido
a la entonces empresa petrolera estatal CEPE, en 1984.

Galindo, un ingeniero eléctrico que estudio en la desaparecida
República Democrática Alemana, fue también rector de la Escuela
Politécnica del Litoral.

Actualmente enfrentaba un llamado a interpelación del bloque
roldosista, al que se aprestaban a sumarse los legisladores Italo
Ordoñez, de la Izquierda Democrática y Xavier Neira y Marco
Flores, del Partido Socialcristiano, por el proceso licitatorio
seguido para ampliar la refinería de Esmeraldas y el proyecto de
ampliación del oleoducto Transecuatoriano. (5A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 26/Diciembre/1994

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el