LA UTOPIA DE LOS PLANES DE GOBIERNO
Quito. 17.11.91. "Los planes de gobierno que se presentan en
la campaña son un simple saludo a la bandera", subraya Alberto
Acosta, y éste parece ser el sentimiento generalizado después
de muchas promesas electorales, de ofertas sin cumplir y de
una situación económica que se agrava. Al respecto muchas
preguntas surgen: ¿Son los planes de gobierno únicamente un
trampolín para llegar al poder? ¿Dónde quedan las promesas de
desarrollo y justicia social de las campañas? Después de tres
gobiernos democráticos de corrientes ideológicas diferentes,
que han afrontado un período de crisis, los ecuatorianos se
preguntan cuáles han sido las diferencias reales en el manejo
del Estado. El plan de gobierno: ¿una utopía?
Si se toman como referencia los programas de gobierno, en
síntesis todos tienen planteamientos generales muy similares.
Los partidos que han estado en el poder ofrecieron antes de
llegar al poder, bajo diferentes matices, la misma cosa:
bienestar para los ecuatorianos. ¿Qué es lo que impide que los
planes de gobierno se lleven a cabo? ¿Los políticos tienen
mala voluntad al proponer cosas que saben que no van a poder
cumplir? Según especialistas consultados por HOY, hay varias
causas para que estos planes no se puedan llevar a cabo.
Alberto Acosta, por ejemplo, asegura que no hay consistencia
ideológica, inclusive en los partidos más organizados, y que
al interior de ellos existe aún el caudillismo. Para Simón
Pachano, sociólogo, es un problema la concepción misma de los
planes, construidos de manera muy abstracta. "En los planes se
ofrecen muchas cosas, pero no se especifica cómo se las va a
realizar", dice.
Pero los dos especialistas coinciden en señalar como el gran
enemigo de los planes de gobierno la crisis económica. Un
monstruo que está presente y crece desde 1981, año del
conflicto de Paquisha.
Esto hace que los estadistas "gobiernen dentro de un túnel
dado por la crisis económica y por las condicionalidades de
los organismos internacionales. No hay espacio de acción. No
hay ni la capacidad, ni la creatividad para salir de ese
túnel. A lo más, podemos ser ágiles dentro de él", afirma
Acosta. Es decir, los últimos tres gobiernos han sido
administradores de la crisis, una tarea primordial a la que
tienen que dedicarse, por la coyuntura internacional y por ser
la única manera en que se puede mantener cierto equilibrio en
la política interna.
La misma farmacia
Los presidentes que nos han gobernado durante los tres últimos
períodos han pertenecido a partidos ideológicamente opuestos.
Sin embargo las grandes líneas de gobierno, sobre todo en el
aspecto económico, son continuas. "Esto es porque el enfermo
tiene una sola farmacia, y ahí le dan los mismos remedios".
Los tres gobiernos han presentado al FMI, Frente Monetario
internacional, cartas de intención en las que no hay
verdaderas diferencias; lo mismo sucede con las cartas de
desarrollo al Banco Mundial.
En estas cartas de intención ya viene implícito un esquema
económico de gobierno, y las "recetas" del FMI. Las medidas de
ajuste son siempre muy precisas: liberalización creciente de
la economía, minimización del rol del Estado, eliminación de
subsidios, mayor relevancia de los organismos monetarios.
Entonces, bajo estilos diferentes se han aplicado las mismas
recetas. "El modelo de desarrollo es el mismo, pero dentro de
ese modelo existen ciertas opciones. Lo que varia es el tipo
de compensaciones sociales que se hacen a las clases más
desfavorecidas, que son las más afectadas por las medidas de
ajuste", subraya Pachano.
Una cosa es con violín...
"De buenos planes de gobierno está empedrado el infierno".
Efectivamente se puede afirmar esto, pues la realidad
ecuatoriana contrasta con los planes de gobierno aunque, claro
está, como dicen "una cosa es con violín, y otra con
guitarra". Y, hay que admitir, la realidad se impone, hoy, con
más tozudez que nunca a las legítimas aspiraciones políticas y
sociales que recogen los partidos en sus programas.
Si los programas se realizarían, el Ecuador sería actualmente
un modelo de desarrollo. Este contraste es evidente en ciertos
planteamientos y en algunos ofrecimientos de los partidos
políticos que han ejercido el poder del Estado:
- Democracia Popular
En su plan sobre la política de salud y de seguridad social,
dice, por ejemplo: "Especial énfasis se pondrá en las obras de
saneamiento ambiental, en forma tal que no haya un solo cantón
ni ciudad sin alcantarillado y agua potable"...
"Como una medida adicional se hace necesario modificar
planificadamente la estructura de nuestras importaciones y
reducir el volumen y valor total de las mismas, con el fin de
ahorrar las divisas que se preverán escasas. Esta política
estará íntimamente relacionada con la nueva orientación que
se dará a la industrialización, con los resultados que
obtengamos en nuestra política de desarrollo agropecuario,
tendiente al autoabastecimiento de alimentos y con la
reducción sistemática de la importación de artículos de
consumo considerados como suntuarios o simplemente
improductivos"
- Partido Social Cristiano
En el capítulo referente a la administración pública ofrece,
por ejemplo, una "erradicación del concepto de cargo político
como premio por colaboración política".
En cuanto a la educación se dice que habrá erradicación del
analfabetismo" y "garantía de la educación primaria y
secundaria de todos los ecuatorianos".
En política interna el PSC asegura: "El gobierno debe
considerar el diálogo como el medio idóneo para prevenir
conflictos sociales y políticos. El respeto de las garantías
constitucionales ..."
- Izquierda Democrática
En el capítulo referente a la reactivación económica con
"criterio nacional y democrático", se promete:
"Propiciar un nivel de ingresos más altos y un acceso
creciente a los servicios básicos para las grandes mayorías de
la población, tanto urbanas como rurales".
"Frente a la crisis es un imperativo moral y ético, además de
una obligación económica y social, reducir sustancialmente el
desempleo y subempleo como forma que permita a la sociedad
ecuatoriana reactivar la economía". (3A)
Quito. 17.11.91. "Los planes de gobierno que se presentan en
la campaña son un simple saludo a la bandera", subraya Alberto
Acosta, y éste parece ser el sentimiento generalizado después
de muchas promesas electorales, de ofertas sin cumplir y de
una situación económica que se agrava. Al respecto muchas
preguntas surgen: ¿Son los planes de gobierno únicamente un
trampolín para llegar al poder? ¿Dónde quedan las promesas de
desarrollo y justicia social de las campañas? Después de tres
gobiernos democráticos de corrientes ideológicas diferentes,
que han afrontado un período de crisis, los ecuatorianos se
preguntan cuáles han sido las diferencias reales en el manejo
del Estado. El plan de gobierno: ¿una utopía?
Si se toman como referencia los programas de gobierno, en
síntesis todos tienen planteamientos generales muy similares.
Los partidos que han estado en el poder ofrecieron antes de
llegar al poder, bajo diferentes matices, la misma cosa:
bienestar para los ecuatorianos. ¿Qué es lo que impide que los
planes de gobierno se lleven a cabo? ¿Los políticos tienen
mala voluntad al proponer cosas que saben que no van a poder
cumplir? Según especialistas consultados por HOY, hay varias
causas para que estos planes no se puedan llevar a cabo.
Alberto Acosta, por ejemplo, asegura que no hay consistencia
ideológica, inclusive en los partidos más organizados, y que
al interior de ellos existe aún el caudillismo. Para Simón
Pachano, sociólogo, es un problema la concepción misma de los
planes, construidos de manera muy abstracta. "En los planes se
ofrecen muchas cosas, pero no se especifica cómo se las va a
realizar", dice.
Pero los dos especialistas coinciden en señalar como el gran
enemigo de los planes de gobierno la crisis económica. Un
monstruo que está presente y crece desde 1981, año del
conflicto de Paquisha.
Esto hace que los estadistas "gobiernen dentro de un túnel
dado por la crisis económica y por las condicionalidades de
los organismos internacionales. No hay espacio de acción. No
hay ni la capacidad, ni la creatividad para salir de ese
túnel. A lo más, podemos ser ágiles dentro de él", afirma
Acosta. Es decir, los últimos tres gobiernos han sido
administradores de la crisis, una tarea primordial a la que
tienen que dedicarse, por la coyuntura internacional y por ser
la única manera en que se puede mantener cierto equilibrio en
la política interna.
La misma farmacia
Los presidentes que nos han gobernado durante los tres últimos
períodos han pertenecido a partidos ideológicamente opuestos.
Sin embargo las grandes líneas de gobierno, sobre todo en el
aspecto económico, son continuas. "Esto es porque el enfermo
tiene una sola farmacia, y ahí le dan los mismos remedios".
Los tres gobiernos han presentado al FMI, Frente Monetario
internacional, cartas de intención en las que no hay
verdaderas diferencias; lo mismo sucede con las cartas de
desarrollo al Banco Mundial.
En estas cartas de intención ya viene implícito un esquema
económico de gobierno, y las "recetas" del FMI. Las medidas de
ajuste son siempre muy precisas: liberalización creciente de
la economía, minimización del rol del Estado, eliminación de
subsidios, mayor relevancia de los organismos monetarios.
Entonces, bajo estilos diferentes se han aplicado las mismas
recetas. "El modelo de desarrollo es el mismo, pero dentro de
ese modelo existen ciertas opciones. Lo que varia es el tipo
de compensaciones sociales que se hacen a las clases más
desfavorecidas, que son las más afectadas por las medidas de
ajuste", subraya Pachano.
Una cosa es con violín...
"De buenos planes de gobierno está empedrado el infierno".
Efectivamente se puede afirmar esto, pues la realidad
ecuatoriana contrasta con los planes de gobierno aunque, claro
está, como dicen "una cosa es con violín, y otra con
guitarra". Y, hay que admitir, la realidad se impone, hoy, con
más tozudez que nunca a las legítimas aspiraciones políticas y
sociales que recogen los partidos en sus programas.
Si los programas se realizarían, el Ecuador sería actualmente
un modelo de desarrollo. Este contraste es evidente en ciertos
planteamientos y en algunos ofrecimientos de los partidos
políticos que han ejercido el poder del Estado:
- Democracia Popular
En su plan sobre la política de salud y de seguridad social,
dice, por ejemplo: "Especial énfasis se pondrá en las obras de
saneamiento ambiental, en forma tal que no haya un solo cantón
ni ciudad sin alcantarillado y agua potable"...
"Como una medida adicional se hace necesario modificar
planificadamente la estructura de nuestras importaciones y
reducir el volumen y valor total de las mismas, con el fin de
ahorrar las divisas que se preverán escasas. Esta política
estará íntimamente relacionada con la nueva orientación que
se dará a la industrialización, con los resultados que
obtengamos en nuestra política de desarrollo agropecuario,
tendiente al autoabastecimiento de alimentos y con la
reducción sistemática de la importación de artículos de
consumo considerados como suntuarios o simplemente
improductivos"
- Partido Social Cristiano
En el capítulo referente a la administración pública ofrece,
por ejemplo, una "erradicación del concepto de cargo político
como premio por colaboración política".
En cuanto a la educación se dice que habrá erradicación del
analfabetismo" y "garantía de la educación primaria y
secundaria de todos los ecuatorianos".
En política interna el PSC asegura: "El gobierno debe
considerar el diálogo como el medio idóneo para prevenir
conflictos sociales y políticos. El respeto de las garantías
constitucionales ..."
- Izquierda Democrática
En el capítulo referente a la reactivación económica con
"criterio nacional y democrático", se promete:
"Propiciar un nivel de ingresos más altos y un acceso
creciente a los servicios básicos para las grandes mayorías de
la población, tanto urbanas como rurales".
"Frente a la crisis es un imperativo moral y ético, además de
una obligación económica y social, reducir sustancialmente el
desempleo y subempleo como forma que permita a la sociedad
ecuatoriana reactivar la economía". (3A)
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