LA TRANSMISION DEL MANDO
Guayaquil. 12.07.92. Aunque un decreto ejecutivo determina los
detalles del acto de posesión, una cosa es la teoría y otra,
la práctica, de tal suerte que el ceremonial está sujeto a
variaciones según la voluntad de los mandatarios entrante y
saliente. Ambos son informados paso a paso por la Cancillería
de todos los preparativos como son la conformación de
invitados especiales y su ubicación en el Salón del Pleno del
Congreso Nacional, sede del trascendental evento.
No obstante, las precauciones de los funcionarios de
protocolo, alguna vez se suscitó una confusión: fue el 10 de
agosto de 1979 cuando los familiares de la Primera Dama Martha
Bucaram de Roldós, protestaron por no haber sido ubicados en
un lugar preferente y hubo que explicarles que los parientes
del Presidente de la República Jaime Roldós Aguilera, estaban
con el gabinete entrante debido a que su hermano León Roldós
había sido designado Presidente de la Junta Monetaria. Así por
el estilo, hay sucesos para recordar.
1979: Roldós
El repique de campanas de más de 300 iglesias quiteñas remarcó
el retorno al régimen democrático el 10 de agosto de 1979,
tras 10 años, 11 meses y 9 días de dictaduras. La transición
se hizo en una sola ceremonia que comenzó a las 10h00,
conforme al Decreto 3271 dictado por el Consejo Superior de
Gobierno, presidido por el Alm. Alfredo Poveda Burbano, y
estaba previsto que el Dr. Gustavo Chávez Estrella, Presidente
del Tribunal Supremo Electoral, tomara la promesa de ley a
Roldós y le colocara la banda presidencial, pero quien cumplió
este último papel, a las 10h20, fue el diputado Arquímides
Valdez Carcelén, Presidente de la Junta Preparatoria de la
Cámara Nacional de Representantes (a falta del Presidente del
POder Legislativo que fue elegido más tarde). Acaso influyó en
este cambio de última hora un antecedente. El TSE, presidido
por el Dr. Chávez Estrella, había declarado un vacío legal
para proclamar los resultados de la primera vuelta del 16 de
julio de 1978 que favorecieron a Roldós con el primer lugar.
Valdez diría más tarde que le correspondió asumir los dos
encargos más importantes de su vida, uno, la imposición de la
banda presidencial a su "compañero" Jaime Roldós, y otro, la
colocación del botón de Presidente de la Cámara Nacional de
Representantes al Director Supremo de su partido CFP, Assad
Bucaram.
Con Roldós entró en vigencia la nueva constitución de la
República, aprobada por el referéndum el 15 de enero de 1978.
1984: Febres-Cordero
El cambio de mando del 10 de agosto de 1984 tuvo lugar en dos
ceremonias efectuadas en el Palacio Legislativo, una a las
10h30 presidida por el titular del Congreso Nacional del Dr.
Raúl Baca Carbo, para escuchar el informe de labores del Dr.
Osvaldo Hurtado Larrea, Presidente cesante que gobernó por 3
años y 79 días, luego de morir Roldós, y otra a las 17h30 en
que León Febres-Cordero asumió el cargo de Primer Mandatario.
El Dr. Hurtado se despojó de su banda presidencial y la
entregó a Baca Carbo, quien tomó la promesa de ley a Febres-
Cordero, pero la banda que le colocó fue otra entregada por su
edecán, la cual se dijo era obsequiada por los familiares del
flamante Presidente.
Las rivalidades políticas no quedaron a un lado a pesar de la
importancia del evento. A nadie le pasó inadvertido que
Febres-Cordero y Hurtado no saludaron ni se miraron en el
transcurso de la ceremonia y eso que en el estrado apenas los
separaba una silla, la de Raúl Baca Carbo.
1988: Borja
Si Hurtado cambió el ceremonial y asistió al acto, Febres-
Cordero no estuvo presente cuando Rodrigo Borja Cevallos
asumió el mando el 10 de agosto de 1988. Otro decreto
ejecutivo dispuso la realización de dos actos distintos y a
las 10h30 Febres-Cordero inició la lectura del informe de su
gestión presidencial en el Congreso Nacional. Hubo
restricciones para la prensa y su ingreso fue controlado con
una lista. Los legisladores de la Democracia Popular,
opositores al gobierno, no asistieron a la sesión matutina.
Una vez concluido el acto, Febres-Cordero retornó a Guayaquil
con su comitiva, aún como Presidente de la República, a las
15h00, en medio de una entusiasta recepción preparada por
amigos y partidarios.
La ceremonia de posesión se inició a las 18h00. Rodrigo Borja
Cevallos prestó el juramento de ley ante el presidente del
Congreso Nacional, Wilfrido Lucero, quien le colocó la banda
presidencial. El nuevo mandatario abandonó el Palacio
Legislativo pasadas las 20h40. Cuando la prensa guayaquileña
inquirió a Febres-Cordero su opinión sobre el mensaje de
Borja, manifestó: "Sinceramente no le escuché, ni lo vi, pues
mientras él estaba en el Congreso, yo recibía el respaldo
multitudinario de mis conciudadanos.
1960: Velasco Ibarra
Este episodio recordó a muchos lo que aconteció el 31 de
agosto de 1960 cuando el Dr. Camilo Ponce Enríquez, entonces
Presidente de la República, no asistió al cambio de mando del
Dr. José María Velasco Ibarra. Eran los tiempos en que regía
la Constitución de 1945 y el Congreso Nacional se instalaba en
sesión ordinaria el 10 de agosto; el Vicepresidente de la
República era el titular de la Función Legislativa y la
posesión del nuevo mandatario de la nación tenía lugar el 31
de agosto o en los albores del 1§ de septiembre. Por eso los
mandatarios acostumbraban nombrar ministros que duraban tres
semanas porque ese corto período era aprovechado para
interpelaciones.
La transmisión del poder se celebraba anteriormente en el
Teatro Nacional Sucre de Quito o en el Salón de la Ciudad del
Municipio de esa urbe y no acostumbraban a venir los jefes de
Estado de otros países, sino misiones diplomáticas. En 1960 el
acto se realizó en el Palacio Legislativo que fue construido
por el entonces Ministro de Obras Públicas del gobierno de
Ponce Enríquez y actual Presidente electo de la República,
Arq. Sixto Durán-Ballén, quien además tuvo a su cargo la
remodelación del Palacio Presidencial.
El Dr. Ponce Enríquez, que había sido Ministro de Relaciones
Exteriores del segundo velasquismo, llegó al Palacio de
Carondelet para recibir el saludo de su gabinete y de las
misiones diplomáticas y en el Salón de los Presidentes leyó su
mensaje a la nación a las 18h00 (duró 3 horas y 20 minutos).
Dijo: "Y como esta noche, razones que incumben a la
salvaguarda de la majestad de la República y a mi libre
decisión cívica me privarán de concurrir a la sesión del
Honorable Congreso, ante vosotros mis colaboradores y amigos
quiero dar simbólico término a mi mandato constitucional,
entregando al excelentísimo señor Presidente del Primer Poder
del Estado la insignia tricolor de Mi Poder en la Constitución
de la República a fin de que proceda a tomar la promesa de
estilo al señor Presidente electo, bajo cuyo mandato deseo
toda suerte de bienes al pueblo ecuatoriano".
Puso en manos del todavía Vicepresidente de la República y
Presidente del Congreso, Francisco Illingworth Icaza, la banda
y se retiró a su domicilio. Siendo las 22h50, el Dr. Velasco
Ibarra juró como presidente del Ecuador ante Illingworth,
quien le ciñó la banda y en su discurso expresó: "El
Presidente cesante no ha querido estar presente en esta
ceremonia, pero lo reemplaza el pueblo, fuente de la soberanía
popular". La sesión fue clausurada por el Dr. Carlos Julio
Arosemena Monroy, nuevo presidente del Congreso y
VIcepresidente de la República a las 01h30 del 1§ de
septiembre de 1960.
Ponce y Febres-Cordero
Velasco Ibarra no recibió en 1960 la diferencia que había
tenido el 31 de agosto de 1956 cuando estuvo presente en la
posesión de Ponce Enríquez y en un fogoso discurso manifestó:
"Desde mi vida privada que será radical y definitiva,
acompañaré a la patria en sus esfuerzos y formularé votos por
quienes trabajen para la prosperidad del Ecuador. Concluiré
con las palabras con que terminó el Libertador Bolívar su gran
discurso de Angostura en 1819: Señor, empezad vuestras
funciones, yo he terminado las mías". Eras las 22h10. Quiso la
historia que los hechos del 31 de agosto de 1960 se
repitieran el 10 de agosto de 1988, y aquí saltan dos
coincidencias, Ponce Enríquez y Febres-Cordero eran
socialcristianos y ambos no asistieron a la ceremonia de
posesión de sus sucesores, con la salvedad que Febres-Cordero
leyó su mensaje en el Congreso, es guayaquileño y se retiró
aún en funciones de Presidente de la República, mientras que
Ponce Enríquez era quiteño, y entregó la banda en el mismo
palacio presidencial, sin acudir al Congreso.
Curiosidades
Jaime Roldós Aguilera ha sido el único Presidente de la
República que dedicó unas palabras en quichua dentro de su
mensaje de posesión en 1979. Osvaldo Hurtado Larrea hizo lo
mismo, pero en su informe como Mandatario cesante en 1984.
El presidente de Venezuela, Jaime Lusinchi, efectuó un viaje
relámpago para el cambio de mando de 1988 y permaneció 8 horas
en Quito. El secretario de Estado de Estados Unidos, George
Schultz vino por diez horas a ese mismo acto y partió del
Ecuador disgustado por el contenido del mural de Guayasamín
que adorna el Pleno del Congreso Nacional, y fue inaugurado
para la ocasión. Schultz no estuvo presente en la sesión
matutina.
Solo dos primeras damas han venido a la ceremonia: En 1979
Rosalyn Carter, esposa del Presidente de los Estados Unidos,
Jimmy Carter; y en 1988 Danielle Miterrand, esposa del
Presidente de Francia, Francois Miterrand.
En el programa de la transmisión del mando de 1988 se destacó
algo que no se había cumplido en actos similares, la entrega
del Gran Collar de la orden Nacional al Mérito al Presidente
de la República Rodrigo Borja que la impuso el presidente del
Congreso Nacional, Wilfrido Lucero. Con anticipación, los
vehículos de la administración pública, especialmente Mercedes
Benz, fueron requisados por orden del Ing. León Febres-
Cordero, Presidente saliente, para ponerlos a disposición de
los invitados especiales. Pero a diferencia de sus
antecesores, quienes usaron vehículos dispuestos para la
ocasión, Rodrigo Borja llegó al Palacio Legislativo a bordo de
una furgoneta Chevy Van 78 de William Triviño, su coideario,
con la cual aseguraba haber dado 26 vueltas a la República en
tres campañas electorales.
Récords
El discurso más corto de un presidente entrante, en estos
trece años de democracia, lo pronunció el Ing. León Febres-
Cordero el 10 de agosto de 1984: Apenas 42 minutos, en tanto
que el más largo le correspondió al Dr. Rodrigo Borja Cevallos
quien el 10 de agosto de 1988 habló por espacio de 2 horas y
12 minutos. En calidad de Presidente saliente, el informe de
labores más corto lo dio el Dr. Osvaldo Hurtado Larrea en 1984
con una duración de 2 horas y 7 minutos, y el más prolongado
fue el de Febres-Cordero que duró 2 horas y 32 minutos en
1988.
El récord de misiones diplomáticas acreditadas al cambio de
mando se registró en 1984 cuando asistieron 70 delegaciones a
la posesión de Febres-Cordero, 6 de ellas encabezadas por el
Presidente o Jefes de Gobierno. A la del Dr. Borja en 1988
asistió un número menor: 50 delegaciones, pero 7 de ellas
lideradas por jefes de Estado.
Dicen que en la repetición está el gusto, así es que los
Presidentes de Argentina, Raúl Alfonsín y de Venezuela, Jaime
Lusinchi, concurrieron dos veces como invitados en 1984 a la
posesión de Febres-Cordero y en 1988 a la de Borja. Otro dato
digno de mencionarse es que Colombia y Venezuela son los dos
países cuyos Jefes de Estado no han faltado a ninguna de las
tres ceremonias de cambio de mando cumplidas en estos trece
años, y en esta lista también hubiera contado Nicaragua de no
ser porque el comandante Daniel Ortega recién pudo arribar al
país el 11 de agosto de 1988, cuando el Dr. Borja restableció
las relaciones diplomáticas con ese país; que había roto el
gobierno de Febres-Cordero.
Y si de entregar condecoraciones se trata, el presidente de
Venezuela, Jaime Lusinchi, ostenta el récord. Otorgó el Collar
de la Orden del Libertador a Febres-Cordero en 1984 y a Borja
en 1988. Un presidente peruano no ha venido nunca. (EL
UNIVERSO, DOMINGO, P-1)
Guayaquil. 12.07.92. Aunque un decreto ejecutivo determina los
detalles del acto de posesión, una cosa es la teoría y otra,
la práctica, de tal suerte que el ceremonial está sujeto a
variaciones según la voluntad de los mandatarios entrante y
saliente. Ambos son informados paso a paso por la Cancillería
de todos los preparativos como son la conformación de
invitados especiales y su ubicación en el Salón del Pleno del
Congreso Nacional, sede del trascendental evento.
No obstante, las precauciones de los funcionarios de
protocolo, alguna vez se suscitó una confusión: fue el 10 de
agosto de 1979 cuando los familiares de la Primera Dama Martha
Bucaram de Roldós, protestaron por no haber sido ubicados en
un lugar preferente y hubo que explicarles que los parientes
del Presidente de la República Jaime Roldós Aguilera, estaban
con el gabinete entrante debido a que su hermano León Roldós
había sido designado Presidente de la Junta Monetaria. Así por
el estilo, hay sucesos para recordar.
1979: Roldós
El repique de campanas de más de 300 iglesias quiteñas remarcó
el retorno al régimen democrático el 10 de agosto de 1979,
tras 10 años, 11 meses y 9 días de dictaduras. La transición
se hizo en una sola ceremonia que comenzó a las 10h00,
conforme al Decreto 3271 dictado por el Consejo Superior de
Gobierno, presidido por el Alm. Alfredo Poveda Burbano, y
estaba previsto que el Dr. Gustavo Chávez Estrella, Presidente
del Tribunal Supremo Electoral, tomara la promesa de ley a
Roldós y le colocara la banda presidencial, pero quien cumplió
este último papel, a las 10h20, fue el diputado Arquímides
Valdez Carcelén, Presidente de la Junta Preparatoria de la
Cámara Nacional de Representantes (a falta del Presidente del
POder Legislativo que fue elegido más tarde). Acaso influyó en
este cambio de última hora un antecedente. El TSE, presidido
por el Dr. Chávez Estrella, había declarado un vacío legal
para proclamar los resultados de la primera vuelta del 16 de
julio de 1978 que favorecieron a Roldós con el primer lugar.
Valdez diría más tarde que le correspondió asumir los dos
encargos más importantes de su vida, uno, la imposición de la
banda presidencial a su "compañero" Jaime Roldós, y otro, la
colocación del botón de Presidente de la Cámara Nacional de
Representantes al Director Supremo de su partido CFP, Assad
Bucaram.
Con Roldós entró en vigencia la nueva constitución de la
República, aprobada por el referéndum el 15 de enero de 1978.
1984: Febres-Cordero
El cambio de mando del 10 de agosto de 1984 tuvo lugar en dos
ceremonias efectuadas en el Palacio Legislativo, una a las
10h30 presidida por el titular del Congreso Nacional del Dr.
Raúl Baca Carbo, para escuchar el informe de labores del Dr.
Osvaldo Hurtado Larrea, Presidente cesante que gobernó por 3
años y 79 días, luego de morir Roldós, y otra a las 17h30 en
que León Febres-Cordero asumió el cargo de Primer Mandatario.
El Dr. Hurtado se despojó de su banda presidencial y la
entregó a Baca Carbo, quien tomó la promesa de ley a Febres-
Cordero, pero la banda que le colocó fue otra entregada por su
edecán, la cual se dijo era obsequiada por los familiares del
flamante Presidente.
Las rivalidades políticas no quedaron a un lado a pesar de la
importancia del evento. A nadie le pasó inadvertido que
Febres-Cordero y Hurtado no saludaron ni se miraron en el
transcurso de la ceremonia y eso que en el estrado apenas los
separaba una silla, la de Raúl Baca Carbo.
1988: Borja
Si Hurtado cambió el ceremonial y asistió al acto, Febres-
Cordero no estuvo presente cuando Rodrigo Borja Cevallos
asumió el mando el 10 de agosto de 1988. Otro decreto
ejecutivo dispuso la realización de dos actos distintos y a
las 10h30 Febres-Cordero inició la lectura del informe de su
gestión presidencial en el Congreso Nacional. Hubo
restricciones para la prensa y su ingreso fue controlado con
una lista. Los legisladores de la Democracia Popular,
opositores al gobierno, no asistieron a la sesión matutina.
Una vez concluido el acto, Febres-Cordero retornó a Guayaquil
con su comitiva, aún como Presidente de la República, a las
15h00, en medio de una entusiasta recepción preparada por
amigos y partidarios.
La ceremonia de posesión se inició a las 18h00. Rodrigo Borja
Cevallos prestó el juramento de ley ante el presidente del
Congreso Nacional, Wilfrido Lucero, quien le colocó la banda
presidencial. El nuevo mandatario abandonó el Palacio
Legislativo pasadas las 20h40. Cuando la prensa guayaquileña
inquirió a Febres-Cordero su opinión sobre el mensaje de
Borja, manifestó: "Sinceramente no le escuché, ni lo vi, pues
mientras él estaba en el Congreso, yo recibía el respaldo
multitudinario de mis conciudadanos.
1960: Velasco Ibarra
Este episodio recordó a muchos lo que aconteció el 31 de
agosto de 1960 cuando el Dr. Camilo Ponce Enríquez, entonces
Presidente de la República, no asistió al cambio de mando del
Dr. José María Velasco Ibarra. Eran los tiempos en que regía
la Constitución de 1945 y el Congreso Nacional se instalaba en
sesión ordinaria el 10 de agosto; el Vicepresidente de la
República era el titular de la Función Legislativa y la
posesión del nuevo mandatario de la nación tenía lugar el 31
de agosto o en los albores del 1§ de septiembre. Por eso los
mandatarios acostumbraban nombrar ministros que duraban tres
semanas porque ese corto período era aprovechado para
interpelaciones.
La transmisión del poder se celebraba anteriormente en el
Teatro Nacional Sucre de Quito o en el Salón de la Ciudad del
Municipio de esa urbe y no acostumbraban a venir los jefes de
Estado de otros países, sino misiones diplomáticas. En 1960 el
acto se realizó en el Palacio Legislativo que fue construido
por el entonces Ministro de Obras Públicas del gobierno de
Ponce Enríquez y actual Presidente electo de la República,
Arq. Sixto Durán-Ballén, quien además tuvo a su cargo la
remodelación del Palacio Presidencial.
El Dr. Ponce Enríquez, que había sido Ministro de Relaciones
Exteriores del segundo velasquismo, llegó al Palacio de
Carondelet para recibir el saludo de su gabinete y de las
misiones diplomáticas y en el Salón de los Presidentes leyó su
mensaje a la nación a las 18h00 (duró 3 horas y 20 minutos).
Dijo: "Y como esta noche, razones que incumben a la
salvaguarda de la majestad de la República y a mi libre
decisión cívica me privarán de concurrir a la sesión del
Honorable Congreso, ante vosotros mis colaboradores y amigos
quiero dar simbólico término a mi mandato constitucional,
entregando al excelentísimo señor Presidente del Primer Poder
del Estado la insignia tricolor de Mi Poder en la Constitución
de la República a fin de que proceda a tomar la promesa de
estilo al señor Presidente electo, bajo cuyo mandato deseo
toda suerte de bienes al pueblo ecuatoriano".
Puso en manos del todavía Vicepresidente de la República y
Presidente del Congreso, Francisco Illingworth Icaza, la banda
y se retiró a su domicilio. Siendo las 22h50, el Dr. Velasco
Ibarra juró como presidente del Ecuador ante Illingworth,
quien le ciñó la banda y en su discurso expresó: "El
Presidente cesante no ha querido estar presente en esta
ceremonia, pero lo reemplaza el pueblo, fuente de la soberanía
popular". La sesión fue clausurada por el Dr. Carlos Julio
Arosemena Monroy, nuevo presidente del Congreso y
VIcepresidente de la República a las 01h30 del 1§ de
septiembre de 1960.
Ponce y Febres-Cordero
Velasco Ibarra no recibió en 1960 la diferencia que había
tenido el 31 de agosto de 1956 cuando estuvo presente en la
posesión de Ponce Enríquez y en un fogoso discurso manifestó:
"Desde mi vida privada que será radical y definitiva,
acompañaré a la patria en sus esfuerzos y formularé votos por
quienes trabajen para la prosperidad del Ecuador. Concluiré
con las palabras con que terminó el Libertador Bolívar su gran
discurso de Angostura en 1819: Señor, empezad vuestras
funciones, yo he terminado las mías". Eras las 22h10. Quiso la
historia que los hechos del 31 de agosto de 1960 se
repitieran el 10 de agosto de 1988, y aquí saltan dos
coincidencias, Ponce Enríquez y Febres-Cordero eran
socialcristianos y ambos no asistieron a la ceremonia de
posesión de sus sucesores, con la salvedad que Febres-Cordero
leyó su mensaje en el Congreso, es guayaquileño y se retiró
aún en funciones de Presidente de la República, mientras que
Ponce Enríquez era quiteño, y entregó la banda en el mismo
palacio presidencial, sin acudir al Congreso.
Curiosidades
Jaime Roldós Aguilera ha sido el único Presidente de la
República que dedicó unas palabras en quichua dentro de su
mensaje de posesión en 1979. Osvaldo Hurtado Larrea hizo lo
mismo, pero en su informe como Mandatario cesante en 1984.
El presidente de Venezuela, Jaime Lusinchi, efectuó un viaje
relámpago para el cambio de mando de 1988 y permaneció 8 horas
en Quito. El secretario de Estado de Estados Unidos, George
Schultz vino por diez horas a ese mismo acto y partió del
Ecuador disgustado por el contenido del mural de Guayasamín
que adorna el Pleno del Congreso Nacional, y fue inaugurado
para la ocasión. Schultz no estuvo presente en la sesión
matutina.
Solo dos primeras damas han venido a la ceremonia: En 1979
Rosalyn Carter, esposa del Presidente de los Estados Unidos,
Jimmy Carter; y en 1988 Danielle Miterrand, esposa del
Presidente de Francia, Francois Miterrand.
En el programa de la transmisión del mando de 1988 se destacó
algo que no se había cumplido en actos similares, la entrega
del Gran Collar de la orden Nacional al Mérito al Presidente
de la República Rodrigo Borja que la impuso el presidente del
Congreso Nacional, Wilfrido Lucero. Con anticipación, los
vehículos de la administración pública, especialmente Mercedes
Benz, fueron requisados por orden del Ing. León Febres-
Cordero, Presidente saliente, para ponerlos a disposición de
los invitados especiales. Pero a diferencia de sus
antecesores, quienes usaron vehículos dispuestos para la
ocasión, Rodrigo Borja llegó al Palacio Legislativo a bordo de
una furgoneta Chevy Van 78 de William Triviño, su coideario,
con la cual aseguraba haber dado 26 vueltas a la República en
tres campañas electorales.
Récords
El discurso más corto de un presidente entrante, en estos
trece años de democracia, lo pronunció el Ing. León Febres-
Cordero el 10 de agosto de 1984: Apenas 42 minutos, en tanto
que el más largo le correspondió al Dr. Rodrigo Borja Cevallos
quien el 10 de agosto de 1988 habló por espacio de 2 horas y
12 minutos. En calidad de Presidente saliente, el informe de
labores más corto lo dio el Dr. Osvaldo Hurtado Larrea en 1984
con una duración de 2 horas y 7 minutos, y el más prolongado
fue el de Febres-Cordero que duró 2 horas y 32 minutos en
1988.
El récord de misiones diplomáticas acreditadas al cambio de
mando se registró en 1984 cuando asistieron 70 delegaciones a
la posesión de Febres-Cordero, 6 de ellas encabezadas por el
Presidente o Jefes de Gobierno. A la del Dr. Borja en 1988
asistió un número menor: 50 delegaciones, pero 7 de ellas
lideradas por jefes de Estado.
Dicen que en la repetición está el gusto, así es que los
Presidentes de Argentina, Raúl Alfonsín y de Venezuela, Jaime
Lusinchi, concurrieron dos veces como invitados en 1984 a la
posesión de Febres-Cordero y en 1988 a la de Borja. Otro dato
digno de mencionarse es que Colombia y Venezuela son los dos
países cuyos Jefes de Estado no han faltado a ninguna de las
tres ceremonias de cambio de mando cumplidas en estos trece
años, y en esta lista también hubiera contado Nicaragua de no
ser porque el comandante Daniel Ortega recién pudo arribar al
país el 11 de agosto de 1988, cuando el Dr. Borja restableció
las relaciones diplomáticas con ese país; que había roto el
gobierno de Febres-Cordero.
Y si de entregar condecoraciones se trata, el presidente de
Venezuela, Jaime Lusinchi, ostenta el récord. Otorgó el Collar
de la Orden del Libertador a Febres-Cordero en 1984 y a Borja
en 1988. Un presidente peruano no ha venido nunca. (EL
UNIVERSO, DOMINGO, P-1)
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