Jorge Martillo Monserrate (Guayaquil, 1957)
Estudió Literatura en la U. C. de Guayaquil. Ha publicado: Aviso a los navegantes (1987), Fragmentarium (Premio de Literatura Aurelio. Espionosa Pólit, 1991). Su último libro es: Ultimos versos de un poeta decadente.


Cristóbal Zapata,
Cuenca, 1968
Es autor de varios ensayos
sobre arte y literatura. También es curador. Ha publicado Corona de Cuerpos (1992), Te perderá la carne (1999) y Baja noche (2000). De próxima aparición: No hay naves para Lesbos.



Pedro Artieda Santacruz
Editor de Cultura


Al igual que a Dylan Thomas y a Onetti, a Jorge Martillo le seduce el whisky. A Cristóbal Zapata, como a Neruda, el vino. Martillo es directo, contundente, subterráneo. Zapata es romántico, analítico, idealista. Los dos poetas, de reconocida trayectoria, participaron en el “Mano a Mano de Poesía“, organizado en el Teatro Prometeo.
Aunque tienen estilos diferentes, abordan temas comunes. Uno de ellos: la muerte. “Mi lenguaje poético está sustentado por imágenes y ritmos violentos. Me interesa indagar cómo después de muertos, la vida, poco a poco, va abandonando hasta las prendas y objetos del fallecido y se va instaurando la muerte: Qué era la vida, qué/Acaso una expresión de vileza/Ese fluctuar entre la ternura y la maldad/Ese odiar al Dios ruin.“ Pero, con la muerte, paradójicamente Martillo remite al principio de la vida: “(la muerte)...Apaga nuestros párpados/Nos conduce a soñar/ Otra vez a la oscuridad intrauterina...“
Oscuridad, por supuesto, también como antesala de la vida. Sin duda hay una nostalgia del paraíso perdido, de la totalidad materna, del útero protector. Zapata advierte: “La muerte detenta por sí sola una misteriosa fascinación, pero cuando el poeta la ha padecido, se tornará en un territorio recurrente“.
Este poeta habla de una muerte imaginaria, de una muerte que acecha constantemente: “Ahora que lo pienso, la muerte punitiva y aviesa que sorprende al niño del filme La Ciénaga (en el poema La Mandrágora) es seguramente una proyección inconsciente de la muerte de mi hijo tierno (intensa y agónicamente evocada en Tristes páramos (el niño bello, el niño sabio, el niño griego se muere en paz), un poema que surgió para conjurar un momento de profundo desasosiego y que devino inesperadamente en la celebración de su memoria postrera. Otras veces, la muerte funciona como metáfora de mi propia agonía, del terror con el que imagino mi acabamiento y final“.
Pero Martillo también vive la muerte en un estado de vida, imaginariamente: En Confesionarium escribe: “la muerte viene de mano de la soledad, la desesperación, el alcohol, el desamor: Mi corazón huele a yesca de cementerio/Muero, me pudro/Te busco en espejos que un día te reflejaron/¿Muchacha por qué me has abandonado?“
El amor se establece en una relación especular, sin duda. Amar al otro es mirarse en aquel ser amado, devenido en espejo. Cuando el amor desaparece, el cristal se fragmenta, rompe, se hace pedazos. Por ello el ser amado siente morir tras el abandono. Martillo lo sabe perfectamente. Y Zapata también: “el amor, el deseo y la muerte, tres experiencias que te abren al descubrimiento del otro“.






Itúrburu contra sí mismo

Contra sí mismo y poemas prosaicos es una publicación de Línea Imaginaria, CCE, 2004

El libro número 18 de la colección de poesía Ediciones de la Línea Imaginaria de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, corresponde al poeta guayaquileño radicado en Nueva York, Fernando Itúrburu (1960).
Bajo el sugerente título Contra sí mismo y poemas prosaicos, la voz de un escritor maduro desentraña con humor y afectos secretos por Guayaquil y Ecuador, como antecedentes indivisibles de su palabra poética y de su visión del mundo, un libro fundamental para la lírica del país.
Itúrburu escribe: “Las solemnidades en poesía/ los universalismos/ son como los discursos de los políticos/ no sirven para maldita la cosa“. En este libro la voz del poeta es autocrítica y se confiesa contra todo rigor académico y contra toda imagen hermética. El humor y la fina ironía van decantando versos que niegan todo facilismo. El otro eje poético en el libro es el amor. El poeta escribe: “¿Cómo escribir del amor sin amor?/¿qué sentido tiene acercarse a lo innombrable?/¡Mucho esfuerzo para tan poco resultado“.
Fernando Itúrburu ha estudiado en Guayaquil, París y Oregon. Desde 1998 trabaja como profesor asistente en la Universidad del Estado de Nueva York, en Pitsburgh. Ha publicado los libros de poesía: Maitines y laúdes, 1985; Vástagos, 1990; El camino tomado, 1997. De la misma forma se ha dedicado a escribir cuento y ensayo. (AQR)








PALABRAS LIBRES

Los márgenes se evidencian en la literatura

Adriana Balladares

Los seres marginales en la literatura ecuatoriana han sido tratados a lo largo del siglo XX por diferentes autores. Probablemente fue Pablo Palacio, en los años 30, que con sus escritos, criticados en un inicio por los intelectuales de entonces, uno de los escritores que supo abordarlos desde su óptica en textos como Un hombre muerto a puntapiés. Aunque no formó parte de los poetas malditos del Ecuador, permanece en la memoria literaria ecuato- riana como un vanguardista que se ocupó por llevar los márgenes al centro. Los autores contemporáneos como Raúl Vallejo, Serrano, Ponce o Ruales también retratan a seres marginales. En Historias de una ciudad prohibida, Ruales construye a sus personajes nocturnos travestidos, que asumen su identidad en los lugares oscuros de la urbe. A diferencia de Palacio, ya la ciudad se muestra cosmopolita, amplia. La ciudad: una ruta por donde transitan esos seres que también escenifica Xavier Ponce en Resígnate a Perder, en la que un hombre se enamora de alguien que deambula por los parques, por los bi-llares, por los sitios prohibidos. La nueva literatura, incluida la poesía, también tiene a sus representantes. Hace poco se presentó un libro de poesía en Cuenca: A la sombra del corsario. Su autor, Franklin Ordóñez Luna, evidencia también un tipo de amor prohibido por las sociedades tradicionales. Pero, a diferencia de los anteriores, lo hace de una forma más abierta, sin prejuicios. Las sociedades con nuevos discursos empujan a que se construyan otros valores respecto al hombre, la mujer y su entorno. La lite- ratura da cuenta de ello. Es una de sus funciones.




RECOMENDADOS

El otro yo que existe en todos los seres


Bajo la premisa Je reve donc je suis, Yo sueño aquello que soy, El Benefactor revela la vida de Hyppolite, un joven francés a quien la escritora esdadounidense Susan Sontag, convierte en el personaje a través del cual despierta el análisis del otro ser no consciente que vive en todos y encontramos solo cuando llegamos al lecho, como diría Baudelaire “un acto de audacia e ignorancia ante tal peligro“.



Alatriste: un personaje del Siglo XXI


De noble entretenimiento y sólida construcción de personajes, Arturo Pérez-Reverte, novelista de vocación salvaje, consolida su visión de la España de hoy y lo hace majestuosamente con recursos que reflejan la España del Siglo de Oro, contar la historia de Alatriste es un retrato de la España de hoy, a través de la España del pasado. Alatriste es un personaje del siglo XXI asumido desde la la cultura y el teatro del Siglo de Oro.


Hacia un análisis social del país

“¿Asiste la humanidad a un momento histórico por el cual la política se encuentra en proceso de aniquilación o transformación no posible de ser percibida?”, es una pregunta que se hace el primer número de la revista Tendencia. La hace a partir de la crisis a la que ha llegado este ámbito de la vida social, marcado por el desorden, la corrupción y la falta de una conciencia de ciudadanía., la ingobernabilidad, etc.



Los mas vendidos


Quito en La Española

l 1. Harry Poter y la orden del Fénix, J. K. Rowling.
l 2. Recovecos de la historia, Rodrigo Borja.
l 3. Entre la utopía y el desencuentro. Pachakutik y el gobierno de Gutiérrez, Varios autores.
l 4.El código Da Vinci, Dan Brown.
l 5. Crisis y dolarización en el Ecuador, Bekerman-Solimano.
l 6. El huracán lleva tu nombre, Jaime Bayly.
l 7. Monterroso por el mismo, Editorial Alfaguara.
l 8. Y en el cielo un huequito para mirar a Quito, Jorge Enrique Adoum.
l 9. El evangelio según Jesucristo, José Saramago.
l 10. Esperando a los bárbaros, J. M. Coetze.


Guayaquil en El Librero

l 1. Harry Poter y la orden del Fénix, J. K. Rowling.

l 2.El código Da Vinci, Danbeown.

l 3. Ama y no sufras, Walter Riso.

l 4. Inteligencia emocional, Daniel Goleman.

l 5. El huracán lleva tu nombre, Jaime Bayly.

l 6. Un espíritu de pie, Elio Bardi Mata.

l 7. Molly Moon detiene el mundo, Georgia Byng.

l 8. Guayaquil siglo XXI, Carlos Julio González.

l 9. El secuestro del Ticán, Milagros Aguirre.

l 10. Las galladas de Guayaquil, Jaime Díaz Marmolejo.


Cuenca en
Sodilibro


l 1. Tan veloz como el deseo, Laura Esquivel.
l 2. Un viejo que leía no-velas de amor, Luis Sepúlveda.
l 3. La pasión de los poe-tas, Jorge Boccanera.
l 4.Sé que vienen a matarme, Alicia Yánez Cossío.
l 5. Relatos de Belcebú, G. Gurdjieff.
l 6. La loca de la casa, Rosa Montero.
l 7. Macroeconomía, Ruediger Dornbusch
l 8. Cómo hacer periodismo, María Teresa Ronderos
l 9. El universo en una cáscara de nuez, Stephen Hawking
l 10. Fragmentos de una enseñanza desconocida, Peter D. Ouspensky
EXPLORED
en Ciudad Quito

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