Guayaquil. 6 oct 2000. El debate para una mayor apertura a los capitales
del exterior se encendió a raíz de la aprobación de la Trole II. Hay
convenios internacionales en conflicto.

La inyección de capital en radios y canales de televisión mueve a los
gremios. La Ley de promoción de la inversión y participación ciudadana
(Trole II) liberó el límite del 25 por ciento para el capital externo en
estos medios.

El ingreso neto por Inversión Extranjera Directa, que sumó USD 470
millones en el 99, según estadísticas de la Comisión de Estudios para
América Latina y el Caribe (Cepal), no son del todo bienvenidos en el
sector.

Mario Canessa, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión
(AER) argumenta que el límite de 25 por ciento para esa inversión que
establecía la Ley de Radiodifusión y Televisión debe restituirse.

Cree que la apertura total al capital foráneo debe ser en frecuencias de
valor agregado en radiodifusión y televisión. Es decir, para servicios de
transmisión de datos, radio digital y fibra óptica. Esto fue expuesto en
el Congreso hace dos semanas y ese límite a los capitales se incluyó en
la Trole III.

"No creemos que el país esté preparado para la apertura absoluta", pues
hay riesgos en la identificación de los capitales que ingresen y la
influencia en la opinión pública.

Estos argumentos se expusieron en la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria de
Radio, en Quevedo, capital de Los Ríos, donde se asumió la posición del
gremio. De ese encuentro, Aldo Ottati, presidente del Consejo Nacional de
Radiodifusión y Televisión (Conartel), recogió otras percepciones.

Una es que los ingresos por publicidad se afecten en la medida en que las
transnacionales pauten publicidad con un conglomerado de medios a nivel
regional. Este podrá tener presencia propia en Ecuador, logrando así
tarifas más bajas, frente a las cuales los medios locales no podrían
competir. Así se ocasionará una ventaja de economías de escala frente a
los medios locales.

En la región hay países como Costa Rica, donde el límite es 35 por ciento
en señales de radio y televisión; o el caso extremo de Chile donde existe
una apertura total.

La Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión no ha tomado una
posición según su presidente, Carlos Muñoz Insúa.

Desde su visión jurídica y personal sostiene que el límite de la Ley de
Radiodifusión y Televisión a los capitales foráneos fue tácitamente
derogada en 1997 con la Ley de Promoción y Garantías de las Inversiones.

Esta viabilizó un tratamiento sin discriminaciones entre inversión local
y extranjera, poniendo restricciones solo en los sectores pesquero y de
aviación civil.

Señala también el art. 244 de la Constitución que garantiza iguales
condiciones a los dos tipos de capital.

Además, hay muchos tratados internacionales que firmó Ecuador en el mismo
sentido. "Una vez promulgados en el Registro Oficial formarán parte del
ordenamiento jurídico de la República y prevalecerán sobre leyes y otras
normas de menor jerarquía".

Canessa argumenta que un tratado de inversiones firmado en Cartagena,
Colombia, exceptuó radio y televisión.

Pero Ottati sostienen que se busca transparentar la información sobre los
dueños de los medios. Aunque la Ley imponía el límite, no impedía que el
inversionista extranjero maneje una estación bajo una persona jurídica
que aparezca como dueña del 75 por ciento, por ejemplo, un ecuatoriano.

La edición del 17 de junio de 1999 de la revista América Economía, dice
en el artículo "Imperio Fantasma", refiriéndose al mexicano Ángel
González, que tiene canales en México, Guatemala, Costa Rica, República
Domicana, Ecuador, Perú y Chile", lo que sería sería inadvertido por "la
prohibición en varias legislaciones de que un extranjero sea dueño de un
canal". El artículo se refiere a Telesistema, en Ecuador, donde a esa
fecha tenía "el 12 por ciento de la facturación total de la torta
televisiva" ecuatoriana con la frecuencia VHF, y con otras en UHF.

Muñoz, también presidente de Telesistema, dice que solo existe una
relación comercial como proveedor y desmiente la versión de que es el
propietario del Canal.

Ottati es partidario de que no existan límites en los términos anteriores
a la reforma de la Trole II, pero sí de algún tipo de incentivos para que
las transnacionales compartan el riesgo con un socio local.

También cree justa la apertura en el control de concesiones de radio y
televisión, mientras exista reciprocidad en otros países de la región
pues aún "en muchas partes del mundo hay restricción para extranjeros".

Lo digital necesita plata

La transición hacia la tecnología digital que tendrá que hacer la
televisión representa una de las mayores necesidades de inversión en los
próximos cinco años, según Carlos Muñoz Insúa, presidente de la
Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión

No obstante, Aldo Ottati, presidente del Conartel señala que aún no hay
presiones para entrar a estos sistemas, por cuanto hay decisiones
técnicas que se deben tomar a nivel regional. Además, el número de
receptores (radios y televisores) de transmisión digitales es aún
incipiente. Un televisor digital internacionalmente se cotiza en no menos
de 3 mil dólares. El crecimiento de esta tecnología en el país, sin duda
se dará cuando existan menores costos. "Al menos que un televisor cueste
USD 300 dólares".

Muñoz cree que a futuro los canales tenderán a dar otros servicios con la
tecnología digital que les toque adquirir para no caer en una
subutilización de sus activos. Por ejemplo, competir en transmisión de
datos. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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