Guayaquil. 11 jun 99. El futuro del sistema financiero como
sustento para propender al fortalecimiento económico de Ecuador,
depende de que se tomen soluciones urgentes.
Lamentablemente, criticaron tres expertos, no se observa acciones
en ese sentido.
Desde la óptica de expertos y ex autoridades económicas, en las
decisiones que se tengan que tomar presionadas por el compromiso
de cumplir con plazos, no solo primarán los aspectos técnicos,
sino políticos y regionales.
En un coloquio organizado por Fundación EL UNIVERSO y que contara
con la participación de Walter Spurrier, César Robalino y Olmedo
Farfán, se buscó bosquejar la agenda que el Gobierno debería
seguir para enfrentar el problema con decisión y de una forma
pragmática y responsable.
¿Quién decidirá?
Los expertos destacaron la necesidad de definir con prioridad qué
organismo se encargará de decidir el futuro del sector bancario
tomando como base los resultados de la auditoría.
"¿Será la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos?, ¿será la Junta
Bancaria o un comité especial?, pero eso debe decidirse", recalcó
Spurrier.
Robalino, por su parte puntualizó que el papel de las auditorías
no es decir qué bancos se quedan y cuáles bancos se van. Ellos
comentó lo que hacen es revisar los balances y no solo la cartera
de créditos sino sus inversiones financieras.
"Los auditores van a decir, banco a banco, lo que valen
verdaderamente los activos y ahí va a salir la diferencia. Esto
es lo que se va a castigar con el patrimonio, si no hay
utilidades entonces se va a reducir el patrimonio, que ya está
reducido por esta conclusión de la auditora", estableció.
Dilema de salvación
Una vez con los resultados en la mano se presenta el dilema de
a qué entidad salvar. No obstante que este tiene que ser un
análisis absolutamente técnico, existen otras consideraciones.
Sobre la mesa aparecen tres caminos para las entidades bancarias:
apoyarlos con recursos para que sigan funcionando, la fusión o
se estatizadas.
"Los miembros de la AGD van a tomar las decisiones, pero tiene
que haber un trabajo técnico para que vayan empujando un informe
a los cuatro jóvenes que la conforman", dijo Robalino.
Allí es donde para Spurrier se presenta el primer problema, los
técnicos no presentan alternativas reales, las miden en función
de costos o desde el punto de vista más negativo, pero solo
ofrecen una opción viable.
Discrecionalidad
Aunque en la selección se requiere una solución con carácter
nacional, los analistas recalcan la discrecionalidad que debe
existir en el Gobierno para la elección y el diseño de una
política regional.
Spurrier considera que por los últimos sucesos que se han
registrado en el país parecería que se quiere reanudar y culminar
un conflicto que se inició en 1925, que pretendía acabar con la
banca de la Costa.
Para apoyar su teoría recalca que en la toma de decisiones en el
campo económico se trata de excluir a la Costa, hasta tal punto
que el Banco Central del Ecuador parece que va a ser manejado por
quiteños y los representantes de la Costa han sido empujados a
salir de la AGD.
Para Farfán esta situación tiene su explicación en la parte
política, debido al debilitamiento de los partidos políticos
tradicionales de la Costa que actualmente "tienen un serio
problema de hegemonía".
Se manipula sobre el FMI
La urgencia con que el Ecuador precisa de la ayuda del Fondo
Monetario Internacional estaría dando origen a manipular sus
opiniones o las condiciones que establece para otorgarla.
De allí que para los expertos es preciso también que se aclare
lo que realmente piensa o pide el organismo.
En este sentido, dudan que la decisión de no entregar más
recursos a determinado banco o afirmar que el FMI no firmará el
acuerdo con el Ecuador si de por medio no existe una reforma
legal para que el Superintendente de Bancos no tenga el voto
dirimente en la selección bancaria, provenga realmente del FMI.
César Robalino cree que efectivamente existe una manipulación de
los pensamientos del fondo, porque lo que el organismo pide es
el reordenamiento del sistema bancario en general.
Fortalecer o estatizar
Partiendo del ofrecimiento de los organismos internacionales de
apoyar el proceso de reestructuración bancaria en el país
entregando recursos por 500 millones de dólares, los expertos
advierten que deberá establecerse una estrategia para su
distribución.
Para César Robalino se buscaría establecer una clasificación de
los bancos y a los que tengan condiciones para la recuperación
se les entregarán recursos para que se capitalicen, con la
condición de que compren bancos pequeños a los precios que diga
la auditoría.
Si no existe la predisposición de los accionistas que deberían
perder parte de su patrimonio en este proceso, estima que el
Gobierno debería entrar a una estatización.
Receta para el Progreso
Spurrier en tanto, no considera la estatización para casos como
el del Banco del Progreso.
Su fórmula consiste en entregarle un préstamo por parte de
Filanbanco y que este lo absorba con el fin de vender un
megabanco guayaquileño.
Piensa que es una solución viable y tal vez menos costosa que
ejecutar la garantía de depósitos.
En opinión de Olmedo Farfán, igualmente deberán tomarse en
consideración políticas monetarias porque con la inyección de
liquidez en la economía deben adoptarse medidas para que bajen
las tasas de interés, de lo contrario "¿de qué sirve que exista
liquidez en el sistema cuando va a ser una demanda de créditos
a tasas del 70%?, ahí ya no estamos hablando de aspectos
financieros, sino de políticas monetarias".
J. McPherson se fue y puso el dedo en la llaga
El principal problema del país es la crisis del sector real de
la economía (la producción), como consecuencia de años de tasas
de interés altísimas y el agravante de la recesión imperante,
declaró James McPherson en la carta de renuncia a la gerencia
general de la Agencia de Garantía de Depósitos, (AGD).
Dijo que la descoordinación entre la AGD, el Ministerio de
Finanzas y el Banco Central del Ecuador, no aportó a la solución
de la crisis financiera.
McPherson recalcó que Ecuador requiere hoy, más que nunca, de
"una postura gubernamental firme, unida, decidida y sin
miramientos políticos ni regionales".
El efecto negativo del déficit fiscal junto con la crisis en
Latinoamérica afectaron las líneas de crédito de la banca
internacional hacia Ecuador, explicó tras detallar que fueron
factores detonantes a la crisis financiera.
Tal situación, agregó, dio paso a la reestructuración y
saneamiento de varios bancos y ocasionó la congelación de las
cuentas, lo que a su vez generó desconfianza del público.
Así también consideró que la falta de leyes más estrictas
respecto de la supervisión bancaria, el aumento de daciones en
pago y los créditos vinculados, también contribuyeron al
deterioro de la banca nacional.
El estudio de todas las crisis financieras enseña que la oportuna
y decidida toma de decisiones constituye la mejor herramienta
para reducir los costos para el Estado, aclaró.
En cuanto a la AGD, piensa que se arrancó y organizó con la
premura que exigía la realidad y, sin mayor infraestructura
burocrática, se comenzó el saneamiento de varias instituciones
financieras.
Aseguró que Filanbanco, con la asesoría del ING Barings, está
reestructurado, estable y solvente, listo para iniciar su venta
este mes.
Finalmente comentó que es indispensable limitar o ajustar el
ámbito de cobertura de la garantía de depósitos. "No es posible
que el Estado asuma una garantía ilimitada, así como tampoco es
admisible que asuma los riesgos de la banca del exterior". (Texto
tomado de El Universo)
sustento para propender al fortalecimiento económico de Ecuador,
depende de que se tomen soluciones urgentes.
Lamentablemente, criticaron tres expertos, no se observa acciones
en ese sentido.
Desde la óptica de expertos y ex autoridades económicas, en las
decisiones que se tengan que tomar presionadas por el compromiso
de cumplir con plazos, no solo primarán los aspectos técnicos,
sino políticos y regionales.
En un coloquio organizado por Fundación EL UNIVERSO y que contara
con la participación de Walter Spurrier, César Robalino y Olmedo
Farfán, se buscó bosquejar la agenda que el Gobierno debería
seguir para enfrentar el problema con decisión y de una forma
pragmática y responsable.
¿Quién decidirá?
Los expertos destacaron la necesidad de definir con prioridad qué
organismo se encargará de decidir el futuro del sector bancario
tomando como base los resultados de la auditoría.
"¿Será la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos?, ¿será la Junta
Bancaria o un comité especial?, pero eso debe decidirse", recalcó
Spurrier.
Robalino, por su parte puntualizó que el papel de las auditorías
no es decir qué bancos se quedan y cuáles bancos se van. Ellos
comentó lo que hacen es revisar los balances y no solo la cartera
de créditos sino sus inversiones financieras.
"Los auditores van a decir, banco a banco, lo que valen
verdaderamente los activos y ahí va a salir la diferencia. Esto
es lo que se va a castigar con el patrimonio, si no hay
utilidades entonces se va a reducir el patrimonio, que ya está
reducido por esta conclusión de la auditora", estableció.
Dilema de salvación
Una vez con los resultados en la mano se presenta el dilema de
a qué entidad salvar. No obstante que este tiene que ser un
análisis absolutamente técnico, existen otras consideraciones.
Sobre la mesa aparecen tres caminos para las entidades bancarias:
apoyarlos con recursos para que sigan funcionando, la fusión o
se estatizadas.
"Los miembros de la AGD van a tomar las decisiones, pero tiene
que haber un trabajo técnico para que vayan empujando un informe
a los cuatro jóvenes que la conforman", dijo Robalino.
Allí es donde para Spurrier se presenta el primer problema, los
técnicos no presentan alternativas reales, las miden en función
de costos o desde el punto de vista más negativo, pero solo
ofrecen una opción viable.
Discrecionalidad
Aunque en la selección se requiere una solución con carácter
nacional, los analistas recalcan la discrecionalidad que debe
existir en el Gobierno para la elección y el diseño de una
política regional.
Spurrier considera que por los últimos sucesos que se han
registrado en el país parecería que se quiere reanudar y culminar
un conflicto que se inició en 1925, que pretendía acabar con la
banca de la Costa.
Para apoyar su teoría recalca que en la toma de decisiones en el
campo económico se trata de excluir a la Costa, hasta tal punto
que el Banco Central del Ecuador parece que va a ser manejado por
quiteños y los representantes de la Costa han sido empujados a
salir de la AGD.
Para Farfán esta situación tiene su explicación en la parte
política, debido al debilitamiento de los partidos políticos
tradicionales de la Costa que actualmente "tienen un serio
problema de hegemonía".
Se manipula sobre el FMI
La urgencia con que el Ecuador precisa de la ayuda del Fondo
Monetario Internacional estaría dando origen a manipular sus
opiniones o las condiciones que establece para otorgarla.
De allí que para los expertos es preciso también que se aclare
lo que realmente piensa o pide el organismo.
En este sentido, dudan que la decisión de no entregar más
recursos a determinado banco o afirmar que el FMI no firmará el
acuerdo con el Ecuador si de por medio no existe una reforma
legal para que el Superintendente de Bancos no tenga el voto
dirimente en la selección bancaria, provenga realmente del FMI.
César Robalino cree que efectivamente existe una manipulación de
los pensamientos del fondo, porque lo que el organismo pide es
el reordenamiento del sistema bancario en general.
Fortalecer o estatizar
Partiendo del ofrecimiento de los organismos internacionales de
apoyar el proceso de reestructuración bancaria en el país
entregando recursos por 500 millones de dólares, los expertos
advierten que deberá establecerse una estrategia para su
distribución.
Para César Robalino se buscaría establecer una clasificación de
los bancos y a los que tengan condiciones para la recuperación
se les entregarán recursos para que se capitalicen, con la
condición de que compren bancos pequeños a los precios que diga
la auditoría.
Si no existe la predisposición de los accionistas que deberían
perder parte de su patrimonio en este proceso, estima que el
Gobierno debería entrar a una estatización.
Receta para el Progreso
Spurrier en tanto, no considera la estatización para casos como
el del Banco del Progreso.
Su fórmula consiste en entregarle un préstamo por parte de
Filanbanco y que este lo absorba con el fin de vender un
megabanco guayaquileño.
Piensa que es una solución viable y tal vez menos costosa que
ejecutar la garantía de depósitos.
En opinión de Olmedo Farfán, igualmente deberán tomarse en
consideración políticas monetarias porque con la inyección de
liquidez en la economía deben adoptarse medidas para que bajen
las tasas de interés, de lo contrario "¿de qué sirve que exista
liquidez en el sistema cuando va a ser una demanda de créditos
a tasas del 70%?, ahí ya no estamos hablando de aspectos
financieros, sino de políticas monetarias".
J. McPherson se fue y puso el dedo en la llaga
El principal problema del país es la crisis del sector real de
la economía (la producción), como consecuencia de años de tasas
de interés altísimas y el agravante de la recesión imperante,
declaró James McPherson en la carta de renuncia a la gerencia
general de la Agencia de Garantía de Depósitos, (AGD).
Dijo que la descoordinación entre la AGD, el Ministerio de
Finanzas y el Banco Central del Ecuador, no aportó a la solución
de la crisis financiera.
McPherson recalcó que Ecuador requiere hoy, más que nunca, de
"una postura gubernamental firme, unida, decidida y sin
miramientos políticos ni regionales".
El efecto negativo del déficit fiscal junto con la crisis en
Latinoamérica afectaron las líneas de crédito de la banca
internacional hacia Ecuador, explicó tras detallar que fueron
factores detonantes a la crisis financiera.
Tal situación, agregó, dio paso a la reestructuración y
saneamiento de varios bancos y ocasionó la congelación de las
cuentas, lo que a su vez generó desconfianza del público.
Así también consideró que la falta de leyes más estrictas
respecto de la supervisión bancaria, el aumento de daciones en
pago y los créditos vinculados, también contribuyeron al
deterioro de la banca nacional.
El estudio de todas las crisis financieras enseña que la oportuna
y decidida toma de decisiones constituye la mejor herramienta
para reducir los costos para el Estado, aclaró.
En cuanto a la AGD, piensa que se arrancó y organizó con la
premura que exigía la realidad y, sin mayor infraestructura
burocrática, se comenzó el saneamiento de varias instituciones
financieras.
Aseguró que Filanbanco, con la asesoría del ING Barings, está
reestructurado, estable y solvente, listo para iniciar su venta
este mes.
Finalmente comentó que es indispensable limitar o ajustar el
ámbito de cobertura de la garantía de depósitos. "No es posible
que el Estado asuma una garantía ilimitada, así como tampoco es
admisible que asuma los riesgos de la banca del exterior". (Texto
tomado de El Universo)
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