Quito. 25 jun 2001. La belleza física gana terreno y se la toma como
sinónimo de buena imagen. Abre puertas y causa frustraciones

El guionista colombiano Fernando Gaitán hacía público, en enero pasado,
el dilema que tenía respecto a la transformación de Beatriz Pinzón
Solano, la protagonista de la telenovela que rompía, hasta ese momento,
con todos los esquemas establecidos. "Si transformo a Betty estaría
reconociendo que para triunfar en este mundo es necesario ser bello...",
declaró en ese entonces el guionista a un matutino de su país.

Meses más tarde, sin embargo, los seguidores de Betty se sorprendían al
ver que la fea heroína cambiaba su aspecto físico paulatinamente. La
influencia de otro personaje de la novela fue el eje de ese cambio.

Finalmente, y a pesar de ser una especie de emblema de las mayorías menos
agraciadas, que la seguían por televisión, Betty se dejó atrapar por los
encantos de la belleza.

Situación aquella que no se aparta a la realidad ecuatoriana que afrontan
diariamente un simnúmero de personas que, a pesar de apararentar cierta
satisfacción de sí mismos, ocultan internamente la fustración de no ser
valoradas por su capacidad sino por los estándares estéticos impuesto por
una sociedad donde la belleza se ha vuelto una disciplina. De allí que la
carrera para evitar ser relegados y apartados de esos espacios, hoy la
inician tanto hombres como mujeres, profesionales y amas de casas.

"Siempre una persona está predispuesta, el medio que la rodea termina
condicionando esa predisposición. Si el mercado laboral exige imagen, la
persona que necesita del empleo termina aceptando la regla", manifiesta
la sicóloga clínica Ruth Moya.

Es así como en estas últimas décadas, el mercado se ha esmerado en
fabricar un simnúnero de técnicas para rendir culto al cuerpo, lo que ha
provocado que el hombre actual se involucre en la cultura de lo estético.

En este sentido, la cirugías plásticas son la herramienta de primera mano
para corregir detalles del cuerpo que se consideren antiestéticos y, por
ende, constituirse en un impedimento al momento de conseguir un empleo,
conquistar o retener a alguien.

"La cirugía estética es muy beneficiosa. Solo basta que la persona esté
motivada a enfrentar un cambio. Muchas personas se sienten satisfechas al
ver esos cambios", dice el cirujano plástico Jaime Lebed Queirolo, quien
ha operado a reconocidos personajes nacionales e internacionales.

Sin embargo, a raíz de su aplicación masiva, diferentes posturas ha
generado la cirugía estética, al punto que hay quienes la censuran por
considerla un culto a la vanidad.

Otros recursos

"Se considera un acto de vanidad, inclusive de irresponsabilidad, si se
trata de determinadas cirugías, como las de inyectar colágeno en los
labios, glúteos o aumentar el busto para tener un físico parecido a una
estrella de cine", cuestiona Elías Dávila, vicario de Comunicación Social
de la Arquidiócesis de Guayaquil. Cree que hay otros mecanismos estéticos
para mejorar la imagen, que se podrían aplicar de acuerdo a las
posibilidades. "Las mujeres cuentan con el maquillaje o vestuario; los
hombres, con la presentación personal".

Un criterio parecido expresa la consultora empresarial, Olga Aguilar,
quien manifiesta que una persona no necesita ir a un quirófano para
mejorar su imagen, pues esta se puede mejorar con cada detalle y armonía
en el vestir, con el aseo y otros aspectos básicos.

La sicóloga clínica Ruth Moya, empero, piensa que mientras la cirugía
estética sea un complemento para mejorar la imagen de la persona y no
para ocultar la insatisfacción o la fustración que esta tenga, será
beneficiosa. Empero enfatiza que el "éxito de una cirugía estará en la
persona que haya ingresado a un quirófano motivada por sí misma y no por
la influencia de terceros".

En este sentido, la sicóloga reconoce que muchas de las personas que se
operan lo hacen guiadas por la influencia del medio que las rodea. El
cirujano Jaime Lebed admite al respecto que "el paciente latino siempre
tiende a dejarse guiar por la opinión de otras personas, ya sean
familiares o amigos".

Gaitán Villavicencio, sociólogo guayaquileño, va más allá y manifiesta
que la venta de arquetipos culturales influyen en las personas para tomar
una decisión al respecto. "Este fenómeno es algo cotidiano, puesto que
estrellas de televisión y cine, candidatas a reinados de belleza, top
models, asesores de imagen, modistos y más proporcionan al hombre común
el concepto de la belleza como "un medio para ser no solo aceptado sino,
admirado". (JVR-CHM-LMI)

Pacientes

-El cirujano Jaime Lebed, quien tiene un alto número de pacientes
norteamericanos que llegan a operarse a Guayaquil, afirma que hay
diferencias relevantes entre el paciente americano y el latino.

-Mientras el americano investiga, se asesora de cada centro, de sus
cirujanos antes de practiacrse una operación; el latino prefiere ir a lo
rápido.

-La mayor parte de los pacientes que tiene Lebed, observaron su nombre en
una lista de cirujanos elitistas de Estados Unidos; su carrera como
intructor de los cirujanos residentes en el Jackson Memorial Hospital de
Miami y sus continuos entrenamientos en avances de tecnología plástica.

-"El paciente latino es alguien que quiere resultados de manera
inmediata. Si se opera quiere ver la diferencias en pocos días. El
amerciano es más conciente de aquello. Sabe que debe esperar un tiempo
prudencial para obtener resultados favorables", dice Lebed.

-Otro punto que anota el cirujano es el hecho de que el paciente latino
va a los consultorios acompañado de sus familares. El pacirente latino
generalmente se deja influenciar mucho por la opinión de otros.

-Ocurre lo contrario con el americano, que gusta de ir solo a las
cirugías. Es más libre para decidir lo que se quiere realizar, sin la
influencia de otras personas (JVR)

Riesgo de sanciones

Los cirujanos plásticos de clínicas o centros estéticos necesitan cumplir
un sinnúmero de requisitos: título en medicina general (otorgado por la
universidad), posgrado en cirugía plástica (de tres a cinco años,
mínimo), un reconocimiento de especialidad emitido por la Federación
Médica Ecuatoriana (FME), que avale de 300 a 150 cirugías plásticas, como
practicante y profesional, respectivamente; además, cursos y seminarios.

Como ente gremial, el Colegio de Médicos del Guayas (CMG) no ejerce
ningún control sobre clínicas ni centros de cirugía estética, lo hace la
Jefatura Provincial de Salud del Guayas y el Ministerio de Salud, en
apego con el Código de la Salud, dice Marcelo Silva, presidente del
gremio.

Un tribunal de honor (organismo que forma parte del CMG) analiza el
resultado de las investigaciones de la denuncia y se encarga de emitir la
sanción, que va desde la amonestación verbal o escrita, suspención
temporal, hasta la expulsión del Colegio, lo cual implica que el galeno
no pueda ejercer su profesión.

"El término "mala practica médica" es mal usado, ya que un médico no
tiene afán de hacer daño, sino de dar lo mejor de sus conocimientos",
refriere Silva, agregando que anualmente hay pocas denuncias contra malos
profesionales.
"Los riesgos de la profesión se deben a la falta de insumos, equipos y
tecnología de punta; entonces, si se acusa de "negligencia médica" debe
ser al Estado y no al médico, por no facilitar la infraestructura para
laborar en un rango de seguridad", enfatiza. (CHM)
Las cirugías no afectan los genes, pero sí las emociones

Los tratamientos estéticos, en exceso, solo pueden heredar enfermedades.

No siempre curan las depresiones Familiares y amigos de Beatriz Pinzón
Solano, uno tras otro se acercaron para conocer a la primogénita de la ya
transformada "Betty".

Era la última escena de la popular novela, pero por las expresiones de la
mayoría de ellos, la infante no era tan agraciada como finalmente quedó
su madre.

Y aunque en ningún momento la protagonista se sometió a una cirugía, hay
quienes sí se han sometido a ellas para mejorar su imagen y esperarían
cambios también en su descendencia, según especialistas.

"Es un pensamiento erróneo creer que alguien mejorará su genética al
ingresar a un quirófano para cambiarse un rasgo físico", asegura Ruth
Moya, siocóloga clínica.

Esta versión es avalada por Rovel Mena, médico gineco obstetra y
catedrático de embriología de la Universidad Católica de Guayaquil.

Explica que las cirugías plásticas no tienen carácter hereditario; es
decir, que cualquier tipo de arreglo físico que una persona se haga no
implicará cambios en sus genes para bien o mal de todos sus
descendientes.

Lo que sí destaca es que en casos extremos, como el del cantante pop
Michael Jackson, las alteraciones genéticas de los descendientes sí
pueden darse, pero no en el sentido de que hereden la piel blanca o la
nariz sumamente fina y repingada, sino enfermedades de la piel, por los
insistentes tratamientos, algunos innecesarios.

La sicóloga Moya añade que cuando una persona accede a una cirugía
estética con la finalidad de que esta sea un complemento a su figura, los
resultados son favorables. No así cuando la persona a través de esta
práctica trata de compensar alguna fustración. La especialista se refiere
al inicio de una serie de complicaciones en el ámbito emocional.

"En nuestro medio el mayor porcentaje de personas que acceden a las
cirugías estéticas lo hacen porque quieren borrar externamente algo que
las marca en lo interno".

En estos casos la situación empeora, pues el conflicto no desaparece con
el cambio físico. "La persona que no confronta su problema se dará cuenta
de que su conflicto no era estético, sino que en lo interno refleja su
insatisfacción", manifiesta Moya.

En este sentido, la depresión y la obsesión pueden aparecer, dependiendo
la personalidad del individuo.

¿Por qué desea operarse usted?, debe preguntar el cirujano antes de
operar a su paciente.
En los casos donde la cirugía es un simple complemento, el cirujano debe
ser lo más honesto posible con el paciente para evitar cualquier
frustración posterior a la operación. "El cirujano no debe simplemente
satisfacer lo que el paciente quiere, debe decirle que esos rasgos no le
quedan bien. La persona no puede ser una exhibición de su estética, sino
que ésta debe ser un complemento". (JVR)

Cambiar para conseguir empleo

Muchas de las exigencias del mercado laboral, en cuestiones de imagen, no
se ajustan al biotipo ecuatoriano. Hay quienes se endeudan para retocarse
"Importante entidad financiera requiere personal con el siguiente perfil:
Excelente presencia, orientación definida y visión de servicio al
cliente...".

Son las primeras líneas de una aviso de empleo, similar al que leyó hace
dos años Diana, una egresada de contabilidad del colegio Veintiocho de
Mayo de Guayaquil.

Por más de cinco oportunidades, esta joven de 20 años de edad, ingresó
sus documentos a una entidad financiera sin lograr conseguir una plaza de
trabajo. Sus calificaciones eran favorables, pero su aspecto físico no
respondía a los indicadores para ocupar este tipo de cargo. Este año
decidió "postergar sus sueños antes que la fustración le ganase". Decidió
estudiar pedagogía.

Como ella, diariamente en el país, decenas de jóvenes desisten de
continuar con sus "planes a futuro" por la falta de oportunidades en
algunas empresas que manejan indicadores de selección basándose en un
concepto de imagen, que en varios casos se confunde con el de belleza.

"Altas, delgadas, con una sonrisa de bonitos dientes, peinadas en forma
natural pero algo sexy. Tener siempre buen humor, caminar un poco
sensualmente, no para llamar la atención, pero que se las vea femeninas".

Son lineamientos que actualmente se consideran en ciertas entidades
bancarias al momento de calificar al personal femenino. Así lo señala un
asesor de personal que prefiere el anonimato.

"No tengo indicadores, pero lastimosamente en lo que uno conoce sí hay
sectores que se mueven con esos parámetros", manifiesta Olga Aguilar
Ramos, directora de la consultora empresarial "Aguilar y Garcés". No
obstante, habla de una minoría que resalta la potencialidad del individuo
por encima de estos aspectos.

"Lo ideal es que una empresa abra un marco para conocer cómo piensa y
siente la persona. No valemos por nuestro físico sino por nuestra
condición humana, valores, creatividad, solidaridad". Estas aptitudes son
las que la empresa debe tener en cuenta, pues generalmente hacen y
fortalecen la cultura empresarial.

El otro analista indica que la tendencia a favorecer la imagen, que se da
especialmente en las empresas que manejan el contacto directo con el
público, se debe a que "se busca dar la impresión de que todo está
optimizado y se piensa que una mujer delgada, muy bien puesta, atrae a
los clientes. Eso permite que esta se desenvuelva sin ningún tipo de
limitación en el mercado". De allí, que muchas jóvenes se endeudan para
obtener una mejor apariencia física y así acceder a esta tendencia.

Explica que esto puede desencadenar una fustración en la persona, "pero
las exigencias laborales llevan a eso".
"La empresa exige imagen, porque es lo que vende, por encima de que el
producto que se ofrezca sea bueno o malo".

Manifiesta que la capacidad del individuo en algunas empresas pasa a un
segundo plano. "A las personas se las trata de adaptar a un ambiente
donde los hábitos pertenecen a una clase social alta y los rasgos deben
ser guiados hacia ese objetivo".

Aguilar marca dos antecedentes para este desfase: Que la cultura de la
empresa no tenga esta valoración y desde esa manifestación ya involucra
una pobreza de apreciación de lo que es el ser humano. En segunda
instancia, que en el país no se ha potencializado la atención al
discapacitado de tal manera que cree, valdría la pena insistir en la
necesidad de trabajar en la biodiversidad de los ámbitos educativos e
institucionales en todos los niveles. La aceptación de la diversidad de
las personas es un aspecto muy importante y básico para el desarrollo de
un país. (JVR)

Cirugías, sin cortes de piel

Acido ialurónico, Gorotex y Botox son las nuevas técnicas plásticas que
se utilizan en el país

Desde el año anterior, tres nuevas técnicas plásticas se han insertado en
el mercado ecuatoriano y están desplazando paulatinamente las
tradicionales cirugías que se practicaban para eliminar arrugas u
operaciones para aumentar los maxilares.

Aunque los costos son elevados, los resultados se ven en menos de 48
horas, luego de tratamientos que duran entre cinco y veinte minutos.

Uno de ellos es el Botox, que fue utilizado durante mucho tiempo para
otros fines, como por ejemplo, la nivelación del rostro en casos de
parálisis faciales.

Regularmente se aplican en dos partes: en las arrugas que se forman
alrededor de los ojos y en la zona central de la frente.

En Estados Unidos, la aplicación en cada punto puede costar entre $400 y
$500. Es decir que un tratamiento de Botox puede bordear los $1 500. En
Guayaquil, el precio de esta técnica es un poco menor, pues los cirujanos
no cobran las "inyectadas".
Unas 25 personas acceden mensualmente a este tratamiento en la clínica
estética de Jaime Lebed. Gorotex es otro de los productos de la nueva
"era plástica". Se lo utiliza para cierto tipo de implantes faciales y
subcutáneos.
El otro tratamiento es con ácido ialurónico. Sirve para disminuir las
líneas de expresión. Tiene la función de rellernarlas. Se inyecta y dura
aproximadamente seis meses. (JVR)

Cirugías estéticas: entre el éxito y los daños irreversibles
"Los doctores Leyton y Wong hicieron maravillas y no me quejo", dice una
paciente agradecida por su cambio
No lo niega; al contrario, reconoce que es feliz con su cuerpo gracias a
las bondades que la cirugía plástica y el bisturí han hecho en ella.

Hilda Murillo, cantante guayaquileña, afirma que mantiene su imagen de
mujer y artista profesional de manera sana desde hace varios años, debido
al ejercicio físico y disciplina nutritiva controlada, al haberse
sometido a una cirugía plástica, en 1989.

"La mujer debe mantener una presencia física bastante atractiva, cuidar
su imagen y no ocultar su edad, aunque se haya hecho una cirugía",
manifiesta.

Las complicaciones de las operaciones que se hizo en la nariz y párpados
nunca se presentaron, gracias al metódico control que le dedicó.

"Los doctores -Leyton y Wong- hicieron maravillas y no me quejo, pues sus
recomendaciones me han servido para no sufrir algún tipo de trauma",
señala.

Así, afirma que si tuviera necesidad de otra cirugía, tal vez no lo
volvería a hacer, porque ha llegado al límite necesario y así se siente
contenta.

Menciona que el boom de la cirugía es normal y que si hay mujeres que
tienen la oportunidad de realizársela no escatimen esfuerzos económicos y
se la hagan, siempre y cuando sea con un buen especialista clínico.
Sin embargo, la otra cara de esta práctica médica arroja lamentable
casos de pacientes que sufrieron complicaciones y mal formaciones en sus
partes íntimas, rostro o laceraciones cutáneas, debido a los llamados
"piratas plásticos", que según denuncias, operan en sitios clandestinos
de Guayaquil.
Uno de aquellos dramas quirúrgicos, es el que vive aún "María Fernanda",
de 25 años de edad y soltera. Cierto día sintió la necesidad de rebajar
algunas libras en sus piernas, íngles y abdomen, y optó por realizarse
una operación, sin que sus padres se enteraran.

Fue a donde un supuesto cirujano plástico, quien la atendió en una cómoda
oficina y la entrevistó rápidamente, para después llevarla directo al
quirófano, por una suma de dólares.

El seudo doctor -quien tenía solo quinto año de medicina- le dijo que
todo iba a salir bien y que debía confiar.

Las dos horas que duró la operación fueron interminables. María Fernanda
salió en silla de ruedas y se quedó inmóvil por algunos días.

Al final, tres meses le bastaron para comprobar el resultado: mal
formación a nivel inginal, debido a la mala liposucción realizada.

"Conozco en particular casos sorprendentes de señoras, jóvenes y
adolescentes, que han sido operadas por cirujanos plásticos que no tienen
práctica ni título profesional", señala el especialista Jorge Palacios
Martínez, cirujano plástico.

"Aquí, el daño no solo unicamente a nivel físico, sino sicológicamente
irreversible", explica. (CHM)

La liposucción gana terreno a "su majestad", la rinoplastia
Los costos de la cirugía plástica en Ecuador son cuatro o cinco veces
menores que en los Estados Unidos

La puerta de ingreso al consultorio 306 está en continuo movimiento. En
la pequeña sala de espera los catalagos y revistas con hermosos rostros y
espléndidas figuras se convierten en la atracción los pacientes en
espera.

Lupita Ferrer, reconocida actriz venezolana, tiene presencia gráfica en
aquella sala y también capta las miradas. Su testimonio firmado y
enmarcado reposa en una de las paredes; ello certifica que estuvo en una
de las habitaciones de ese lugar, al igual como lo han hecho 30 artistas
internacionales, 20 nacionales y 6 políticos ecuatorianos.

Jaime Lebed Queirolo aparece de repente y se convierte en el centro de
atención. Acaba de salir de una de las habitaciones de su clínica
estética, donde una modelo argentina descansa luego de una intervención.

En la habitación contigua lo hace una paciente norteamericana.

El centro estético, ubicado en la avenida Francisco de Orellana, uno de
lo sectores de mayor plusvalía de Guayaquil, es uno de los más asistidos.

"El 40% de mis pacientes son extranjeros y el 60% son de todo el
Ecuador", sostiene Lebed Queirolo, el único cirujano plástico
guayaquileño que aparece en la lista Ralphmichalrd, la sociedad de
cirujanos más elitistas de Estados Unidos.

"Es un espacio donde las personas pueden dar rienda suelta a sus gustos y
preferencias ", dice Sara, de 46 años de edad, una de las pacientes de
Lebed que se reconstruyó la nariz.

Ella describe el "boom" que se ha comenzado a generar últimamente en el
mercado de la cirugía estética ecuatoriana, cuyas preferencias por la
liposucción (retiro de cúmulos de grasa) han desplazado en gran medida a
la tradicional cirugía de nariz, que hasta hace más de dos años ocupaba
el primer lugar.
"Si uno observa a 100 personas y contempla sus características físicas,
20 tienen alteraciones (problemas) en la nariz, pero la mayor parte tiene
acumulación de grasas en el abdomen. Y este número aumenta paulatinamente
porque aquí se lleva una dieta excesiva en grasas", dice Lebed.

De allí se destaca el hecho de que los pacientes ecuatorianos hayan
inclinado la balanza hacia las microliposucciones y las liposucciones
(medianas y grandes).

Los costos de estas operaciones quirúrgicas puede variar de acuerdo al
cirujano que la practique. Una liposucción pequeña, como la eliminación
de grasa excesiva en alguna pequeña zona del cuerpo puede costar entre
$400 y $600. Mientras que una liposucción completa puede llegar a
alcanzar los $1 200.

Lebed Queirolo, cirujano que manejatécnicas americanas en cirugía
plástica, afirma que las tarifas ecuatorianas están en la cuarta o quinta
parte de lo que se cobra en Estados Unidos, donde una liposucción pequeña
puede llegar a costar $4 000 y una liposucción completa $8 000.

Queirolo manifiesta que la tecnología que se aplica es un buen argumento
para atraer pacientes. Leber Queirolo señala que "de nada vale que sea un
buen cirujano, si no se cuenta con tecnología de punta. En el campo de la
cirugía plástica muchos métodos pueden estar en boga en este momento,
pero después de un año se vuelven obsoletos", piensa.

Otra de las alternativas que estáteniendo acogida en el mercado plástico
son los implantes. "Aumentar gluteos y bustos son las preferencias en
este tipo de cirugías", dice Jaime Lebed. Modelos y rostros femeninos de
la pantalla acceden a estos operaciones.

En cuanto a las opciones de pago para efectuarse una cirugía plástica,
hay para todos los gustos: al contado, con planes de créditos y hasta con
cheques a plazo, en algunos casos.(JVR)

ANALISIS

Sobre las bases de la vanidad y la imagen
Estas páginas dejan una conclusión que parece clara: los parámetros de
belleza, usualmente importados o copiados de otras sociedades, y por
ende, con características no auténticas, están asentándose en las sólidas
bases de la vanidad particular y el falso concepto de imagen
institucional.

Pero, ¿es malo que los ecuatorianos se esmeren por lucir mejor de lo que
naturalmente son? Los especialistas consultados por este diario se ubican
en dos orillas. La una acoge a quienes creen que la cirugía plástica, con
fines estéticos, es beneficiosa cuando el individuo se la practica
simplemente para satisfacer sus propios gustos, sin haber sido forzado
por el entorno. Situaciones, no obstante, muy escasas en el medio.

Los de la otra orilla piensan, sin embargo, que los cambios quirúrgicos,
y ahora incluso inyectables y sin sangre, que permiten rejuvenecer o
corregir rasgos naturales y hereditarios, dejan secuelas irreeversibles
cuando han sido el resultante de situaciones forzosas. Por ello, muchos
de quienes se sometieron a estos tratamientos, al poco tiempo han seguido
sintiendo insatisfacción, o recuperan la inseguridad conyugal o social
que pensaron superar con su paso por el quirófano.

En todo caso, el culto a la belleza es una realidad en sociedades como la
ecuatoriana, donde muchas de las opciones de trabajo exigen en sus
postulantes características estilizadas, no acordes con el biotipo
ecuatoriano; y también sonrisas y ademanes sensuales, nada acordes con
ciertas actividades intelectuales que se ofrecen.

Es, además, el boom del que se están beneficiando médicos especializados
(y también otros improvisados y clandestinos) que han optado por dar las
mayores facilidades a quienes quieren invertir en su belleza.

Es evidente en Guayaquil el progreso de ese sector profesional que recibe
desde artistas de cine, televisión, y modelos del extranjero, hasta los
actores locales y políticos que se preparan para captar simpatías en sus
campañas electorales. Y recordemos que, en nuestro país, hay una ad
portas, y quienes aspiran a este otro tipo de concurso deben estar
listos, y por qué no bien puestos. (GCG)

Ya no es "cosa de señoritas"
Una relación 60-40, en porcentaje, es la que ahora se da entre pacientes
mujeres y hombres, en esas cirugías

La tendencia que sorprende actualmente a los cirujanos plásticos del país
es el porcentaje de varones que acuden al quirófano por un cambio de look
en su rostro, o el retiro de grasa de su abdomen, y que han hecho
descender la cifra de operaciones en mujeres (desde los 15 a 55 años de
edad) hasta el 60%.

Jorge Miranda Zavala, afirma que el "negocio plástico" ha sufrido cambios
en estos últimos años y uno de ellos tiene que ver precisamente con los
pacientes varones.
"Para la cirugía estética no hay un límite de edad ni de sexo", sostiene
el especialista. Así, una de las favoritas y la que tiene gran demanda,
tanto en pacientes de sexo másculino como femenino, sigue siendo la
rinoplastia o cirugía nasal.

Se destaca también la cirugía de senos, con una preferencia de 15% por un
busto pronunciado.

Y admite también el gran terreno que gana la liposuccón. "Ahora se ha
implementado una nueva técnica que se realiza de forma subsónica con
cánolas activadas que tienen movimiento propio; se diferencia de la
convencional porque no las tiene".

"La tendencia mundial del rejuvenecimiento es una cirugía más temprana de
cara, es decir, a los 45 o 50 años, ya que así es más preventiva que
curativa", dice.

Menciona que los costos de operación van de acuerdo a las necesidades de
cada paciente, al tiempo de duración de la intervención y al presupuesto
operativo de los quirófanos.

"Hay clínicas que tienen costos operativos muy bajos, debido a que usan
medicamentos de bajo costo, pero hay pacientes que sacrifican costos por
una mejor calidad y servicio", señala.

"Primero se realiza una entrevista con el candidato para saber si está
preparado sicológicamente para la operación, luego se lo examina
completamente y finalmente se lo lleva quirófano", concluye. (CHM)

Reconstructiva, la otra cirugía

Contraponiéndose a las intervenciones estéticas, aquí lo valioso es
volver a masticar o tomar un objeto con la mano

En medio de la guerra contra Perú, una granada hizo blanco a un soldado
ecuatoriano. A causa de las heridas, el militar perdió la mano derecha y
el dedo pulgar de la izquierda.

Del pulgar dependen la mayoría de acciones mecánicas de las que es capaz
una mano. Sin él, en mucho se inutiliza el miembro.

Fue entonces cuando un grupo de médicos del Hospital Militar de Quito,
dirigidos por el doctor Alejandro Rubio, decidieron realizar una
intervención quirúrgica que tomó más de 16 horas.

Durante la compleja operación de microcirugía -donde se revascularizaron
los tejidos uniendo una a una arterias, venas, tendones, huesos- fue
suplantado el pulgar por un dedo del pie.

Tras un proceso de adaptación y terapia, el implante comenzará a cumplir
eficientemente todas las funciones perdidas. La mano ha sido recuperada y
tras cierto tiempo, la sensibilidad volverá también.

A nivel público, institucional y de grandes hospitales, la cirugía
estética prácticamente no cuenta. Las prioridades son otras, y entre
ellas están las cirugías reconstructivas, que intentan recuperar la
utilidad funcional de órganos afectados.

El costo de una intervención estética o de otra re constructiva puede ser
equiparable, e incluso en algunas circunstancias la segunda llega a ser
más costosa.

Al igual que las cirugías estéticas -que en su mayoría son pagadas en
instituciones privadas-, las reconstructivas son un parámetro de las
diferencias económicas dentro de la sociedad.

En su gran mayoría, los pacientes de intervenciones quirúrgicas
reconstructivas son de escasos recursos: las causas que producen la
lesión se originan en las condiciones de vida en las que se desenvuelven,
las actividades laborales que realizan: un obrero en una fábrica, sin
implementos de seguridad, es más propenso que un empresario a sufrir un
accidente grave.

"Las limitaciones económicas inciden definitivamente en las
características de los pacientes", precisa Rubio.

Según el cirujano, últimamente se ha registrado un importante incremento
de los casos que exigen cirugía re constructiva: la mayor
industrialización, el aumento del parque automotor, el empeoramiento de
condiciones de vida de cierto segmento de la población aúpan un
incremento en accidentes de tránsito, de trabajo o domésticos.

Tras una intervención reconstructiva, en muchos casos sí es necesaria una
cirugía de mejoramiento estético exterior, que cubra las secuelas de un
procedimiento que da toda preferencia a lo funcional sin preocuparse de
las secuales sicológicas. En la mayoría de casos, hospitales públicos y
seguros no cubren estas operaciones. (AAS)


La Policía captura en Quito a dos de los más buscados en Guayas
El "Comando" y el "Cholo Rosado" , capturados en la capital, están en el
ex Penal García Moreno
Bajo el eslogan "ojos contra la delincuencia", se aplica desde el 10 de
agosto de 2000 el programa para hacer de la urbe "Más ciudad", que lidera
el alcalde Jaime Nebot en trabajo conjunto con la Policía Nacional y
Metropolitana como mecanismos para reducir los márgenes de delincuencia
en Guayaquil.
Personal y equipos de ambas entidades patrullan constantemente las áreas
urbanas y suburbanas. El plan "Más Seguridad" recibió el apoyo de la
Gobernación y la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión AER, núcleo del
Guayas.
AER participa con 16 emisoras en la campaña de apoyo a la lucha contra la
delincuencia, por medio de la comunicación inmediata del cometimiento de
robo de vehículos; asaltos a las instituciones financieras, comerciales y
robo a personas, con el objeto de que esta alerta provoque el apoyo de la
ciudadanía por medio de informes, denuncias y datos. El alcalde Jaime
Nebot señala que luego de la intervención del Municipio se han reducido
los niveles de delincuencia a un 50%.

De los diez delicuentes más buscados, siete han sido capturados. Quien
entregue información de su paredero recibirá una recompensa económica.

La Policía Judicial de Pichincha informó que dos de los delincuentes más
buscados guardan prisión en el Centro de Rehabilitación Social de Varones
Nº1 de Quito, en el pabellón B.

Se trata de Daniel Mieles, conocido en el bajo mundo del hampa con el
remoquete de "El Comando", y Ramón Gonzalo Rosado Mero (a) "Cholo
Rosado", quienes presentan un récord policial de asalto a mano armada y
homicidios.

Daniel Mieles, había sido detenido en Loja el 27 de marzo de 2000, pocas
horas depués de participar en el asalto a un vehículo blindado. En el
atraco murió un guardia de seguridad y por eso, Daniel Mieles, fue
sentenciado a 16 años de prisión, pero con el nombre de Rolando Viterbo
Salazar Jimbo. La Policía lo descubrió y lo trasladó a la capital de la
República.

Mientras tanto, "Cholo Rosado" fue detenido durante un operativo que
montó la Policía Judicial de Quito luego de un frustado asalto a una
sucursal bancaria.

Ramón Gonzalo Rosado tiene registro policial como asaltante y ha
participado en más de 30 delitos que van desde asalto a mano armada hasta
homicidios.

El delicuente es requerido en varios informes enviados por 11 juzgados de
lo Penal de la Provincia del Guayas y uno de la provincia de Pichincha.
(XP)

Prontuario

-El Comando es uno de los delincuentes más peligrosos que cambio su
identidad para evitar ser detenido por la Policía.

-Daniel MIeles tiene una larga cuenta que pagar a la Justicia.

-Se trata de un peligroso asaltante de bancos.

-El "Cholo Rosado" tiene una ficha policial con el número 7245 en la
especialidad de asaltante.
-El récord policial de Ramón Gonzalo Rosado Mero señala que ha
participado en más de 30 delitos.

-Era requerido por la justicia en Guayaquil y Quto. Un operativo policial
permitio su captura. (XP)

La familia de Katty, la busca

Visiblemente desesperados, los padres de Katty de los Angeles Barzola
llegaron hasta las instalaciones de la Fundación Reencuentro, que ayuda a
encontrar a niñas y niños perdidos o desaparecidos, a pedir ayuda para
encontrar a su hija que desapareció el 31 de mayo de 2001.

La familia habita en el sur de Quito y su hija desaparecio del barrio El
Pintado, el jueves 31 de mayo de 2001.

La joven es de tez trigeña, ojos café oscuro, tiene pelo negro y 17 años
de edad.

La madre de la menor en tono desesperado hizo un pedido a la ciudadanía
para que dé información del paradero de la menor llamando a los teléfonos
de la Fundación Reencuentro: 238 238 ó 238 627. De igual manera, hizo un
llamado a su hija para que retorne a la casa lo más pronto posible.
(XP)(Texto tomado de Blanco y Negro)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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