LA CURVA DE POPULARIDAD DE SIXTO
Quito. 13.10.92. ¿Cómo reaccionaron los ecuatorianos ante las
medidas?¿Cómo ha evolucionado la curva de popularidad del
presidente de la República? ¿Cuál es su ministro más
apreciado? Durante un encuentro con HOY el analista político
Jaime Durán Barba, de la empresa encuestadora Informe
Confidencial, respondió algunas de estas inquietudes sobre
actualidad política en base de datos obtenidos por su empresa.
Sobre la popularidad del presidente de la República, Sixto
Durán Ballén, el analista político aseguró que el mandatario
empezó con un nivel de aceptación sumamente alto,
particularmente en la Sierra donde tenía un gran saldo
positivo."Es uno de los presidentes que ha llegado con más
alto consenso. Al empezar este gobierno, una amplia mayoría
aprobaba la forma en que Sixto Durán Ballén había conducido su
trabajo desde el momento en que fue elegido hasta que subió al
poder", dijo .
Al 15 de agosto, la proporción de quienes aprobaban la gestión
del presidente en Quito era de 5 a 1, y en Guayaquil de 46 a
8, según los resultados de Informe Confidencial.
Este nivel cambió radicalmente con las medidas económicas. "Un
gobierno que toma medidas tan duras tiene un desgaste
inmediato sumamente alto". Además -continúa- seguramente nadie
esperaba del gobierno actual estas medidas, entonces la
sorpresa produjo una tremenda reacción negativa.
Es así que en la medición que se realizó el 19 de septiembre
la relación se había alterado radicalmente. La proporción de
ecuatorianos que juzgaban mal la labor del presidente era muy
alta: por cada seis quiteños que rechazaban la labor del
presidente, y que la calificaban de mala o muy mala, solo dos
la aprobaban. En Guayaquil de cada siete guayaquileños que
juzgaban mal o muy mal a Durán Ballén, había uno que lo
aprobaba. "Esto marcó una caída descomunal del presidente
Durán Ballén", asevera.
--Durante la campaña no se negó que se tomarían las medidas, y
hasta el 3 de septiembre los ecuatorianos no hacían mas que
esperarlas. ¿Qué es lo que produce este efecto tan negativo?
- Una simple razón: en una campaña electoral no importa el
texto de lo que se dice, sobretodo en la televisión, este
sirve de poco o nada. Lo que importa es en el contexto en que
se presenta al texto. Si bien la alianza PUR-PCE nunca negó
que iba a tomar medidas -cualquier gobierno que llegaba al
poder tenía que tomarlas-, Durán Ballén aparecía como una
figura blanda, paternal y generosa. Jaime Nebot tenía una
figura agresiva, dura y firme y la sombra de León Febres
Cordero, y aunque su discurso pudo haber sido más
"progresista", su imagen era más agresiva.
Por eso la gente no se esperó que se tomen medidas tan duras,
y, en el fondo, siempre se creyó que el gobierno no lo iba a
hacer.
NUEVO REPUNTE
En la última encuesta del 3 de octubre (la más reciente), las
reacciones extremas desaparecen, se reducen a la mitad. Solo
el 24 % de los quiteños juzgan de mala o muy mala la
gestión, inclusive algunos pasan a juzgarla mala y no muy
mala.
El saldo que el presidente tenía el 19 de septiembre era
altísimamente negativo, éste dio un importante salto de
mejoramiento. Durán Barba lo atribuye a dos razones:
Algunas de las medidas que se tomaron fueron absolutamente
espectaculares. Por ejemplo, al incrementarse el precio del
gas en un 200% la gente se asustó, y pensaron que muchas cosas
tenían que subir proporcionalmente, pero la utilización del
gas es mínima y la repercusión no fue tan grande, entonces la
gente tiende a calmarse y a tener un poco más de optimismo y
esperanza.
Por otro lado, cuando cuando en la última encuesta les
preguntamos a los quiteños y a los guayaquileños si es que
creían que las medidas tendrán un efecto positivo, la división
fue a mitades. Este efecto de esperanza y optimismo no había
apenas se tomaron las medidas, ahí hubo un cataclismo y la
gente se aterró. Después, al ver que no ha pasado nada grave y
que hay indicadores económicos que han evolucionado
positivamente, la gente se está calmando y está esperando con
expectativa lo que ocurre.
Según aseguró Durán Barba estas encuestas son solo válidas
para Quito y Guayaquil, y no se puede sacar ningún dato a
nivel nacional.
Existen trabajos nacionales que permiten ver las variaciones
con otras preguntas, sobre todo en la Sierra y la Costa. Hay
provincias sumamente deprimidas como Carchi, Bolívar,
Chimborazo, Tungurahua, con muy poca esperanza.
La aceptación o la resignación de las medidas tienen mucho que
ver con que exista una esperanza en el futuro.
Los manabitas son muy pesimistas, dicen que en los ultimo años
les fue muy mal, pero al mismo tiempo tienen una gran
esperanza de lo que les va a ocurrir, ahí es más fácil mandar
las medidas porque se acepta el sacrificio, subraya el
analista. En provincias donde se cree que se va a estar peor,
donde hay desesperanza, como en Bolívar, Chimborazo, Cañar,
Cotopaxi, sus habitantes se preguntan para qué lo hacen.
EL DAR MARCHA ATRAS ES MUY MAL ACEPTADO
- "Gobernar es enmendar" ha sido uno de los lemas del
presidente cuando ha dado o marcha atrás en algunas de sus
decisiones (Intervención en el IESS, precio del gas, entre
otros). ¿Cómo toman los ecuatorianos esta actitud?
- No son nada convenientes. En el caso específico del gas a la
gente le parece bien que el gas cueste menos, pero no le
parece bien que el presidente retroceda. La gente necesita
liderazgo, para los cientistas sociales y para mi gusto los
ecuatorianos son demasiado autoritarios, siempre quieren que
alguien mande y lidere.
Enmendar no da una buena impresión, produce sospecha. Es
preferible tomar mayor tiempo para tomar decisiones pero con
más análisis . Las masas lo que más temen es la incertidumbre.
El pueblo quiere las cosas claras, es radicalmente
conservador, le desespera la incertidumbre . Quieren saber
para dónde van. El retroceder desgasta al gobierno.
- ¿Y cómo siente los ecuatorianos el liderazgo de Durán
Ballén, lo sienten subyugado al del vicepresidente, Alberto
Dahik?
- Personalmente creo en el liderazgo del presidente, es una
persona definida en sus cosas. Pero, siempre que un presidente
se inaugura hay un desajuste en la población hasta
acostumbrarse al nuevo estilo, siempre ha pasado con los
cambios de todos los presidentes
En cuanto al liderazgo de Dahik, ahí hay un problema muy grave
que es estructural por la Constitución , lo que ha provocado
que siempre de una manera u otra manera existan fricciones
entre el presidente y el viepresidente. El hecho de que el
vicepresidente tenga que ocuparse de la planificación produce
problemas. Un presidente con su personalidad definida y dura
como es Durán Ballén y un vicepresidente tan brillante y con
una personalidad como la de Dahik seguramente chocarán por la
manera en que están dispuestos sus cargos.
POPULARIDAD DE LOS MINISTROS
En encuestas realizadas por Informe Confidencial sobre el
ministro más aceptado los resultados apuntaron hacia Roberto
Dunn, ministro de Gobierno. Para Durán Barba éste es un simple
fenómeno de "conocimiento". "Ni quienes están muy ligados a la
vida política del país conocen de memoria la lista de todos
los ministros, y además la mayoría de los ministros son
personas que no han estado en la escena política. El ministro
de Gobierno, Roberto Dunn es el más conocido por su
trayectoria política, por eso, el ciudadano despolitizado,lo
pone por ser el único nombre que conoce.
"Lo mismo sucede con los legisladores: siempre está el nombre
de Carlos Julio Arosemena, por ser ex presidente, por su
personalidad, entre otras cosas. Pero si se les pregunta cuál
ha sido su trabajo pocos son capaces de responder",
concluye.(5A)
Quito. 13.10.92. ¿Cómo reaccionaron los ecuatorianos ante las
medidas?¿Cómo ha evolucionado la curva de popularidad del
presidente de la República? ¿Cuál es su ministro más
apreciado? Durante un encuentro con HOY el analista político
Jaime Durán Barba, de la empresa encuestadora Informe
Confidencial, respondió algunas de estas inquietudes sobre
actualidad política en base de datos obtenidos por su empresa.
Sobre la popularidad del presidente de la República, Sixto
Durán Ballén, el analista político aseguró que el mandatario
empezó con un nivel de aceptación sumamente alto,
particularmente en la Sierra donde tenía un gran saldo
positivo."Es uno de los presidentes que ha llegado con más
alto consenso. Al empezar este gobierno, una amplia mayoría
aprobaba la forma en que Sixto Durán Ballén había conducido su
trabajo desde el momento en que fue elegido hasta que subió al
poder", dijo .
Al 15 de agosto, la proporción de quienes aprobaban la gestión
del presidente en Quito era de 5 a 1, y en Guayaquil de 46 a
8, según los resultados de Informe Confidencial.
Este nivel cambió radicalmente con las medidas económicas. "Un
gobierno que toma medidas tan duras tiene un desgaste
inmediato sumamente alto". Además -continúa- seguramente nadie
esperaba del gobierno actual estas medidas, entonces la
sorpresa produjo una tremenda reacción negativa.
Es así que en la medición que se realizó el 19 de septiembre
la relación se había alterado radicalmente. La proporción de
ecuatorianos que juzgaban mal la labor del presidente era muy
alta: por cada seis quiteños que rechazaban la labor del
presidente, y que la calificaban de mala o muy mala, solo dos
la aprobaban. En Guayaquil de cada siete guayaquileños que
juzgaban mal o muy mal a Durán Ballén, había uno que lo
aprobaba. "Esto marcó una caída descomunal del presidente
Durán Ballén", asevera.
--Durante la campaña no se negó que se tomarían las medidas, y
hasta el 3 de septiembre los ecuatorianos no hacían mas que
esperarlas. ¿Qué es lo que produce este efecto tan negativo?
- Una simple razón: en una campaña electoral no importa el
texto de lo que se dice, sobretodo en la televisión, este
sirve de poco o nada. Lo que importa es en el contexto en que
se presenta al texto. Si bien la alianza PUR-PCE nunca negó
que iba a tomar medidas -cualquier gobierno que llegaba al
poder tenía que tomarlas-, Durán Ballén aparecía como una
figura blanda, paternal y generosa. Jaime Nebot tenía una
figura agresiva, dura y firme y la sombra de León Febres
Cordero, y aunque su discurso pudo haber sido más
"progresista", su imagen era más agresiva.
Por eso la gente no se esperó que se tomen medidas tan duras,
y, en el fondo, siempre se creyó que el gobierno no lo iba a
hacer.
NUEVO REPUNTE
En la última encuesta del 3 de octubre (la más reciente), las
reacciones extremas desaparecen, se reducen a la mitad. Solo
el 24 % de los quiteños juzgan de mala o muy mala la
gestión, inclusive algunos pasan a juzgarla mala y no muy
mala.
El saldo que el presidente tenía el 19 de septiembre era
altísimamente negativo, éste dio un importante salto de
mejoramiento. Durán Barba lo atribuye a dos razones:
Algunas de las medidas que se tomaron fueron absolutamente
espectaculares. Por ejemplo, al incrementarse el precio del
gas en un 200% la gente se asustó, y pensaron que muchas cosas
tenían que subir proporcionalmente, pero la utilización del
gas es mínima y la repercusión no fue tan grande, entonces la
gente tiende a calmarse y a tener un poco más de optimismo y
esperanza.
Por otro lado, cuando cuando en la última encuesta les
preguntamos a los quiteños y a los guayaquileños si es que
creían que las medidas tendrán un efecto positivo, la división
fue a mitades. Este efecto de esperanza y optimismo no había
apenas se tomaron las medidas, ahí hubo un cataclismo y la
gente se aterró. Después, al ver que no ha pasado nada grave y
que hay indicadores económicos que han evolucionado
positivamente, la gente se está calmando y está esperando con
expectativa lo que ocurre.
Según aseguró Durán Barba estas encuestas son solo válidas
para Quito y Guayaquil, y no se puede sacar ningún dato a
nivel nacional.
Existen trabajos nacionales que permiten ver las variaciones
con otras preguntas, sobre todo en la Sierra y la Costa. Hay
provincias sumamente deprimidas como Carchi, Bolívar,
Chimborazo, Tungurahua, con muy poca esperanza.
La aceptación o la resignación de las medidas tienen mucho que
ver con que exista una esperanza en el futuro.
Los manabitas son muy pesimistas, dicen que en los ultimo años
les fue muy mal, pero al mismo tiempo tienen una gran
esperanza de lo que les va a ocurrir, ahí es más fácil mandar
las medidas porque se acepta el sacrificio, subraya el
analista. En provincias donde se cree que se va a estar peor,
donde hay desesperanza, como en Bolívar, Chimborazo, Cañar,
Cotopaxi, sus habitantes se preguntan para qué lo hacen.
EL DAR MARCHA ATRAS ES MUY MAL ACEPTADO
- "Gobernar es enmendar" ha sido uno de los lemas del
presidente cuando ha dado o marcha atrás en algunas de sus
decisiones (Intervención en el IESS, precio del gas, entre
otros). ¿Cómo toman los ecuatorianos esta actitud?
- No son nada convenientes. En el caso específico del gas a la
gente le parece bien que el gas cueste menos, pero no le
parece bien que el presidente retroceda. La gente necesita
liderazgo, para los cientistas sociales y para mi gusto los
ecuatorianos son demasiado autoritarios, siempre quieren que
alguien mande y lidere.
Enmendar no da una buena impresión, produce sospecha. Es
preferible tomar mayor tiempo para tomar decisiones pero con
más análisis . Las masas lo que más temen es la incertidumbre.
El pueblo quiere las cosas claras, es radicalmente
conservador, le desespera la incertidumbre . Quieren saber
para dónde van. El retroceder desgasta al gobierno.
- ¿Y cómo siente los ecuatorianos el liderazgo de Durán
Ballén, lo sienten subyugado al del vicepresidente, Alberto
Dahik?
- Personalmente creo en el liderazgo del presidente, es una
persona definida en sus cosas. Pero, siempre que un presidente
se inaugura hay un desajuste en la población hasta
acostumbrarse al nuevo estilo, siempre ha pasado con los
cambios de todos los presidentes
En cuanto al liderazgo de Dahik, ahí hay un problema muy grave
que es estructural por la Constitución , lo que ha provocado
que siempre de una manera u otra manera existan fricciones
entre el presidente y el viepresidente. El hecho de que el
vicepresidente tenga que ocuparse de la planificación produce
problemas. Un presidente con su personalidad definida y dura
como es Durán Ballén y un vicepresidente tan brillante y con
una personalidad como la de Dahik seguramente chocarán por la
manera en que están dispuestos sus cargos.
POPULARIDAD DE LOS MINISTROS
En encuestas realizadas por Informe Confidencial sobre el
ministro más aceptado los resultados apuntaron hacia Roberto
Dunn, ministro de Gobierno. Para Durán Barba éste es un simple
fenómeno de "conocimiento". "Ni quienes están muy ligados a la
vida política del país conocen de memoria la lista de todos
los ministros, y además la mayoría de los ministros son
personas que no han estado en la escena política. El ministro
de Gobierno, Roberto Dunn es el más conocido por su
trayectoria política, por eso, el ciudadano despolitizado,lo
pone por ser el único nombre que conoce.
"Lo mismo sucede con los legisladores: siempre está el nombre
de Carlos Julio Arosemena, por ser ex presidente, por su
personalidad, entre otras cosas. Pero si se les pregunta cuál
ha sido su trabajo pocos son capaces de responder",
concluye.(5A)
Más en el