Las Jornadas de Mayo fueron recuperadas del olvido por el Consejo Provincial de Pichincha hace pocos años como un necesario lugar de encuentro de importantes intelectuales ecuatorianos y extranjeros para debatir sobre temas relacionados con la cultura.
En mayo, las Jornadas consistieron en encuentros de historia y de literatura; espectáculos de música y danza con exponentes latinoamericanos y ecuatorianos, y talleres populares de arte.
Congresos, eventos y talleres. Los congresos dan oportunidad para que especialistas y creadores en ciencias sociales y letras confronten su actividad con el resto de la sociedad. Los eventos permiten, tanto al público de élite como al público en general, bajo el deleite de la contemplación de la música y la danza, apreciar las expresiones actuales de aquí y de otras partes, y por otra parte, dan al amplio público, la imagen de un Consejo que se preocupa por brindar obras de arte, apoyar a los artistas y hacer cultura. Los talleres populares, finalmente, han tenido la intensión de reforzar aspectos de reafirmación cultural y de creatividad.
El Consejo ha mantenido la forma tradicional de concebir eventos de este tipo, sin incorporar los nuevos elementos que ofrece su Plan General de Desarrollo de la Provincia, presentado a la ciudadanía a fines de abril. Mientras la perspectiva de este último es de 20 años, las Jornadas aparecen como un esfuerzo aislado.
Los procesos de fomento de la cultura en la población son profundos, a mediano plazo, y su objetivo es apoyar el desarrollo de los grupos sociales.
Visto así, la primera necesidad cultural de nuestro país, de nuestra provincia, de nuestra ciudadanía, es la identidad. El papel de la cultura es entonces forjar y consolidar la identidad de la población mediante su participación en la vida ciudadana como protagonistas. Es a partir de esta concepción que se plantea el principio, tan transformador si se lo aplica, de que la cultura debe atravesar los procesos, proyectos y actividades para el desarrollo de todos los grupos sociales de la provincia.
Se trata de reafirmar los valores de la participación en la sociedad desde nuestras tradiciones y valores propios. Así se profundiza la democracia y se realiza el proceso de descentralización a fondo.
Las políticas culturales son arreglos sociales que atraviesan todo el desarrollo ofreciendo un marco de posibilidades para que individuos, grupos o comunidades de la sociedad puedan plasmar y reproducir su cultura dentro de los diversos proyectos y nuevas condiciones. Esto es la reafirmación de sí mismo en el grupo, y del grupo en el contexto de la sociedad con capacidad de respuesta personal y solidaria, auténtica y nueva, frente a las cambiantes condiciones del mundo actual.
La cultura es el territorio donde los grupos sociales se proyectan hacia el futuro, donde se elabora la identidad por medio de la participación protagónica en el desarrollo. Esta visión sugerida en el Plan de Desarrollo requiere una comprensión profunda y una implementación consecuente no improvisada ni inmediatista.
En mayo, las Jornadas consistieron en encuentros de historia y de literatura; espectáculos de música y danza con exponentes latinoamericanos y ecuatorianos, y talleres populares de arte.
Congresos, eventos y talleres. Los congresos dan oportunidad para que especialistas y creadores en ciencias sociales y letras confronten su actividad con el resto de la sociedad. Los eventos permiten, tanto al público de élite como al público en general, bajo el deleite de la contemplación de la música y la danza, apreciar las expresiones actuales de aquí y de otras partes, y por otra parte, dan al amplio público, la imagen de un Consejo que se preocupa por brindar obras de arte, apoyar a los artistas y hacer cultura. Los talleres populares, finalmente, han tenido la intensión de reforzar aspectos de reafirmación cultural y de creatividad.
El Consejo ha mantenido la forma tradicional de concebir eventos de este tipo, sin incorporar los nuevos elementos que ofrece su Plan General de Desarrollo de la Provincia, presentado a la ciudadanía a fines de abril. Mientras la perspectiva de este último es de 20 años, las Jornadas aparecen como un esfuerzo aislado.
Los procesos de fomento de la cultura en la población son profundos, a mediano plazo, y su objetivo es apoyar el desarrollo de los grupos sociales.
Visto así, la primera necesidad cultural de nuestro país, de nuestra provincia, de nuestra ciudadanía, es la identidad. El papel de la cultura es entonces forjar y consolidar la identidad de la población mediante su participación en la vida ciudadana como protagonistas. Es a partir de esta concepción que se plantea el principio, tan transformador si se lo aplica, de que la cultura debe atravesar los procesos, proyectos y actividades para el desarrollo de todos los grupos sociales de la provincia.
Se trata de reafirmar los valores de la participación en la sociedad desde nuestras tradiciones y valores propios. Así se profundiza la democracia y se realiza el proceso de descentralización a fondo.
Las políticas culturales son arreglos sociales que atraviesan todo el desarrollo ofreciendo un marco de posibilidades para que individuos, grupos o comunidades de la sociedad puedan plasmar y reproducir su cultura dentro de los diversos proyectos y nuevas condiciones. Esto es la reafirmación de sí mismo en el grupo, y del grupo en el contexto de la sociedad con capacidad de respuesta personal y solidaria, auténtica y nueva, frente a las cambiantes condiciones del mundo actual.
La cultura es el territorio donde los grupos sociales se proyectan hacia el futuro, donde se elabora la identidad por medio de la participación protagónica en el desarrollo. Esta visión sugerida en el Plan de Desarrollo requiere una comprensión profunda y una implementación consecuente no improvisada ni inmediatista.
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