Quito. 5 feb 97. A media noche del sábado 19 de enero, Rocío
Filisa -32 años- ingresó a la Maternidad Isidro Ayora con dolores
agudos en su vientre hinchado.

En abril del año pasado, los médicos del Centro de Salud de la
Magdalena le diagnosticaron un parto gemelar, así que Rocío tuvo
que continuar sus consultas médicas en la Maternidad, donde
nacieron sus tres hijos varones, de nueve, cinco y dos años.

Cerca de la una de la mañana del 20 de enero, Rocío entró a la
sala de parto. A las 0h55 nació la primera niña, a las 01h05 la
segunda y, para sorpresa de todos, dos minutos más tarde nació
la tercera niña, que nunca fue "descubierta" en los controles
médicos.

"Sin querer me puse a llorar. Me asusté. Hasta ahora no sé cómo
vamos a mantener a tres hijas más, porque yo no trabajo y mi
esposo

-Juan Moreno- es cerrajero", dice Rocío con voz entrecortada,
aunque su voz se aclara cuando recuerda que por lo menos el parto
fue absolutamente gratuito.

"Aquí han nacido todos mis hijos, y nunca me han cobrado. Tampoco
hubiera podido pagar. Ni siquiera en el Patronato Municipal,
donde cobran 300 mil sucres por un parto normal", dice Rocío, y
agrega que al salir de la Maternidad, los médicos solo piden una
colaboración de 10 mil sucres o la donación de una pinta de
sangre.

Otros 39 niños nacieron el mismo día

La Maternidad Isidro Ayora atiende el 65 por ciento de los partos
que tienen lugar en Quito. En este hospital, con 45 años de vida
y 146 camas de capacidad, nacen alrededor de 40 niños por día.
La crisis financiera, sin embargo, invade todos los rincones de
este hospital.

Por algo, los trabajadores de la Maternidad protagonizaron un
paro de actividades a principios de mes, debido a un déficit de
620 millones de sucres "arrastrados" del año pasado.

"El Ministerio de Salud entregó hace una semana 200 millones de
sucres para cubrir el déficit de la Maternidad, y prometió
entregar 400 millones más hasta principios del próximo mes",
señala el director del hospital, Marcelo Dávalos, pero aclara que
la crisis financiera de este hospital sigue vigente: "este año
-dice-, el presupuesto de la Maternidad será de 9 mil millones
de sucres (si no lo recortan), aunque para trabajar con todas las
comodidades necesitamos entre 11 mil y 12 mil millones".

¿Cobrar o no cobrar?

Vestidas de amarillo, verde y rosado, las trillizas de Rocío
Filisa descansan despreocupadas en la cama F-5 de la Maternidad
Isidro Ayora. Su madre, en cambio, no ha podido "pegar un ojo"
desde que dio a luz, hace ya una semana.

"No sé cómo vamos a sobrevivir. Yo no trabajo y mi esposo gana
400 mil sucres mensuales; máximo 500 mil con horas extras", dice
Rocío, quien hoy gasta 8 mil 500 sucres diarios en pañales.

Obviamente, Rocío Filisa -quien busca apoyo de empresas privadas
para sobrevivir con tres hijos y unas trillizas inesperadas- está
completamente en desacuerdo con el cobro en los hospitales
públicos.

"Ya sería el colmo", dice.

Para Marcelo Dávalos, director de la Maternidad, en cambio, el
cobro (que desde este año es una realidad en ocho centros de
salud del país), sería una posibilidad de mejorar la situación
de este hospital.

"El año pasado -explica el médico-, en la Maternidad hubo 370
defunciones neonatales, lo cual es alto. Pero éstas no se dan por
falta de cuidado, sino porque muchas madres llegan con embarazos
de altísimo riesgo, sin controles prenatales y, principalmente,
porque en el hospital no existe una sala de cuidados intensivos
neonatales".

Efectivamente, la sala de cuidados intensivos que se empezó a
construir hace 10 años en la Maternidad Isidro Ayora está
cerrada; los trabajos se paralizaron hace siete años por falta
de dinero.

"Nuestra propuesta es dedicar el tercer piso del edificio -donde
funcionaba, hasta hace cuatro meses, el centro obstétrico- al
funcionamiento de piezas especiales donde la atención del parto
y postparto sería cobrada", dice Dávalos, quien cree que es
posible lograr la autogestión sin desatender a las madres de
escasos recursos.

Pero Rocío Filisa, con sus tres hijas en brazos, insiste: "a este
hospital solo llegan las mujeres pobres. ¿Y si envés de cobrar
a la gente, el Estado diera más plata para los hospitales?

NUMEROS DE LA CRISIS

- La Maternidad Isidro Ayora se fundó el 18 de enero de 1951.

- A principios de año, la Maternidad paralizó sus actividades
durante una semana, debido a un déficit de 620 millones de sucres
que mantenía atados de manos a médicos y enfermeras.

- El director de la Maternidad, Marcelo Dávalos, asegura que la
crisis financiera continúa: "solo a una casa proveedora le
debemos 75 millones de sucres", dice.

- El año pasado, la Maternidad recibió un presupuesto de 7 mil
millones de sucres. El dinero no alcanzó para cubrir todos los
gastos que tiene el hospital.

- La Maternidad tiene una capacidad de 146 camas; no es raro que
dos mujeres compartan una misma cama. "En la maternidad existe
un índice ocupacional del 125 por ciento", dice Marcelo Dávalos
para explicar este hecho.

- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), los índices de
ocupación de los hospitales deben ser del 75 al 80 por ciento.
"El 20 y 25 por ciento restante debe quedar desocupado en caso
de que se produzca una emergencia, como catástrofes naturales",
explica el director de la Maternidad.

- El año pasado, la Maternidad Isidro Ayora atendió un total de
18 mil 658 hospitalizaciones y 6 mil 773 intervenciones
quirúrgicas.
- Un total de 12 mil 617 partos se atendieron en este hospital,
en 1996. (DIARIO HOY) (P. 1-A)
EXPLORED
en

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