Quito. 29 mar 99. El presupuesto del 99 es 30 mil millones
menos que el año anterior. No hay plata para sueldos ni
servicios. El Embajador en Corea fue citado a una comisaría.

Los problemas económicos también han afectado a la
Cancillería. Hace un mes, la situación presupuestaria se
volvió insostenible, se decidió realizar recortes en su
gestión. Un punto crítico: el cierre de la Embajada en Rumania
y del Consulado de Filadelfia.

Según Manuel Romero, subsecretario administrativo, se
analizaron las decisiones que significarían un ahorro en las
tres áreas de la institución: servicio en el exterior, gastos
internos en el Ecuador y contribuciones a los compromisos
internacionales.

Los problemas radican en el recorte presupuestario y en los
retrasos de las asignaciones mensuales que realiza el
Ministerio de Finanzas. En 1998 el gasto real fue de 265 mil
millones de sucres. Para este año se aspiraba tener un
incremento por la cotización del dólar, de unos 301 mil
millones de sucres, pero "como el Gobierno presentó un
presupuesto recortado, nos asignaron 235 mil millones, mucho
menos que el año pasado". Esta cifra significa un 0.8 por
ciento del presupuesto general del Estado.

La situación para el servicio en el exterior, es la más grave,
porque las cifras se calculan en dólares, mientras que las
partidas del Estado se asignan en sucres. Esto significa menos
dinero para pago de sueldos y gastos administrativos en 41
embajadas y 50 consulados que posee el Ecuador en el mundo.
Además, el atraso de las asignaciones también causa problemas.
Este mes solo se pudo para pagar -de la A a la Z- desde
Alemania a Malasia, el resto se quedó esperando.

En cuanto a servicios, como agua, luz y teléfono, no se han
realizado desembolsos desde septiembre del año pasado. La
deuda total es de 390 mil dólares. Por esto, embajadores como
el de Corea ha tenido que comparecer tres veces a una
comisaría.

¿Cómo siguen funcionando? Según Romero, por algún tipo de
crédito que pueden conseguir o con dinero que los diplomáticos
ponen a cambio, con la esperanza que se los pueda reembolsar.
Los gastos de viajes (pasajes y viáticos) tampoco se pueden
cubrir. La agencia de viajes que prestaba los pasajes para los
embajadores, decidió no hacer más préstamos: el último viaje
del canciller José Ayala Lasso a Japón, todavía no se ha
podido pagar por falta de fondos. "Les debíamos cerca de 500
millones de sucres, es lógico que ya no nos quieran prestar",
dice Romero.

Los embajadores pagan de sus propios presupuestos. "Tenemos
una lista de 240 personas a las que le debemos cerca de 3 700
millones de sucres por ese concepto". Entre los nombramientos
políticos (no de carrera diplomática sino nombrados por el
Gobierno), se ha cesado a 16. "Eso significa gasto en pasajes
de regreso, pero trataremos de no volver a llenar esos puestos
inmediatamente".

También se ha optado por el regreso de 34 funcionarios que han
cumplido tiempos en el exterior (cuatro para los diplomáticos
y tres para los administrativos que están en el exterior). En
algunos casos no se está reemplazando, donde se puede mantener
consulados con menos personal, "estamos haciendo recortes que
resultan dolorosos... pero frente a la crisis se deben hacer
estos sacrificios".

Los esfuerzos se encaminan al área comercial. Las embajadas
tienen instrucciones claras. La Cancillería firmó un convenio
con Corpei para que utilice la infraestructura del servicio
exterior para conseguir mercados nuevos y más intercambio
comercial.

El cierre de embajadas, es un asunto delicado por las
consideraciones políticas entre los países involucrados. En el
caso de Rumania, embajada que llevaba ocho años funcionando,
se aprovechó que no había un embajador y que el encargado de
negocios ya debía regresar al Ecuador. Esto se lo realizó
luego de previas conversaciones con el representante de
Rumania en Ecuador. En cuanto al Consulado en Filadelfia, que
constantemente se ha abierto y cerrado, "se pensó que se podía
prescindir de él y trasladar sus funciones al de New Jersey o
New York, porque atendía a un círculo muy pequeño de
ecuatorianos", dice Romero. Y todavía se está analizando otras
posibilidades, "este ha sido un primer paso".

Los conflictos no son muy distintos a nivel nacional. El
presupuesto no es suficiente para el pago de sueldos a los 354
funcionarios, servicios como luz, correo electrónico. Romero
reconoció que la semana pasada tuvo que realizar una gestión
especial en Andinatel para que le restablezcan el servicio
telefónico, "debíamos un mes y medio y ahora tenemos servicio
porque nos están fiando".

De los cinco vehículos para uso del Canciller y los
subsecretarios (donados por Corea en 1994) solo tres
funcionan. La mecánica les quitó el crédito.

Con voz, pero ya sin voto...
En todos los organismos como la ONU, la OEA, la Comisión del
Pacífico Sur, el Ecuador ha perdido el derecho al voto por no
cancelar las cuotas anuales.

El monto global que adeuda el país se acerca a los USD 7
millones. Existen soluciones. A la ONU se podría pagar USD 35
mil para obtener nuevamente el voto, pero aún no hay plata,
dice Romero.

A parte del impedimento de votar, el pago de las cuotas tiene
un efecto de retorno, de casi 100 veces su valor, en
cooperación internacional. En la OEA, por ejemplo, se paga
anualmente USD 350 mil y en un año el Ecuador recibe apoyo
para 10 ó 12 proyectos que sumados llegan a cerca de los
cuatro millones de dólares. "En la OEA nos dicen que si
negociamos un calendario de pagos, les devolvemos el voto,
pero no podemos negociar si no sabemos cuándo vamos a poder
tener el dinero".

Con la FAO, el Ecuador se comprometió a una cuota voluntaria
de USD 60 mil anuales, "y esa cuota no la estábamos pagando,
el monto se había hecho como un millón de dólares y la FAO nos
condonó la deuda en cerca de USD 600 mil".

En el presupuesto para este año, se tiene previsto solo cinco
mil millones de sucres para pagar estas deudas, "eso no
alcanza para ponernos al día" ni en un solo organismo. La
situación "es como si nos hubieran puesto una soga al cuello y
nos estuvieran ajustando cada minuto que pasa".

El comercio con prioridad

En el marco de apoyo al comercio exterior, el canciller José
Ayala regresó el jueves pasado de un viaje a Japón y Ginebra.
Ahí hizo contactos a nivel económico. Entre el 15 y el 18 de
este mes realizó una visita oficial a Tokio, por invitación
del Gobierno de Japón. Tuvo reuniones con instituciones
vinculadas a la cooperación técnica y el comercio exterior:
Keidanren, Jetro, Jica y Ministerio de Agricultura.

Según Galo Montaño, presidente de Expoflores, quien acompañó
al Canciller, se logró un diálogo constructivo con el sector
florícola de ese país, "el mercado japonés es complejo y
difícil, son clientes muy exigentes en cuanto a calidad y
pulcritud". Creemos, dijo Montaño, que en Japón empiezan a
apreciar la calidad de las flores ecua La misión de la visita,
según Ayala, era incrementar el comercio entre la cooperación
japonesa, "estamos vendiendo banano desde hacer 30 años y
queremos incrementar ese proceso, al igual que con las
flores".

También, propuso la ampliación de los productos exportables al
Japón. Por esto, se concertó un entendimiento para que visite
el Ecuador una misión japonesa para dar capacitación a los
productores.

En Ginebra, Ayala hizo la presentación del Plan Nacional de
Derechos Humanos y suscribió un convenio con el Presidente de
la Conferencia de la ONU sobre comercio y desarrollo (Unctad)
una carta de intención que permitirá la instalación de un
centro de Comercio (Trade Point) en el Ecuador (Texto tomado
de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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