Guayaquil. 10 ago 2000. La producción de la fruta cuesta
alrededor de USD 1,8 por caja, pero algunos productores reciben
menos. El precio final varía según el destino.
La hacienda de ocho hectáreas de banano de Ernesto Landívar,
ubicada en la parroquia El Retiro, en Machala, le deja ocho mil
sucres de rentabilidad por cada caja. Él produce 150 cajas
semanales y obtiene menos de 500 mil sucres al mes.
Landívar recibe diez veces más por el alquiler de sus dos
oficinas ubicadas en pleno centro de la parroquia y por las
consultas que realiza diariamente como médico general.
A pesar de las reducidas ganancias, el bananero de 68 años,
mantiene la hacienda de su esposa fallecida para dar trabajo a
tres peones permanentes y a seis jornaleros. Las personas
involucradas directa o indirectamente en la actividad bananera
suman dos millones a nivel nacional.
El primer eslabón para la producción de banano es preparar el
suelo para la siembra y mantener el cultivo. El costo promedio es
de un dólar por caja, mientras la cosecha y fumigación vale USD
0,80 más.
El proceso de siembra y mantenimiento de la planta, hasta que
arroje su primer racimo, demora un año. La cosecha se realiza
cada semana, cuando la fruta alcanza el grado de corte y los
racimos se renovan cada nueve meses.
El rubro más caro en la producción es la fumigación contra la
sigatoka negra, que requiere entre USD 0,50 y 0,60 por caja,
según estimaciones de Pablo Rizzo, director ejecutivo de Sociedad
Agrícola. Este paso corre por cuenta del productor que hasta
antes de la aparición de esta plaga gozaba de fumigaciones de
programas estatales.
Los costos de producción de la fruta varían según los mercados:
si va para Estados Unidos o Europa es más caro, porque se
necesita banano sin químicos.
En la fase de producción interviene el financiamiento de las
exportadoras, que entregan urea y til para fungicidas, a un costo
de 10 dólares el quintal.
La participación de las exportadoras en busca de banano terminó
hace ocho años cuando se disparó la siembra. En ese entonces, los
gerentes de las multinacionales tocaban la puerta de Landívar
solicitando el "oro verde", recuerda el bananero.
Algo parecido hacen ahora los "cuperos", intermediarios que gozan
del cupo de las exportadoras y que se encargan de comprar y
trasladar la fruta hasta completar las cajas asignadas.
En la provincia de Los Ríos, el costo de transporte es entre un
200 y 300 por ciento superior al del resto de áreas, por la
distancia hasta puerto de Guayaquil, dice dijo Simón Cañarte,
vicepresidente de la Asociación Nacional de Bananeros.
La poca rentabilidad o pérdida de los productores se debe al
incumplimiento del precio oficial de USD 2,18 la caja. Según
Enrique Gómez, presidente de la Corporación Nacional de
Bananeros, reciben USD 1,25 en promedio por caja. Solo dos de las
70 exportadores cumplen con el precio oficial.
Ahora, al costo de USD 1,8 a nivel de productor, se suman los
gastos del exportador, que están calculados en una matriz de
márgenes estimados por la Asociación de Exportadores de banano
(Aebe). Por el etiquetado, cartón, plástico y el químico que se
coloca sobre los barraganetes se invierten USD 1,65.
En este sentido, una caja en puerto de Guayaquil, Bolívar, Manta
o Esmeraldas cuesta USD 3,45. De ahí los valores varían según el
país de destino. Si se exporta a Estados Unidos, el flete es de
USD 1,75 la caja y el seguro de USD 0,02. A este valor se suma
USD 0,85 por trabajos de descarga, mientras los costos de
administración y ventas son de USD 0,60 . En total, USD 6,67.
Si se vende a Europa, los valores se incrementan. El flete cuesta
USD 3,05, el seguro USD 0,03, la descarga USD 0,85 y el arancel
de USD 1,42. Si el exportador no tiene licencias propias debe
alquilarlas en USD 3,55 que incrementan el costo a USD 9,33.
¿El negocio entre la espada y la pared?
Esa es la pregunta que se realizan todos los días los miles de
productores de la fruta, cuando los exportadores niegan el pago
del precio oficial de USD 2,18.
Hay de los dos bandos. Productores como Enrique Gómez, presidente
de la Corporación Nacional de Bananeros (Conaban), que sostiene
que el dinero que genera la producción no alcanza para las
fumigaciones. Otros más optimistas, como el ministro de
Agricultura, Mauricio Dávalos, todavía cree en el negocio
bananero. Las fluctuaciones de los precios internacionales es
cuestión de la estación, pues influye en las preferencias de los
consumidores.
Durante los primeros meses del año, el precio del mercado
internacional se incrementa por la baja oferta y el alto consumo.
Pero al inicio del verano de Estados Unidos y Europa, a partir de
junio, los extranjeros prefieren frutas cítricas como naranjas y
limones para calmar la sed.
Así, mientras en abril del 2000 se colocaba la caja en USD 8,54
en Estados Unidos (USA) y en USD 13,51 en la Unión Europea (UE),
en julio, los precios cayeron en un 36 por ciento en USA y en un
29 por ciento en la UE, ubicándose en USD 5,42 y USD 9,59 la
caja. A esto se suma al incremento de la oferta de los países
centroamericanos, que entraron en etapa de plena producción a
partir de junio. (Texto tomado de El Comercio)
alrededor de USD 1,8 por caja, pero algunos productores reciben
menos. El precio final varía según el destino.
La hacienda de ocho hectáreas de banano de Ernesto Landívar,
ubicada en la parroquia El Retiro, en Machala, le deja ocho mil
sucres de rentabilidad por cada caja. Él produce 150 cajas
semanales y obtiene menos de 500 mil sucres al mes.
Landívar recibe diez veces más por el alquiler de sus dos
oficinas ubicadas en pleno centro de la parroquia y por las
consultas que realiza diariamente como médico general.
A pesar de las reducidas ganancias, el bananero de 68 años,
mantiene la hacienda de su esposa fallecida para dar trabajo a
tres peones permanentes y a seis jornaleros. Las personas
involucradas directa o indirectamente en la actividad bananera
suman dos millones a nivel nacional.
El primer eslabón para la producción de banano es preparar el
suelo para la siembra y mantener el cultivo. El costo promedio es
de un dólar por caja, mientras la cosecha y fumigación vale USD
0,80 más.
El proceso de siembra y mantenimiento de la planta, hasta que
arroje su primer racimo, demora un año. La cosecha se realiza
cada semana, cuando la fruta alcanza el grado de corte y los
racimos se renovan cada nueve meses.
El rubro más caro en la producción es la fumigación contra la
sigatoka negra, que requiere entre USD 0,50 y 0,60 por caja,
según estimaciones de Pablo Rizzo, director ejecutivo de Sociedad
Agrícola. Este paso corre por cuenta del productor que hasta
antes de la aparición de esta plaga gozaba de fumigaciones de
programas estatales.
Los costos de producción de la fruta varían según los mercados:
si va para Estados Unidos o Europa es más caro, porque se
necesita banano sin químicos.
En la fase de producción interviene el financiamiento de las
exportadoras, que entregan urea y til para fungicidas, a un costo
de 10 dólares el quintal.
La participación de las exportadoras en busca de banano terminó
hace ocho años cuando se disparó la siembra. En ese entonces, los
gerentes de las multinacionales tocaban la puerta de Landívar
solicitando el "oro verde", recuerda el bananero.
Algo parecido hacen ahora los "cuperos", intermediarios que gozan
del cupo de las exportadoras y que se encargan de comprar y
trasladar la fruta hasta completar las cajas asignadas.
En la provincia de Los Ríos, el costo de transporte es entre un
200 y 300 por ciento superior al del resto de áreas, por la
distancia hasta puerto de Guayaquil, dice dijo Simón Cañarte,
vicepresidente de la Asociación Nacional de Bananeros.
La poca rentabilidad o pérdida de los productores se debe al
incumplimiento del precio oficial de USD 2,18 la caja. Según
Enrique Gómez, presidente de la Corporación Nacional de
Bananeros, reciben USD 1,25 en promedio por caja. Solo dos de las
70 exportadores cumplen con el precio oficial.
Ahora, al costo de USD 1,8 a nivel de productor, se suman los
gastos del exportador, que están calculados en una matriz de
márgenes estimados por la Asociación de Exportadores de banano
(Aebe). Por el etiquetado, cartón, plástico y el químico que se
coloca sobre los barraganetes se invierten USD 1,65.
En este sentido, una caja en puerto de Guayaquil, Bolívar, Manta
o Esmeraldas cuesta USD 3,45. De ahí los valores varían según el
país de destino. Si se exporta a Estados Unidos, el flete es de
USD 1,75 la caja y el seguro de USD 0,02. A este valor se suma
USD 0,85 por trabajos de descarga, mientras los costos de
administración y ventas son de USD 0,60 . En total, USD 6,67.
Si se vende a Europa, los valores se incrementan. El flete cuesta
USD 3,05, el seguro USD 0,03, la descarga USD 0,85 y el arancel
de USD 1,42. Si el exportador no tiene licencias propias debe
alquilarlas en USD 3,55 que incrementan el costo a USD 9,33.
¿El negocio entre la espada y la pared?
Esa es la pregunta que se realizan todos los días los miles de
productores de la fruta, cuando los exportadores niegan el pago
del precio oficial de USD 2,18.
Hay de los dos bandos. Productores como Enrique Gómez, presidente
de la Corporación Nacional de Bananeros (Conaban), que sostiene
que el dinero que genera la producción no alcanza para las
fumigaciones. Otros más optimistas, como el ministro de
Agricultura, Mauricio Dávalos, todavía cree en el negocio
bananero. Las fluctuaciones de los precios internacionales es
cuestión de la estación, pues influye en las preferencias de los
consumidores.
Durante los primeros meses del año, el precio del mercado
internacional se incrementa por la baja oferta y el alto consumo.
Pero al inicio del verano de Estados Unidos y Europa, a partir de
junio, los extranjeros prefieren frutas cítricas como naranjas y
limones para calmar la sed.
Así, mientras en abril del 2000 se colocaba la caja en USD 8,54
en Estados Unidos (USA) y en USD 13,51 en la Unión Europea (UE),
en julio, los precios cayeron en un 36 por ciento en USA y en un
29 por ciento en la UE, ubicándose en USD 5,42 y USD 9,59 la
caja. A esto se suma al incremento de la oferta de los países
centroamericanos, que entraron en etapa de plena producción a
partir de junio. (Texto tomado de El Comercio)
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