Quito. 18. jul 96. La principal distorsión actual en la
economía es resultado de las tasas de interés, antes que del
rezago cambiario o de los precios de los bienes públicos.

Por eso, la esencia de la propuesta radica en reducir las
elevadas tasas activas de interés y equilibrar otros precios
básicos. Con ello, se lograría bajar la inflación y desalentar
las actividades especulativas en favor de las productivas.

Con la reducción de las tasas de interés no se recorta ni el
ahorro ni la inversión; se los fomenta.

Efectos contrarios a los de políticas ortodoxas

Los efectos son contrarios a lo que sucede con la política
económica ortodoxa. En esta última, el alza de las tasas de
interés y la devaluación llevan a la "dolarización" de la
economía y a la especulación que desestimula la inversión
productiva.

Lo que sí se produciría, dentro de la propuesta alternativa,
es una caída del flujo de capitales golondrina, en tanto éstos
ya no encontrarán terreno propicio para la fácil ganancia
especulativa.

Medidas "a la chilena" pueden ser convenientes, para controlar
el movimiento de capitales a corto plazo con mecanismos que
limitan las rápidas entradas y salidas de los mismos.

Conflicto inicial y dilema permanente

Uno de los problemas más complejos surgiría de la drástica
baja de la tasa de interés. Eso obligará a ajustar las deudas
a la nueva tasa, para evitar transferencias masivas de los
deudores a los prestamistas.

Inicialmente, esto puede crear conflictos, porque las
expectativas aún no se ajustarían a la baja teórica de los
precios. Este ajuste solo sucederá cuando la población
"observe directamente" la reducción real de los precios y
cuando la economía muestre los primeros signos de
reactivación.

Otro punto que exige un cuidadoso manejo es la política
cambiaria. Este es un dilema permanente. Se podría evaluar el
mantenimiento de las bandas cambiarias, a partir de un
reajuste del tipo de cambio sobre la base de la inflación
programada.

Esta recuperación del tipo de cambio (cuyo rezago oscilaría en
alrededor de 15 por ciento) protegería a la producción interna
y favorecería a las exportaciones.

Hacia la productividad

Para las ventas al exterior, de ninguna manera pueden
incrementar su competitividad solo a través de la devaluación,
sino sobre la base de avances sostenidos en su productividad.

Si el reajuste cambiario genera ganancias excesivas a los
exportadores, habría cómo introducir algún impuesto temporal
que merme algo de estos inesperados ingresos.

El "conflicto distributivo" se mantendría en márgenes
aceptables, porque la masa de ganancia va a aumentar. Se
espera, además, un aumento de los salarios reales, al igual
que un incremento de los ingresos de los informales y los
campesinos. Además, la economía crecerá a tasas relativamente
elevadas.

Incremento salarial

El incremento de los salarios debe ser moderado en un inicio.
Se realizarán ajustes paulatinos, en niveles superiores a la
inflación programada y acordes con el incremento de la
productividad.

El punto de partida de una política salarial dinámica será la
unificación salarial, que permita una recuperación relativa de
los ingresos.

Dado que el poder de compra de las remuneraciones aumentaría,
se elevarían también los precios de los bienes flexibles
(agricultura, pesca, servicios), que son los que producen los
segmentos urbanos y rurales más marginados de la sociedad.

Con ello, habría una redistribución de los ingresos, desde los
sectores "modernos" hacia los sectores marginales.

Para garantizar esta distribución, habría que poner en marcha
programas de comercialización de estos productos, con el fin
de disminuir la intermediación.

Combustibles

Los actuales reajustes mensuales de los precios de los
combustibles, inspirados en un afán fiscalista, serán
suspendidos y sustituidos por un reajuste trimestral de los
precios de la energía Estos precios no superarán los
internacionales. Su reajuste será mucho menor al actual, si se
considera que el ritmo inflacionario declinará.

Se precisa un esquema de precios que incorpore también
criterios de reconversión productiva, ecológicos, sociales y
hasta fiscales. Sin embargo, mientras no se garanticen nuevos
ingresos para el fisco, habrá que arrastrar por un par de
meses el esquema vigente.

LA CONCERTACION DEBE SER LA BASE

Desde un inicio, deben gestarse mecanismos eficaces de
concertación entre el sector empresarial -particularmente los
pequeños y medianos industriales-, los trabajadores, los
agricultores, los campesinos, los artesanos y los informales,
con el gobierno.

Esto será más fácil, no solo cuando la inflación haya bajado,
sino cuando se observen los primeros indicios de recuperación
económica.

Cabe señalar que el éxito de esta propuesta -al menos en el
corto plazo- depende de la respuesta de los empresarios antes
que de la sola decisión política del gobierno.

El planteamiento funcionaría siempre que hubiera garantías de
que los empresarios no eleven el margen de ganancia -y, con
ello, los precios- al rebajarse otros componentes de costo (la
tasa de interés, en primer lugar).

De lo contrario, lo recomendable sería fijar "guías de precios
estrictas" -e, idealmente, concertadas- y, en el extremo,
habría que congelar algunos precios básicos por un período.

Por último, una real concertación no puede significar nuevos
sacrificios para los sectores laborales y campesinos ni para
los pequeños productores del campo y la ciudad.

VENTAJAS

* Reactivación de la economía: aumento del empleo y mejor uso
de la capacidad instalada;

* Mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores
y campesinos;

* Fomento de las exportaciones no tradicionales y de la
sustitución de ciertas importaciones (por efecto del tipo de
cambio real);

* Aumento de la productividad, con lo que se crearía un factor
adicional de desinflación; y,

* Estímulo a los "espíritus animales" de los empresarios en el
campo productivo (el "especulativo"), al crear las condiciones
para inversiones de largo plazo, en un ambiente de confianza
generado por este plan de desinflación con crecimiento.

EFECTOS INMEDIATOS

* Se estimulará la expansión de la demanda interna para copar
la capacidad ociosa de producción, a partir de medidas
adicionales como el crédito subsidiado a ciertos segmentos
"tradicionales" -urbano y rural- de la economía, cuya
productividad media del capital ha sido superior a la de los
otros segmentos.

* Esta propuesta de reestructuración productiva tiende a
equilibrar diferencias entre sectores sociales, a través de
una transferencia de excedentes de los sectores modernos a los
tradicionales, a fin de homogeneizar la economía e imprimirle
mayor dinámica.

* Esta política, a diferencia de lo que puedan suponer
algunos, aumentaría la masa de ganancias de las empresas, dada
la reactivación. Mientras esto no suceda, las expectativas de
los empresarios actuarán contra el programa.

* Hay que tener presente que, gracias a la reactivación de la
economía, los ingresos fiscales no tardarían en recuperarse y
alcanzarían niveles superiores a los logrados anteriormente.

GLOSARIO

* Rezago cambiario

Atraso en la valoración del tipo de cambio y su relación con
la inflación.

* Precios de bienes públicos

Precios de bienes que se venden en forma pública: gasolina,
electricidad, telefonía.

* Capitales golondrina

Capitales que se desplazan fácilmente en busca de elevada
rentabilidad, en el menor tiempo posible.

* Bandas cambiarias

Valores mínimos y máximos establecidos por el Banco Central,
entre los cuales fluctúa la cotización de la divisa.

* Masa de ganancia

Ganancia total

* Margen de ganancia

Porcentaje de utilidad que corresponde a cada uno de los
actores del proceso productivo

* Productividad media del capital
El promedio que se genera de la producción total, en relación
con la cantidad de capital utilizado. (DIARIO HOY, P. 6-A)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 18/Julio/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el