Quito. 16.08.94. Al cumplir 50 años la Casa de la Cultura
Ecuatoriana, su presidente, Camilo Restrepo, accedió a conversar
con HOY sobre la situación que vive esta entidad cultural.

Restrepo aseguró que la CCE no tiene ningún otro problema que no
sea el económico, y que las quejas que han vertido intelectuales
como "Pedro Jorge Vera, Edmundo Ribadeneira, Marco Antonio
Rodríguez y Jorge Enrique Adoum, son las de un grupo minoritario
que no entendió nunca el proceso que se inició en la Casa de la
Cultura hace dos años".

"El objetivo de la CCE es ser, tanto el espacio de realización de
cada uno de los hombres y mujeres del país, cuanto de ser el
sitio de análisis, reflexión y propuestas sobre los grandes
problemas nacionales", manifestó Restrepo, quien lleva dos años
al frente de la Casa de la Cultura, y sin embargo dijo que hace
seis meses se inició una discusión entre los núcleos de la
institución, en torno a las políticas culturales que guiarán la
actividad de la CCE.

-¿En que situación se encuentra la CCE al cumplir 50 años de
existencia?

Nos encontramos en una situación de grave crisis económica.
Nuestro presupuesto ha sido congelado desde el año 91, e incluso
más. En el año 93 el presupuesto de la casa matriz fue de 722
millones de sucres, mientras que este año la asignación es de 643
millones de sucres. Los requerimientos mínimos de la casa matriz
bordean los 4.000 millones de sucres. Pero la crisis que vive la
matriz es la crisis de todos los núcleos provinciales, aunque
éstos están en peores condiciones. Solo para darle un ejemplo,
los núcleos de la región amazónica cuentan con una asignación del
Presupuesto Nacional del Estado de cuatro millones de sucres
anuales cada uno (excepto Pastaza que cuenta con seis). Lo grave
está en que para pagar a un funcionario con un sueldo de 150.000
sucres mensuales, al año se necesitan seis millones.

-¿Qué alternativas ha buscado la CCE para salir de la crisis, más
allá de pedir asignaciones al Estado?

En el caso de la matriz, el principio es una administración
eficiente y honesta que pretende lograr que la infraestructura
genere recursos. Para ello hemos equipado la editorial, que ahora
cumple con dos objetivos: la publicación y la generación de
rentas para el desarrollo cultural. También tenemos el Agora
-cuya cubierta está casi terminada-, y el Teatro Nacional, que al
momento genera como promedio 40 millones de sucres mensuales. Sin
embargo, con estas alternativas, de todas maneras seguimos con
déficit.

-¿Cuáles son las principales actividades que se han desarrollado
en estos dos años de su administración?

Consolidar a la institución a nivel nacional. Antes existía un
divorcio entre la matriz y los núcleos provinciales, hoy existe
una unidad. Esto significa haber abierto las puertas de la CCE
para que se integren todos los sectores que hacen cultura: la
Asociación de Trabajadores del Teatro, los pintores del El Ejido,
las escuelas... Además hemos logrado una gran organización
administrativa que no había antes.

Más concretamente, hemos publicado más de un centenar de libros,
entre autores consagrados y jóvenes que recién empiezan con su
colección; hemos continuado con la Biblioteca de la Familia y la
Colección Letras del Ecuador; hemos concluido el Agora; nos hemos
preocupado en la conservación del patrimonio cultural como son
los museos; de la restauración de obras; hemos equipado la
Biblioteca, que tiene ahora completo sistema de
computarización...

-¿Si se han hecho tantas cosas, por qué existen cuestionamientos
a la Casa de la Cultura Ecuatoriana?

Es por un desconocimiento del trabajo que se está desarrollando,
el mismo que lamentablemente no lo podemos publicitar por la
crisis económica.

-Pero, imaginamos que para que se den este tipo de
cuestionamientos la Casa de la Cultura tiene ciertas falencias.

Los cuestionamientos surgieron desde mi candidatura, no es
posterior a ella. Además, los intelectuales que han cuestionado a
la CCE son un grupo minoritario que ha hecho ataques subjetivos.
Yo puedo señalarle los nombres de todos los intelectuales que
están cerca de la CCE. Los cuestionamientos son de quienes no
entendieron el proceso que se inició en la Casa de la Cultura: un
proceso de descentralización iniciado porque las provincias
quisieron verse reflejadas.

-Entonces, no es cierto que al momento existen gran cantidad de
entidades culturales privadas que están desarrollando más y mejor
actividad que la CCE?

No. Nuestro espíritu no es de egoísmo, no queremos ser el único
centro cultural. Pero hay que tomar en cuenta que ellos tienen
mejores condiciones económicas.

-En una entrevista con HOY, los directores de esas entidades
manifestaron que trabajan con poco dinero y con una o dos
personas.

Pero, mientras esas organizaciones realizan 20 o 30 actividades
al año, nosotros tenemos 1.000, y de gran calidad.

-Pero, por ejemplo, en lo que tiene que ver con el cine, ahora
parece que el Municipio, con su programa "Cine para todos", tiene
un mejor proyecto para exhibir películas nuevas y de gran
calidad.

La Cinemateca de la CCE tiene por objetivo restaurar y rescatar
el patrimonio fílmico del país. Su cine no es comercial. Nosotros
cumplimos un papel importante que no es competir con el Mes de
las Artes del Municipio

-El programa "Cine Para todos" no es parte del Mes de las Artes.

Bueno, pero ahora estamos yendo hacia un ordenamiento, estamos
buscando una relación con un grupo, precisamente para estudiar
hacia donde dirigir la actividad del cine Alfredo Pareja
Diezcanseco.

-¿Que actividades tienen proyectadas para los dos años que quedan
de su administración?

Tenemos una gran cantidad de exposiciones...

-¿Concretamente que cosas?

Pero verá que usted me está preguntando...

-Pero me imagino que ustedes trabajan con planificación, así que
deben conocer que cosas hay para estos dos años.

Sí, pero la planificación no la tengo en la cabeza.

-Bueno, entonces hábleme de los proyectos culturales que guían la
actividad cultural de la Casa de la Cultura en este momento.

Hemos creado el archivo nacional de música para recuperar la obra
de los compositores académicos, entre ellos Segundo Luis Moreno,
Belisario Peña... Hemos creado un conjunto de cámara que
recorrerá el país difundiendo estas obras...

-Me refiero mas bien a los proyectos y políticas culturales que
guían la actividad general de la CCE.

Pero este es un proyecto, esta es una de las cosas fundamentales
en la historia del país, y mi administración, solo por este
hecho, puede pasar a la historia.

-Entonces este es uno de los proyectos. ¿Qué otros hay?

Tenemos un proyecto que se llama "Juventud, Sociedad y Cultura"
que, mediante un convenio con el Ministerio de Educación y
Cultura, quiere integrar el componente cultural en los colegios,
para que al igual que los estudiantes pueden optar por la
alfabetización, puedan también optar por el desarrollo cultural;
otro proyecto, queremos formar los talleres nacionales en todas
las áreas, para lo cual comenzaríamos con un taller de grabado; y
el tercero es la definición de políticas culturales, pero no como
producto de mi reflexión, sino como un gran debate nacional que
se ha iniciado internamente en los núcleos provinciales. En esto
estamos trabajando seis meses.

-¿Que hay de cierto que en la CCE hay varios casos de corrupción
y malversación de fondos?

Quienes acusan de corrupción simplemente demuestran la corrupción
moral de cada uno de ellos.

-El dirigente de la asociación de empleados dijo que a pesar de
los problemas económicos, en los dos últimos años han ingresado a
la CCE 46 empleados.

Es verdad que han ingresado los 46, pero con las renuncias que se
habían producido, y llenado las vacantes.

-Entonces, en dos años no ha ingresado ni un solo empleado más.
Es posible que hayan habido. Máximo 10 empleados han ingresado,
pero por las necesidades, por los equipamientos.

-En conclusión, en la Casa de la Cultura no hay más problemas que
el económico

Sí, es el único. No existe ningún otro problema. Ninguno.

-¿Y por qué las quejas?

Es que no es verdad. Es que hay un desconocimiento. No se quejan
escuelas ni colegios, ni la gente de teatro, no se quejan los
artistas.

-Según lo que usted dice, todas las irregularidades o falencias
de las que se acusa a la Casa de la Cultura son simples
tergiversaciones.

Sí, son cosas que han sido tergiversadas. (6B)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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