Guayaquil. 11 sep 2000. En las emergencias de los hospitales se reportan
roturas de cabeza, intoxicaciones, quemaduras... Los padres sí pueden
evitar los riesgos.

Cree usted que su hijo o hija puede fracturarse o envenenarse en casa?
¿Considera que su vivienda es el lugar más seguro para sus niños? Esas
fueron dos de las ocho preguntas que se hicieron a las madres y padres
que acuden al servicio de emergencias del Hospital del Niño Francisco de
Ycaza Bustamante.

El 80 por ciento respondió que no existía ningún peligro en casa. Pero
las respuestas eran totalmente contradictorias con la frecuencia con que
llegan a la emergencia niños con traumatismos cráneo encefálicos,
fracturas y quemaduras, los tres accidentes más comunes, seguido de la
introducción de cuerpos extraños en la boca y oídos, intoxicaciones y
hasta envenenamientos.

Alba Franco, jefa de emergencia del Hospital del Niño, en Guayaquil,
explica que la idea de este primer sondeo era conocer qué pensaban las
madres y padres de familia sobre los potenciales peligros que existen en
los hogares. Pero casi nadie contestó positivamente ante los accidentes
de la cocina, la lavandería o de las fracturas que podrían ocasionar una
caída de las escaleras, lo que demuestra que en la casa no se da mucha
importancia a las precauciones.

Jorge Gaibor, pediatra especializado en intoxicaciones, asegura que
generalmente los menores que acuden a esta especialidad es por
intoxicación de medicamentos que fueron dejados al alcance de los niños.
Otros, aunque en menor frecuencia, niños que ingieren gasolina o
derivados del petróleo.

Cuidado con las roturas de cabeza

Correr en la casa, bajar presurosos las escaleras y hasta los andadores
en los que aprenden a caminar son las principales causas para las caídas
que conllevan traumatismos cráneo encefálicos. Los andadores que utilizan
los menores de 8 a 10 meses pueden resultar peligrosos si la madre se
descuida, pues el tropezarse ante cualquier desnivel hace que el menor se
vire y se golpee fuertemente, el peligro es aún mucho mayor cuando tiene
cerca una escalera. En caso de fracturas en la cabeza lo ideal es
llevarlo inmediatamente al hospital, pero si se presenta la emergencia es
recomendable inmovilizar la cabeza. Lo grave se produce cuando el menor
empieza a vomitar, convulsionar o desvanecerse, eso indica que existe una
lesión intra craneal que solo el especialista podrá determinar. En caso
de otras heridas o cortaduras, es necesario lavar con agua y jabón la
zona afectada, aplicar un desinfectante, cubrir la herida con gasa y
vendaje limpio.

Las fracturas en los brazos

Las escaleras sin baranda, los objetos o juguetes dejados en el suelo y
los juegos bruscos producen caídas que originan fracturas en los brazos
aunque en pocas ocasiones en las piernas. Las fracturas se dan
generalmente cuando el menor cae sobre cualquiera de sus brazos afectando
los huesos (cúbito y radio) y pueden ir desde fracturas leves hasta su
rompimiento. En las piernas o pies se dan por pisar o tropezar con
juguetes. Por eso se recomienda mantener los juguetes en un solo espacio.
Aunque en emergencias de los hospitales, están más relacionadas con
accidentes de tránsito. Como consecuencia de las fracturas puede provocar
dislocación en los huesos, en caso de que llegue a ocurrir es importante
mantener la calma e inmovilizar la fractura sujetando las extremidades
afectadas con una tabla que incluya las articulaciones más próximas. En
caso de lesiones en la columna que son más graves, lo recomendable es no
mover a la víctima y prepararla para transportarla al hospital, para ello
es necesario deslizar una tabla ancha bajo el paciente.

Los niños fuera de la cocina

Niños en la cocina, peligro latente... dicen los especialistas en
emergencias. Las quemaduras generalmente se presentan por descuidos en la
cocina provocados por la caída de agua caliente sobre el menor o cuando
el pequeño mete o estira las manos en un líquido ardiente.

El enrojecimiento del área afectada es lo que se conoce como quemaduras
de primer grado, las más profundas y que provocan ampollas son las de
segundo grado y las que llegan a los tejidos o huesos son las más graves
(tercer grado). Las secuelas por quemaduras son graves, de difícil
recuperación y dejan señas de por vida. De allí que se debe evitar a toda
costa que el menor permanezca en la cocina, más aun cuando es muy pequeño
porque es más susceptible de sufrir accidentes. Si las quemaduras son de
primer o segundo grado es importante colocar compresas de agua fría en la
zona. Si la quemadura es grave es necesario cubrirla con una compresa
empapada de agua oxigenada y sujeta con una venda limpia, procure no
tocar el área quemada. No usar lociones ni pomadas.

Ojo con los objetos extraños

Las bolillas, las monedas y hasta los insectos pueden ser introducidos en
la boca, oreja o nariz de manera accidental o por simple travesura. Los
objetos extraños se clasifican en animados e inanimados, según Jorge
Baquerizo, médico otorrinolaringólogo. Entre los animados están las
moscas y mosquitos que se introducen, de manera accidental en el oído, lo
que puede provocar dolor y malestar. En este caso es importante colocar
gotas hasta llenar el oído e impedir que el animal se mueva y lesione el
tímpano. Dentro de los inanimados están las semillas, los borradores,
trozos de papel, bolillas fabricadas de plástico (relleno de artefactos
eléctricos), los cuales no producen síntomas, pero sí molestias y es
necesario que el especialista los saque. En el caso de la boca, los
menores suelen coger monedas y cualquier artefacto pequeño que puede
producir atragantamiento o complicar el esófago y dependiendo del tamaño
del objeto puede provocar la muerte. Los especialistas recomiendan poner
en práctica la maniobra conocida como Heimlich que consiste en colocarse
detrás de la víctima, rodearle la cintura con los brazos y sin titubear,
una mano cogida con la otra hacer fuerza de tal manera que ejerza presión
rápida y fuerte de abajo arriba un poco por encima del ombligo. En niños
pequeños primero revisar la boca y luego hacer la maniobra modificada que
consiste en darle una palmada fuerte a nivel de tórax posterior (espalda)
para que expulse el objeto.

Los fármacos bien guardados

Los medicamentos mal tapados, los raticidas, lejías o gasolina, kerosene
o acetona almacenados en botellas de gaseosas son potenciales peligros
para los menores. Los niños se sienten atraídos por los medicamentos
semiabiertos con tapas rosca, que son los más fáciles de abrir, y con
sabor agradables. En los hogares generalmente se encuentran encima de la
mesa o frente a su cama, cuando los adultos, por descuido los dejan a su
alcance, para no olvidarse de aplicarle su dosis. Es mejor tener un
botiquín en casa y mantenerlos bajo llave. La intoxicación por
medicamentos puede producir vómitos, convulsiones y hasta la muerte, si
no es tratada a tiempo. En el caso de intoxicación por derivados del
petróleo se producen graves problemas gástricos y la muerte. Si son
medicamentos lo ideal es provocar el vómito hasta llegar al hospital. Si
es por derivado de petróleo está contraindicado el vómito, es
imprescindible llevarlo al hospital. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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