Quito. 25.11.90. Para definir el vuelco que Cordovez ha dado a
la Cancillería ecuatoriana no hay otra palabra que modernizar,
como el mismo lo admite. En este proceso de modernización no
sólo se incluyen las relaciones internacionales sino la misma
estructura del Ministerio que contempla un proceso que lo
convertirá en el más moderno de América Latina.
Intentando ser modesto, el Canciller dijo que sólo hablaría
tres minutos sobre el tema, pero por lo profundo de esta
reestructuración y las críticas de las que ha sido blanco,
amplió el diálogo largamente.
Cordovez fue enfático al asegurar que nuestra cancillería, en
muchos aspectos, tenía enfoques ni siquiera de años anteriores
a la última guerra sino del siglo pasado, y por esta razón
había perdido su capacidad y su participación en asuntos de
vital interés nacional.
Uno de los logros del Ministro fue conseguir una donación de
casi dos millones de dólares por parte de la Comunidad
Económica Europea para comprar una red de computadores que
tendría conectadas todas las embajadas ecuatorianas y que
además proporcionará uno de los mejores bancos de información
existentes.
Pero la reestructuración no es sólo de máquinas, sino que nos
va a permitir avanzar en cosas más de fondo, la cancillería
ecuatoriana es la única que tiene un departamento especial
sobre derechos humanos y otra de medio ambiente, "una
estructura absolutamente moderna", indicó.
Sin embargo, este proceso ha despertado muchas críticas y
rumores en contra del Ministro por supuestas represalias
tomadas contra algunos funcionarios de Cancillería, así como
por problemas de salarios. La reestructuración es cosa aparte
y no todo lo malo que sucede está inscrito en ella, dijo.
Señaló que en verdad esta reestructuración ha traído
disconformidad por parte de un "pequeño grupo" de
funcionarios, quizás 30 en toda la Cancillería, pero es
justamente por ese miedo a los cambios, especialmente cuando
se habló de que iban a llegar máquinas tan complicadas.
Pero nunca se han tomado represalias contra nadie. "Yo tomo
esto con mucha filosofía porque felizmente tenía experiencia
en esto", acotó.
Al hablar del tema sueldos, el Canciller justificó algunas
rebajas en los montos que recibían ciertos diplomáticos, "no
es posible que un funcionario en un país sudamericano gane lo
mismo que en Alemania". En este marco anunció que se piensa
utilizar en el país el mismo sistema de la ONU para fijar
sueldos, un sistema flexible que varía de acuerdo a la
situación económica que vive cada país. Así se anularía el
sistema vigente en el Ecuador que funciona mediante decreto
presidencial una vez al año y que casi siempre está
desfinanciado a fines del año fiscal. Claro que sólo en lo que
se refiere al sistema dólar, precisó.
En cambio, expresó todo su apoyo a los empleados del
ministerio aquí en el Ecuador puesto que sus salarios son
insuficientes, "algunos sueldos los considero inaceptables y
les he dicho que incluso yo les voy a ayudar a hablar con el
Presidente".
Academia y Escuelas Diplomáticas
Según el Canciller, el punto de discordia entre la Academia
Diplomática del ministerio y las otras escuelas, fue el error
de definir a la primera como una institución de formación
profesional, cuando no es así, porque "la academia prepara
profesionales para ser diplomáticos, lo cual tiene un carácter
completamente diferente". Al respecto aseguró que ha tratado
de lograr un acercamiento con ellos, ya se ha rectificado el
error en el decreto y que tal vez se logre un acuerdo.
En lo que sí se mostró firme es en que la gente graduada de
las escuelas entre automáticamente a la cancillería, no sólo
al nivel bajo sino a otros niveles. "Es imposible que una
institución del Estado pueda aceptar que una escuela de
diplomacia le diga bueno, este va para consejero, este para
primer secretario, aquí le mando dos embajadores. Eso no se
puede", afirmó en su forma tan característica de explicar las
cosas.
En este sentido, indicó que tiene que crearse un proceso de
ingreso bien organizado con la cooperación de las escuelas,
aunque destacó que la Academia Diplomática es un órgano de la
Cancillería y tiene mucha importancia. (A-5)
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