Quito. 05.09.93. "... Me llaman destructor, dicen que estoy
matando la naturaleza. Mato para no morir. Pero se que estoy
cavando mi propia tumba, la tumba del mundo, del hombre..."
(Adalberto da Silva Santos, portugués, 32 años, garimpeiro por un
año).

Roraima es un estado nuevo. Desde hace dos años tiene ese
estatus, antes era un territorio, es decir no tenía gobernador,
diputados ni senadores. Se ubica al nor-occidente de Brasil
limitando con Venezuela. Su extensión es de 230.104 km2 con una
población que no rebasa los 150 mil habitantes de los cuales la
mitad vive en Boa Vista, la capital. Los grandes centros urbanos
del país distan 5 mil kilómetros.

Su economía de agrícola-ganadera se ha convertido en garimpeira
desde que en 1975 la aerofotometría descubrió que en el
territorio yanomami existían minerales preciosos y estratégicos:
oro, uranio, casiterita. La sierra de Surucucus (nos-occidente
del Estado), vale un billón de dólares. En sus entrañas hay
uranio y oro, este último muy fácil de extraer y con un grado
altísimo de pureza.

Pero es desde 1988 que la situación en Roraima y en especial en
el territorio yanomami se ha vuelto dramática: 40 mil garimpeiros
han invadido todas las áreas indígenas, han construido 162 pistas
de aterrizaje clandestinas que sirven un tráfico de 400
aerotaxis.

En la espesura de la selva operan 4.500 máquinas y más de 1.000
dragas lavan los ríos para extraer el oro.

Las cifras oficiales declaran que en los garimpos se extrae
alrededor de 34 toneladas anuales de oro pero en realidad la
explotación real llega a 120 toneladas por año. Se calcula que
en esta actividad están involucradas 800 mil personas. En
Roraima sobrepasan un promedio de 50 mil garimpeiros que extraen
20 toneladas de oro por año.

¿Quiénes son los garimpeiros?

La palabra "garimpeiro" se origina en 1.600 en el Estado de Minas
Gerais. Así se llamaban aquellos hombres que, no respetando el
monopolio de los portugueses, trabajaban escondidos en las
"grimpas" de las minas. Garimpeiro es sinónimo, entonces, de
ilegal, clandestino.

La historia del garimpo está ligada a la sed de oro de los
conquistadores. Empieza en el siglo 17 con las expediciones de
los jesuitas, en el nordeste brasileño, que utilizaban a los
esclavos como mano de obra; hasta llegar a los años 60 cuando en
el estado de Pará se experimentó el actual modelo de invasiones
basado en el transporte aéreo con las pistas clandestinas en la
Selva.

La ocupación de la Amazonía en Brasil ha rediseñado el mapa y ha
determinado la movilización de enormes masas de personas que para
escaparse de la hambruna y la miseria se han ido a tierras no
"alcanzadas por la civilización": las fronteras de expansión
nacional, como los define Darcy Ribeiro.

Según una encuesta tienen un promedio de edad entre los 15 y 30
años, analfabetos y de origen campesino arrendatario, (práctica
aún muy usual en Brasil). Trabajan en condiciones terribles que
no son compensadas por las ganancias ya que la mayoría trabajan
en áreas controladas por un agente financiero. La mano de obra
es pagada por el intermediario con un 30% de lo que extraen. A
esto le restan los gastos de combustible, transporte y
alimentación.

Esta red de inversionistas está conectada a los gerentes de las
pistas clandestinas que manejan las tiendas, los burdeles
surgidos alrededor de los aeropuertos. Todo se calcula en oro:
una cerveza, un kilo de azúcar, cuatro rollos de papel higiénico,
valen un gramo de oro. En cuatro o cinco meses de trabajo en
medio de las enfermedades, los animales, las emboscadas de los
demás compañeros, los garimpeiros regresan con un promedio de
50/60 gramos de oro cada uno.

El Boa Vista las agencias de compra siempre engañan sobre el peso
y la cotización. Entre bares, drogas, burdeles, el garimpeiro se
queda sin nada y nuevamente regresa al parimpo para empezar todo
de nuevo. No es la solución, pero son hombres que ya no tienen
nada y que apuestan al futuro. Sus vidas se consumen en la
balanza en que depositan sus sueños chorreantes de lodo, malaria,
lágrimas mudas. Para esto aceptan las condiciones infrahumanas
impuestas por los intermediarios que realmente son los que han
"encontrado" el oro.

El Roraima existen tres sindicatos de garimpeiros pero en
realidad todos son corruptos.

El proceso de extracción en las áreas del territorio yanomami es
rudimentario. La inaccesibilidad de la selva y el tipo de oro
que ahí se encuentra permite solo una extracción de tipo
artesanal. Los garimpeiros que trabajan en los ríos operan
dragas que aspiran el fondo del río con bombas.

El garimpeiro-buzo maniobra las mangueras. Su vida está ligada a
los tanques de oxígeno y a una cuerda con la cual se comunica con
los compañeros que están en la superficie. Es común ver flotando
los cuerpos inermes de estos buzos improvisados. El agua y el
material pétreo aspirado por la bomba pasa a un plano inclinado:
el mineral más pesado se deposita y luego viene lavado. Agua,
lodo y combustible regresan al río. En tierra firme se abre un
área cerca de la zona escogida. Con la fuerza del agua se cava
el terreno. También en este caso todo pasa por un plano inclinado
que frena el material que se deposita en el fondo. Para
amalgamar el oro utilizan el mercurio que en poco tiempo se
solidifica: por cada gramo de oro se utilizan 1,5/2 gramos de
mercurio. Esto significa que 40 toneladas de mercurio anualmente
contaminan aire y agua. Todos los ríos de Roraima están
contaminados de mercurio. Inclusive el río Orinoco está
completamente contaminado desde sus orígenes. Lo que ha
provocado serias protestas y represalias por parte del Gobierno
de Venezuela contra los garimpeiros que han incursionado en
territorio venezolano.

Doctrina de seguridad nacional

Los garimpeiros son la otra cara del problema yanomami. A ellos
se les acusa de causar el genocidio del pueblo de Oman, el pueblo
de los hombres verdaderos, como los yanomami se definen.

Pero en realidad los garimpeiros son el estado terminal de un
cáncer que nace mucho más lejos. Se origina en la concepción de
un estado nacional que justifica la destrucción en nombre de una
doctrina de seguridad nacional.

El tenebroso proyecto Calha Norte (Canal Norte) que nace, entre
otras justificaciones, por el temor ante la constitución de una
nación yanomami entre Brasil y Venezuela. Para "cercar" este
peligro se invirtieron 650 millones de dólares en infraestructura
logística y militar en la región norte de los ríos Solimoes y
Amazonas en una franja de 6.500 Km de largo y 150 de ancho. Nada
mejor que los garimpeiros como los más indicados en formar las
"fronteras vivas defensoras de la soberanía nacional".

En la tragedia del Pueblo Yanomami y de garimpeiros se resume la
tragedia de la humanidad. El violento choque de la cultura
blanca contra la indígena... La desesperada búsqueda de recursos
para robarlos y explotarlos... La aniquilación de pueblos, seres
humanos. La misma historia que se repite en cada rincón de esta
selva amazónica.

Todos somos Kanaimé. Mientras alimentemos la sed de depredación
desenfrenada, vivirá el Kanaimé que se esconde en cada uno de
nosotros. "El verdadero desafío no es creer en Dios, sino creer
en el hombre..." (Padre Fausto Marinetti, capuchino, 6 años con
los garimpeiros de la sierra Pelada).

* Kanaime: en la cosmovisión Makuxi, es el espíritu negativo que
mata. (3C)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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