Director de HOY

Quito. 26 dic 98. Catorce entrevistas en dos días. Y la del
Diario Hoy no será probablemente la última. Por lo menos un
canal de TV queda a la cola. El proceso ha sido una mezcla de
exclusividad para cada medio y de simultaneidad, para que
nadie se resienta. El presidente Jamil Mahuad, sentado a la
cabecera de la mesa de Gabinete, está rodeado de sillas
vacías.

Solo tres están ocupadas: la suya, la de Jaime Durán y también
la del periodista. Compara su actual función con la de un
capitán de barco que debe mantener a flote, esquivar los
icebergs, poner motores, usar las bombas para sacar el agua
que llega casi a la cubierta. Un capitán que declara que no
puede equivocarse, cuyo mayor problema es la quiebra del
Estado y que a lo que más teme es a la pregunta de un
periodista, que con fundamento, le averigüe por una
contradicción.

- ¿Desde el Palacio, qué cree el presidente que el país espera
de él?

- Que arreglo todo, bien y rápido. Es muy humana esa
expectativa pero no se la puede satisfacer. Uno tiene que
prepararse para fijar la agenda, tomar decisiones y
comunicarlas. Esas son las tres tareas básicas. Las tres
llevan noticias buenas y malas, urgentes y de mediano plazo.

- ¿Cómo enfrentar esas tareas?

- Tengo que dar a la agenda un plan de acción.

- ¿Y hasta ahora?

- En cuatro meses hemos conseguido bastante, aunque algunos
sectores reclaman porque no se hayan hecho más cosas. Algunas
no podían hacerse.

Otras no debían hacerse. De ahí la importancia de la
comunicación. Si no se explica a la gente, es difícil que a
uno le evalúen y peor que le sigan. ¿Podría hacer un dibujo?

Junto a la silla del presidente está instalada una pizarra de
tiza líquida, mientras agarra marcadores y borrador, comenta
que no entiende cómo hay gente que puede trabajar sin un
pizarrón.

- Aquí voy a dibujar un barco.

- ¿De quién es el barco?

- Es el barco de Alarcón.

- ¿Flota?

- Teóricamente debería navegar sobre la superficie, pero ese
barco del que yo ahora he agarrado el timón, tiene el agua
hasta la mitad, pero deberé llevarlo a puerto.

- Usted ha dibujado un enorme promontorio al frente...

- Es el iceberg del Titanic. Se llama déficit. Tiene una
altura de 1.400 millones de dólares.

- Esta figura ¿quién es?

- Es el capitán -Fabián Alarcón- que está rodeado por un
equipo de tripulantes -su Gabinete-. Todo este entorno que
rodea al capitán es un entorno corrupto.

- Al otro lado del barco hay muchos puntitos...

- El barco está lleno de gente. Es el país entero. Algunos
pasajeros ven el iceberg. Otros no. Pero todos sienten el agua
y temen ahogarse.

- ¿Entonces qué hacen?

- A Alarcón le declararon 77 paros en los últimos 60 días y
habrían sido capaces de cortarle la cabeza.

- ¿El barco está detenido?

- Este barco no puede parar. Es como un avión. Si se detiene
se cae. Necesita seguir a flote.

- ¿Cómo mantenerlo en la superficie?

- Hace falta que le pongan unas grandes bombas para que salga
el agua. Los únicos que tienen las bombas son el Fondo
Monetario Internacional, el Banco Mundial, la CAF y el BID.

- ¿Por qué no ayudan los que tienen las bombas?

- Estos señores ven a ese barco y no les gusta para nada. Ven
la corrupción, ven que al capitán nadie le hace caso. Tienen
la peor imagen posible del barco. En esas condiciones no dan
ni una bomba.

- ¿Fue tan negativa la actitud de las organismos
internacionales con el Ecuador?

- Llegaron a parar los desembolsos al FISE por corrupción.

- ¿Qué ha dibujado bajo el agua?

- Es un submarino listo a disparar. Es el conflicto con el
Perú.

- ¿Y el manchón en el casco?

- Es un caliche, que si se revienta, el barco se hunde. Esta
zona frágil es el sistema bancario.

- ¿Qué ha ocurrido con el barco de Alarcón?

- Primero, el país cambió de capitán y entorno. En los cinco
meses de Gobierno no he tenido un solo caso de corrupción.
Tampoco una denuncia fundamentada. Ni siquiera sin fundamento.
Creo que pusimos gente buena en los ministerios. Trabajamos
con Carter y Transparencia Internacional.

- ¿Al asumir el comando del barco por dónde comenzó?

- Lo primero es el submarino, me dije. Si dispara para qué me
preocupo de los demás.

- Reforzamos el caliche. A Jamaica se le fue el sistema
bancario y les costó el 40 por ciento del PIB. A nosotros, el
caso de Filanbanco no nos cuesta todavía 3 puntos (cada punto
del PIB son 200 millones de dólares). No me ha gustado poner
ese refuerzo, qué me va a gustar, pero...

- Y los pasajeros, ¿se han quedado tranquilos?

- Me dije: necesito que esta gente esté tranquila. Si no matan
al jefe y a la tripulación. Pusimos al día los sueldos. En
este momento no hay un paro en el Ecuador.

- También ha dibujado dos cajas en la mitad del barco.

- Las órdenes que yo doy pasan por un centro de cómputo que
tiene dos computadores muy grandes. El uno se llama medios de
comunicación y el otro Congreso Nacional. El país funciona por
la interacción del Gobierno, medios, Congreso y población.
Todos influyen en todos.

- El computador no es igual por todos los lados.

- Cuando analizo este computador encuentro que está dividido
en los famosos tres tercios: un tercio la DP, con optimismo;
otro los socialcristianos y el tercero la izquierda más el
PRE. El PRE está eliminado para cualquier entendimiento, a
menos que aceptemos que venga Bucaram. Eso nunca ocurrirá.
Para mí, ni siquiera es una opción.

- ¿Por qué no entenderse con la izquierda?

- Fue la primera opción. Ellos no quisieron. En el centro
izquierda yo tendría que conseguir todos los votos posibles,
uno por uno, y que no me falle nadie: MPD, ID, Pachacutik,
Nuevo País. Pasaría raspando la mayoría que necesito. Tengo la
otra alternativa, el Partido Social Cristiano.

- Una alternativa muy criticada.

- Las críticas casi no son con datos presentes, sino con datos
históricos.

¿Cómo es posible que hagas un acuerdo con estos que hicieron
tal cosa? Pero qué ocurre. No tengo un centavo de gastos
reservados, no he comprado un diputado, no he entregado un
Ministerio, ni una Subsecretaría, no he dado un centavo a un
Municipio social cristiano más allá que el que tenga el
municipio del PRE, porque reparto parejo.

- ¿Y la alianza electoral?

- Gané las elecciones sin hacer alianza con ningún partido
político. No hay un grupo económico que haya puesto un
ministro. Creo honestamente que somos el Gobierno más
independiente que haya tenido este país. Pero es un Gobierno
que entiende que necesita mayoría en el Congreso y debe buscar
acuerdos.

- ¿Qué tipo de acuerdos?

- Si esos acuerdos se ponen sobre la mesa, si son claros y
abiertos, me parece que son el ejercicio más legítimo de la
democracia. Jaime Nebot dice que no habló con el Gobierno del
uno por ciento y todo el mundo se ríe. Pero es cierto. Conmigo
nunca habló. ¿Qué norma ética hemos violado al buscar ese
acuerdo? Ninguna.

- ¿Cómo es Jaime Nebot?

- Una persona complicada. Desespera que no deje hablar. Pero
es un hombre que maneja su bloque, que tiene palabra y creo
que ha hecho contribuciones importantes para el país.

- ¿En qué ha colaborado el PSC?

- Logramos desactivar el submarino, es decir el conflicto con
el Perú. Si no teníamos a los socialcristianos a favor del
acuerdo, teníamos a todos en contra. Porque además muchos
habrían tenido razón para estar en contra.

Febres Cordero se portó como un caballero. Tenía todas las
municiones del mundo y no las usó. Y Nebot peleó por el
plebiscito hasta última hora, porque para Nebot el tema
territorial ha sido lo que el uno por ciento es para
Germánico Salgado. No se le puede pedir a una persona que se
respeta a sí misma que cambie de opinión de un momento a otro.
Les entiendo. Pero ahora dejamos al país tranquilo y tenemos
fronteras.

- Volvamos al iceberg del déficit. ¿Qué paso con Alarcón?

- Todo Gobierno tiene que presentar los gastos iguales a los
ingresos para que el Congreso apruebe el presupuesto. Y eso lo
hizo Alarcón maquillando el presupuesto. El petróleo constó a
16 dólares pero bajó a 8,50. Calcularon 150.00 barriles
diarios de exportación pero se vendieron 138.000. Esto
significa 600 millones de dólares menos. Dijeron vamos a
vender EMETEL y escribieron 280 millones de dólares. Por la
ley Flores o reforma tributaria que nunca llegó, colocaron 180
millones de dólares. Luego dijeron vamos a quitar los
subsidios. Ni me acuerdo lo que calcularon. Digamos 100
millones. Ahí están alrededor de 1.160 millones de dólares.

- ¿Qué habría hecho una persona razonable en un país
gobernable?

- México y Venezuela redujeron el presupuesto, cuando bajó el
petróleo. Este bárbaro de Alarcón no solo que no hizo esto,
sino que aumentó los egresos.

Hay una cosa en la que no tiene la culpa. Es el fenómeno de El
Niño. Pero incluyó gastos en partidas extra presupuestarias
por 250 millones de dólares, 35 millones de dólares en bonos
para que el prefecto de Pichincha haga su plan casa,
incrementó los salarios, realizó gastos a granel, cambió los
escalafones. Las Fuerzas Armadas y la Policía comenzaron a
cobrar aumentos de sueldo desde agosto.

- ¿Con qué financiamiento?

- Con cero financiamiento. Ni siquiera presupuestaron los
incrementos que por ley se hacen en enero y julio para todo el
sector público. Allí están 110 millones de dólares. Así
aparecieron los 1.400 millones de déficit.

- ¿Qué ha hecho su Gobierno?

- Nosotros vimos que podíamos financiar 1.000 millones de
dólares, pero 400 millones, era imposible. Cortamos 100
millones por la supresión de subsidios este año y 300 por
reducción de gastos de inversión.

- ¿Buscó financiamiento adicional?

- Teníamos varios financiamientos y entre ellos el Fondo
Latinoamericano de Reservas, FLAR. El Banco Central había sido
parte del Gobierno Nacional hasta el 10 de agosto. Hasta en el
Gobierno de Alarcón, con informes de todos los departamentos
internos, el FLAR le prestó plata al Central y después el
Central se la pasó a Finanzas. Ahora, el capitán del barco
tiene que lidiar con un montón de autonomías que antes no
había: Corpecuador, Banco Central, Comexis. No dijo que sean
malas. Son problemas nuevos. Las entidades no tienen cultura
institucional para afrontar todo eso.

- ¿Cuánto esperaba del FLAR?

- Contábamos con 200 millones de dólares. Llamé a Pastrana, a
Caldera, hablé con Banzer y con Fujimori. El FLAR nos aprobó
el crédito, porque el país había perdido 600 millones de
dólares por el petróleo y había sufrido El Niño, y en
consecuencia tenía un grave problema de reservas y de comercio
exterior. Y para eso es el FLAR.

- Pero el Banco Central negó el crédito.

- Habíamos hablado cinco horas con Luis Jácome (presidente del
Banco Central), quien encontró un problema constitucional
real. Solo podía el Central pasarle plata al Gobierno en caso
de emergencia. Decidí declarar la emergencia y asumir el costo
de la decisión. Aquí no es posible escoger entre lo perfecto y
lo malo. Solucionado lo jurídico, Jácome encontró que podía
ser inconveniente el crédito. Nos reunimos en mi despacho. Le
expliqué que el crédito era indispensable para el país, pero
él no es una persona que hable claro.

- Parece decepcionado.

- Napoleón decía que la guerra es demasiado importante para
dejársela a los militares, la economía es demasiado importante
como para que la manejen solo los economista. El problema es
el barco que se hunde. Los economistas puros solo ven los
calderos. Para mí la política, a la que respeto tanto, es un
estadio superior, es el trabajo en perspectiva. El
especialista ve solo su área, sea abogado, economista, médico.

- ¿En qué habría empleado los fondos del FLAR?

- Habría sido un fondo solo para comprar deuda, con un
programa de re ingeniería que bajaba la carga; pero como parte
de la deuda está garantizada con bonos del tesoro
norteamericano, al pagar la deuda habría liberado la garantía,
y habría podido vender los bonos para hacer un poco de caja
para el Estado.

- ¿Dice que no fue claro el presidente del Banco Central al
discutir con usted el problema?

En la noche quedamos en una cosa. Al día siguiente aparecieron
declaraciones según las cuales el Banco Central no aprobaba la
operación.

Eso era otra cosa.

- ¿Cómo es la perspectiva a futuro?

- Cuando comparo lo que diseñamos y lo que hicimos, estoy
satisfecho. Pero ha habido sorpresas: el déficit es mayor,
durante nuestro Gobierno el petróleo bajó a 6,5 dólares el
barril no a 8,5 y vamos a cerrar con un déficit del 5,9 por
ciento del PIB.

- ¿En qué ha sido criticado?

- Me dicen que soy un rehén de los socialcristianos. Mi
análisis es distinto. ¿Cuál agenda avanza en el país, la del
Gobierno o la de un partido? Avanza la del Gobierno. En este
barco en crisis viene Jaime Nebot y dice: yo quiero ponerle un
motor. ¿Qué debo hacer como capitán? Pedirle que lo ponga. No
tengo duda. No voy a parar al país para que no digan que
alguien duda de quién es el capitán.

- Pero el motor del uno por ciento no les gusta a los
organismos internacionales.

- Es verdad que no les gusta. Pero no les gusta muchas cosas
de muchos países. Jeffrey Sachs (eminente economista de
Harvard, amigo y asesor del presidente) está cada día más
decepcionado del sistema internacional.

Estuvo acá el 5 de diciembre. Me dijo es un "luosy tax"
(miserable, de última, el presidente no tradujo la expresión).
Pero también reconoció que hay buenas y malas noticias. La
mala es el déficit. La buena es que usted (el presidente)
salió de la crisis. No reventaron los bancos. Tiene un acuerdo
con el Congreso. Esos temas -según Sachs- hay que discutirlos
en Washington a nivel político, no técnico. Este es un país
que ha cortado subsidios, ha firmado la paz, con un gobierno
serio que se apresta a pasar cinco leyes claves: educativa,
hidrocarburos, eléctrica, telecomunicaciones y seguridad
social. Frente a todo ello hay un "lousy tax". El balance ante
esos organismos será sin duda positivo.

- ¿Cuál es la cuestión central según Sachs?

El gran problema del país hasta agosto de 1999 es el flujo de
caja. En palabras de Sachs "the name of the game is cash
flow". Ustedes no pueden perder un sucre, dijo. Si el nuevo
impuesto te produce 200 millones de dólares más dale gracias a
Dios. Y si al final te quedas con una reforma tributaria dale
doble gracias a Dios.

- ¿En qué orden irán las cinco reforma estructurales?

El orden no sé. Pero si con alguien voy a tener coincidencias
en las reformas es con los social cristianos, porque
significan abrir el país a la inversión extranjera. Vender no
el 39 por ciento de las empresas eléctricas sino el 51 por
ciento. A nadie le interesa invertir si no controlan lo que
compran. En telecomunicaciones buscaremos un nuevo sistema y
un buen banco de inversión. En educación habrá que quitarle el
control político a un partido, el MPD. ¿Cómo entender que se
hayan presentado 154 casos de violación de alumnos en las
aulas y todos hayan sido absueltos?

- ¿Cuándo va a tener un programa aprobado con el FMI?

No habría habido arreglo con el Fondo, aunque no hubiésemos
aprobado el impuesto del uno por ciento. Antes del 10 de
agosto, por sugerencia de Sachs no intentamos llegar a un
acuerdo. Ni tampoco nos peleamos. Había que mantener una línea
paralela, porque el FMI es tan rígido que va a querer hacer
las cosas a su manera. Si nos presentamos ahora va a imponer
condiciones. Hay una respetuosa relación. Con la reforma
estructural volveremos al FMI. Además, la falta de acuerdo no
afecta a los préstamos de destino específico, que es lo que
necesitamos para la reconstrucción de la Costa.

- El país le reclama un liderazgo constante. Es como alguien
perdido en la selva que busca guía casi a cada paso. Por ello
ahora hay una sensación de vacío o al menos de ausencia
¿Comparte esta impresión?

- Esta espera es un costo real y subsanable. Estamos en
fiestas. A nadie le preocupan mucho estos temas, por el
momento. A ratos trabajo como esos constructores que están con
las tablas alrededor, sin dejar ver las grúas y andamios. Un
momento quitan las tablas y la obra se vuelve visible. Además
no me puedo equivocar.

- ¿Cuál será el gran tema de 1999?

- El presupuesto y las reformas estructurales. (DIARIO HOY)
(P. 2-A y 3-A)
EXPLORED
en Ciudad Director de HOY Quito

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