Quito. 16.09.95. Carlos Marcelo Vargas Montenegro (50) se
declaró confeso del triple asesinato suscitado en el
departamento 78-A del edificio Atrium, ubicado en la avenida
González Suárez, en la ciudad de Quito, dijo ayer el
comandante de la Policía, general Miguel Rosero quien hizo la
siguiente reseña:
Vargas mantuvo un vínculo amoroso hace 20 años con Martha
Elaria Jaque Valencia (44), relación que duró apenas un mes.
Sin embargo hace poco volvieron a restablecer amistad porque
Martha solicitó a Vargas un empleo para Ximena Marisol Espín,
(22), hija de ésta, quien últimamente se desempeñaba como
secretaria.
El triple crimen
El día sábado 9 de septiembre Vargas se encontraba solo en el
departamento 78-A, intentando ocultarse por cuanto algún
acreedor, de los varios que tenía, trataba de detenerle.
Vargas estaba acusado de cinco estafas con sendas órdenes de
prisión y por esa razón permanecía encerrado en su
departamento.
A las 16h00 llegan Martha Jaque y su hija Sofía Jurado (14) al
departamento 78-A para cumplir con una visita. Fueron llevando
comida y a eso de las 20h30 se dedicaron a ingerir licor y a
mirar televisión. A esa hora se integró Ximena Marisol (22)
quien llegó para retirar a su madre y a su hermana, pero
también decidió unirse a la reunión en la que comentaban los
próximos cumpleaños de Sofía y Ximena.
Allí aparece la pistola Pietro Beretta 9 mm con laser que es
el arma con la cual se produce este asesinato. La menor Sofía
Jurado tomó casualmente el arma y la dirigió hacia Marcelo
Vargas que en ese momento entonaba una guitarra. Como la
pistola tenía laser el punto rojo del laser reflejó en la
guitarra lo que molestó a Vargas, quien forcejeó con la niña y
logró quitarle la pistola.
Dado el estado de embriaguez que tenía, Vargas disparó primero
contra un vidrio de una ventana.
Posteriormente se les acabó el licor y Vargas pidió a Martha y
Ximena que salieran a comprar una nueva botella, lo que al
parecer fue aprovechado por él para atentar contra la niña de
14 años. Al ser sorprendido hizo que pierda la cabeza.
Martha y Ximena lanzaron un grito y es cuando Vargas realizó
disparos contra la humanidad de la primera de ellas y luego
contra la segunda y finalmente contra la menor Sofía.
Como Ximena aún emanaba ronquidos de moribunda Vargas, al ver
que no disponía de munición en su pistola, tomó un cuchillo
que permanecía sobre un velador y le propinó una herida
cortante alrededor del cuello ocasionándole la muerte
instantánea.
El intento fracasado
Una vez cometido este triple hecho de sangre Vargas continuó
bebiendo y arrastró los cadáveres de la planta alta del
departamento a la planta baja y se dirigió al gimnasio
Oriental de su propiedad, en el sector de las Casas, a donde
llegó a eso de las 04h00 del domingo 10 de septiembre. Allí lo
recibió la empleada Maruja Elisa Olmedo (24) quien le ayudó a
ingresar porque Vargas no podía reincorporarse por la
embriaguez. Es cuando ella observó que la ropa de éste tenía
manchas de sangre, que estaba descalzo y que sus pies estaban
manchados de sangre, por lo que procedió a realizarle una
limpieza.
A las 07h00 del domingo abandonó el complejo Oriental en el
Mercedes Benz plateado en el cual dio vueltas por la ciudad.
Luego regresó al gimnasio en donde reposó hasta las 23h00 en
que regresó al departamento 78-A, llevando dos botellas de
licor.
Allí descendió a la planta baja del edificio en donde pidió al
guardián Sixto Cañar Maza (25) que le diera comprando unos
cigarrillos.
La intención era ganar tiempo y bajar los cadáveres del
séptimo piso para embarcarlos en la cajuela del Mercedes, pero
el guardián regresó antes de que Vargas sacara el último
cadáver que lo bajaba por un ascensor. En ese instante amenazó
al guardián con una pistola y le pidió que le ayude en la
limpieza de las gradas y los ascensores con una toalla húmeda.
El resto del tiempo transcurrió en el gimnasio -siempre en
estado de embriaguez y con el pantalón manchado de sangre- en
donde le comentó a su empleada que en la cajuela del auto
cargaba tres corvinas.
Con Marcos Antonio Batioja Valencia (18), su guardaespaldas,
se dirigieron hacia la avenida Occidental con el fin de buscar
algún sitio en donde arrojar los cadáveres, pero debido a su
estado etílico chocó contra el parterre, lo que ocasionó la
explosión del neumático. Finalmente el vehículo fue abandonado
en la Orellana y Coruña.
La fuga
El lunes 11 de septiembre Danilo y Ana Jaque (hermanos de
Martha) concurrieron a la Policía, cuyos agentes concurrieron
a las 23h30 al departamento 78-A.
A las 02h00 del martes 12 de septiembre se localizó el
vehículo, y se constató la presencia de los cadáveres y
también de un hijo de Vargas y de Batioja Valencia.
Luego de los hechos Vargas se ocultó en la casa de Victoria
Ríos (25) quien le ayudó a fugar por una puerta posterior.
Vargas tomó un taxi y se dirigió a la Villa Flora, al extremo
sur de Quito, en donde empeñó un anillo de oro por 30 mil
sucres, tomó un bus interprovincial y se enrumbó a Riobamba,
deambuló e ingirió licor un día entero hasta que el miércoles
por la tarde fue al sector de El Rosario de Guayllabamba,
perteneciente al cantón Chambo, al domicilio de los padres de
Maruja Olmedo, su empleada. El miércoles un operativo concluyó
con su captura.
También se dijo
- Rechazo que Vargas sea profesor de artes marciales de la
institución. El no ha sido profesor de ningún instituto ni de
organismo institucional alguno. Hace 30 años se iniciaba en
este deporte y daba cursos esporádicos en el Grupo de
Tránsito, sin ejercer cargo de profesor.
- El hijo de Vargas participó cuando en un segundo intento
recorrieron la ciudad para encontrar un sitio y deshacerse de
los cadáveres con su guardaespaldas.
- Son 50 horas en las que el delito fue descubierto por la
rapidez de la denuncia y la colaboración ciudadana que
denunció el paradero de Vargas.
- A parte de cinco órdenes de captura no hemos encontrado nada
más. Se ha hablado mucho de la fortuna de Vargas pero debo
indicar que el departamento 78-A no es de propiedad de él sino
de un ciudadano yugoslavo que lo dejó para que lo vendiera. El
Mercedes Benz pertenece al señor Pablo Cruz entregado para que
comisionara en la venta. A parte de su negocio se dedicaba a
la venta de vehículos a comisión.
- El tenía una barbaridad de problemas económicos y por eso
las órdenes de detención de varios jueces por estafa.
- No hemos encontrado ningún permiso para utilización de
armas.
- Los nueve detenidos serán puestos a órdenes de la Sala de
Sorteos.
- En la autopsia existe la versión de que las tres estaban
libando.
- Un examen rápido indica que tiene una personalidad
mitomaniática con tendencia a buscar la perfección de su
persona especialmente en el aspecto físico, atlético y de esta
manera procuraba solucionar sus problemas.
- No se ha establecido agresión sexual sino un intento contra
la chica de 14 años.
20 segundos con Vargas
"Me he entregado voluntariamente a la institución
(refiriéndose a la Policía Nacional) para pagar esta
bestialidad que he hecho en estado etílico", dijo ayer ante la
prensa sin inmutarse, un demacrado Marcelo Vargas (50), autor
confeso del triple asesinato.
Barbado, vistiendo un traje de calentamiento oscuro y con el
cabello un poco alborotado, Marcelo Vargas Montenegro habló
con voz altisonante por apenas 20 segundos ante los
periodistas de los medios de comunicación a quienes pidió
disculpas por no contestar sus preguntas, porque dijo que los
tragos lo tenían "hecho una bestia".
"No sé nada, estoy en mal estado, los tragos que me he pegado
(los que ha bebido) me han hecho una bestia y por eso no estoy
en condiciones para contestar preguntas, pero la Policía tiene
ya todos los informes con mis declaraciones", señaló.
Vargas fue presentado en una vieja y disimulada oficina de la
Oficina de Investigación del Delito de Pichincha, junto a la
Intendencia de Pichincha, en la calle Mideros, en el centro de
Quito, que hasta hace poco servía como oficina de la
cooperativa de ahorro y crédito de la Policía. El no se
encontraba esposado como es habitual y a su lado de manera muy
discreta permanecieron siempre media docena de agentes de
civil que no le daban respiro.
El presunto homicida dijo a los medios que las personas a
quienes se las menciona como involucradas (refiriéndose a su
hijo menor de 15 años de edad, a sus cuatro empleados,
incluido su ex guardaespaldas, y tres supuestos cómplices que
lo ayudaron a escapar) "no tienen absolutamente nada que
pagar porque yo soy el único responsable".
Cuando se le insistió el por qué motivo llegó al exceso de
eliminar a las tres mujeres se rehusó a contestar. "Les he
dicho que me entregué voluntariamente para responder la
bestialidad que he hecho en un estado etílico, en el que usted
a veces no tiene control de lo que hace. Yo he declarado al
pie esas cosas y la Policía tiene el informe", acotó.
Vargas, que fue obligado a presentarse a insistencias de la
prensa, exclamó ante la sorpresa de todos los reporteros:
"Ustedes que me han alabado ahora que me ataquen".
Esta fue la única presentación pública de Vargas a raíz de su
captura registrada el miércoles en horas de la noche en el
cantón Chambo, provincia de Chimborazo.
Ayer durante una rueda de prensa se le cuestionó al comandante
de la Policía el por qué se le ofrecía tantas protecciones al
presunto asesino, a quien se lo encapuchó para evitar a los
cronistas gráficos y camarógrafos en los pocos instantes en
que era posible observarlo, durante los interrogatorios. "El
así lo ha querido, pero autorizaré que ustedes puedan
entrevistarlo", dijo, entonces, el jefe policial.
Presentarán acusación particular
Los deudos de Martha Jaque Valencia, Sofía Jurado Jaque y
Ximena Espín Jaque, señalaron ayer que presentarán la
acusación particular en contra de Marcelo Vargas Montenegro.
A nombre de la familia hizo un clamoroso llamado a las
autoridades con el fin de evitar que el delincuente sea
liberado y que reciba una sanción justa y ejemplar.
Negó que el informe de los forenses señale que las tres
mujeres estuvieron bajo los efectos del alcohol, ni que los
hechos se hayan producido en medio de alguna orgía. Denunció
que más bien se presume que ellas fueron ultrajadas por el
asesino.
Para los Jaque la pérdida ha sido muy dolorosa. Recuerda que
su hermana y sus sobrinas eran personas pacíficas y decentes y
que su único mal en la vida quizá haya sido entablar amistad
con Marcelo Vargas quien acabó con los sueños y aspiraciones
de tres mujeres, entre ellas dos niñas de 22 y 14 años de
edad.
El caso está en manos de la Policía. El informe pasará en las
próximas horas a la Sala de Sorteos de la Función Judicial
para el sorteo respectivo. (Diario HOY) (8A)
declaró confeso del triple asesinato suscitado en el
departamento 78-A del edificio Atrium, ubicado en la avenida
González Suárez, en la ciudad de Quito, dijo ayer el
comandante de la Policía, general Miguel Rosero quien hizo la
siguiente reseña:
Vargas mantuvo un vínculo amoroso hace 20 años con Martha
Elaria Jaque Valencia (44), relación que duró apenas un mes.
Sin embargo hace poco volvieron a restablecer amistad porque
Martha solicitó a Vargas un empleo para Ximena Marisol Espín,
(22), hija de ésta, quien últimamente se desempeñaba como
secretaria.
El triple crimen
El día sábado 9 de septiembre Vargas se encontraba solo en el
departamento 78-A, intentando ocultarse por cuanto algún
acreedor, de los varios que tenía, trataba de detenerle.
Vargas estaba acusado de cinco estafas con sendas órdenes de
prisión y por esa razón permanecía encerrado en su
departamento.
A las 16h00 llegan Martha Jaque y su hija Sofía Jurado (14) al
departamento 78-A para cumplir con una visita. Fueron llevando
comida y a eso de las 20h30 se dedicaron a ingerir licor y a
mirar televisión. A esa hora se integró Ximena Marisol (22)
quien llegó para retirar a su madre y a su hermana, pero
también decidió unirse a la reunión en la que comentaban los
próximos cumpleaños de Sofía y Ximena.
Allí aparece la pistola Pietro Beretta 9 mm con laser que es
el arma con la cual se produce este asesinato. La menor Sofía
Jurado tomó casualmente el arma y la dirigió hacia Marcelo
Vargas que en ese momento entonaba una guitarra. Como la
pistola tenía laser el punto rojo del laser reflejó en la
guitarra lo que molestó a Vargas, quien forcejeó con la niña y
logró quitarle la pistola.
Dado el estado de embriaguez que tenía, Vargas disparó primero
contra un vidrio de una ventana.
Posteriormente se les acabó el licor y Vargas pidió a Martha y
Ximena que salieran a comprar una nueva botella, lo que al
parecer fue aprovechado por él para atentar contra la niña de
14 años. Al ser sorprendido hizo que pierda la cabeza.
Martha y Ximena lanzaron un grito y es cuando Vargas realizó
disparos contra la humanidad de la primera de ellas y luego
contra la segunda y finalmente contra la menor Sofía.
Como Ximena aún emanaba ronquidos de moribunda Vargas, al ver
que no disponía de munición en su pistola, tomó un cuchillo
que permanecía sobre un velador y le propinó una herida
cortante alrededor del cuello ocasionándole la muerte
instantánea.
El intento fracasado
Una vez cometido este triple hecho de sangre Vargas continuó
bebiendo y arrastró los cadáveres de la planta alta del
departamento a la planta baja y se dirigió al gimnasio
Oriental de su propiedad, en el sector de las Casas, a donde
llegó a eso de las 04h00 del domingo 10 de septiembre. Allí lo
recibió la empleada Maruja Elisa Olmedo (24) quien le ayudó a
ingresar porque Vargas no podía reincorporarse por la
embriaguez. Es cuando ella observó que la ropa de éste tenía
manchas de sangre, que estaba descalzo y que sus pies estaban
manchados de sangre, por lo que procedió a realizarle una
limpieza.
A las 07h00 del domingo abandonó el complejo Oriental en el
Mercedes Benz plateado en el cual dio vueltas por la ciudad.
Luego regresó al gimnasio en donde reposó hasta las 23h00 en
que regresó al departamento 78-A, llevando dos botellas de
licor.
Allí descendió a la planta baja del edificio en donde pidió al
guardián Sixto Cañar Maza (25) que le diera comprando unos
cigarrillos.
La intención era ganar tiempo y bajar los cadáveres del
séptimo piso para embarcarlos en la cajuela del Mercedes, pero
el guardián regresó antes de que Vargas sacara el último
cadáver que lo bajaba por un ascensor. En ese instante amenazó
al guardián con una pistola y le pidió que le ayude en la
limpieza de las gradas y los ascensores con una toalla húmeda.
El resto del tiempo transcurrió en el gimnasio -siempre en
estado de embriaguez y con el pantalón manchado de sangre- en
donde le comentó a su empleada que en la cajuela del auto
cargaba tres corvinas.
Con Marcos Antonio Batioja Valencia (18), su guardaespaldas,
se dirigieron hacia la avenida Occidental con el fin de buscar
algún sitio en donde arrojar los cadáveres, pero debido a su
estado etílico chocó contra el parterre, lo que ocasionó la
explosión del neumático. Finalmente el vehículo fue abandonado
en la Orellana y Coruña.
La fuga
El lunes 11 de septiembre Danilo y Ana Jaque (hermanos de
Martha) concurrieron a la Policía, cuyos agentes concurrieron
a las 23h30 al departamento 78-A.
A las 02h00 del martes 12 de septiembre se localizó el
vehículo, y se constató la presencia de los cadáveres y
también de un hijo de Vargas y de Batioja Valencia.
Luego de los hechos Vargas se ocultó en la casa de Victoria
Ríos (25) quien le ayudó a fugar por una puerta posterior.
Vargas tomó un taxi y se dirigió a la Villa Flora, al extremo
sur de Quito, en donde empeñó un anillo de oro por 30 mil
sucres, tomó un bus interprovincial y se enrumbó a Riobamba,
deambuló e ingirió licor un día entero hasta que el miércoles
por la tarde fue al sector de El Rosario de Guayllabamba,
perteneciente al cantón Chambo, al domicilio de los padres de
Maruja Olmedo, su empleada. El miércoles un operativo concluyó
con su captura.
También se dijo
- Rechazo que Vargas sea profesor de artes marciales de la
institución. El no ha sido profesor de ningún instituto ni de
organismo institucional alguno. Hace 30 años se iniciaba en
este deporte y daba cursos esporádicos en el Grupo de
Tránsito, sin ejercer cargo de profesor.
- El hijo de Vargas participó cuando en un segundo intento
recorrieron la ciudad para encontrar un sitio y deshacerse de
los cadáveres con su guardaespaldas.
- Son 50 horas en las que el delito fue descubierto por la
rapidez de la denuncia y la colaboración ciudadana que
denunció el paradero de Vargas.
- A parte de cinco órdenes de captura no hemos encontrado nada
más. Se ha hablado mucho de la fortuna de Vargas pero debo
indicar que el departamento 78-A no es de propiedad de él sino
de un ciudadano yugoslavo que lo dejó para que lo vendiera. El
Mercedes Benz pertenece al señor Pablo Cruz entregado para que
comisionara en la venta. A parte de su negocio se dedicaba a
la venta de vehículos a comisión.
- El tenía una barbaridad de problemas económicos y por eso
las órdenes de detención de varios jueces por estafa.
- No hemos encontrado ningún permiso para utilización de
armas.
- Los nueve detenidos serán puestos a órdenes de la Sala de
Sorteos.
- En la autopsia existe la versión de que las tres estaban
libando.
- Un examen rápido indica que tiene una personalidad
mitomaniática con tendencia a buscar la perfección de su
persona especialmente en el aspecto físico, atlético y de esta
manera procuraba solucionar sus problemas.
- No se ha establecido agresión sexual sino un intento contra
la chica de 14 años.
20 segundos con Vargas
"Me he entregado voluntariamente a la institución
(refiriéndose a la Policía Nacional) para pagar esta
bestialidad que he hecho en estado etílico", dijo ayer ante la
prensa sin inmutarse, un demacrado Marcelo Vargas (50), autor
confeso del triple asesinato.
Barbado, vistiendo un traje de calentamiento oscuro y con el
cabello un poco alborotado, Marcelo Vargas Montenegro habló
con voz altisonante por apenas 20 segundos ante los
periodistas de los medios de comunicación a quienes pidió
disculpas por no contestar sus preguntas, porque dijo que los
tragos lo tenían "hecho una bestia".
"No sé nada, estoy en mal estado, los tragos que me he pegado
(los que ha bebido) me han hecho una bestia y por eso no estoy
en condiciones para contestar preguntas, pero la Policía tiene
ya todos los informes con mis declaraciones", señaló.
Vargas fue presentado en una vieja y disimulada oficina de la
Oficina de Investigación del Delito de Pichincha, junto a la
Intendencia de Pichincha, en la calle Mideros, en el centro de
Quito, que hasta hace poco servía como oficina de la
cooperativa de ahorro y crédito de la Policía. El no se
encontraba esposado como es habitual y a su lado de manera muy
discreta permanecieron siempre media docena de agentes de
civil que no le daban respiro.
El presunto homicida dijo a los medios que las personas a
quienes se las menciona como involucradas (refiriéndose a su
hijo menor de 15 años de edad, a sus cuatro empleados,
incluido su ex guardaespaldas, y tres supuestos cómplices que
lo ayudaron a escapar) "no tienen absolutamente nada que
pagar porque yo soy el único responsable".
Cuando se le insistió el por qué motivo llegó al exceso de
eliminar a las tres mujeres se rehusó a contestar. "Les he
dicho que me entregué voluntariamente para responder la
bestialidad que he hecho en un estado etílico, en el que usted
a veces no tiene control de lo que hace. Yo he declarado al
pie esas cosas y la Policía tiene el informe", acotó.
Vargas, que fue obligado a presentarse a insistencias de la
prensa, exclamó ante la sorpresa de todos los reporteros:
"Ustedes que me han alabado ahora que me ataquen".
Esta fue la única presentación pública de Vargas a raíz de su
captura registrada el miércoles en horas de la noche en el
cantón Chambo, provincia de Chimborazo.
Ayer durante una rueda de prensa se le cuestionó al comandante
de la Policía el por qué se le ofrecía tantas protecciones al
presunto asesino, a quien se lo encapuchó para evitar a los
cronistas gráficos y camarógrafos en los pocos instantes en
que era posible observarlo, durante los interrogatorios. "El
así lo ha querido, pero autorizaré que ustedes puedan
entrevistarlo", dijo, entonces, el jefe policial.
Presentarán acusación particular
Los deudos de Martha Jaque Valencia, Sofía Jurado Jaque y
Ximena Espín Jaque, señalaron ayer que presentarán la
acusación particular en contra de Marcelo Vargas Montenegro.
A nombre de la familia hizo un clamoroso llamado a las
autoridades con el fin de evitar que el delincuente sea
liberado y que reciba una sanción justa y ejemplar.
Negó que el informe de los forenses señale que las tres
mujeres estuvieron bajo los efectos del alcohol, ni que los
hechos se hayan producido en medio de alguna orgía. Denunció
que más bien se presume que ellas fueron ultrajadas por el
asesino.
Para los Jaque la pérdida ha sido muy dolorosa. Recuerda que
su hermana y sus sobrinas eran personas pacíficas y decentes y
que su único mal en la vida quizá haya sido entablar amistad
con Marcelo Vargas quien acabó con los sueños y aspiraciones
de tres mujeres, entre ellas dos niñas de 22 y 14 años de
edad.
El caso está en manos de la Policía. El informe pasará en las
próximas horas a la Sala de Sorteos de la Función Judicial
para el sorteo respectivo. (Diario HOY) (8A)
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