Quito. 31 mar 99. El Instituto se ha mantenido durante 37
años. Se ha dividido en seis empresas de generación y una de
transmisión. Aquellas se venderán al sector privado.

Con carteles en puertas y ventanas, además de problemas
laborales, los trabajadores del Instituto Ecuatoriano de
Electrificación (Inecel) en Liquidación se resisten a aceptar
la idea que el Instituto deje de existir. La medida, sin
embargo, fue tomada y ahora la iniciativa privada tiene la
tarea de sacar adelante al sector.

El Inecel en Liquidación desaparecerá jurídicamente hoy, pero
previamente se ha dividido en seis empresas de generación y
una de transmisión. Las primeras podrán venderse total o
parcialmente al sector privado, siempre que el proyecto de ley
que lo permite, sea aprobado en el Congreso Nacional.

La Ley de Régimen del Sector Eléctrico, que fue aprobada en
octubre de 1996, marcó el inicio del fin del Instituto, que
nació en la década de los años 60´s, y registró un gran
desarrollo en los 70´s.

En efecto, los ingresos que tuvo el Ecuador, producto de las
exportaciones de crudo desde 1972, sirvieron, entre otras
cosas, para impulsar grandes proyectos de infraestructura. La
construcción de la central hidroeléctrica Paute es un ejemplo
de ello.

Sin embargo, desde comienzos de los 80´s se registraron varios
factores que desembocaron en sucesivos ajustes fiscales que
complicaron el manejo de las finanzas públicas. La crisis de
la deuda externa, el incremento de las tasas de interés
internacionales, la baja del precio del petróleo en los
mercados internacionales, además de un sobredimensionamiento
del sector público, ocasionaron que durante casi dos décadas,
el Estado ecuatoriano haya carecido de recursos para proyectos
de desarrollo.

El sector eléctrico no escapó a la crisis y varios proyectos
como Mazar, San Francisco, entre los principales, fueron
permanentemente postergados. Sin embargo, la infraestructura
que se había creado en los 70´s fue suficiente para atender la
demanda de electricidad durante la década pasada.

Pero la postergación de obras y la falta de cumplimiento del
Plan Maestro de Electrificación se evidenció años más tarde.
Desde inicios de la década de los 90´s, la crisis del sector
eléctrico se reflejó en la continua presencia de cortes de
luz. Este hecho generó malestar en la ciudadanía, pero más
allá de eso, dejó ver que el sector eléctrico no tenía una
política sustentable para su desarrollo a largo plazo.

Con estos antecedentes, a partir de 1992 empezó el debate
sobre la necesidad de modernizar el Estado y sus
instituciones. En 1993 nace el Consejo Nacional de
Modernización (Conam), que definió una lista de sectores
prioritarios para modernizar y privatizar.

La idea central partía del hecho que el Estado no tenía
recursos para atender las necesidades de estos sectores y que
era necesario delegar esa responsabilidad al sector privado.

En la lista del Conam aparecían como suceptibles de
modernizarse sectores como las telecomunicaciones,
electricidad, hidrocarburos, ferrocarriles, etc.

Pero la modernización, como ha ocurrido en otros países de
América Latina, provocó resistencia entre los afectados:
huelgas, paros, negociaciones con partidos de izquierda para
modificar el marco legal, impugnaciones, etc., fueron la
tónica desde 1993 hasta 1996. Eso explica que la Ley de
Régimen del Sector Eléctrico se expida recién el 10 de octubre
de 1996.

Esta Ley establecía que la vida jurídica del Inecel termine el
30 de septiembre del año pasado. Sin embargo, el Congreso
Nacional, a pedido del Presidente de la República, aceptó
postergar esa fecha hasta el 31 de marzo de 1999. La razón:
era necesario constituir las nuevas empresas y enfrentar la
crisis eléctrica, producto del estiaje que se presenta
anualmente en la cuenca del río Paute. Asimismo, era necesario
liquidar a los 1 275 empleados y trabajadores de Inecel.

Una vez transcurrido este período, el liquidador de Inecel en
Liquidación, Raúl Maldonado, presentó el lunes pasado un
informe al Directorio del Instituto sobre las acciones
llevadas a cabo.

El documento señala que se han conformado las empresas
Hidropaute S.A, Hidropucará S.A., Hidroagoyán S.A.,
Termopichincha S.A., Termoesmeraldas S.A., Electroguayas S.A.
y la Empresa Nacional de Transmisión. Asímismo se constituyó
la Corporación Cenace, encargada del manejo técnico-económico
del mercado eléctrico mayorista.

De conformidad con los balances auditados por la Contraloría,
los activos de estas empresas suman USD 2 000 millones y los
pasivos a USD 800 millones. Estas empresas han sido
transferidas al Fondo de Solidaridad que, en coordinación con
el Conam "han previsto la contratación de una consultoría que
evaluará a cada una de las empresas para determinar el valor
del negocio en marcha y recomendar los mecanismos para la
venta de las acciones en el mercado internacional de
capitales. ... Consecuentemente el valor de mercado de las
acciones de estas empresas solo se podrá saber al final de
este proceso, que se estima será antes de junio del próximo
año".

Para la liquidación contable del Inecel, el presidente Mahuad
tendría que firmar hoy un Decreto Ejecutivo creando una Unidad
de Liquidación.

En los próximos dos años no se prevén apagones

225 MW en pocos meses * Las previsiones en el sector
eléctrico, hasta el 2000, son positivas. Según las
autoridades, en los próximos dos años no se prevén
racionamientos de electricidad a nivel nacional, toda vez que
a mediados del presente año entrará en funcionamiento la
Central Hidroeléctrica Daule-Peripa, con 225 megavatios (MW)
de potencia instalada.

Se requieren más proyectos * A partir del 2001 ó 2002,
deberían entrar en operación los proyectos térmicos
concesionados por el Consejo Nacional de Electricidad
(Conelec) y que utilizarán como combustible el residuo de
petróleo denominado Bunker C. Además, debería acelerarse los
procesos de concesión de los proyectos San Francisco, Mazar,
Toachi Pilatón, entre otros, para que operen en el 2006.

La barcaza en dos semanas * El Liquidador de Inecel señaló que
la demora en la puesta en operación de la barcaza de Energy
Corp. se debió al paro de los trabajadores de Inecel, además
de los problemas financieros que presentó la contratista el
año pasado. Sin embargo, se prevé que la planta entre a operar
en no más de dos semanas.

La liquidación laboral * El 19 de marzo pasado, se acordó la
forma y monto para la liquidación de los empleados y
trabajadores de Inecel. Asimismo, el 26 de marzo anterior se
aprobó el texto del Acta de Finiquito que deberán suscribir al
recibir su indemnización. El monto total de las
indemnizaciones asciende a 350 000 millones. De este monto,
200 000 millones deben ser pagados en efectivo y la diferencia
en acciones. Este segundo punto deberá quedar definido hasta
hoy.

Las deudas pendientes * Inecel tuvo problemas con el cobro de
las deudas a las empresas eléctricas del país, por la energía
vendida. Estas obligaciones deberán ser ahora cobradas por el
Fondo de Solidaridad, que es el actual dueño del 100 por
ciento de las acciones de las compañías escindidas de Inecel.

LAS TRES AREAS QUE CONFORMAN EL SECTOR ELECTRICO NACIONAL

LA GENERACIOn

El país cuenta con tres centrales hidroeléctricas y alrededor
de siete termoeléctricas. Las primeras son de menor costo,
mientras las segundas (especialmente privadas) registran
costos superiores, debido a que utilizan como combustible
diesel, que es en su mayoría importado. La central Paute cubre
un 50 por ciento de la demanda eléctrica del país. De ahí que
en épocas de estiaje, hay la posibilidad de cortes de luz. La
idea a futuro es desarrollar otras plantas hidroeléctricas y
térmicas, pero que usen combustibles elaborados en el país.

LA TRANSMISION

Por la naturaleza del mercado nacional, la transmisión de
energía es un monopolio natural. Se compone básicamente del
denominado Sistema Nacional Interconectado (SNI). Este sistema
de transmisión también pasó a ser una empresa sociedad anónima
denominada Transelectric. S.A., cuyo 100 por ciento de
acciones pertenece al Fondo de Solidaridad. Las leyes y
reglamentos establecen una tarifa o "peaje", por su uso, de
tal forma que permita cubrir costos y hacer inversiones de
expansión.

LA DISTRIBUCION

Actualmente existen 19 empresas de distribución de energía
eléctrica, repartidas en las diferentes provincias del país.
Estas empresas serán las responsables de abastecer del
suministro eléctrico a las zonas de su concesión, para lo cual
deberán comprar la energía a las empresas generadoras y pagar
el peaje a la empresa de transmisión. Debido a que existen
zonas más pobladas que otras, será necesario agrupara a
algunas empresas de distribución para que la comercialización
eléctrica sea negocio. Se calcula que quedarán unas seis.
(Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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