Guayaquil. 23 jun 98. Cuando en 1961 se creó el Inecel
(Instituto Ecuatoriano de Electrificación), nadie se imaginó
que después de 37 años de regir el sector eléctrico del país,
las corrientes modernizadoras y privatizadoras del mundo la
llevarían inexorablemente a su fin.

Hoy esa institución está a escasos tres meses de expirar. Vale
preguntarse qué actividades realizó en 37 años y lo más
importante qué herencia deja al sector eléctrico del país.

Haciendo un recuento histórico, se puede decir que el Inecel
vivió cuatro etapas bien definidas, que los expertos en el
área eléctrica las han clasificado en: iniciación, desarrollo,
decadencia y desintegración.

La faceta primera fue la de integración del sistema nacional
que estaba diseminado en muchas empresas eléctricas. En ese
tiempo se emitieron también los primeros reglamentos y normas
para regir al sector.

En aquella primera fase, cuenta Marcelo Jaramillo, ex gerente
del Inecel, el servicio eléctrico estaba encargado a las
municipalidades y cada municipio hacía lo que podía. "Lo que
dio como resultado sistemas aislados que no podían integrarse
porque eran de diferentes características con niveles de
voltaje y en frecuencias distintas", recordó.

Al comienzo, relató, Ecuador tenía una población aproximada de
seis millones de habitantes y el índice de servicio eléctrico
era del 17%, es decir que de cada 100 personas solo 17 tenían
acceso al servicio, cosa realmente escalofriante.

Para solucionar esta grave falencia, indica Jaramillo, se
dicta la Ley Básica de Electrificación, después de la cual
Inecel elabora su primer plan maestro de electrificación, cuyo
primer objetivo era integrar y normalizar el servicio, para
ello se requería de mucho dinero, pero en ese tiempo Ecuador
no era sujeto de crédito.

El regalo del crudo

La segunda estapa comienza cuando el Inecel cuenta con los
recursos suficientes para desarrollar proyectos de
electrificación al recibir el 47% de las regalías del
petróleo.

Con las regalías del petróleo, Inecel pudo tener suficientes
ingresos para hacer todas las inversiones necesarias, las que
duraron hasta el año 1984 y cuyos proyectos que ya estaban
financiados terminaron alrededor de 1988, comentó el ex
gerente del instituto, Hans Collins.

Las regalías por la exportación de crudo ascendían a unos 120
millones de dólares anuales, dijo Jaramillo. Así, Inecel a
base de esos recursos se lanzó a un macroprograma de
equipamiento en todos sus órdenes: generación, transmisión y
distribución, y además se volvió sujeto de crédito.

Toda esta inversión, precisó, sirvió para que el Ecuador
cuente, ya en la década de los noventa, con una población
servida con energía eléctrica del 70%. "Ya se podía decir que
el país tenía una infraestructura eléctrica como para
desarrollarse", señaló.

Para José Pileggi, ex presidente del Colegio de Ingenieros
Eléctricos y Electrónicos del Litoral (Crieel) Inecel
simplemente respondió al modelo económico del país en ese
momento y obedeció a la corriente mundial de ese tiempo.

Sin embargo, resaltó, que el Inecel en sus inicios tuvo un
equipo técnico de primera. "Fue el que delineó los primeros
planes maestros nacionales de electrificación, del cual salió
la Ley Básica de Electrificación y el que hizo los
macroproyectos como Paute, Pisayambo y Agoyán", comentó.

Comienzo del fin

La tercera fase abarca la parte descendente del Inecel, que
comienza en 1983, después de que se congelan las regalías del
petróleo a una paridad cambiaria del dólar de 76,50 sucres, al
igual que las tarifas eléctricas.

Este es el momento en que comienzan a sentirse los efectos del
mal manejo económico, asevera Jaramillo. "Es como que el país
se despierta de una borrachera y comienzan a generarse
iliquideces y se le quitan los recursos al Inecel sin ni
siquiera darle el beneficio de la tarifa. Así, el modelo se
acabó", afirmó Jaramillo.

Cuando le congelaron al Inecel sus regalías petroleras, los
primeros años no se vio muy afectada porque en aquel tiempo
eso era un dineral, pero ahora no es nada, aseveró Pileggi.

Hoy sí escasean los recursos, por eso, a la postre, la
congelación de las regalías se convirtió en una estocada
mortal para el sector eléctrico, indicó Pileggi.

A partir de entonces, dijo Collins, se produce la debacle
económica sobre las deudas del Inecel, surge el problema
financiero interno del país y se comienzan a incrementar las
deudas de las empresas eléctricas al instituto.

En esta estapa, para Pileggi el Inecel deja de ser dinámico y
técnico para pasar a convertirse en un ente burocratizado al
máximo y entorpecedor de la actividad eléctrica, sujeta al
clientelismo político.

Así se inicia su cuarta y, esperemos, última etapa que es la
de su decadencia y desintegración. Esta fase contempla la
transición del Inecel a manos privadas, para la cual ya se
trasladaron 96.000 millones de sucres en acciones al Fondo de
Solidaridad.

Abusos sindicales

En 37 años, el Inecel ha logrado forjar una infraestructura
física y un grupo humano técnico que será la mejor herencia
que dejará al sector eléctrico del Ecuador.

"Si se hace una evaluación humano-técnico, esa es la mejor
herencia que deja el Inecel", manifestó Collin.

La parte negativa está en que la institución creció
burocráticamente con excesos y abusos sindicales, expresó.

Así también una herencia cuestionada son sus instalaciones
físicas. Hanns Collin sostiene que "aunque en los últimos 10
años no se les ha dado mantenimiento ni se las ha mejorado,
por lo menos esto es lo que mantiene hoy con energía al país".
según él toda la infraestructura que está sólidamente fundada,
permite continuar en el camino de la modernización.

José Pileggi por su parte considera que la infraestructura que
dejará el Inecel ya no responde en su totalidad a las
necesidades actuales del país, porque no se cumplieron los
planes maestros y que en todo caso es una herencia que sirve
como punto de partida para lograr la modernización eléctrica.

Alfredo Mena, coordinador del sector eléctrico del Consejo
Nacional de Modernización (Conam), resaltó que el balance en
sí de la herencia que deja el Inecel es positivo, pues aunque
no se invirtió en los últimos años, deja centrales
hidroeléctricas y un sistema de transmisión aceptable.

El Inecel cumplió su papel histórico pero en el mundo
cambiante ya no puede seguir con el mismo rol monopólico. "El
modelo se acabó, todos estamos conscientes de esa realidad y
que el Inecel terminó su papel con la altura debida",
enfatizó.

Desintegración acertada

Collin piensa que es acertada la decisión de convertir al
sistema eléctrico en mercado de libre oferta.

Iván Rodríguez Ramos, también ex gerente del Inecel, expresó
que es acertado el fin del Inecel porque significa arrumbar al
sector a la modernización, que en Latinoamérica ya empezó hace
años mientras que Ecuador es la última rueda del coche, porque
sigue sin despegar.

En cambio, Pileggi expresa que la culminación de la vida del
Inecel es una consecuencia natural de todo un proceso para dar
paso a una nueva alternativa del desarrollo del sector.

Este desarrollo está marcado por la segmentación de las
actividades eléctricas en el mundo, como la creación de los
mercados eléctricos mayoristas, las bolsas de energía y las
integraciones internacionales de energía.

Inicialmente, el Inecel respondió a la corriente del momento
pues la tendencia era nacionalizar no privatizar. Por eso
ingresa a un agresivo proceso de nacionalización de las
empresas eléctricas que en ese momento eran privadas, afirma
Pileggi.

De esta manera, el Inecel comenzó a manejar en forma
integrada, como un todo, al sector de generación, distribución
y transmisión de energía, señaló y agregó que los
planteamientos claros que tenían las empresas eléctricas se
agotaron con el inicio de la politización.

Pero finalmente la corriente mundial cambió en busca de
eficiencia, así el sector eléctrico a nivel internacional se
lo segmenta ahora independientemente en generación,
distribución y transmisión, que es lo que se intenta hacer en
el país, comentó.

El mayor error

Aunque el Inecel jugó un rol muy importante en el desarrollo
del sector eléctrico, su peor error fue el de orientar la
ejecución de las centrales hidroeléctricas hacia la misma
vertiente oriental.

Iván Rodríguez Ramos, también ex gerente del Inecel, así lo
afirma al indicar que "se pusieron todos los huevos en la
misma canasta, descuidando la ejecución de los proyectos en la
vertiente occidental como la Daule-Peripa que debía terminarse
antes de 1991".

Este error del Inecel, dijo, originó los racionamientos
eléctricos y dañó su propia imagen, ya que no pudo combinar la
generación de la vertiente oriental con la occidental en
épocas de estiaje.

Ahora que de acuerdo a la ley eléctrica el sector tiene que
modernizarse, comentó, es preciso que "despeguemos bien,
observando la ley y evitando que las nuevas empresas que se
creen nazcan con una burocracia innecesaria".

Aunque la muerte del Inecel está pronosticada para el 30 de
septiembre, esto no es garantía de que el sector eléctrico se
modernice automáticamente, pues se encuentra sumergido en una
grave crisis, no solo de generación, transmisión y
distribución, sino integral, producto de que no existen
políticas de largo plazo.

Adolfo Salcedo, vicepresidente de Comercialización de Emelec
(Empresa Eléctrica del Ecuador), expresó que a nivel de país
"se siguen resolviendo los problemas urgentes e inmediatos,
pero no los trascendentales como el de tomar políticas a largo
plazo".

La prueba es que la mayoría de lo servicios básicos se
encuentran en crisis, como son las telecomunicaciones, el agua
potable, el alcantarillado y la electricidad, explicó, sin
embargo se sigue hablando de medidas coyunturales como la
falta de un transformador, de una línea de transmisión, un
perno o un cabo.

Enfrentando de esa manera a un sector eléctrico que crece al
7% anual en promedio, es imposible tenerlo operando
normalmente. "Así pasamos de una crisis a otra o de una
emergencia a otra, porque un sector que crece con esa dinámica
del 7% anual requiere objetivos de largo plazo e inversiones
permanentes", recalcó.

Pero de lo último que se habla en los planes de
electrificación, señaló Salcedo, es de la inversión, "en los
cuales solo se presentan escenarios para buscar el
financiamiento, de los que, si no son en extremo optimistas
son ingenuos, ...de algún sitio vamos a sacar el dinero", esa
es la conclusión de los planes de electrificación.

Para Salcedo, la decisión de país debe ser que los recursos
para el sector eléctrico salgan de los recursos internos,
generados por el propio sector, es decir del cobro al usuario,
ese sistema debe ser sustentable a mediano y largo plazo y no
a base de préstamos internacionales.

El problema es que hay la costumbre de mantener las mismas
instituciones y cambiarles de nombre, "por ejemplo, tengo el
temor de que en el sector eléctrico pase lo que está pasando
en telefonía, que pasó de Ietel a Emetel luego a Pacifictel,
mientras que los problemas siguen latentes porque siguen las
mismas políticas retrógradas".

"Para mí, que aparezca o desaparezca el Inecel es
intrascendente porque lo importante es que la misma
institución o cualquier otro cambie de política, el nombre es
lo de menos. Si no tomamos políticas de largo plazo, no se da
seguridad jurídica y estabilidad económica, ni la muerte del
Inecel logrará que el sector eléctrico se desarrolle",
advirtió.

Pese a los cuestionamientos, esperemos que el fin del Inecel
sea el comienzo o el punto de partida, el despegue y el
comienzo de una verdadera modernización del sector eléctrico
del país y que así se aleje para siempre la sombra de los
apagones.

Nacerán empresas en malas condiciones

Bernardo Henriques Escala, está consciente de que, si no hay
cambios de última hora, se convertirá en el último de los 21
gerentes que han dirigido al sector eléctrico en casi cuatro
décadas.

Reconoce que le ha tocado manejar al Inecel en su época más
difícil, que es el término de su vida jurídica, de su
segmentación y de su transición.

Aunque aclaró que la verdadera muerte del Inecel se dio en
1983. "Desde la década de 1983 a 1993 prácticamente se inició
la destrucción del sector eléctrico al cortársele al Inecel el
sustento económico en el cual basaba su desarrollo por medio
de congelar la paridad cambiaria del dólar en 76,50 sucres, de
los cuales Inecel recibe el 47%", recordó.

Como consecuencia de esto, el presupuesto de 1998 con corte a
septiembre del mismo año es de 1,6 billones de sucres y para
sustentar ese presupuesto por parte de esta regalía apenas
recibe Inecel 2.000 millones de sucres.

Para Heriques, lo grave no es el hecho de que el Inecel
termina su vida jurídica sino que nacerán de ella nuevas
empresas en las peores condiciones, porque el Inecel ya no es
un organismo fuerte sino totalmente debilitado, "una madre
débil pare hijos débiles", indicó.

Henriques no cree que la herencia que deja el Inecel sea de lo
mejor, porque el sector eléctrico se encuentra paralizado
desde hace 15 años, sin embargo deja obras que se han
mantenido pese a las dificultades de orden económico y un
personal técnico especializado que cualquiera no lo tiene.

¿Conviene o no alargar vida del Inecel?

Debido a que en la Ley Eléctrica no se prevé la etapa de
transición del Inecel, se requiere como medida emergente
prolongar la vida de la institución, dijo Marcelo Jaramillo,
ex gerente del ente.

"No se puede por ley cambiar un estatus cuando eso significa
una implementación de una estructura enorme", manifestó. Matar
al Inecel el 30 de septiembre implica que el 1 de octubre
habría otro ente que no está ni remotamente en capacidad de
manejar el sector eléctrico, agregó.

Por eso, dijo, el nuevo gobierno va a tener que tomar acciones
rápidas porque de este gobierno ya no podemos esperar nada.
"No puede esperar que un grupo de asaltantes sin ninguna
conciencia de responsabilidad haga algo. Su único interés es
ir a robar".

"Tienen que tomar una medida urgente que es la de prolongar la
vida del Inecel, de lo contrario el sector eléctrico queda sin
cabeza.

Si el gobierno hubiera querido realmente hacer algo por el
sector eléctrico hubiera puesto a un grupo humano capaz para
que implemente la transición con tiempo, sin apresuramientos,
pero en vez de eso le entregó el manejo del Inecel al más
recalcitrante sindicalismo, aseveró.

Ahora, por esa razón, como medida desesperada hay que
prolongar la vida del Inecel. ¿Qué pasará si no lo hace, si en
el Fondo de Solidaridad no hay gente capaz ni técnica?,
preguntó.

Hans Collins, ex gerente del Inecel, expresó que debió dársele
por lo menos un año más de vida a la institución para poder
hacer una buena planificación de transición sin
apresuramientos.

"Creo que en septiembre se va a estar en un estado de limbo en
el que nadie conocerá quién asume deudas y quién no, ni a
donde vamos", advirtió.

Por el contrario, Gustavo Larrea, de Electroquil, cree que
prolongar la vida del Inecel implica retrasar más la
modernización del sector eléctrico. "La muerte del Inecel en
septiembre es una decisión tomada que tiene que ejecutarse",
dijo.

Es verdad que hay problemas, pero la solución no es posponer
la muerte del Inecel sino hacer lo que falta por hacer en el
tiempo que queda. "Hay que acelerar más las cosas, por ejemplo
deben aprobarse los reglamentos que faltan", agregó.

Así también, Alfredo Mena, coordinador del sector eléctrico
del Consejo Nacional de Modernización (Conam), dijo que no es
conveniente una extensión de la vida del Inecel porque sería
contraproducente y solo prolongaría su agonía.

"Con un año más que se le dé no se van a resolver los
problemas que ha tenido en los últimos 10 años", recalcó Mena.

Transición del INECEL
PASOS DADOS

* 1992, compra de renuncias. Inician liquidación de personal
del Inecel

* Dic/96, aprueban reglamento de Ley de Régimen del Sector
Eléctrico

* Jul/97, funciona Consejo Nacional de Electrificación

* Nov/97, aprueban reglamento reformado de Ley Eléctrica

* Marzo/98, aprueban reglamento de concesión

* Abril/98, traspaso de acciones de empresas eléctricas del
Inecel al Fondo de Solidaridad

* Mayo/98, directorio de Conelec aprueba reglamento para la
administración del Fondo de Electrificación Rural Urbano
Marginal (Ferum).

* Junio/98 autorizan constitución como sociedad anónima de
unidades operativas de empresas de generación

* Junio/98, autorizan constitución como sociedad anónima de
empresa nacional de transmisión

* Junio 98, aprueban estatutos del Cenace (Centro Nacional de
Control de Energía)

PASOS POR DARSE

* Operación de las empresas de generación
* Operación de la empresa de transmisión
* Aprobación de reglamento de despacho de carga
* Aprobación de reglamento de garantías, tarifas y servicios
* Aprobación de reglamento de mercado mayorista
* Aprobación del reglamento de acometidas y medidores
* Muerte jurídica del Inecel (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

Otras Noticias del día 23/Junio/1998

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el