Quito. 03.07.94. El conflicto de un sector de la sociedad
ecuatoriana con el movimiento indígena viene a confirmar un viejo
refrán: la calentura no está en las sábanas. En efecto, la
polémica por la Ley Agraria oculta otros conflictos históricos y
profundas estructuras socio-económicas. Informe Confidencial se
ha acercado a los ecuatorianos para averiguar algunos aspectos de
un problema étnico que aparece disfrazado tras un conflicto
legal. Y el resultado es, evidentemente contradictorio: por una
parte el reconocimiento de las razones indígenas que llevan a los
encuestados a calificar a Luis Macas como el representante
legítimo del movimiento indio, por sobre un funcionario de Estado
a cargo de la Secretaría de Asuntos Indígenas; por otro, el
establecimiento de distancias y diferencias por parte de la
población mestiza, con respecto a los indios. Esta ambigüedad con
trasfondo étnico traspasa la historia del país y pone en cuestión
la identidad entre los ecuatorianos.

CRECE CONCIENCIA DEL MESTIZAJE

Cuando a principios de siglo llegó un Comisionado del Rey de
España para interponer sus buenos oficios en el conflicto
territorial entre Ecuador y Perú, los gremios de artesanos de
Quito le hicieron un homenaje. El Presidente de la Sociedad
Artística e Industrial de Pichincha afirmó en un discurso que ese
acto tenía sentido, porque "más que hijos de España, nosotros
mismos somos españoles que vivimos fuera de la Madre Patria".

La foto del acto con los gremios vestidos de impecable etiqueta,
deja ver claramente los rasgos indígenas de los rostros de la
inmensa mayoría de los pretendidos "españoles" que hicieron la
cuota para la condecoración que fue entregada al Comisionado
Regio.

En 1928 vino a Quito la compañía de comedias Los Condes de
Mendoza, dirigida por María Guerrero, y presentó en el Teatro
Sucre la comedia "Mancha que limpia", de Echegaray. La
representación fue un acontecimiento social. Toda la platea
vistió de estricta etiqueta y todas las damas que iban a los
palcos fueron vestidas "como españolas".

En el Ecuador vestirse de "español", sentirse un "noble español",
creerse español exiliado, no solo han sido manías delirantes de
una sociedad mestiza, sino símbolos de identificación con las
clases dominantes.

Quito y casi toda la Sierra ecuatoriana estuvieron habitadas por
una inmensa mayoría de "indios" que vivían una permanente
explotación de un pequeño grupo de mestizos, que pretendía
incrementar la distancia que los separaba de sus subordinados
exagerando su "hispanidad".

Hasta hace pocos lustros, los "capariches" barrían la ciudad de
Quito al amanecer. Eran indios de Zámbiza. En el mercado, los
cargadores eran indios de la comuna de Santa Clara que llegaba
hasta la 10 de Agosto, a la altura de la Universidad Central.
Los huasicamas limpiaban la casa de los patrones. Eran indios e
indias de las haciendas que hacían una especie de "conscripción"
gratuita. En algunas haciendas del centro serrano, se marcaban a
los indios con hierro candente. Los indios cegaban el trigo con
sus hoces, golpeados por el acial de los mayordomos; cuidaban los
ganados, cultivaban la tierra a cambio de vivir en un huasipungo.
Jorge Icaza escribió una novela en que denunció todas estas
infamias; la sociedad mestiza fue acumulando un sentimiento de
culpa por todos estos abusos ancestrales.

Pero según pasó el tiempo, las cosas fueron cambiando. El
Ecuador nunca vivió una inmigración masiva de europeos como la
que tuvo lugar en Argentina, Uruguay, Chile y Brasil a principios
de siglo. En la costa, se afincaron unas pocas colonias de
libaneses, chinos, italianos y españoles, pero la inmensa mayoría
de la población nació de los indios que poblaban la serranía a
principios de siglo.

Felizmente, no hubo una Guerra del Desierto como la de Argentina,
en la que los blancos exterminaron a los indios. Lo que hubo fue
un proceso de gestación de una nueva identidad nacional,
básicamente occidental, pero profundamente andina. Indios
cortados el guango, la mayoría de los ecuatorianos sabemos cada
día menos palabras quechuas y nos integramos más a una cultura
occidental que hegemoniza el mundo.

La comuna de Santa Clara dio paso a un barrio de clase media.
Zámbiza, Tumbaco, Yaruquí, el Quinche, Guayllabamba son ahora
parte del Quito Metropolitano, parroquias en las que pocos se
identifican como indios. Los sombreros fueron quedando en los
baúles, se cortaron muchas trenzas, se cambiaron los ponchos con
las chompas y los calzoncillos blancos por los blue jeans.

Afortunadamente, las manías de la minorías que se creía española
también fueron desapareciendo. Vivimos una sociedad ecuatoriana,
todavía difusa, sin metas claras, en proceso de formación, pero
en la que a muy pocos se les ocurriría decir que son más
españoles que ecuatorianos.

En este contexto, preguntamos a los habitantes de Quito y
Guayaquil acerca de su identidad cultural. Hemos hecho muchas
veces esta pregunta, a lo largo de los años y el grupo que se
dice "mestizo" va en aumento: está en cerca del 70% en ambas
ciudades.

En Guayaquil, quienes se dicen negros e indios son un infima
minoría: el 3.%. En Quito un 6% de los habitantes se considera
indio y un 1% negro.

Hay todavía un 21% de quiteños que se dice "blanco", al igual que
un 23% de guayaquileños. Lo curioso es que la mayoría de ellos
son de los estratos más pobres en ambas ciudades.

Ocurre lo mismo en otros momentos de la historia con grupos
perseguidos: los que más han perseguido judíos han tenido sangre
judía, los que acosan más a los homosexuales no hacen más que
perseguir a sus propias tendencias, los más necesitados de decir
que no son indios son los migrantes indígenas que tratan de
ubicarse en una sociedad racista.

DUCHICELA O MACAS, DOS CAMINOS

Luis Felipe Duchicela representa un modelo de incorporación del
indígena a la sociedad ecuatoriana, en el que las diferencias con
los que nos declaramos mestizos, son muy pocas. Luis Macas, tal
vez mas viajado y cosmopolita que el propio Duchicela,
representa al sector indígena que haciendo uso de toda la
tecnología y comodidades propias del siglo veinte, quiere sin
embargo conservar plenamente su identidad cultural.

Cuando preguntamos a nuestros ancestros Sí en el caso de ser
indios preferían el liderazgo de uno u otro personaje, Macas
obtuvo un 405 de preferencias en Quito y un 36% en Guayaquil,
mientras Duchicela sacó cerca del 20% en ambas ciudades.

Hay que anotar, al hacer esta medición, que Macas tiene desde
hace años un imagen vendida y que Duchicela acaba de aparecer en
la escena política.

SON LOS SERRANOS INDIOS

La gran mayoría de los guayaquileños cree que la Sierra está
habitada por la mayoría indígena y curiosamente, así lo cree
también un 405 de quiteños.

Si utilizamos el término indio para designar a quienes tienen en
sus ancestros a indígenas, más del 90% de ecuatorianos somos
indios. Si estamos hablando de personas que viven en
comunidades, o hablan quechua, o se consideran a sí mismos
indios, no son más del 10% en todo el país según toda información
mas o menos confiable.

Sin embargo, la desinformación acera del tema, especialmente en
la Costa, es casi total. (6A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 03/Julio/1994

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el