Guayaquil. 26 jun 2000. Mapa genético que mostrarán hoy ayudará a
desterrar enfermedades.
El riesgo es que permite clonar humanos o crear un ser perfecto.
La larga odisea científica para descifrar el genoma humano, el
gran libro de la vida, conocerá hoy un momento capital, cuando se
publique en varias capitales mundiales un esbozo casi completo de
este mapa, que abre la puerta a enormes perspectivas médicas y a
abismos de reflexión ética.
El descubrimiento será anunciado en Tokio, París, Londres y
probablemente Washington por el Proyecto del Genoma Humano (HGP),
un consorcio internacional financiado por fondos públicos, que
reagrupa los centros de investigación universitarios de unos 20
países, bajo la batuta de Estados Unidos.
Sin embargo, no se excluye que Celera Genomics, una compañía
privada de Washington, sea asociada al anuncio, según
informaciones de la prensa estadounidense.
Todo lo que nos define nuestra estatura, color de ojos, complexión
muscular y ósea, la duración de nuestras vidas está químicamente
determinado de antemano por esta molécula donde están encerradas
todas las informaciones necesarias a la fabricación de nuestras
células.
Pero la investigación genética ya plantea problemas éticos que
llaman a la reflexión sobre cómo utilizar los nuevos y
sorprendentes conocimientos.
¿Se beneficiará a la mayoría en la lucha para eliminar las
enfermedades que provocan invalidez o muerte o solo a unos
privilegiados? ¿Será monopolizado para llevar a cabo experimentos
de más envergadura, como prolongar indefinidamente la vida?
Y hay preguntas más graves, si la genética será desviada para
objetivos menos claros, como algunos lo temen ya, de que se busque
a toda costa el perfil genético ideal o que se utilice a ultranza
para fabricar bebés a la medida.
Guerra a las TABACALERAS
Tras la demanda en contra de 18 compañías tabacaleras
norteamericanas presentada el pasado 5 de junio en las cortes
estadounidenses por el no pago de impuestos, el Ecuador debe
superar ahora un gran escollo: lograr la radicación de
competencia, es decir que las cortes de Estados Unidos acepten
llevar adelante el caso bajo el alegato de que las sedes
principales de las tabacaleras residen en dicho país y que las
políticas de fabricación del producto se dictan desde allá.
A pesar de que casos similares para radicar la demanda de otros
países han llevado desde meses hasta años, el procurador del
Estado, José Ramón Jiménez Carbo, confía en que este proceso se
radique sin ningún problema en suelo norteamericano y finalmente
se instaure el proceso legal y comience la batalla.
Este es un proceso que según la tabacalera Philip Morris, el
accionista norteamericano de las empresas del Grupo Itabsa en el
Ecuador, ha dicho que no prosperará y que están dispuestos a
ganar.
El Grupo Itabsa ha calificado como un juicio sin fundamento y una
calumnia grave contra una prestigiosa compañía inversionista en el
Ecuador, y ha señalado que las acusaciones de contrabando y
evasión fiscal son absurdas, temerarias e injuriosas.
Pero el Procurador aseguró que el estado ecuatoriano está listo y
preparado para enfrentar un contraataque, que en un momento
determinado puede faltar a los principios de ética, porque sabemos
que hemos demandado a empresas muy poderosas económicamente.
Seguiremos el juicio hasta las últimas consecuencias, aseguró el
Procurador quien no teme que la definición de la competencia del
juicio pueda durar años, como es el caso de la compañía Texaco
versus grupos indígenas ecuatorianos que luego de cinco años, aún
no se define su competencia.
Es un asunto de paciencia, pero que alguien debía iniciarlo,
insiste.
La acción legal la lleva adelante el estudio Podhurst, de Florida
y, según el Procurador, el costo para el Estado es nulo, debido a
que el grupo de abogados citado trabaja contra resultados; es
decir, un porcentaje determinado de los recursos que se recuperen
por la demanda.
La primera demanda contra las tabacaleras la instauró el Ecuador
el 21 de enero, aduciendo millonarios gastos de salud incurridos
por el Estado ecuatoriano en el tratamiento de enfermedades
generadas por el consumo de cigarrillos.
Sobre esta demanda, la Philip Morris insiste en que debe ser
desechada porque un demandante no puede reclamar daños alegados
por un tercero.
El monto de las dos demandas no ha sido determinado aún, y según
el Procurador las cifras aparecerán en las etapas correspondientes
del proceso, pero informaciones preliminares señalan que podría
tratarse de millones y hasta billones de dólares.
Los estudios jurídicos que representaron a Florida en demandas
similares obtuvieron honorarios por algo más de 3 mil millones de
dólares.
Falta de regulaciones de salud
Para el procurador, la legislación de salud en el Ecuador sobre
este tema es anticuada, además de que la infraestructura es
pequeña como para poder regular el consumo de cigarrillos.
Sobre la advertencia impresa en las cajas de cigarrillos del
consumo del producto es muy ligera, pues aduce que lo que debe
decir y advertir es que el consumo de cigarrillos causa adicción y
enfermedades diversas como producto del consumo.
El Procurador asegura que en el Ecuador deberían existir
regulaciones internas que prohíban el auspicio de cigarrillos en
eventos deportivos, propaganda en cines, escuelas y colegios.
Canadá reclama por el contrabando
En diciembre de 1998, el Gobierno canadiense presentó ante la
Corte federal de Siracusa, Nueva York, una demanda en contra de
varias compañías del grupo R.J. Reynolds (RJR) por supuesta
conspiración para defraudar a Canadá a través de una importante
operación de contrabando de cigarrillos.
El Gobierno reclama que las empresas tabacaleras cometieron fraude
fiscal a través de acuerdos con distribuidores y contrabandistas
para llevar ilegalmente sus productos de tabaco a Canadá. Más aún,
acusan a RJR de atentar conscientemente contra las leyes e
impuestos del país, diseñados para desanimar a los jóvenes de
fumar.
La ministra de Justicia de Canadá, Anne McLellan, señaló que en la
demanda se alega que las compañías usaron una red elaborada de
contrabandistas y compañías off-shore para asegurar una abundante
provisión de cigarrillos baratos al mercado canadiense".
La demanda señala que el contrabando se inició en 1991, año en que
se introdujo un alto impuesto al tabaco para desalentar a los
fumadores. La indemnización que pide el Estado es de al menos 677
millones de dólares por los impuestos que se dejaron de percibir
debido al contrabando.
El Gobierno también demandó al Consejo Canadiense de Fabricantes
de Tabaco bajo la sospecha de que fue usado por RJR para ocultar
sus actividades.
Durante esta semana el secretario de Comercio e Industrias de Gran
Bretaña, Stephen Byers, manifestó su intención de aceptar un
pedido de la Cámara de los Comunes para investigar denuncias de
que la British American Tobacco (BAT) participó en el contrabando
de cigarrillos a América Latina y Asia.
Guatemala pelea daños a la salud
La demanda guatemalteca presentada en una corte de Washington
alega que los fabricantes de cigarrillos conspiraron para esconder
los peligros de fumar.
El Gobierno de Guatemala reclama que debido estos engaños, demoró
acciones para reducir el número de fumadores entre sus ciudadanos
y que cerca de 13.000 de ellos mueren al año por enfermedades
relacionadas con el tabaco.
El país ha gastado más de 300 millones de dólares desde 1973 para
tratar enfermedades relacionadas con el tabaco y busca una
indemnización por daños a la salud de parte de las tabacaleras.
Philip Morris atacó desde el inicio la demanda con el argumento de
que el Gobierno no fue directamente perjudicado por el tabaquismo
y, por lo tanto, no puede recuperar los costos de tratar a quienes
fumaron.
Una de las abogadas de Houston que representan al país
centroamericano, Lisa Simmons, señaló que la industria trata de
desacreditar la causa legal tal como lo hicieron con las de los
estados norteamericanos.
Demandas se multiplican
La prensa mundial, en especial la estadounidense, reporta cada día
alguna noticia respecto de las restricciones y demandas que
enfrenta la industria tabacalera alrededor del mundo.
Acciones legales, legislaciones restrictivas y altas tasas de
impuestos representan la forma en que las sociedades tratan de
advertir a la población, en especial a la más joven, de los
riesgos del consumo del tabaco, así como de castigar algunas
prácticas de mercadeo y producción de las compañías fabricantes de
cigarrillos a nivel mundial, que se consideran engañosas o
ilegales.
La chispa se prendió en los Estados Unidos en 1994, cuando el
fiscal del estado de Mississippi, Mike Moore, presentó la primera
demanda anti-tabaco por los gastos en los que el estado incurrió
para tratar a los fumadores por enfermedades relacionadas con el
hábito. La iniciativa pronto fue seguida por todos los estados de
la unión americana. Cuatro años después, en noviembre de 1998, las
compañías tabacaleras aceptaron pagar alrededor de 254 mil
millones de dólares a los 51 estados, en cuotas que terminarán
hacia el 2021.
Meses después, la fiscal general de los EE.UU., Janet Reno,
presentó una demanda del gobierno federal contra la industria, en
términos similares. La iniciativa cuenta con el respaldo de Bill
Clinton.
A inicios de 1999, llegó el turno de otros países del mundo.
Guatemala, Nicaragua y Panamá fueron los primeros países de
América Latina en reclamar indemnizaciones similares en las cortes
norteamericanas. Brasil, Colombia, Guyana, y recientemente el
Ecuador (enero del 2000), se han unido a esta corriente.
Un alto ejecutivo de Phillip Morris (PM) en Estados Unidos,
Michael Szymanczyk, reconoció el miércoles pasado en una audiencia
legal que la avalancha de demandas que enfrenta la empresa, que
provienen desde el estado federal hasta grupos de ex fumadores, le
han hecho considerar la posibilidad de abandonar el negocio
tabacalero en el País del Norte.
Después del arreglo con los estados, PM ha iniciado una campaña
publicitaria anti-tabaco dirigida a niños y adolescentes por un
costo de 100 millones de dólares anuales. PM controla más de la
mitad del mercado norteamericano. En Ecuador, está representada
por Itabsa, con una alta cobertura del mercado a través de las
marcas Marlboro y Lark.
PRINCIPALES TABACALERAS Y SUS MARCAS
Phillip Morris
Marlboro, Lark,
Lider, Full Speed,
Benson & Hedges,
Virginia Slims,
Chesterfield
R.J. Reynolds
Winston, Camel,
Salem, Doral
British American Tobacco*
Capri, Dunhill,
Lucky Strike, Kent,
Rothmans,
Benson & Hedges,
Kool, Viceroy, Winfield and
John Player Gold Leaf.
*Brown & Willamson Tobacco es la subsidiaria en EE.UU.
de British American Tobacco (BAT).
LA GUERRA ANTI-TABACO EN LA RED
http://www.cnn.com/US/9705/tobacco/history/index.html
http://ash.org/http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/smoke/index
.html
http://www.tobaccoresolution.com/
http://www.washingtonpost.com/wp-
srv/national/longterm/tobacco/tobacco.htm
http://fullcoverage.yahoo.com/Full_Coverage/US/Tobacco_News/http:/
/tobaccofreekids.org
http://www.tobaccofacts.org/
PRIMER MUNDO, TERCER MUNDO
Un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que
las compañías tabacaleras norteamericanas están dirigiendo sus
productos a los países en desarrollo, que cuentan con el 82% de
los fumadores a nivel mundial.
Estudios en la revista médica Lancet han demostrado que mientras
las tasas de fumadores disminuyen en algunos estados
industrializados, están aumentando en un 3% anual en el tercer
mundo.
En el Sudeste asiático se han reportado niveles de nicotina de
hasta 3,2 miligramos por cigarrillo. En la mayoría de países
desarrollados los cigarrillos contienen menos de 1,4 miligramos de
nicotina.
De acuerdo a un reporte de la Asociación Médica Británica, en más
de la mitad de los países en desarrollo del mundo, los paquetes de
cigarrillos no tienen advertencias de los potenciales daños a la
salud.
La Unión Europea aprobó el 14 de junio una regulación que obliga a
los fabricantes de cigarrillos a que las advertencias de salud
cubran casi la mitad de las cajetillas. La reforma entrará en
vigencia en el 2003. Además se redujeron los niveles permitidos de
alquitrán y nicotina en cada cigarrillo. (Texto tomado de El
Universo)
desterrar enfermedades.
El riesgo es que permite clonar humanos o crear un ser perfecto.
La larga odisea científica para descifrar el genoma humano, el
gran libro de la vida, conocerá hoy un momento capital, cuando se
publique en varias capitales mundiales un esbozo casi completo de
este mapa, que abre la puerta a enormes perspectivas médicas y a
abismos de reflexión ética.
El descubrimiento será anunciado en Tokio, París, Londres y
probablemente Washington por el Proyecto del Genoma Humano (HGP),
un consorcio internacional financiado por fondos públicos, que
reagrupa los centros de investigación universitarios de unos 20
países, bajo la batuta de Estados Unidos.
Sin embargo, no se excluye que Celera Genomics, una compañía
privada de Washington, sea asociada al anuncio, según
informaciones de la prensa estadounidense.
Todo lo que nos define nuestra estatura, color de ojos, complexión
muscular y ósea, la duración de nuestras vidas está químicamente
determinado de antemano por esta molécula donde están encerradas
todas las informaciones necesarias a la fabricación de nuestras
células.
Pero la investigación genética ya plantea problemas éticos que
llaman a la reflexión sobre cómo utilizar los nuevos y
sorprendentes conocimientos.
¿Se beneficiará a la mayoría en la lucha para eliminar las
enfermedades que provocan invalidez o muerte o solo a unos
privilegiados? ¿Será monopolizado para llevar a cabo experimentos
de más envergadura, como prolongar indefinidamente la vida?
Y hay preguntas más graves, si la genética será desviada para
objetivos menos claros, como algunos lo temen ya, de que se busque
a toda costa el perfil genético ideal o que se utilice a ultranza
para fabricar bebés a la medida.
Guerra a las TABACALERAS
Tras la demanda en contra de 18 compañías tabacaleras
norteamericanas presentada el pasado 5 de junio en las cortes
estadounidenses por el no pago de impuestos, el Ecuador debe
superar ahora un gran escollo: lograr la radicación de
competencia, es decir que las cortes de Estados Unidos acepten
llevar adelante el caso bajo el alegato de que las sedes
principales de las tabacaleras residen en dicho país y que las
políticas de fabricación del producto se dictan desde allá.
A pesar de que casos similares para radicar la demanda de otros
países han llevado desde meses hasta años, el procurador del
Estado, José Ramón Jiménez Carbo, confía en que este proceso se
radique sin ningún problema en suelo norteamericano y finalmente
se instaure el proceso legal y comience la batalla.
Este es un proceso que según la tabacalera Philip Morris, el
accionista norteamericano de las empresas del Grupo Itabsa en el
Ecuador, ha dicho que no prosperará y que están dispuestos a
ganar.
El Grupo Itabsa ha calificado como un juicio sin fundamento y una
calumnia grave contra una prestigiosa compañía inversionista en el
Ecuador, y ha señalado que las acusaciones de contrabando y
evasión fiscal son absurdas, temerarias e injuriosas.
Pero el Procurador aseguró que el estado ecuatoriano está listo y
preparado para enfrentar un contraataque, que en un momento
determinado puede faltar a los principios de ética, porque sabemos
que hemos demandado a empresas muy poderosas económicamente.
Seguiremos el juicio hasta las últimas consecuencias, aseguró el
Procurador quien no teme que la definición de la competencia del
juicio pueda durar años, como es el caso de la compañía Texaco
versus grupos indígenas ecuatorianos que luego de cinco años, aún
no se define su competencia.
Es un asunto de paciencia, pero que alguien debía iniciarlo,
insiste.
La acción legal la lleva adelante el estudio Podhurst, de Florida
y, según el Procurador, el costo para el Estado es nulo, debido a
que el grupo de abogados citado trabaja contra resultados; es
decir, un porcentaje determinado de los recursos que se recuperen
por la demanda.
La primera demanda contra las tabacaleras la instauró el Ecuador
el 21 de enero, aduciendo millonarios gastos de salud incurridos
por el Estado ecuatoriano en el tratamiento de enfermedades
generadas por el consumo de cigarrillos.
Sobre esta demanda, la Philip Morris insiste en que debe ser
desechada porque un demandante no puede reclamar daños alegados
por un tercero.
El monto de las dos demandas no ha sido determinado aún, y según
el Procurador las cifras aparecerán en las etapas correspondientes
del proceso, pero informaciones preliminares señalan que podría
tratarse de millones y hasta billones de dólares.
Los estudios jurídicos que representaron a Florida en demandas
similares obtuvieron honorarios por algo más de 3 mil millones de
dólares.
Falta de regulaciones de salud
Para el procurador, la legislación de salud en el Ecuador sobre
este tema es anticuada, además de que la infraestructura es
pequeña como para poder regular el consumo de cigarrillos.
Sobre la advertencia impresa en las cajas de cigarrillos del
consumo del producto es muy ligera, pues aduce que lo que debe
decir y advertir es que el consumo de cigarrillos causa adicción y
enfermedades diversas como producto del consumo.
El Procurador asegura que en el Ecuador deberían existir
regulaciones internas que prohíban el auspicio de cigarrillos en
eventos deportivos, propaganda en cines, escuelas y colegios.
Canadá reclama por el contrabando
En diciembre de 1998, el Gobierno canadiense presentó ante la
Corte federal de Siracusa, Nueva York, una demanda en contra de
varias compañías del grupo R.J. Reynolds (RJR) por supuesta
conspiración para defraudar a Canadá a través de una importante
operación de contrabando de cigarrillos.
El Gobierno reclama que las empresas tabacaleras cometieron fraude
fiscal a través de acuerdos con distribuidores y contrabandistas
para llevar ilegalmente sus productos de tabaco a Canadá. Más aún,
acusan a RJR de atentar conscientemente contra las leyes e
impuestos del país, diseñados para desanimar a los jóvenes de
fumar.
La ministra de Justicia de Canadá, Anne McLellan, señaló que en la
demanda se alega que las compañías usaron una red elaborada de
contrabandistas y compañías off-shore para asegurar una abundante
provisión de cigarrillos baratos al mercado canadiense".
La demanda señala que el contrabando se inició en 1991, año en que
se introdujo un alto impuesto al tabaco para desalentar a los
fumadores. La indemnización que pide el Estado es de al menos 677
millones de dólares por los impuestos que se dejaron de percibir
debido al contrabando.
El Gobierno también demandó al Consejo Canadiense de Fabricantes
de Tabaco bajo la sospecha de que fue usado por RJR para ocultar
sus actividades.
Durante esta semana el secretario de Comercio e Industrias de Gran
Bretaña, Stephen Byers, manifestó su intención de aceptar un
pedido de la Cámara de los Comunes para investigar denuncias de
que la British American Tobacco (BAT) participó en el contrabando
de cigarrillos a América Latina y Asia.
Guatemala pelea daños a la salud
La demanda guatemalteca presentada en una corte de Washington
alega que los fabricantes de cigarrillos conspiraron para esconder
los peligros de fumar.
El Gobierno de Guatemala reclama que debido estos engaños, demoró
acciones para reducir el número de fumadores entre sus ciudadanos
y que cerca de 13.000 de ellos mueren al año por enfermedades
relacionadas con el tabaco.
El país ha gastado más de 300 millones de dólares desde 1973 para
tratar enfermedades relacionadas con el tabaco y busca una
indemnización por daños a la salud de parte de las tabacaleras.
Philip Morris atacó desde el inicio la demanda con el argumento de
que el Gobierno no fue directamente perjudicado por el tabaquismo
y, por lo tanto, no puede recuperar los costos de tratar a quienes
fumaron.
Una de las abogadas de Houston que representan al país
centroamericano, Lisa Simmons, señaló que la industria trata de
desacreditar la causa legal tal como lo hicieron con las de los
estados norteamericanos.
Demandas se multiplican
La prensa mundial, en especial la estadounidense, reporta cada día
alguna noticia respecto de las restricciones y demandas que
enfrenta la industria tabacalera alrededor del mundo.
Acciones legales, legislaciones restrictivas y altas tasas de
impuestos representan la forma en que las sociedades tratan de
advertir a la población, en especial a la más joven, de los
riesgos del consumo del tabaco, así como de castigar algunas
prácticas de mercadeo y producción de las compañías fabricantes de
cigarrillos a nivel mundial, que se consideran engañosas o
ilegales.
La chispa se prendió en los Estados Unidos en 1994, cuando el
fiscal del estado de Mississippi, Mike Moore, presentó la primera
demanda anti-tabaco por los gastos en los que el estado incurrió
para tratar a los fumadores por enfermedades relacionadas con el
hábito. La iniciativa pronto fue seguida por todos los estados de
la unión americana. Cuatro años después, en noviembre de 1998, las
compañías tabacaleras aceptaron pagar alrededor de 254 mil
millones de dólares a los 51 estados, en cuotas que terminarán
hacia el 2021.
Meses después, la fiscal general de los EE.UU., Janet Reno,
presentó una demanda del gobierno federal contra la industria, en
términos similares. La iniciativa cuenta con el respaldo de Bill
Clinton.
A inicios de 1999, llegó el turno de otros países del mundo.
Guatemala, Nicaragua y Panamá fueron los primeros países de
América Latina en reclamar indemnizaciones similares en las cortes
norteamericanas. Brasil, Colombia, Guyana, y recientemente el
Ecuador (enero del 2000), se han unido a esta corriente.
Un alto ejecutivo de Phillip Morris (PM) en Estados Unidos,
Michael Szymanczyk, reconoció el miércoles pasado en una audiencia
legal que la avalancha de demandas que enfrenta la empresa, que
provienen desde el estado federal hasta grupos de ex fumadores, le
han hecho considerar la posibilidad de abandonar el negocio
tabacalero en el País del Norte.
Después del arreglo con los estados, PM ha iniciado una campaña
publicitaria anti-tabaco dirigida a niños y adolescentes por un
costo de 100 millones de dólares anuales. PM controla más de la
mitad del mercado norteamericano. En Ecuador, está representada
por Itabsa, con una alta cobertura del mercado a través de las
marcas Marlboro y Lark.
PRINCIPALES TABACALERAS Y SUS MARCAS
Phillip Morris
Marlboro, Lark,
Lider, Full Speed,
Benson & Hedges,
Virginia Slims,
Chesterfield
R.J. Reynolds
Winston, Camel,
Salem, Doral
British American Tobacco*
Capri, Dunhill,
Lucky Strike, Kent,
Rothmans,
Benson & Hedges,
Kool, Viceroy, Winfield and
John Player Gold Leaf.
*Brown & Willamson Tobacco es la subsidiaria en EE.UU.
de British American Tobacco (BAT).
LA GUERRA ANTI-TABACO EN LA RED
http://www.cnn.com/US/9705/tobacco/history/index.html
http://ash.org/http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/smoke/index
.html
http://www.tobaccoresolution.com/
http://www.washingtonpost.com/wp-
srv/national/longterm/tobacco/tobacco.htm
http://fullcoverage.yahoo.com/Full_Coverage/US/Tobacco_News/http:/
/tobaccofreekids.org
http://www.tobaccofacts.org/
PRIMER MUNDO, TERCER MUNDO
Un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que
las compañías tabacaleras norteamericanas están dirigiendo sus
productos a los países en desarrollo, que cuentan con el 82% de
los fumadores a nivel mundial.
Estudios en la revista médica Lancet han demostrado que mientras
las tasas de fumadores disminuyen en algunos estados
industrializados, están aumentando en un 3% anual en el tercer
mundo.
En el Sudeste asiático se han reportado niveles de nicotina de
hasta 3,2 miligramos por cigarrillo. En la mayoría de países
desarrollados los cigarrillos contienen menos de 1,4 miligramos de
nicotina.
De acuerdo a un reporte de la Asociación Médica Británica, en más
de la mitad de los países en desarrollo del mundo, los paquetes de
cigarrillos no tienen advertencias de los potenciales daños a la
salud.
La Unión Europea aprobó el 14 de junio una regulación que obliga a
los fabricantes de cigarrillos a que las advertencias de salud
cubran casi la mitad de las cajetillas. La reforma entrará en
vigencia en el 2003. Además se redujeron los niveles permitidos de
alquitrán y nicotina en cada cigarrillo. (Texto tomado de El
Universo)
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