Quito. 03.02.91. Es ridículo que sean los empleados del Estado
quienes reclamen mejoras en un servicio que es obligación del
gobierno. Más de medio centenar de días de paralización del
sector de la salud, puso a los huelgistas y al Gobierno en una
difícil situación.

No se sabe que puede ser peor: si suspender la atención tanto
tiempo a los miles de pacientes que diariamente acuden a las
casas de salud de la provincia o tener a los hospitales en un
abandono casi completo.

Se puede decir que la responsabilidad es en parte compartida,
porque el Gobierno es el encargado de dotar de equipamiento,
medicinas y de presupuesto para el pago de los médicos que
laboran en los hospitales estatales y para su funcionamiento.

En cambio los médicos deben cumplir con la labor de atención a
los pacientes, función que escogieron como parte fundamental
de su vida.

Los galenos consideran que no están bien pagados. "Después de
6 años de estudios y 3 de especialización además de una
constante renovación de conocimientos, no es posible ganar
sueldos que son inferiores a las de cualquier otra
profesión".

Los equipos de los hospitales estatales son, en la mayoría de
los casos, obsoletos y la escasez de insumos y medicinas es
dramática. Al respecto, los médicos de los hospitales
gubernamentales señalan que a pesar de que la suspensión fue
una medida dura, "no pueden morirse del hambre".

Todo esto respalda la afirmación de que Hipócrates vivió en
otra época. Su juramento ha quedado de lado, porque en épocas
de crisis, como la de ahora, los sectores más pobres son los
más afectados y como dijo un galeno particular, "la medicina
fue siempre la hermana pobre de las instituciones".

La mayor responsabilidad

Pero según principios constitucionales y morales, es el Gobierno el que
tiene la mayor parte de esa responsabilidad, por ser el encargado de
dar atención médica a la población.

Para el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Mario
Noboa, resulta ridículo que sean los empleados del Estado, los
que reclamen mejoras en un servicio que es una obligación del
Gobierno hacia toda la población.

"No fue un paro médico, sino un paro de todos los
trabajadores de la salud, en el que se incluyeron médicos
residentes, internos rotativos, enfermeras, odontólogos,
tecnólogos, sicólogos clínicos", señaló el presidente.

La medida de hecho recibió paulatinamente un respaldo masivo
de los diferentes niveles profesionales y por ello se mantuvo
con una firmeza que el Gobierno tal vez no esperó.

Sin embargo, tras varios ofrecimientos y conversaciones, que
no tuvieron un efecto positivo, el presidente de la República,
dispuso el pasado jueves la movilización obligatoria de todo
el personal médico y la reanudación de la atención en todos
los hospitales.

Respaldo del sector privado de acuerdo con una resolución de
la Federación Médica Ecuatoriana, las clínicas y hospitales
privados debían suspender la atención a los pacientes desde
hoy, pero esa medida ha quedado sin efecto.

La presidencia ordenó el desalojo de los médicos, pero los
dirigentes han manifestado que la medida seguirá en todos los
hospitales de Pichincha y que incluso, el 18 de este mes se
extenderá a nivel nacional.

Varios médicos privados con los que conversó HOY, estuvieron
de acuerdo con la medida tomada por los galenos que son
empleados del Estado y en algunos casos respaldaban la medida
de hecho. Obviamente, la situación de los médicos privados es
diferente y mucho más ventajosas que la de quienes trabajan en
los hospitales estatales."Pero no podemos mantener un paro de
igual duración, porque nosotros no tenemos un salario fijo y
dependemos directamente del trabajo diario", señalaron los
mencionados profesionales.

Para algunos de ellos, no se puede hablar de una paralización
de actividades, puesto que la labor en los hospitales
estatales siempre estuvo limitada o interrumpida.

Justificaron el paro, porque consideran que los médicos
estatales han agotado todos los caminos de diálogo y
concertación y "porque es necesario que se le de al médico el
lugar que merece".

Los pedidos del paro que fue iniciado por los internos
rotativos tiene por objeto demandar el incremento
en el presupuesto destinado a la salud y la creación de una
alícuota equivalente al 20% del presupuesto general del
Estado.

De igual manera, demandan un alsa salarial del 100 por
ciento, (al principio fue del 200%) y la creación de un fondo
de rehabilitación hospitalaria de 20 mil millones de sucres.

Lo que aún no se puede establecer es si esa cantidad de dinero
es suficiente para reequipar a las 140 unidades hospitalarias
que tiene el Ministerio de Salud en todo el país y que apenas
cubren el 4 % de la población.

50 días de huelga en la puerta de la crisis los problemas
hospitalarios se han agravado en los últimos días con la
huelga de más de 50 días que realizan los médicos internos,
rurales y trabajadores de la salud, quienes reclaman la
elevación de sus salarios, la rehabilitación de
los casas hospitalarias, para una mejor atención al
público.

Por otro lado las autoridades de salud han rechazado
la actitud de los médicos, y han ofrecido el aumento salarial
en un 50 %, además entregar 20 mil millones de sucres para
reequipar, implementar y rehabiltar los hospitales del país.

La atención hospitalaria no garantiza el mejoramiento de la
salud de los ecuatorianos, sin embargo la huelga agrava la
crísis y la salud de los ecuatorianos se deteriora cada días
más. (5-A)

EXPLORED
en Ciudad N/D

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