Arkansas. 02.11.92. Una característica del individualismo de
la esposa del candidato demócrata a la presidencia Bill
Clinton, Hillary Clinton, es que uno de los críticos de su
esposo es un abierto partidario suyo.
'Hillary es una persona por propio derecho, con una
integridad y personalidad por sí misma', dice Paul Greenberg,
el editor de Arkansas quien acuñó el epíteto de 'el
resbaladizo Willie' para describir al gobernador Clinton.
El esposo de Hillary, en comparación, es un 'hombre hueco',
dice Greenberg, jefe de la página editorial de la Gaceta
Demócrata de Arkansas.
Un nuevo tipo de mujer política, Hillary tiene su vida
separada de la de su esposo, sus propios logros y, como
estadounidense desde que comenzó la campaña, su propia
capacidad para hablar con pensamiento propio.
Al leer un resumen suyo sin saber que está casada con el
candidato presidencial demócrata, no se pensaría otra cosa que
es fuerte y completa.
Una exitosa abogada y defensora de los derechos de los niños,
ex miembro de varios comités empresariales y de interés
público, Hillary ha actuado activamente en causas que van
desde la reducción de la mortalidad infantil hasta la entrega
de asistencia legal a los pobres.
Pero las diferencias entre Hillary, de 45 años, y su esposo de
46 van más allá de sus logros laborales. Ambos asisten a
distintas iglesias y se dice que tienen cuentas bancarias
separadas.
Sus críticos dicen que Hillary está más a la izquierda que su
esposo, políticamente. El diario conservador American
Spectator la ha definido como 'la Winnie Mandela de la
política estadounidense'.
Durante las primarias demócratas, la vinculación de Hillary en
muchos asuntos políticos llevó a su esposo a decir a los
votantes que si lo elegían, también podrían tener a Hillary.
Esa habrá sido su honesta evaluación del tema, pero cesó de
decirlo cuando surgieron especulaciones de que Hillary podría
tener una posición en el gabinete en un gobierno de Clinton.
La señora Clinton ganó mucha simpatía en enero, cuando
apareció con su esposo en un programa de televisión a nivel
nacional mientras éste capeaba una tormenta de acusaciones de
infidelidad coányugal con una cantante.
'Estoy aquí sentada porque lo amo y respeto y honro lo que ha
sido y lo que hemos sido juntos', dijo.
Pero su imagen sufrió luego que contestó bruscamente a los
periodistas que le preguntaban acerca de su trabajo legal dos
meses más tarde.
'Supongo que pude haber permanecido en casa, cocinando y
teniendo reuniones sociales, pero lo que he decidido es
cumplir con mi profesión', disparó Hillary.
Los republicanos tomaron el comentario como evidencia de que
la señora Clinton era una peligrosa feminista radical.
Lanzaron coros de ataques en su contra en la Convención
Republicana que en agosto decidió la candidatura del
presidente George Bush para un segundo mandato.
Pero las críticas a la esposa de un candidato parecieron un
tiro por la culata con los votantes, de la misma forma en que
sucedió cuando Clinton sugirió que ella sería co-presidente.
Y la señora Clinton viajó con su esposo por todo el país
durante la campaña, demostrando que era tan buena dándole su
apoyo como cualquier otra en su posición, haciendo enfáticas
afirmaciones con su cabeza mientras él hablaba en
concentraciones.
Comenzó a hablar más acerca de su hija Chelsea, de 12 años, y
dijo a los periodistas que quería ser la voz de los niños en
la Casa Blanca.
Mucha gente pensó que había adoptado una posición más abierta
y cambiado su forma de vestir para ayudar a su esposo, pero
ella lo negó.
'No es que haya cambiado', dijo recientemente al diario The
New York Times. 'Lo que sucede es que crecí en mi comprensión
de cómo comunicar mejor lo que me interesa y sobre quien
soy'.
Hillary Rodham nació el 26 de octubre de 1947, siendo su padre
un acaudalado industrial de Park Ridge, un suburbio de
Chicago.
Asistió al Colegio Wellesley, donde fue la mejor estudiante en
pronunciar su discurso de graduación. Luego fue a la Escuela
de Leyes de Yale, donde conoció a su esposo y se casaron en
1975.
En un principio mantuvo su nombre de soltera, pero esto causó
revuelo en áreas rurales de Arkansas. Luego que Clinton perdió
su primer intento por llegar a la gobernatura en 1988, ella
adoptó su apellido y él ganó la elección que se realizó dos
años más tarde. (REUTER)
la esposa del candidato demócrata a la presidencia Bill
Clinton, Hillary Clinton, es que uno de los críticos de su
esposo es un abierto partidario suyo.
'Hillary es una persona por propio derecho, con una
integridad y personalidad por sí misma', dice Paul Greenberg,
el editor de Arkansas quien acuñó el epíteto de 'el
resbaladizo Willie' para describir al gobernador Clinton.
El esposo de Hillary, en comparación, es un 'hombre hueco',
dice Greenberg, jefe de la página editorial de la Gaceta
Demócrata de Arkansas.
Un nuevo tipo de mujer política, Hillary tiene su vida
separada de la de su esposo, sus propios logros y, como
estadounidense desde que comenzó la campaña, su propia
capacidad para hablar con pensamiento propio.
Al leer un resumen suyo sin saber que está casada con el
candidato presidencial demócrata, no se pensaría otra cosa que
es fuerte y completa.
Una exitosa abogada y defensora de los derechos de los niños,
ex miembro de varios comités empresariales y de interés
público, Hillary ha actuado activamente en causas que van
desde la reducción de la mortalidad infantil hasta la entrega
de asistencia legal a los pobres.
Pero las diferencias entre Hillary, de 45 años, y su esposo de
46 van más allá de sus logros laborales. Ambos asisten a
distintas iglesias y se dice que tienen cuentas bancarias
separadas.
Sus críticos dicen que Hillary está más a la izquierda que su
esposo, políticamente. El diario conservador American
Spectator la ha definido como 'la Winnie Mandela de la
política estadounidense'.
Durante las primarias demócratas, la vinculación de Hillary en
muchos asuntos políticos llevó a su esposo a decir a los
votantes que si lo elegían, también podrían tener a Hillary.
Esa habrá sido su honesta evaluación del tema, pero cesó de
decirlo cuando surgieron especulaciones de que Hillary podría
tener una posición en el gabinete en un gobierno de Clinton.
La señora Clinton ganó mucha simpatía en enero, cuando
apareció con su esposo en un programa de televisión a nivel
nacional mientras éste capeaba una tormenta de acusaciones de
infidelidad coányugal con una cantante.
'Estoy aquí sentada porque lo amo y respeto y honro lo que ha
sido y lo que hemos sido juntos', dijo.
Pero su imagen sufrió luego que contestó bruscamente a los
periodistas que le preguntaban acerca de su trabajo legal dos
meses más tarde.
'Supongo que pude haber permanecido en casa, cocinando y
teniendo reuniones sociales, pero lo que he decidido es
cumplir con mi profesión', disparó Hillary.
Los republicanos tomaron el comentario como evidencia de que
la señora Clinton era una peligrosa feminista radical.
Lanzaron coros de ataques en su contra en la Convención
Republicana que en agosto decidió la candidatura del
presidente George Bush para un segundo mandato.
Pero las críticas a la esposa de un candidato parecieron un
tiro por la culata con los votantes, de la misma forma en que
sucedió cuando Clinton sugirió que ella sería co-presidente.
Y la señora Clinton viajó con su esposo por todo el país
durante la campaña, demostrando que era tan buena dándole su
apoyo como cualquier otra en su posición, haciendo enfáticas
afirmaciones con su cabeza mientras él hablaba en
concentraciones.
Comenzó a hablar más acerca de su hija Chelsea, de 12 años, y
dijo a los periodistas que quería ser la voz de los niños en
la Casa Blanca.
Mucha gente pensó que había adoptado una posición más abierta
y cambiado su forma de vestir para ayudar a su esposo, pero
ella lo negó.
'No es que haya cambiado', dijo recientemente al diario The
New York Times. 'Lo que sucede es que crecí en mi comprensión
de cómo comunicar mejor lo que me interesa y sobre quien
soy'.
Hillary Rodham nació el 26 de octubre de 1947, siendo su padre
un acaudalado industrial de Park Ridge, un suburbio de
Chicago.
Asistió al Colegio Wellesley, donde fue la mejor estudiante en
pronunciar su discurso de graduación. Luego fue a la Escuela
de Leyes de Yale, donde conoció a su esposo y se casaron en
1975.
En un principio mantuvo su nombre de soltera, pero esto causó
revuelo en áreas rurales de Arkansas. Luego que Clinton perdió
su primer intento por llegar a la gobernatura en 1988, ella
adoptó su apellido y él ganó la elección que se realizó dos
años más tarde. (REUTER)
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