Convencido de que en la segunda vuelta se medirá con Rodrigo Borja (ID), León Roldós apela, en la mayoría de cuestionamientos que se le hacen, a su experiencia de ocho años a la cabeza de la Universidad de Guayaquil, asícomo a su trabajo como secretario particular del alcalde de Guayaquil, Assad Bucaram, en los años setenta. "Mi posgrado en administración lo hice con él", afirma.
Sostiene que "este país ha quebrado", y manifiesta que $4 000 millones se han perdido por la corrupción y $2 000 por la ineficiencia. Por ello ofrece un manejo estadista del Ecuador, “que permitirá gerenciar al país con eficiencia”.
Roldós confiesa que ha encomendado a Humberto Mata, de Fuerza Ecuador, la preparación del sistema de transparencia fiscal que aplicará en su Gobierno. Dice que el país “no puede darse el lujo de volver a equivocarse”, y plantea cambiar la tendencia del Ecuador al desastre mediante un control del gasto público e incentivos a la producción. Asegura que el país no debe someterse totalmente a los ajustes que el FMI pueda exigir. “Así se debe gobernar este país”, dice.
Se compromete a pagarle al Seguro Social lo que se le adeuda. ¿De dónde? “La caja fiscal lo tiene, si no, ¿de dónde sacó el dinero Emanuel?”
Sobre los grupos políticos que lo respaldan: conservadores, socialistas, demoócratapopulares, señala que no dará parcelas de poder a nadie. No obstante, asegura que a través de la concertación logrará los acuerdos que requiere. De ahí que no se muestra preocupado ante la posibilidad de que la conformación del Congreso en el próximo período sea muy fragmentada.
Promete no gobernar con gremio alguno, en referencia al hecho de que la UNE es quien lleva los hilos de la educaciòn en el país, pero dice que, al igual que lo hizo en la Universidad de Guayaquil, se sentará con los maestros a dialogar. Eso sí, anotó que hay que "disciplinar el magisterio".
Asegura que el país se ha estancado porque no ha tenido políticas de Estado. Dice que se debe comenzar desde cero, “para refrescarse, luego pagar las cuentas de atrás y (se golpea las manos) a los dos años estamos empatados".
No le preocupa tanto cómo le entreguen el país, pues dice que él también asumió la Universidad de Guayaquil en crisis, pero que la sacó adelante.
León Roldós promete no permitir jamás paralizaciones de lo servicios públicos en el país y no modificar los precios de nada al inicio de su Gobierno. (PM-PBM)


Entre el gerente y el estadista

Tiene los pies bien asentados en la realidad, sobre todo cuando esboza el cambio educativo

Por Diego Araujo Sánchez
Subdirector Editorial


Dos experiencias a las que alude León Roldós en su discurso son su trabajo inicial, cuando tenía 26 años, con don Assad Bucaram en la Alcaldía de Guayaquil y la experiencia más reciente, en la Universidad de Guayaquil, en donde consiguió lo que parecía imposible: ponerla en orden, marcar el rumbo académico, convertirla en ejemplo de universidad pública.
Confiesa que, con el primer Bucaram, hizo su posgrado en administración. Aunque no lo diga, yo supongo que con él aprendió también las primeras lecciones de astucia política que, a los 60 años de edad y más de 20 en el escenario público, permiten a Roldós ahora, en plena madurez, desplazarse como pez en el agua.
Todo cuanto ha logrado en la Universidad de Guayaquil esgrime como aval de su programa de gobierno. Se considera ‘un buen gerente de la cosa pública y un estadista’. Llevar ideas del sistema gerencial privado a las funciones públicas convierte a Roldós en un socialista atípico en nuestro medio.
El candidato tiene los pies bien asentados en la realidad, sobre todo cuando esboza el cambio educativo o se declara partidario solo de los subsidios focalizados pero niega la elevación de las tarifas de la luz, porque las que ahora rigen no responden a precios reales, sino que financian la falta de eficiencia o la corrupción.
Asegura que en el país los políticos "se pasan corrigiendo párrafos", pero que él quiere "escribir un texto nuevo de gobierno". Para que nadie dude de que no se anda por las ramas, eleva la voz con firmeza no pocas veces. Incluso para enfilar las baterías contra Febres Cordero y Borja, a quienes acusa de haber pactado, o como rúbrica de su adhesión al orden y la disciplina.


Un discurso básicamente liberal

Su posición recuerda el comportamiento del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el período de la restauración democrática

Por Francisco Rosales
Editorialista


El rescate de la Universidad Estatal de Guayaquil es la mejor carta de presentación de León Roldós para sustentar su candidatura a la Presidencia de la República. Los resultados obtenidos en este centro de estudios dan gran confianza al candidato para poder replicarlos a escala nacional. El gobierno -afirmó-, medido por la cuantía del presupuesto central, es 60 veces la Universidad y, por tanto, no es una magnitud incomparable. Y hay que reconocer que lo obtenido en la Universidad de Guayaquil ha contribuido en alguna medida al gran cambio experimentado en esa ciudad.
Roldós cree que el atraso sufrido por el Ecuador en los últimos 20 años, en los que la economía apenas ha crecido al mismo ritmo que la población, se debe a la falta de políticas de largo plazo y a la preeminencia de intereses particulares o de grupos sobre los intereses nacionales. Y, en consecuencia, que para lograr reorientar al Ecuador por una ruta de crecimiento sostenido, será necesario un acuerdo nacional que defina políticas básicas y las mantenga a lo largo del tiempo. Un código para la inversión y un trato digno con el Congreso sin la compra de votos y conciencias, junto con un manejo a la luz del día de acuerdos, compromisos, ingresos y egresos estatales con el más mínimo detalle, permitirán crear el ambiente necesario para el despegue económico y el mejoramiento social.
Pese a su larga afiliación socialista, su discurso y sus actitudes son básicamente liberales, lo cual podría recordar de algún modo el comportamiento del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el período de la restauración democrática. Quedan dudas, no obstante, de las contradicciones radicales que podrían surgir en la variopinta integración de su movimiento político.


Un socialista de $900 mil

Aleccionado por Assad Bucaram, con quien revela haber hecho "un posgrado político", León Roldós sabe cómo golpear al contendiente

Por Thalía Flores yFlores
Editora de Información


Los últimos días de la campaña electoral han hecho aflorar en León Roldós nuevas maneras de enfrentar la contienda: ahora sube el tono de su voz, y lo hace para dejar en claro que se trata de un ‘estadista’. Pero también para decir que es ‘gerente’, y para lanzar la siguiente frase: “¡Por Dios, no soy mentiroso!”.
Y es que si alguien no conociera la trayectoria de León Roldós, un socialista con más de 20 años de acción política, dudaría en dar crédito a su oferta de pagar toda la deuda al Seguro Social en pocos meses. También dudaría su aserto de que “no he repartido parcelas de poder”, al variopinto entorno ideológico que lo auspicia, en el cual hay desde socialistas, coidearios suyos, pasando por populistas como Averroes Bucaram, conservadores como Jacinto Jijón y demócratacristianos como Ramiro Rivera.
Aleccionado desde su adolescencia por Assad Bucaram, con quien revela haber hecho “un posgrado político”, León Roldós sabe cómo hay que ‘golpear’ al contendiente: “El PSC y la ID han anticipado su alianza para la primera vuelta”, comenta, aunque sin cuestionar esa posibilidad, pero sí sembrando la cizaña de que “se ha abandonado a Neira”.
Genio y figura, seguramente fruto de las lecciones de don Assad, Roldós también usa las frases que ‘pegan’: “Noboa está de caída”, “Jacobo Bucaram está perdido”.
Pero también muestra el rostro amable de su amplio recorrido por el servicio público: la Junta Monetaria, la Vicepresidencia y su exitosa gestión en el Rectorado de la Universidad de Guayaquil, a lo largo de lo cual, y sumando su trabajo de más de 40 años de magisterio, ha logrado acumular $900 mil, de los cuales $100 mil ha destinado a su campaña.


AL PIE DE LA LETRA

l “La prostitución política y el reparto del poder se acabarán por completo en el gobierno de Roldós”.

l “Abdalá Bucaram siempre ha creído que es él quien manipula a este país, pero siempre termina siendo manipulado por el Partido Social Cristiano y otros partidos”.

l “En estas elecciones, el voto contestatario es para Jacobo Bucaram. Sin embargo, no tendrá mucho apoyo en esta campaña, está totalmente perdido”.

l “El Partido Social Cristiano y la Izquierda Democrática ya han anunciado su alianza”.

l “El error de los gobiernos de turno es que se sumieron en comprar maquinaria, una "equipomanía" que luego se degeneró en un "chatarramanía”.

l “El gran pecado de Ecuador es que se ha pasado de ensayo en ensayo, sin ningún plan global”.

l “Los actores políticos que conocía cuando me inicié en la actividad pública, hace casi 24 años, son los mismos que se mantienen vigentes, y cuando propongo gente nueva me dicen que a ellos no se los conoce”.

l “No propongo nombres para mi administración de gobierno, pero, por ejemplo, Elsa de Mena puede quedarse en su cargo en el Servicio de Rentas Internas”.

l “Siempre llego a consensos, en cualquier parte, porque soy partidario de la razón”.

l “Creo mucho en empezar de cero. Este es un país que se esfuerza mucho en rehacer párrafos. Yo, en cambio, quiero hacer un nuevo texto del país”.

l “Tengo 40 años ahorrando. Mis bienes suman cerca de $900 mil, y ya invertí $100 mil en esta campaña porque tengo fe en que pasaré a la segunda vuelta”.

l “Los prostituidos de la política también se compondrán, como lo hizo María Magdalena”.

l “En este país no hay subsidios reales. El del gas, por ejemplo, lo pagamos todos los que consumimos gasolina”.

l “Los paquetazos históricos en contra del pueblo no se darán con Roldós”.

l “Ustedes me han dejado agotado”. (JRI)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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