Guayaquil. 06 may 2000. El presidente Gustavo Noboa detalla su
agenda: medidas económicas, atención a los pobres,
descentralización y autonomías, diálogo con los sectores sociales,
deuda externa, amnistía...

Llegó jovial y afectuoso. Como es en realidad, según dicen quienes
lo conocen desde hace muchos años. Y así, jovial y afectuoso, pero
a momentos muy preocupado y reflexivo, el presidente Gustavo Noboa
visitó ayer EL UNIVERSO y conversó tres largas horas con
directivos, editores y periodistas de este Diario.

¿Los temas? Todos aquellos que preocupan al país. Temas sobre los
cuales hay que hablar y meditar mucho porque cada uno tiene que
ver con otro y la no resolución de uno puede llevar a que vuelva a
complicarse el otro. Pero el Presidente es optimista. Porque,
aunque suene paradójico, está consciente de que en un momento tan
dramático para el país, el único camino que nos queda es el
optimismo.

Porque cada asunto es delicado, serio, grave. Cada asunto hay que
manejarlo con pinzas, evaluarlo, analizarlo y resolverlo no solo
desde el Gobierno en eso fue explícito Noboa sino desde el país:
en otras palabras, quien se lo está jugando todo no es el
Presidente, sino el Ecuador entero, por eso resumimos la visita
del Primer Mandatario con una opción dramática: o empujamos todos
para salir de la crisis, o volvemos al caos del 21 de enero...

Vestido de blanco entero, impecable, acompañado de su ministro de
Gobierno, Antonio Andretta, el Presidente pintó un gran fresco de
la agenda pendiente, una agenda no fácil en la que hay muchas
preguntas por contestar: ausencia de una sola línea dentro del
Gobierno (los shockistas y los gradualistas), el timing de las
medidas económicas, la amnistía para los rebeldes del pasado 21 de
enero; la consulta sobre autonomías provinciales; el problema
indígena, reformas estructurales; atención a los sectores más
pobres; sacrificios para los empresarios y la clase media, efectos
de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional...

Pero también se defiende de quienes fustigan, por ejemplo, el
compromiso con el FMI. Lo fácil es criticar, dice con firmeza, y
aclara que ni él ni su Gobierno son cautivos de nadie. Si firmamos
con el Fondo fue porque así lo decidimos nosotros, precisa, y
ahora hay que afilar el lápiz para ajustar las líneas entre dos
áreas claves: la social y la pragmática. De este equilibrio
depende el futuro del país. (RDB)

AMNISTÍA, SI O NO
Sobre la amnistía a los coroneles rebeldes, que solicitó al
Congreso Nacional, el presidente Gustavo Noboa aseveró que en los
primeros momentos de su gobierno, en enero, no pensó en ese tema,
pero que las circunstancias de inestabilidad, y la crisis, lo
obligaron.

No lo pensé, pero los acontecimientos se presentaron muy
rápidamente y percibí en lo interno que el daño al bien público
hubiese sido peor si no la pedía, dijo.

Según el Mandatario, la ley, si bien es cierto, es dura, no deja
de tener un trasfondo social.

A mí no me ha gustado pedir la amnistía dentro de mi estructura
personal, pero cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, luego
de visitar a las más importantes unidades de las Fuerzas Armadas,
he podido percibir todo lo que es la pérdida del poder
adquisitivo, salarios bajos, imposibilidad de arreglar equipos,
agregó.

Para Noboa, existe una estrecha relación entre la institución
militar y las comunidades indígenas, de lo cual, dijo, se percató
en visitas que ha realizado a estas últimas.

Una cosa son las bases y otra es la dirigencia; a las pequeñas
comunidades les interesa su camino vecinal, su luz, no el
Prodepine ni nada de eso, aseveró el Mandatario.

Opinó que los líderes indígenas están tremendamente politizados,
les interesa mandar en el Prodepine, les interesa mandar en el
Codenpe, porque hay mucho dinero.

Afirmó que en el Prodepine se manejan cerca de 50 millones de
dólares, que en una gran parte se va en salarios.

Las FF.AA., indicó, realizan en la Sierra, a través de la fuerza
terrestre, muchas obras en bien de los campesinos. Si ellos no
ayudan a las comunidades no lo hace nadie, dijo.

Pensé que a través de esto la amnistía, puedo mejorar la situación
de diálogo con los indígenas y al mismo tiempo la situación
militar, relevó.

Dijo que no consultó con los diputados sobre eso porque se puede
hablar con partidos políticos por muchas razones, especialmente de
leyes, pero si para tomar cualquier paso tengo que consultarlos,
mejor me voy a mi casa, para qué soy entonces Presidente de la
República, destacó.

Opinó que la amnistía no ha fracasado, y aunque al Congreso no le
gustó que no le haya consultado, ahora son ellos deben ponerse de
acuerdo, pero les he pedido que si lo hacen, que sea a tiempo.

MEDIDAS INMINENTES

El presidente Gustavo Noboa es de la idea que las malas noticias
hay que darlas de golpe y las buenas poco a poco.

Con ello se refirió a la inminente alza de los combustibles y a
las medidas compensatorias de tipo social que se tomarían. Afirmó
que si el alza se gradualiza puede producir más inflación.

En el Ecuador hay que tomar una serie de medidas sociales, que no
son ni paternalistas ni compensatorias. Para hacer esas medidas
hay que subir los combustibles, no porque el Fondo lo impone; son
dos cosas completamente diferentes, dijo.

Si se quieren medidas de tipo social, aseguró, se necesita de
dinero, o bajamos el gasto público o ponemos más impuestos.

No obstante, ofreció que no anunciará nada que no tenga en la
mano, que no hará promesas. Nunca es el momento adecuado para
tomar medidas duras, no quiero que se diga que se lo ha hecho para
favorecer o perjudicar a alguien, expresó.

Reveló, asimismo, la existencia de un programa muy serio con la
empresa privada, que va en la línea de tener una gran variedad de
productos sin alteración de precios por mucho tiempo.

A los empresarios les dije que les iba a enviar un VHS con lo que
pasó el 21 de enero, para que en sus directorios escojan lo que
prefieren. Las empresas tienen que entender que este no es el año
de las utilidades, es el año para subir sueldos a los trabajadores
para pasar el bache, añadió.

En el área petrolera dijo estar convencido de la necesidad del
cierre de las refinerías, con lo que ahorramos 300 millones de
dólares al año y traeríamos el combustible más barato.

En lo social, manifestó que en los próximos días podría hacer un
gran anuncio sobre un proyecto para aumentar lo que se recibe por
jubilación.

En cuanto a la deuda externa, expresó que en el tramo de los bonos
Brady podría haber un arreglo para julio.

El Club de París nos ha dado cita para el 18 de mayo, cuando
usualmente lo hacen para después de 5 o 6 meses. Aparentemente las
cosas van por buen camino, dijo.

Sobre la dolarización, opinó que es inédita, tras indicar que
algunas personas le han dicho que no va por buen camino. Pero cuál
es el buen camino. Ahí sí hay que hacer camino al andar porque no
hay ninguna referencia histórica, estimó.

Comentando la salida del director del INEC, señaló que en la
canasta familiar estaba incluyendo el cigarrillo, el cine y el
licor, le estaba mintiendo todos los meses al país.

GOBIERNO POR DENTRO
El Primer Mandatario es un poco reacio a comentar sobre las
intimidades del gabinete, pero sí se pronunció sobre el caso más
trascendente durante su régimen, la pugna en el frente económico,
particularmente entre el ministro de Finanzas Jorge Guzmán y el
principal de la comisión de seguimiento a la dolarización, Pablo
Concha.

Cuando se invita a trabajar a distintas personas con iniciativa se
corre un riesgo, dijo.

El problema entre Guzmán y Concha fue que al día siguiente que se
supo que Concha lideraba la comisión de seguimiento de la
dolarización, su primera declaración fue sobre el gradualismo o
las medidas de shock, que no tiene nada que ver con la misión que
le estaba encargando, afirmó Noboa.

Dijo que se le armó un problemón hacia adentro de la casa, que no
tenía por qué armarse, aunque supuestamente luego las aguas se
calmaron.

En el caso del Banco Central, expresó que hay problemas desde que
la Asamblea Constituyente le otorgó una excesiva autonomía. Les he
dicho que o siguen por el mismo camino o tendrán que irse.

Respecto a la reestructuración del Estado, en el mismo caso de
Finanzas, manifestó que Jorge Guzmán tiene una propuesta en firme,
ya que todo está centralizado a un nivel impresionante.

El Presidente no es muy amigo de las consultas populares, aunque
aseveró que sí convocaría a una para ir a una reforma estructural.
La Asamblea dejó pendiente muchas cosas que se pueden retomar,
especialmente dos temas: el cambio en el número de congresistas y
la forma en la que estos se eligen. Esto el país debería
meditarlo, añadió.

Noboa, desde que asumió el cargo, ha insistido sobre la libertad
que tiene para moverse y tomar decisiones, por no tener ambiciones
políticas. Si el país no aprovecha esa libertad, entonces
tendremos que enfrentar un castigo importante, relevó.

EL PRESIDENTE LE CONTESTA A LA GENTE
Diario EL UNIVERSO publicó ayer una serie de recomendaciones que
le hicieron varios ciudadanos, escogidos al azar vía telefónica,
al presidente Gustavo Noboa. Ayer el Mandatario dio respuestas, a
lo que dijeron nuestros lectores.

Cree fuentes de empleo.
Washington Alvarado, 30 años, desempleado.

R. Tengo varios proyectos de fuentes de trabajo, uno de ellos por
ejemplo para la Sierra son caminos vecinales empedrados hechos por
las propias comunidades, porque ahí hay mucho el mensaje de la
minga. Para la Costa ecuatoriana tenemos en Manabí, por ejemplo
canales que hay que hacer y eso lo podemos hacer a mano y no con
grandes maquinarias. Así se da trabajo, en 90 kilómetros pueden
laborar 2.000 personas, además tenemos otros programas con el
Ministro de Bienestar Social.

Mejore la atención del IESS
Rafaela Alvarado, 68 años, comerciante.

R. Vamos a comprar medicina genérica para abarrotar las boticas,
pero tengo pendiente una reunión con Alfredo Mancero, presidente
de la Comisión Interventora, para ayudar a los jubilados, que son
los más desposeídos de todos los afiliados al IESS; esta ayuda a
los jubilados va en el sentido de que si ellos ganan en este
momento 16 dólares, se subirá sustancialmente ese valor. El Estado
debe pagarle al IESS, pero eso no es factible en este momento,
sino poco a poco, pero la nueva ley del IESS va a colaborar y el
IESS va a ser reestructurado.

Trate de rebajar los precios de los víveres.
Johana Vásquez, 26 años, ama de casa.

R. La devaluación ecuatoriana ha sido tan impresionante y a su vez
la inflación, que los precios tenían de una u otra forma que tomar
un nivel, pero nosotros vamos a ir al productor y a evitar la
cadena de intermediarios y estamos por concretar un convenio con
la empresa privada. Ese convenio lo tengo que anunciar cuando esté
listo. Yo fui Gobernador del Guayas hace 15 años, cuando el tema
de la subida de precios era terrible; cuando el pobre le sube al
pobre cómo no imaginarse otra cosa. Cuando el productor manda sus
víveres a la Costa, cuántos intermediarios pasa hasta el tendero o
hasta el mercado. Si se elimina la cadena de intermediarios,
estamos eliminando la subida de precios.

Dé protección y educación para los niños pobres.
Franklin Sevillano, 8 años, canta en buses.

R. Yo estimo que el Ecuador tiene que entrar por una tecnificación
de la educación, si no tenemos computadoras para todos los niños
del país va a haber una diferencia terrible entre los ricos y
pobres... ¿por qué, porque el conocimiento es carísimo y el
conocimiento es un poder, si no metemos a los niños en internet,
mañana en el Ecuador tendremos una nueva clase de analfabetos,
aunque sepan francés e inglés, es analfabeto el que no sepa
navegar, entonces eso es lo que yo quiero expulsar. Con el Frente
Social se está trabajando en programas de educación para que todos
tengan iguales oportunidades de aprender en el presente y el
futuro puedan aspirar a un trabajo digno.

Da la idea de ser un hombre firme. Y seguro. Sin embargo, comenzó
a tamborilear con los cuatro dedos de su mano izquierda el brazo
del sillón en que estaba sentado. Y no dejó de hacerlo durante las
dos horas y pico que duró la reunión, hasta que sonó el llamado
del estómago y pasamos a la mesa, cerca de las tres de la tarde.
El gesto manual, más que nervioso, me pareció propio de una
personalidad vehemente. Tac, tac, tacatac, tac, tac.

No es un gran orador, de esos que componen frases que cautivan al
auditorio y facilitan la labor de los periodistas, a la hora de
hacer los titulares de primera página. Sin embargo, lo que dice lo
dice con una convicción que se acentúa por su voz gruesa, como de
barítono.

Es de aquellos que evaden los formalismos y que se comunican con
la gente con facilidad, sin poses, desplantes ni gestos
estudiados. Por eso mismo, debe sacar de casillas a sus asesores
de imagen: y es que, con que le suelten un poco más la piola de la
informalidad, puede terminar sentado en el suelo como cualquier
adolescente.

De pronto, lanza una broma y se ríe con una risa franca, con la
que puede capear cualquier temporal y distender ambientes cargados
con los negros nubarrones de la ira. Al mismo tiempo, proyecta la
imagen de firmeza: Eso no va más: o entran en el mismo camino o se
van a su casa, dijo al referirse a la actitud de los funcionarios
del Banco Central frente a la emisión de las nuevas monedas. Da la
idea de que ejerce autoridad. De que sabe mandar.

Su fortaleza radica en el sentido común. Y en un deseo de hacer
las cosas no para beneficio personal sino del país. Y eso es
bastante.

Cuando se despidió, me quedó rondando una duda: ¿Podrá controlar
los intereses contrapuestos de los miembros de su gabinete? Y,
sobre todo, ¿logrará que el Ecuador, al término de su mandato, se
cubra con el blanco de la paz, que fue el color del terno con que
ayer el presidente Gustavo Noboa vino a Diario EL UNIVERSO?

Julio César Armanza

Un Presidente que demuestra estar curado de espanto y
diametralmente opuesto a su antecesor, que prefiere recurrir al
dicho popular o a la afirmación directa antes que a la pizarra y a
la frase filosófica, así se presentó ayer Gustavo Noboa quien
durante dos horas habló con franqueza sobre la situación del país.

Y el problema es que aquí la mayoría son agoreros del desastre,
profetizan la caída del Gobierno o se niegan a dialogar si no se
aceptan todas sus demandas y lanzan ultimátum, pero Noboa sostiene
que su estilo es hablar sólo cuando tiene algo en concreto que
decir...

Pero ayer dijo mucho e insinuó mucho. Lo importantes es que
demostró estar curado de espanto de los levantamientos indígenas,
de las amenazas sindicales, de las presiones políticas o de los
devaneos electorales y sostiene que ahí está su fortaleza aunque
algunos analistas creen que es también su debilidad y pronostican
que Ecuador va en línea de colisión si las partes no encuentran
puntos de diálogos en común.

Un Noboa distendido, sabe que ahora que ha cumplido 103 días en el
poder está punto de terminar la luna de miel y empezar la hora de
los ajustes. Su frase emblemática de que es un Presidente sin
ataduras que no desea perder esta oportunidad histórica para sacar
al país adelante, ojalá le sirva para atemperar la tormenta
política que se avecina.

Tuvo una respuesta ingeniosa para responderle a Rosalía Arteaga
quien le pronostica dos meses de duración en el cargo. Cómo es
posible que de una boca tan linda salgan palabras tan feas, dijo,
pero lo cierto es que va a requerir en demasía esa energía,
claridad y buen humor del que hizo gala ayer para empujar la
dolarización, pero sobre todo, para bajar la tensión social. Los
indígenas han amenazado con un nuevo levantamiento, los maestros
inician este lunes un paro nacional, los burócratas recuerdan el
plazo dado y las fisuras militares se ahondan, pero recogiendo una
frase popular habría que decirle a todos ellos Nadie muere la
víspera.

Rubén Darío Buitrón

No ha cambiado. Es el mismo Gustavo Noboa de cuando era rector de
la Universidad Católica o de cuando era Vicepresidente de la
República: sencillo, espontáneo, sereno. Un buen hombre, pero
firme (curiosa contradicción, pero válida en un país cuyos últimos
presidentes han fluctuado entre la intolerancia, la tibieza, la
corrupción y la incapacidad). Pero ahí está, es el mismísimo
Presidente de la República, quien se siente tan cómodo sobre un
sofá de uno de los salones del tercer piso de este Diario. Tan
cómodo y suelto que mientras bebe un sorbo de agua con hielo mira
a Jaime Damerval que ha empezado a disfrutar su whisky y reclama
que él también tiene derecho a un poco de combustible. Porque el
reposado catedrático universitario y el prestigioso abogado ahora
es el hombre que tiene en sus manos un país más difícil de manejar
que el auditorio que tiene al frente: directivos, editores y
periodistas de este Diario, todos con sus plumas afiladas a la
caza de una frase importante, una opinión crucial, un anuncio de
primera página, unas palabras que nos permitan soñar en que
todavía es posible creer en este Ecuador adolescente, inmaduro y
tambaleante. A ratos, ríe. Ríe, casi despreocupado y casi ingenuo
y casi feliz, como si no fuera presidente de un país que camina de
puntillas para no derrumbarse. Porque ya metido en su único vaso
de whisky y elevando su orgullosa barba blanca puede hablar sin
tapujos de cualquier asunto, desde su independencia partidista
hasta de sus nietos. Y así se viste de ser humano entero este
hombre que tendría muchas razones para el insomnio pero que no,
porque tras el hundimiento del Titanic a manos de su propio
capitán él prefiere hablar de un avión que está en problemas pero
que va a despegar si todos soplamos en la misma dirección.
Sonriente, tuteador, con ese característico gesto de mover la
cabeza cuando pronuncia una concluyente frase, mientras nos
estrecha la mano y se despide no teme decir que después del 2003 a
lo único que aspira es a ser un buen abuelo.

Katherine Mendoza Antón

Con una amplia sonrisa, un beso en la mejilla para las damas y un
estrechón de manos a cada uno de los 20 asistentes, el Primer
Mandatario marca su ingreso al encuentro con el cuerpo editorial
de EL UNIVERSO.

Parece convencido de que la primera impresión no se borra
fácilmente de la memoria de las personas, por eso las bromas
características de Gustavo Noboa no se hacen esperar y su simpatía
cala en los presentes, que inmediatamente empiezan un diálogo más
cordial que inquisidor.

No obstante, es inevitable tocar los temas candentes de la
situación política, social y económica del país. La sonrisa del
Mandatario se borra momentáneamente de su rostro para dar paso al
análisis. Cuida ser preciso en cada una de sus respuestas; su tono
de voz es seguro, pero los dedos de sus manos se mueven revelando
cierto nerviosismo.

Sin embargo, se ubica precisamente en el lugar y tiempo que le
corresponde, el de Presidente de la República y así lo hace
conocer.

Evade con discreción las preguntas que se refieren a las
diferencias de personalidades y posiciones que incluye su
gabinete.

Entre análisis, aclaraciones y bromas transcurren más de dos horas
de diálogo, pero el Mandatario no parece tener prisa, ni se
muestra cansado. De uno de los salones del Diario pasamos al
comedor, pero sus gestos no cambian. Las bromas y la risa franca y
abierta del Presidente inundan el lugar.

Disfruta del almuerzo como si momentáneamente olvidara los
problemas que aquejan el país, y que él debe resolver.

Una de sus bromas delata una faceta desconocida del Presidente
Noboa. Es machista, sí, pues ante una solicitud nuestra respondió:
claro, eres mujer, para comentar que por eso yo pedía y pedía.

Al marcharse repite los gestos y actitudes que tuvo a su ingreso.
Deja la imagen de un presidente sencillo, bromista, pero muy
seguro de lo que quiere.

Frases
Tengo libertad para moverme, y si el país no aprovecha esa
libertad y yo no la uso, entonces tendremos un castigo importante

Las malas noticias dalas de golpe y las buenas poco a poco, decía
un filósofo. Yo no voy a anunciar nada que no tenga en la mano, yo
no voy a hacer promesas

Se puede hablar con los partidos políticos por muchas razones,
especialmente de leyes, pero si para dar cualquier paso tengo que
consultarles mejor me voy a mi casa, para qué soy entonces el
Presidente de la República.

Los líderes indígenas están tremendamente politizados, a ellos les
interesa mandar en el Prodepine, les interesa mandar en el Codenpe
porque hay mucho dinero.

Si quieren medidas de tipo social, se necesita de dinero o bajamos
el gasto público o ponemos más impuestos.

Este no es el año de las utilidades, es el año para subir el
sueldo a los trabajadores, para pasar el bache y salir adelante.

El Presidente ha tenido que declararse bombero para resolver los
problemas

La devaluación ecuatoriana ha sido tan impresionante y a su vez la
inflación, que los precios tenían de una u otra forma que tomar un
nivel

El Ecuador tiene que entrar por una tecnificación de la educación,
si no tenemos computadoras para todos los niños del país, va a
haber una diferencia terrible entre los ricos y pobres...

Se ha dicho que soy cautivo de las Fuerzas Armadas, pero yo solo
soy cautivo de mi esposa

El FMI hace una carta, pero somos nosotros quienes las firmamos.

Salado pescado, si a alguien no le gusta lo que hago
(Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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