GUERRILLA CONDICIONA DIALOGO CON GOBIERNO TRAS OFENSIVA
BOGOTA. 10.02.91. La guerrilla izquierdista colombiana aceptó
hoy con condiciones iniciar un diálogo con el gobierno luego
de desatar una violenta ofensiva que incluyó una serie de
atentados que dejaron seis vehículos incendiados en esta
capital, informó la policía.
La cadena radial CARACOL difundió una grabación efectuada por
el ex sacerdote Manuel Pérez, comandante del Ejército de
Liberación Nacional (ELN), en el que en nombre de su grupo y
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijo
que aceptaban iniciar negociaciones con el gobierno. Pero
condicionaron el diálogo a que se efectúe en La Uribe, una
localidad situada a 200 kilómetros al sur de Bogotá,
considerado hasta diciembre un santuario guerrillero de donde
fueron desalojadas las FARC en diciembre pasado.
Condicionamos a que las negociaciones se realicen en La Uribe,
con garantías para las partes y sin detrimento para las
mismas, dijo Pérez al leer el comunicado que llegó en una
casette a CARACOL.
El gobierno fue expreso en ofrecer negociaciones fuera del
país, por ejemplo Venezuela o España, porque el ejército debe
seguir operando en todo el territorio nacional. Quedamos a
la espera de la respuesta del gobierno, dice el cuarto y
último punto del anuncio.
El comunicado guerrilero se conoció luego de que en las
últimas horas se sucedieron otros ataques terroristas en todo
el país y en la capital.
Estos últimos hechos, atribuídos a la célula urbana Ernesto
Che Guevara de las FARC ocurrieron esta madrugada en
diferentes lugares de Bogotá, dando lugar a un impresionante
operativo militar y policial.
Fuentes policiales dijeron que de inmediato fue reforzada la
vigilancia en centrales eléctricas y de comunicaciones,
entidades bancarias, estaciones radiales, y montados retenes
en las principales arterias de esta ciudad de seis millones de
habitantes.
El alcalde de Bogotá, Juan Martín Caicedo, llamó a la
ciudadanía a mantener la calma y dijo que las principales vías
de acceso a la capital estaban bajo control de las Fuerzas
Armadas.
La estrategia de la guerrilla desde el martes, además de los
numerosos ataques lanzados en otras regiones del país, se
orientó a aislar a la capital volando puentes y montando
retenes en las vías que la comunican con el resto del país.
Uno de los convoys que se dirigía el jueves a controlar una
zona tomada por los guerrilleros en el municipio de Cáquetá,
al este de Bogotá, fue emboscado dando lugar a un
enfrentamiento de tres horas por aire y tierra.
Un policía y cinco guerrilleros murieron en el hecho. En otro
incidente, dos periodistas y dos auxiliares de un noticiero de
la televisión local fueron secuestrados por rebeldes de las
FARC en la zona rural de la ciudad de Bucaramanga, al norte
del país.
Un comunicado guerrillero dijo que la ofensiva iniciada el
martes, para protestar contra la instalación de la Asamblea
encargada de reformar la Constitución, terminó el jueves a la
medianoche.
La ofensiva lanzada por las FARC y el ELN dejo más de 70
muertos entre militares, guerrilleros y civiles. La cifra
asciende a más de 400 desde principios de año.
La arremetida guerrillera dejó además millonarios daños en
equipos petroleros y de conducción eléctrica, centrales de
comunicación, puentes, y cerca de 50 vehículos públicos
incendiados. Se registraron además ataques contra la fuerza
pública.
El gobierno adoptó el jueves medidas para tratar de detener la
peor ofensiva lanzada por guerrilleros de los últimos años. El
consejo de seguridad autorizó el incremento de las fuerzas
armadas, la creación de brigadas móviles para atacar a los
guerrilleros donde aparezcan, de un cuerpo especial de la
policía para vigilar las instalaciones petroleras y una
reorientación de la inteligencia del Estado para prevenir
hechos como los de esta semana. REUTER (2-A)
BOGOTA. 10.02.91. La guerrilla izquierdista colombiana aceptó
hoy con condiciones iniciar un diálogo con el gobierno luego
de desatar una violenta ofensiva que incluyó una serie de
atentados que dejaron seis vehículos incendiados en esta
capital, informó la policía.
La cadena radial CARACOL difundió una grabación efectuada por
el ex sacerdote Manuel Pérez, comandante del Ejército de
Liberación Nacional (ELN), en el que en nombre de su grupo y
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijo
que aceptaban iniciar negociaciones con el gobierno. Pero
condicionaron el diálogo a que se efectúe en La Uribe, una
localidad situada a 200 kilómetros al sur de Bogotá,
considerado hasta diciembre un santuario guerrillero de donde
fueron desalojadas las FARC en diciembre pasado.
Condicionamos a que las negociaciones se realicen en La Uribe,
con garantías para las partes y sin detrimento para las
mismas, dijo Pérez al leer el comunicado que llegó en una
casette a CARACOL.
El gobierno fue expreso en ofrecer negociaciones fuera del
país, por ejemplo Venezuela o España, porque el ejército debe
seguir operando en todo el territorio nacional. Quedamos a
la espera de la respuesta del gobierno, dice el cuarto y
último punto del anuncio.
El comunicado guerrilero se conoció luego de que en las
últimas horas se sucedieron otros ataques terroristas en todo
el país y en la capital.
Estos últimos hechos, atribuídos a la célula urbana Ernesto
Che Guevara de las FARC ocurrieron esta madrugada en
diferentes lugares de Bogotá, dando lugar a un impresionante
operativo militar y policial.
Fuentes policiales dijeron que de inmediato fue reforzada la
vigilancia en centrales eléctricas y de comunicaciones,
entidades bancarias, estaciones radiales, y montados retenes
en las principales arterias de esta ciudad de seis millones de
habitantes.
El alcalde de Bogotá, Juan Martín Caicedo, llamó a la
ciudadanía a mantener la calma y dijo que las principales vías
de acceso a la capital estaban bajo control de las Fuerzas
Armadas.
La estrategia de la guerrilla desde el martes, además de los
numerosos ataques lanzados en otras regiones del país, se
orientó a aislar a la capital volando puentes y montando
retenes en las vías que la comunican con el resto del país.
Uno de los convoys que se dirigía el jueves a controlar una
zona tomada por los guerrilleros en el municipio de Cáquetá,
al este de Bogotá, fue emboscado dando lugar a un
enfrentamiento de tres horas por aire y tierra.
Un policía y cinco guerrilleros murieron en el hecho. En otro
incidente, dos periodistas y dos auxiliares de un noticiero de
la televisión local fueron secuestrados por rebeldes de las
FARC en la zona rural de la ciudad de Bucaramanga, al norte
del país.
Un comunicado guerrillero dijo que la ofensiva iniciada el
martes, para protestar contra la instalación de la Asamblea
encargada de reformar la Constitución, terminó el jueves a la
medianoche.
La ofensiva lanzada por las FARC y el ELN dejo más de 70
muertos entre militares, guerrilleros y civiles. La cifra
asciende a más de 400 desde principios de año.
La arremetida guerrillera dejó además millonarios daños en
equipos petroleros y de conducción eléctrica, centrales de
comunicación, puentes, y cerca de 50 vehículos públicos
incendiados. Se registraron además ataques contra la fuerza
pública.
El gobierno adoptó el jueves medidas para tratar de detener la
peor ofensiva lanzada por guerrilleros de los últimos años. El
consejo de seguridad autorizó el incremento de las fuerzas
armadas, la creación de brigadas móviles para atacar a los
guerrilleros donde aparezcan, de un cuerpo especial de la
policía para vigilar las instalaciones petroleras y una
reorientación de la inteligencia del Estado para prevenir
hechos como los de esta semana. REUTER (2-A)
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