El vicepresidente de Colombia dice que el objetivo es convertir a la guerrilla en un factor minúsculo de violencia, parecido a lo que es ETA en España
BOGOTÁ y DOHA. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó ayer que para iniciar un proceso de paz, como sugirió la guerrilla de las FARC hace algunos días, se requiere un "cese de acciones criminales con verificación", a fin de evitar "un nuevo engaño".
Uribe aludió con estas declaraciones a la carta emitida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la que dicen estar dispuestas a buscar "alternativas políticas" y a suavizar sus exigencias para intercambiar los policías y militares secuestrados por unos 500 guerrilleros presos.
"Nosotros creemos en la paz. Por eso la seguridad con valores democráticos. Lo que no podemos permitir es un nuevo engaño a los colombianos", expresó Uribe. Añadió que en un proceso hay "el riesgo de que simplemente se hable de paz como lenguaje para ponerle nubarrones al terrorismo, que todos los días pretende ejercer con la misma crueldad".
El sábado pasado, la guerrilla colombiana de las FARC aceptó una propuesta para agilizar el intercambio humanitario.
El grupo rebelde flexibilizó su exigencia de desmilitarizar un extenso territorio del Valle del Cauca (en el suroeste) para dialogar sobre el canje de rehenes, que hasta ahora había sido un obstáculo para un acuerdo humanitario sobre la materia.
Por otro lado, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos Calderón, anunció el martes pasado que su Gobierno emprenderá una plan denominado "Salto estratégico" para combatir a las FARC.
De acuerdo con las declaraciones de Santos al diario colombiano El Tiempo, este plan prevé la contención de las guerrillas en toda área a la que se muevan sus estructuras, "cuando ataquemos sus zonas de base, anticipando sus movimientos".
Según el ministro, ya se han identificado las áreas en las que los rebeldes tienen "capacidad militar creíble". Allí, se ejecutará una "campaña militar masiva y sostenida" para desarticular a las FARC y recuperar el territorio colombiano.
El plan tiene previsto, además, reducir las FARC a un "factor mínimo de violencia", similar a lo que puede suponer el terrorismo de ETA en España, explicó el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón.
En una entrevista en la ciudad de Doha, Santos señaló que el objetivo se puede lograr en el mediano plazo.
El vicepresidente colombiano aclaró que se trata de "una coincidencia" que la operación del Gobierno haya sido anunciada a los pocos días del anunció de las FARC. "Esto es una política que se lleva construyendo en el último año, año y medio. No es cosa de un día para otro", dijo.
Santos agregó que la nueva declaración de las FARC tampoco hará replantearse al Gobierno su estrategia en la operación "Salto estratégico".
La ofensiva tiene una acción integral en muchas zonas, detalló Santos, y "con ella el Estado busca ser benefactor del resto del país". (EFE-VET)
BOGOTÁ y DOHA. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó ayer que para iniciar un proceso de paz, como sugirió la guerrilla de las FARC hace algunos días, se requiere un "cese de acciones criminales con verificación", a fin de evitar "un nuevo engaño".Uribe aludió con estas declaraciones a la carta emitida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la que dicen estar dispuestas a buscar "alternativas políticas" y a suavizar sus exigencias para intercambiar los policías y militares secuestrados por unos 500 guerrilleros presos.
"Nosotros creemos en la paz. Por eso la seguridad con valores democráticos. Lo que no podemos permitir es un nuevo engaño a los colombianos", expresó Uribe. Añadió que en un proceso hay "el riesgo de que simplemente se hable de paz como lenguaje para ponerle nubarrones al terrorismo, que todos los días pretende ejercer con la misma crueldad".
El sábado pasado, la guerrilla colombiana de las FARC aceptó una propuesta para agilizar el intercambio humanitario.
El grupo rebelde flexibilizó su exigencia de desmilitarizar un extenso territorio del Valle del Cauca (en el suroeste) para dialogar sobre el canje de rehenes, que hasta ahora había sido un obstáculo para un acuerdo humanitario sobre la materia.
Por otro lado, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos Calderón, anunció el martes pasado que su Gobierno emprenderá una plan denominado "Salto estratégico" para combatir a las FARC.
De acuerdo con las declaraciones de Santos al diario colombiano El Tiempo, este plan prevé la contención de las guerrillas en toda área a la que se muevan sus estructuras, "cuando ataquemos sus zonas de base, anticipando sus movimientos".
Según el ministro, ya se han identificado las áreas en las que los rebeldes tienen "capacidad militar creíble". Allí, se ejecutará una "campaña militar masiva y sostenida" para desarticular a las FARC y recuperar el territorio colombiano.
El plan tiene previsto, además, reducir las FARC a un "factor mínimo de violencia", similar a lo que puede suponer el terrorismo de ETA en España, explicó el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón.
En una entrevista en la ciudad de Doha, Santos señaló que el objetivo se puede lograr en el mediano plazo.
El vicepresidente colombiano aclaró que se trata de "una coincidencia" que la operación del Gobierno haya sido anunciada a los pocos días del anunció de las FARC. "Esto es una política que se lleva construyendo en el último año, año y medio. No es cosa de un día para otro", dijo.
Santos agregó que la nueva declaración de las FARC tampoco hará replantearse al Gobierno su estrategia en la operación "Salto estratégico".
La ofensiva tiene una acción integral en muchas zonas, detalló Santos, y "con ella el Estado busca ser benefactor del resto del país". (EFE-VET)
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