Hasta el pasado 13 de diciembre todo era incierto tal como iban las cosas en Iraq: las armas de destrucción masiva que eran la justificación para emprender la guerra no aparecían, la reconstrucción del país aún no estaba clara y la violencia se cobraba la vida de soldados estadounidenses casi a diario, a tal punto que los efectivos fallecidos en la posguerra ya superan a los del conflicto bélico (212 frente a 138). Todo esto, sumado a que un pre candidato demócrata llamado Howard Dean se perfilaba como un férreo contrincante en pos de la Presidencia, hacía pensar a todos que muy difícilmente George W. Bush podría permanecer otros cuatro años en la Casa Blanca.
Pero al día siguiente algo cambió. Aunque casi todo lo anterior continúa igual, la contundente frase "lo tenemos" del "virrey" de Iraq, Paul Bremer, para anunciar la captura, el 14 de diciembre, de Saddam Hussein le dio un giro radical a la situación.
Inmediatamente, la aprobación general del presidente llegó al nivel más alto desde agosto. Cambió, además, el tablero electoral y los principales candidatos presidenciales del Partido Demócrata tuvieron que empezar a modificar su retórica, que hasta ese momento se había concentrado en criticar el mal manejo de la situación iraquí.
Y es que los estrategas de comunicación de la Casa Blanca trataron de utilizar al máximo la captura de Hussein, mostrándolo en la televisión como un prisionero humillado, mientras un sonriente Bush se congratulaba.
El analista de la agencia IPS Jim Lobe afirma que con ello "Bush parace intentar que el electorado olvide uno de los pretextos para hacerle la guerra a Iraq: las armas de destrucción masiva que no aparecen".
Bush ha sugerido que encontrar las armas de destrucción masiva ya no es importante si se tiene atrapado a quien pretendía utilizarlas.
Por si fuera poco, The Washington Post informó recientemente que el director del Grupo de Inspección de Iraq (ISG), David Kay, comunicó a la Casa Blanca su decisión de renunciar el mes próximo. Eso parece confirmar que las agencias de Inteligencia estadounidenses ya concluyeron que la búsqueda de armas de destrucción masiva en Iraq, a cargo de 1 400 funcionarios del ISG supervisados por la CIA, será infructuosa.
Así, Bush inicia este año con renovadas esperanzas de ganar su reelección en noviembre.
"Si la recuperación económica, que ya empezó a notarse, lo favorecía claramente, el arresto de Hussein lo confirmó como un contrincante prácticamente invencible", señala Raúl Cardoso, analista del diario bonaerense Clarín. El presidente alcanza una aceptación de cerca del 59%, según los más recientes sondeos. Mientras que el demócrata Howard Dean, su primer contrincante, no sobrepasa el 37%. Por todo ello, salvo un giro inesperado, Bush realizará los al menos dos sueños que su padre no logró concretar: desalojar a Hussein y ser reelecto presidente de EEUU.
Claro, todo ello dependerá también en gran medida de cómo avance la situación en Iraq, de la estrategia que adopten los demócratas, que como es evidente ya no pueden poner énfasis en los fracasos en Iraq para atacar a Bush; e incluso de que la recuperación económica se traduzca en empleos.
Pero Bush también tendrá otros frentes que le ayudarán a ganar votos y que marcarán su agenda el próximo año. Según The New York Times, Bush tiene la intención de retomar la cuestión de la inmigración, uno de los principales asuntos pendientes de su Gobierno, como eje fundamental de la campaña electoral para su reelección.
Bush propondrá un programa que facilitaría a los inmigrantes trabajar legalmente en EEUU y que sería el cambio legislativo sobre inmigración más importante de los últimos 18 años, dijo esta semana el Times.
Según el diario capitalino, Bush elegirá cuidadosamente el momento de anunciar esta iniciativa y las fuentes apuntaron a los primeros días de enero, antes de que el presidente viaje a Monterrey para asistir a la Cumbre extraordinaria de las Américas. Esta fecha también coincide con las elecciones internas de los demócratas, que se inician el 19 de enero próximo. (PBM)
LA GUERRA
"Bush intenta que el electorado olvide uno de los pretextos para hacer la guerra: las armas nucleares"
"En Iraq, la guerra continúa. Tal vez, los historiadores llamen a este proceso la Tercera Guerra de Iraq"
A DESTACAR
El alineamiento de Uribe con Bush es tal que ha sido "elogiado" en EEUU como el "Tony Blair de América Latina"
Para 2004, el Congreso de EEUU ya aprobó más $700 millones que básicamente se usarán contra los insurgentes
Este dinero se suma a los $2 500 millones que Colombia ha
recibido en ayuda militar desde 1999
La nación andina es el tercer receptor de ayuda militar de EEUU, después de Israel y Egipto
Además del alineamiento de Uribe en lo político y militar, en 2004, se reforzará en el plano comercial
Una campaña que intenta boicotear la reelección
Como los estadounidenses se preparan al comienzo de un año que estará dominado por las elecciones presidenciales, Bush ya está volteando la vista de los nueve candidatos demócratas para rivalizar con otro que también lo desafía y que no estará en la carrera, pero que representa una influencia... en efectivo.
El diario inglés The Independent cuenta que la figura misteriosa, identificada en un correo electrónico enviado este fin de semana a los seguidores de Bush para aumentar los fondos de campaña, es el financiero oriundo de Hungría, George Soros. El mismo personaje que ha empeñado, según el diario español El País, $12,5 millones en un esfuerzo por asegurar, como dijo, que "nosotros podemos castigar la doctrina Bush por aberración temporaria".
Nadie está preocupado porque Bush vaya a quedarse corto de dinero. El presidente ya ha juntado $110 millones para la campaña primaria en las primeras semanas del año, aunque no hubiera otro que compitiera con él por la nominación republicana. Incluso Howard Dean no puede siquiera pensar en alcanzar a Bush en términos de recolección de fondos. Sin embargo, funcionarios de la campaña de Bush han advertido que grupos anti Bush, como MoveOn.org, ubicable en Internet, están en camino de juntar $400 millones para ejercer influencia en la campaña demócrata y ayudar al candidato que gane en las primarias. Soros también está apoyando a grupos apolíticos que están instigando a debilitar la reelección de Bush. (PBM)
La prioridad será Colombia, pero ¿hasta qué punto?
¿Que Bush vaya a pensar en los inmigrantes en su campaña y que este año asista a la Cumbre de las Américas hacen pensar que la región será una de las prioridades en política internacional en 2004? Todo indica que no. Los analistas prevén que, siendo este un año electoral en EEUU, además del efecto que tendría un cambio en la composición de fuerzas partidistas, se caracterizará por un mayor peso de los intereses locales, entre ellos la situación económica y el empleo, que se puede traducir en una política exterior más prudente y cuidadosa.
Claro, habrá países como Colombia que, alineado totalmente con la doctrina Bush, no se aislarán de sus preocupaciones. Pero además de este, y posiblemente México, Venezuela y Brasil, el resto de países latinoamericanos no serán precisamente la prioridad de la administracón Bush.
A decir de la revista Semana, el predominio de la relación bilateral de Colombia con EEUU puede afectar en forma negativa a su interacción con otros países y, en particular, con los vecinos. "La centralidad de Colombia como aliado incondicional de Washington y reproductor de sus estrategias de seguridad ha hecho difícil convencer a los vecinos a comprometerse activamente con la guerra contra el terrorismo en el país", dice la revista bogotana.
Habrá que ver también hasta qué punto la administración Bush seguirá ampliando su misión en la nación andina. En el remoto caso de que los demócratas ganen la Presidencia u obtengan mayoría en el Congreso, habrá que tomar en cuenta que esta bancada ya ha mostrado una cierta fatiga con el apoyo a Colombia. (PBM)
Pero al día siguiente algo cambió. Aunque casi todo lo anterior continúa igual, la contundente frase "lo tenemos" del "virrey" de Iraq, Paul Bremer, para anunciar la captura, el 14 de diciembre, de Saddam Hussein le dio un giro radical a la situación.
Inmediatamente, la aprobación general del presidente llegó al nivel más alto desde agosto. Cambió, además, el tablero electoral y los principales candidatos presidenciales del Partido Demócrata tuvieron que empezar a modificar su retórica, que hasta ese momento se había concentrado en criticar el mal manejo de la situación iraquí.
Y es que los estrategas de comunicación de la Casa Blanca trataron de utilizar al máximo la captura de Hussein, mostrándolo en la televisión como un prisionero humillado, mientras un sonriente Bush se congratulaba.
El analista de la agencia IPS Jim Lobe afirma que con ello "Bush parace intentar que el electorado olvide uno de los pretextos para hacerle la guerra a Iraq: las armas de destrucción masiva que no aparecen".
Bush ha sugerido que encontrar las armas de destrucción masiva ya no es importante si se tiene atrapado a quien pretendía utilizarlas.
Por si fuera poco, The Washington Post informó recientemente que el director del Grupo de Inspección de Iraq (ISG), David Kay, comunicó a la Casa Blanca su decisión de renunciar el mes próximo. Eso parece confirmar que las agencias de Inteligencia estadounidenses ya concluyeron que la búsqueda de armas de destrucción masiva en Iraq, a cargo de 1 400 funcionarios del ISG supervisados por la CIA, será infructuosa.
Así, Bush inicia este año con renovadas esperanzas de ganar su reelección en noviembre.
"Si la recuperación económica, que ya empezó a notarse, lo favorecía claramente, el arresto de Hussein lo confirmó como un contrincante prácticamente invencible", señala Raúl Cardoso, analista del diario bonaerense Clarín. El presidente alcanza una aceptación de cerca del 59%, según los más recientes sondeos. Mientras que el demócrata Howard Dean, su primer contrincante, no sobrepasa el 37%. Por todo ello, salvo un giro inesperado, Bush realizará los al menos dos sueños que su padre no logró concretar: desalojar a Hussein y ser reelecto presidente de EEUU.
Claro, todo ello dependerá también en gran medida de cómo avance la situación en Iraq, de la estrategia que adopten los demócratas, que como es evidente ya no pueden poner énfasis en los fracasos en Iraq para atacar a Bush; e incluso de que la recuperación económica se traduzca en empleos.
Pero Bush también tendrá otros frentes que le ayudarán a ganar votos y que marcarán su agenda el próximo año. Según The New York Times, Bush tiene la intención de retomar la cuestión de la inmigración, uno de los principales asuntos pendientes de su Gobierno, como eje fundamental de la campaña electoral para su reelección.
Bush propondrá un programa que facilitaría a los inmigrantes trabajar legalmente en EEUU y que sería el cambio legislativo sobre inmigración más importante de los últimos 18 años, dijo esta semana el Times.
Según el diario capitalino, Bush elegirá cuidadosamente el momento de anunciar esta iniciativa y las fuentes apuntaron a los primeros días de enero, antes de que el presidente viaje a Monterrey para asistir a la Cumbre extraordinaria de las Américas. Esta fecha también coincide con las elecciones internas de los demócratas, que se inician el 19 de enero próximo. (PBM)
LA GUERRA
"Bush intenta que el electorado olvide uno de los pretextos para hacer la guerra: las armas nucleares"
"En Iraq, la guerra continúa. Tal vez, los historiadores llamen a este proceso la Tercera Guerra de Iraq"
A DESTACAR
El alineamiento de Uribe con Bush es tal que ha sido "elogiado" en EEUU como el "Tony Blair de América Latina"
Para 2004, el Congreso de EEUU ya aprobó más $700 millones que básicamente se usarán contra los insurgentes
Este dinero se suma a los $2 500 millones que Colombia ha
recibido en ayuda militar desde 1999
La nación andina es el tercer receptor de ayuda militar de EEUU, después de Israel y Egipto
Además del alineamiento de Uribe en lo político y militar, en 2004, se reforzará en el plano comercial
Una campaña que intenta boicotear la reelección
Como los estadounidenses se preparan al comienzo de un año que estará dominado por las elecciones presidenciales, Bush ya está volteando la vista de los nueve candidatos demócratas para rivalizar con otro que también lo desafía y que no estará en la carrera, pero que representa una influencia... en efectivo.
El diario inglés The Independent cuenta que la figura misteriosa, identificada en un correo electrónico enviado este fin de semana a los seguidores de Bush para aumentar los fondos de campaña, es el financiero oriundo de Hungría, George Soros. El mismo personaje que ha empeñado, según el diario español El País, $12,5 millones en un esfuerzo por asegurar, como dijo, que "nosotros podemos castigar la doctrina Bush por aberración temporaria".
Nadie está preocupado porque Bush vaya a quedarse corto de dinero. El presidente ya ha juntado $110 millones para la campaña primaria en las primeras semanas del año, aunque no hubiera otro que compitiera con él por la nominación republicana. Incluso Howard Dean no puede siquiera pensar en alcanzar a Bush en términos de recolección de fondos. Sin embargo, funcionarios de la campaña de Bush han advertido que grupos anti Bush, como MoveOn.org, ubicable en Internet, están en camino de juntar $400 millones para ejercer influencia en la campaña demócrata y ayudar al candidato que gane en las primarias. Soros también está apoyando a grupos apolíticos que están instigando a debilitar la reelección de Bush. (PBM)
La prioridad será Colombia, pero ¿hasta qué punto?
¿Que Bush vaya a pensar en los inmigrantes en su campaña y que este año asista a la Cumbre de las Américas hacen pensar que la región será una de las prioridades en política internacional en 2004? Todo indica que no. Los analistas prevén que, siendo este un año electoral en EEUU, además del efecto que tendría un cambio en la composición de fuerzas partidistas, se caracterizará por un mayor peso de los intereses locales, entre ellos la situación económica y el empleo, que se puede traducir en una política exterior más prudente y cuidadosa.
Claro, habrá países como Colombia que, alineado totalmente con la doctrina Bush, no se aislarán de sus preocupaciones. Pero además de este, y posiblemente México, Venezuela y Brasil, el resto de países latinoamericanos no serán precisamente la prioridad de la administracón Bush.
A decir de la revista Semana, el predominio de la relación bilateral de Colombia con EEUU puede afectar en forma negativa a su interacción con otros países y, en particular, con los vecinos. "La centralidad de Colombia como aliado incondicional de Washington y reproductor de sus estrategias de seguridad ha hecho difícil convencer a los vecinos a comprometerse activamente con la guerra contra el terrorismo en el país", dice la revista bogotana.
Habrá que ver también hasta qué punto la administración Bush seguirá ampliando su misión en la nación andina. En el remoto caso de que los demócratas ganen la Presidencia u obtengan mayoría en el Congreso, habrá que tomar en cuenta que esta bancada ya ha mostrado una cierta fatiga con el apoyo a Colombia. (PBM)
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