Quito. 21 ago 96. El gobierno de Sixto Durán Ballén no tuvo
políticas acertadas en el ámbito de la comercialización del
gas licuado de petróleo (GLP).

Ese es el criterio de analistas energéticos y dirigentes
sindicales. Desde su perspectiva, el régimen que dejó el poder
hace apenas unos días prefirió entregar parte del proceso
productivo y comercial del gas a las empresas privadas antes
que aprovechar la capacidad instalada del Estado.

Por otro lado, a través de la expedición de un nuevo
reglamento de comercialización, que apareció a pocos días de
que culmine el período, se incurrió en un error conceptual que
termina por entregarle la mayor parte de responsabilidades a
las compañías.

Conceptos equívocos

Según Alberto Acosta, analista energético, se incluye en la
definición de comercialización "la adquisición de GLP al
granel, el almacenamiento, el envasado, el transporte, la
distribución y venta al público, así como la revisión y
reposición de cilindros".

Bajo las circunstancias que vive el Ecuador y tras el anuncio
de la eliminación del subsidio, los grupos de opinión
mencionados creen necesario considerar cambios en las
políticas que rigen sobre el mercado del gas doméstico.

Capacidad subutilizada

Para Henry Llanes, secretario ejecutivo del Comité de Empresa
Unico de los Trabajadores de Petroecuador, las normativas
seguidas por el régimen de Durán Ballén solo merecen un
comentario: "En el último período de gobierno se dejó
subutilizadas las plantas de envasado de El Beaterio en Quito
y El Salitral en Guayaquil. A más de las envasadoras de gas de
La Libertad, Esmeraldas y Shushufindi".

En el foro acerca del gas -llevado a cabo por HOY y la Red de
Mujeres en Comunicación- Llanes explicó que, con el fin de
incentivar las actividades particulares en el proceso de
distribución del gas doméstico, el gobierno anterior permitió
que el Estado sacrifique altos costos de servicio que cobran
las empresas por cada kilo de gas.

305 sucres por servicios

"A las compañías que realizan el envasado, transporte de gas
en autotanques y en cilindros, distribución a las
comercializadoras y distribución a comerciantes mayoristas, el
país les paga 305,41 sucres por kilo. Esta tarifa la
consideramos excesivamente sobrevalorada", comentó.

Inclusive, varias unidades de autotanques que permiten
transportar el gas al por mayor fueron arrendadas a las
empresas privadas para que su utilidad aumente con el cobro de
fletes.

Primero, mayor control

La visión de Llanes es que de evitarse este tipo de medidas el
Estado, a través de la capacidad instalada y de las empresas
mixtas que envasan gas -Centrogas de Ambato, Austrogas de
Cuenca y Lojagas de Loja-, podría atender el 80 por ciento de
la demanda nacional del producto sin el alto costo del
servicio que cobran las empresas privadas.

El dirigente sindical cree necesario que se examine las
medidas de control para las empresas envasadoras y
distribuidoras de cilindros antes de que se implante la
suspensión del subsidio al gas doméstico, "para evitar que
acaparen el producto, que especulen con la medida y con el
incremento de precios y que acumulen grandes fortunas de la
noche a la mañana".

Control del 95 por ciento

Alberto Acosta destaca además otras realidades dentro del
proceso de producción y comercialización del GLP.

"Tres empresas privadas actualmente controlan el 95 por ciento
de la comercialización del gas en el país. Estas compañías se
benefician del contrabando y de la venta subsidiada del
producto".

El envasado de gas corresponde a Duragas (24 mil toneladas) ,
Agip Gas (20 mil toneladas), Congas (14 mil toneladas). Entre
tanto, a Petrocomecial y a las empresas mixtas del Estado, se
les otorgó cuotas de envasado que no sobrepasan las mil
toneladas.

Por otro lado, destaca el analista, hasta 1991 el Estado
envasaba el 41 por ciento del gas doméstico. En la actualidad
su participación es mínima.

Acosta cree que la eliminación del subsidio y la implantación
un esquema de libre competencia requiere de una nueva
normativa, capaz de ordenar un mercado caótico establecido en
beneficio de un grupo pequeño de empresas.

COMERCIALIZADORAS A FAVOR DE LAS MARCAS

René Ortiz, presidente ejecutivo de Agip Gas Ecuador, deslinda
cualquier responsabilidad que se atribuya a las empresas
comercializadoras del producto.

En el foro que se llevó a cabo en HOY, señaló que su gremio no
ha hecho más que ceñirse a los reglamentos que rigen en
materia de envasado y venta de gas doméstico.

Así, destacó que si las compañías han sido beneficiadas por el
contrabando de GLP no es por culpa del gremio. "La aplicación
de medidas de control no nos corresponde".

Señaló los méritos de Agip y de otras empresas de
comercialización que debieron soportar desde 1988 un
reglamento que restringía el juego del libre mercado.

Indicó que la legislación recientemente aprobada, "aunque
tiene algunas falencias, permite el retorno al concepto de
marcas. Ahora, el usuario podrá escoger la compañía que le
brinde mejores servicios y que le garantice la calidad de
envasado".

El nuevo reglamento determina que cada empresa distinga con un
color específico sus cilindros. Ordena que las compañías se
hagan responsables del producto que se vende al público.

EL GLP EN ECUADOR

* La historia del gas licuado de petróleo tiene más de 40 años
en el Ecuador. Se inicia con la creación de Domogas, una
empresa originada con capitales italianos.

* En 1957 se importaron los primeros cilindros de 10 y 15
kilogramos. En ese entonces no existía una industria del gas.
En la actualidad, el país inclusive exporta válvulas a
diversos lugares del mundo.
* En 1959 se construye la primera planta de envasado de gas en
San Bartolo. La planta más moderna del país es la de Agip Gas,
montada en Pifo, sobre un área de 36 hectáreas.

* El mercado del GLP se desarrolla satisfactoriamente en el
país a través de las compañías privadas Shell y Agip. Esto,
hasta 1988, cuando el Estado interviene directamente en el
mercado.

* La perspectiva de los empresarios del gas es que, con la
intervención estatal, se planteó una legislación caótica, que
entre otras cosas disponía de cupos de envasado, zonas de
comercialización, escasos controles. En síntesis, "se
distorsionaba las reglas del juego".

* La decisión gubernamental de intervenir en el comercio
permitió la formación de tres compañías mixtas: Centro, Austro
y Loja gas.

* En el gobierno de Sixto Durán Ballén el esquema se empeoró.
Con el afán de devolverle a la empresa privada el rol
principal dentro de la comercialización, se limitó la
actividad del Estado.

* No obstante, Durán Ballén no logró crear una legislación que
regule a las empresas privadas, sino al final de su gobierno.
Legislación que, desde algunas perspectivas, también contiene
fallas. (DIARIO HOY) (P. 6-A)
EXPLORED
en

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