Quito. 05 ene 2000. Ayer lo firmó el Presidente de la República.
Se realizará un control eficaz de la pesca industrial y se
normará el turismo de base local en beneficio comunitario.
Si solo de leyes se trata, ahora Galápagos sí tiene un futuro
asegurado para su vida silvestre. Tras la firma del reglamento,
el instrumento que facilita la aplicación de la Ley de Régimen
Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable para la
provincia de Galápagos, las instituciones encargadas de la
protección del archipiélago tienen todas las herramientas para
sancionar a los infractores.
El reglamento es la herramienta para frenar la migración, regular
el turismo, la introducción de especies, agricultura,
investigación científica, salud, entre otros aspectos importantes
para la conservación y el uso racional de los recursos.
Los ministros de Agricultura, Ambiente, Educación, Defensa,
Comercio y Relaciones Exteriores firmaron el reglamento antes de
enviar al despacho del Presidente. El Ministerio de Comercio
Exterior hizo algunas observaciones pero fueron de procedimiento
y no afectaron ni podían afectar al espíritu de la ley", dijo
Jorge Albán, subsecretario del Ambiente.
El miércoles pasado, Yolanda Kakabadse, ministra del Ambiente,
entregó a la Presidencia de la República el Reglamento a la Ley
Especial de Galápagos. "Es la mejor forma de iniciar el año si
el Presidente lo firma", manifestó Kakabadse, la semana pasada.
La espera de este documento data de agosto de 1998. Con la
administración de Kakabadse nuevamente se abrió el debate para
que la población y las autoridades analicen. Las organizaciones
que participaron en la concertación del reglamento fueron la
Cámara de Turismo, Cooperativa de Pesca Artesanal de Galápagos,
el Parque Nacional, el Instituto Nacional Galápagos y varias
ONGs.
En enero de 1999, el reglamento fue por primera vez al Ejecutivo
y se pidió una aprobación de los ministerios involucrados. El
freno por casi un año lo puso el Ministerio de Industrias. "El
sector pesquero industrial presionó para que se abra una ventana
de pesca en las islas y eso retrasó la expedición", dijo Fernando
Espinoza, director ejecutivo de la Fundación Charles Darwin.
El reglamento permite establecer subreglamentos para cada
actividad, por ejemplo la pesca artesanal o migración. Es
precisamente esta última la que más preocupa a las autoridades,
pues en los últimos años la tasa de migración superó el siete por
ciento, con la nueva instrumentación ahora es posible la creación
del comité para controlar el ingreso.
Para los galapagueños, una de las regulaciones más esperadas es
el reglamento de turismo ya que impulsará la participación de los
pobladores en esta actividad. Este tipo de turismo se conoce como
de base local y se fundamenta en actividades en las islas,
buscando sus atractivos turísticos.
"El turismo con participación comunitaria es vital para desviar
la presión sobre los recursos marinos y así podrán obtener una
fuente de ingresos sin dañarlos", señaló Espinoza. Un ejemplo de
la presión de los recursos fue la última captura de más de cuatro
millones de pepinos de mar que dejaron 3,6 millones de dólares
a los pescadores.
Pese a la ausencia del reglamento el control sí se efectuó. Una
muestra es la captura del barco Mary Code, el 26 de noviembre,
que transportaba toneladas de aletas de tiburón. Se inició un
proceso administrativo en el Parque Nacional Galápagos. Los
dueños de la nave pidieron a un juez de Manta el recurso de
Amparo Constitucional para que se libere a la embarcación, previo
el pago de una fianza de 200 millones de sucres. No obstante, en
las islas un juez de lo Penal ya conoce el caso y se tramitará
allá. Espinoza señaló que de existir una fianza no debe ser
inferior a 200 mil dólares por los daños causados a la fauna
marina.
Un marco más claro para aplicar la ley
Es el mejor regalo para las islas * Para Eliécer Cruz, director
ejecutivo del Parque Nacional Galápagos, la firma es el mejor
regalo de año nuevo. Para Galápagos significa muchísimo, por fin
se podrá implementar toda la ley que ha sido tan dificultosa por
la falta de reglamento. Los aspectos que tienen que ver con el
manejo de la reserva marina que son vitales para el futuro de
Galápagos y el control migratorio extremadamente complicado y
difícil tienen un marco más claro de aplicación. Otro punto es
la distribución de los recursos económicos para los municipios
al igual que el programa de cuarentena, con el reglamento ya se
puede regular. Faltan dos reglamentos más, contemplados en la
misma ley que están diseñados para el manejo turístico en áreas
protegidas y para la pesca artesanal, pues la pesca industrial
está definitivamente prohibida en el perímetro de la reserva y
quien lo haga será sancionado. La ley es para todos.
Para una mejor planificación * Estamos muy felices y es una
manera excelente de empezar el año, dijo Robert Benseted,
director de la Estación Científica Charles Darwin. Lo importante
es que ya se tomó la decisión y podemos aplicar la ley. El
reglamento cubre elementos como el control de la residencia de
manera correcta, la planificación coordinada entre las
instituciones con competencia en las islas, establecer un marco
para el desarrollos sustentable, también da los mecanismos para
el trabajo con Ingala. Pero con o sin reglamento el control de
la pesca industrial se estaba haciendo, ahora se exige es que se
aplique la ley , por ejemplo para el caso del barco Mary Code.
(Texto tomado de El Comercio)
Se realizará un control eficaz de la pesca industrial y se
normará el turismo de base local en beneficio comunitario.
Si solo de leyes se trata, ahora Galápagos sí tiene un futuro
asegurado para su vida silvestre. Tras la firma del reglamento,
el instrumento que facilita la aplicación de la Ley de Régimen
Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable para la
provincia de Galápagos, las instituciones encargadas de la
protección del archipiélago tienen todas las herramientas para
sancionar a los infractores.
El reglamento es la herramienta para frenar la migración, regular
el turismo, la introducción de especies, agricultura,
investigación científica, salud, entre otros aspectos importantes
para la conservación y el uso racional de los recursos.
Los ministros de Agricultura, Ambiente, Educación, Defensa,
Comercio y Relaciones Exteriores firmaron el reglamento antes de
enviar al despacho del Presidente. El Ministerio de Comercio
Exterior hizo algunas observaciones pero fueron de procedimiento
y no afectaron ni podían afectar al espíritu de la ley", dijo
Jorge Albán, subsecretario del Ambiente.
El miércoles pasado, Yolanda Kakabadse, ministra del Ambiente,
entregó a la Presidencia de la República el Reglamento a la Ley
Especial de Galápagos. "Es la mejor forma de iniciar el año si
el Presidente lo firma", manifestó Kakabadse, la semana pasada.
La espera de este documento data de agosto de 1998. Con la
administración de Kakabadse nuevamente se abrió el debate para
que la población y las autoridades analicen. Las organizaciones
que participaron en la concertación del reglamento fueron la
Cámara de Turismo, Cooperativa de Pesca Artesanal de Galápagos,
el Parque Nacional, el Instituto Nacional Galápagos y varias
ONGs.
En enero de 1999, el reglamento fue por primera vez al Ejecutivo
y se pidió una aprobación de los ministerios involucrados. El
freno por casi un año lo puso el Ministerio de Industrias. "El
sector pesquero industrial presionó para que se abra una ventana
de pesca en las islas y eso retrasó la expedición", dijo Fernando
Espinoza, director ejecutivo de la Fundación Charles Darwin.
El reglamento permite establecer subreglamentos para cada
actividad, por ejemplo la pesca artesanal o migración. Es
precisamente esta última la que más preocupa a las autoridades,
pues en los últimos años la tasa de migración superó el siete por
ciento, con la nueva instrumentación ahora es posible la creación
del comité para controlar el ingreso.
Para los galapagueños, una de las regulaciones más esperadas es
el reglamento de turismo ya que impulsará la participación de los
pobladores en esta actividad. Este tipo de turismo se conoce como
de base local y se fundamenta en actividades en las islas,
buscando sus atractivos turísticos.
"El turismo con participación comunitaria es vital para desviar
la presión sobre los recursos marinos y así podrán obtener una
fuente de ingresos sin dañarlos", señaló Espinoza. Un ejemplo de
la presión de los recursos fue la última captura de más de cuatro
millones de pepinos de mar que dejaron 3,6 millones de dólares
a los pescadores.
Pese a la ausencia del reglamento el control sí se efectuó. Una
muestra es la captura del barco Mary Code, el 26 de noviembre,
que transportaba toneladas de aletas de tiburón. Se inició un
proceso administrativo en el Parque Nacional Galápagos. Los
dueños de la nave pidieron a un juez de Manta el recurso de
Amparo Constitucional para que se libere a la embarcación, previo
el pago de una fianza de 200 millones de sucres. No obstante, en
las islas un juez de lo Penal ya conoce el caso y se tramitará
allá. Espinoza señaló que de existir una fianza no debe ser
inferior a 200 mil dólares por los daños causados a la fauna
marina.
Un marco más claro para aplicar la ley
Es el mejor regalo para las islas * Para Eliécer Cruz, director
ejecutivo del Parque Nacional Galápagos, la firma es el mejor
regalo de año nuevo. Para Galápagos significa muchísimo, por fin
se podrá implementar toda la ley que ha sido tan dificultosa por
la falta de reglamento. Los aspectos que tienen que ver con el
manejo de la reserva marina que son vitales para el futuro de
Galápagos y el control migratorio extremadamente complicado y
difícil tienen un marco más claro de aplicación. Otro punto es
la distribución de los recursos económicos para los municipios
al igual que el programa de cuarentena, con el reglamento ya se
puede regular. Faltan dos reglamentos más, contemplados en la
misma ley que están diseñados para el manejo turístico en áreas
protegidas y para la pesca artesanal, pues la pesca industrial
está definitivamente prohibida en el perímetro de la reserva y
quien lo haga será sancionado. La ley es para todos.
Para una mejor planificación * Estamos muy felices y es una
manera excelente de empezar el año, dijo Robert Benseted,
director de la Estación Científica Charles Darwin. Lo importante
es que ya se tomó la decisión y podemos aplicar la ley. El
reglamento cubre elementos como el control de la residencia de
manera correcta, la planificación coordinada entre las
instituciones con competencia en las islas, establecer un marco
para el desarrollos sustentable, también da los mecanismos para
el trabajo con Ingala. Pero con o sin reglamento el control de
la pesca industrial se estaba haciendo, ahora se exige es que se
aplique la ley , por ejemplo para el caso del barco Mary Code.
(Texto tomado de El Comercio)
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