La conservación y el desarrollo sostenible de las Islas entran en una nueva etapa. Cuentan con un plan de manejo moderno, pero con escaso control.

ESTUDIANTES EXTRANJEROS COMETEN UNA INFRACCIÓN

Autoridades piden que las personas que infringieron las leyes del Parque Nacional Galápagos sean sancionadas

La primera infracción científica en la historia de Galápagos se registró este año. El 29 de julio, la Asociación de Guías de Galápagos presentó una denuncia con 14 fotografías, en las que se identifica, a inicios de mayo, a un grupo de seis estudiantes extranjeros comiendo zayapas (cangrejos propios de la zona) en la isla Española. Se observa también un caballito de mar, que no se ha demostrado todavía qué pasó con él, y varias botellas de bebidas alcohólicas, lo cual no está permitido en las áreas del Parque Nacional Galápagos (PNG).
Al momento se han iniciado dos procesos, uno administrativo y otro penal que se encuentra en etapa de indagación previa en la Fiscalía de San Cristóbal, y en el que incluso se han dictado órdenes de prisión preventiva, pues se violaron los protocolos de campo establecidos para los campamentos autorizados en las islas, como parte del programa de científicos visitantes. Pero, el grupo de infractores ya salió del país.
En el caso de Española, dos grupos solicitaron el permiso de investigación para desarrollar dos proyectos diferentes, el que fue analizado por los técnicos del PNG y de la fundación Charles Darwin. Se establecieron las condiciones de trabajo, siempre con la guía de un científico principal, de los EEUU, que ha venido realizando investigaciones por más de 25 años, y el otro a cargo de una ecuatoriana que ya ha estado cuatro años en Galápagos. Ellos entrenaron a sus estudiantes y estos se quedaron tomando los datos de campo, quienes tenían conocimiento de la normativa que debían cumplir, como es respetar las reglas del parque y el manual de protocolos, en donde se les dice lo que pueden o no hacer y los alimentos que pueden o no consumir.
Autoridades del PNG, al recibir la denuncia, suspendieron provisionalmente los permisos de investigación, presentaron la demanda penal para determinar los niveles de responsabilidad. Enrique Ramos, promotor de Participación Social de la fundación Charles Darwin, mencionó que su institución apoya que se haga una investigación, porque es la primera vez que ocurre este hecho, y que se denuncia. "Debe sancionarse a los responsables. Creemos que estos científicos no han sido éticos en su trabajo y que el PNG y la justicia ordinaria deben aplicar las sanciones, porque la Ley debe ser para todos", dijo Ramos. Las sanciones van desde una multa de $4 000 en el ámbito administrativo y prisión de hasta tres años, en el penal. (PC)

No hay campamentos

En este momento no hay ningún campamento científico en las islas Galápagos y, de acuerdo con Washington Tapia, director del Parque Nacional Galápagos, no se sabe si en el resto del año se instalarán.
"Lo que sí se ha encendido es una alarma que nos obliga a mirar cómo están los procedimientos para el manejo de proyectos científicos. Está avanzado un proceso en los protocolos de campo e incluso se está analizando si vale la pena o no autorizar campamentos con períodos largos o cortos", aseguró el funcionario.
Otras infracciones se registran en el sector turístico y pesquero. El primero está a la cabeza con más del 65% de infracciones, seguido del 21% de pesqueras y el resto que corresponde a tala de madera y otras de menor escala. Las irregularidades turísticas se dan por exceso de pasajeros, irrespeto a los itinerarios, guías con más pasajeros de los que deben conducir y personas actuando sin permiso. En cambio, en el sector pesquero se ha detectado a personas de la localidad ejerciendo la actividad sin la licencia Parma, que es el documento que los habilita para la labor. También hay denuncias de embarcaciones de pesca industrial que han ingresado a la Reserva Marina. (PC)

Falta de personal, una piedra en el zapato

Para el control en la Reserva Marina y para cumplir 300 actividades asignadas al PNG, la entidad cuenta con 154 personas a contrato, a quienes se les renueva el documento cada año, y 67 con nombramiento.
Según Washington Tapia, director del PNG, la necesidad real del Parque va mucho más allá, pues solo para tener una idea, hasta diciembre de 2004 eran 300 personas y desde enero se redujo el personal por el recorte presupuestario.
El plan operativo presentado en 2005 incluía la necesidad de $8 millones anuales, pero fue aprobado con $6,5 millones. Los recursos del Gobierno central representan $2 millones, el resto se financia con el 40% del tributo que pagan los turistas, nacionales y extranjeros, al ingreso a Galápagos y otras recaudaciones por patentes y servicios.
Al momento se trabaja en una reingeniería institucional y se negocia para que la Secretaría Nacional de Remuneraciones (Senres) deje sin efecto la reducción del salario de los guardaparques a la mitad. (PC)

POBLACIÓN CRECE A MÁS DEL 6% ANUAL

Se habla de que en las Islas hay hasta 32 mil habitantes, cuando hace cuatro años había 12 mil.

La tarde del domingo, es común encontrarse en playa Man (San Cristóbal) con grupos de salasacas (comunidad de Tungurahua) que acuden a conversar a la sombra de un árbol, a pasear o a hacer deporte. En los dos últimos años se han convertido en el grupo humano con mayores visitas a las islas y, aunque no se conocen números, según el Instituto Nacional Galápagos (Ingala) se ubican en las áreas pobladas y trabajan en servicios.
Carlos Carrión, gerente del Ingala, asegura que la gente llega de las zonas deprimidas de Loja, Ambato y Chimborazo por el atractivo económico que representa la actividad turística y que al momento viven en las islas alrededor de 27 mil personas. Galápagos registra un crecimiento poblacional de entre el 6,4% y el 6,5% anual con una tasa vegetativa del 1,9%.
Carrión reconoce que hay un fuerte movimiento migratorio por la falta de una política laboral y educativa. El ingreso de personas se maneja con la reglamentación para residencia temporal, ocasional, permanente y turista, por ello afirma que hay la necesidad de transparentar el control migratorio.
Charo Mejía, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Operadores de Turismo Receptivo, va más allá y asegura que no es cierto que existan controles para parar la migración hacia las islas, pese a que se tiene una Ley especial, como en ninguna parte del mundo, la que "lamentablemente no se cumple." "Se habla de que el archipiélago está habitado hasta por 32 mil personas cuando hace cuatro años había 12 mil. Hay incentivos para que la gente siga entrando a Galápagos como son los períodos de pesca especial, que no se deberían dar", afirma.
Para Enrique Ramos, de la fundación Darwin, el problema es que no hay un estudio que determine el número ideal de habitantes para Galápagos. "Debemos promover un crecimiento ordenado por la presión hacia los recursos naturales. Hay un crecimiento poblacional que preocupa a la estación Charles Darwin", explica.
A más que ese crecimiento promueve una de las mayores amenazas para la conservación de las islas como son el aparecimiento de las especies introducidas. Conforme crece la población se importan más productos del continente, pues la producción agropecuaria no logra satisfacer la demanda local ni turística. Al ingresar esos productos entran también plagas y especies, algunas de las cuales son agresivas y comienzan invadiendo las zonas pobladas y luego el área del PNG como la mora y la guayaba.
También hay insectos, que inicialmente atacan a la producción agropecuaria, a las aves de corral y luego pasan a las aves endémicas de las islas. En el tema de la eliminación de las cabras hay un proyecto que se desarrolla al norte de Isabela, en donde también habitan burros, vacas, chanchos, ratas y ranas.
Esas especies se constituyen, además, en una amenaza para la economía local, pues hace 20 años no había plagas en los cultivos y ahora sí. Por lo que el incentivo de la producción se convierte a la final en una medida de conservación para que la mayoría de fincas que están abandonadas empiecen a generar recursos y así se evitaría la propagación de la especies introducidas.
Para Carrión, una de las soluciones ante los problemas en las islas es fortalecer institucionalmente al Ingala, entidad que ha tenido una alto grado de politización. Para ello se trabaja en un proyecto financiado por el Gobierno de Italia que apunta a que sea una institución moderna y tecnificada. Tiene tres componentes relacionados con el almacenamiento de información que permita tomar decisiones adecuadas, la capacitación, planificación y coordinación como entidad superior de las islas y el desarrollo de proyectos piloto relacionados con la gestión ambiental en los municipios y con el apoyo a la reforma educativa "para construir el hombre nuevo de Galápagos".
El Ingala tiene un presupuesto de $2 400 000 y según Carrión hace falta que se elabore una estrategia financiera para constituir el fondo global de Galápagos con una ventanilla única que destine el dinero de acuerdo a las prioridades. Los primeros pasos se dieron con la firma de un convenio entre el Ministerio del Ambiente y la organización de las Naciones Unidas. (PC)

LA PESCA BLANCA ESTÁ FUERA DE LOS MONITOREOS

La falta de monitoreo de la pesca blanca en las islas Galápagos también preocupa, pese a que está abierta todo el año e involucra a 15 especies. Solo en estadísticas de 1997 se ve que el bacalao ha disminuido. Otros recursos son la lisa y el langostino.
En cuanto al pepino de mar, una de las especies más apetecidas en el mercado extranjero, el número de capturas ha ido bajando año tras año. En 2004, la cuota fue de 4 millones y se capturaron 2 950 000; en 2005, hasta inicios de agosto, apenas se llegó al millón de pepinos con una cuota de 3 millones, lo que implica un mayor esfuerzo de buceo. El año pasado, 18 pescadores sufrieron de embolia y dos fallecieron. En lo que va de 2005 se sabe de un muerto, en razón de que ahora se registra que la captura se realiza entre los 12 y 28 metros de profundidad, mientras que en 2002 se la hizo entre los 0 y 10 metros.
Tambien preocupa la pesca de la especie de pepinos conocida como stichopus horrens, que esta totalmente prohibida, a lo que se suma la renovación del recurso por ser sedentario y longevo.
Segun los estudios técnicos se registra actualmente una densidad de 0,04 pepinos por metro cuadrado, cuando en 2001 era de 0,35 en el mismo espacio.
Por otro lado, la temporada de captura de la langosta roja y verde debe iniciarse en septiembre de 2005, sin embargo, no se conocen las regulaciones para tal actividad, pese a que, según los informes técnicos, se nota una tendencia decreciente del número de individuos extraídos desde 2000. Conforme la reglamentación del calendario de pesca, si la del año anterior fue menor a 5,8 kilogramos de cola por buzo y por día deben tomarse medidas de manejo, tal como una veda espacial, reducción del número de pescadores o menos días de captura. En 2004, esta cifra fue de 4,6, por lo que corresponde establecer reglas para este año.
Otras cifras revelan el incremento de la pesca ilegal, pues en 2004, del 100% de langostas rojas recogidas, el 27,2% fueron registradas con talla ilegal, mientras que el 25,6% fue de langosta verde. Estas se decomisan y vuelven al mar. (PC)

EL NUEVO PLAN DE MANEJO MUESTRA LUCES

El sector pesquero ve como una alternativa la pesca de altura con palangre. Hay que trabajarlo a 80 metros de profundidad

La redefinición de un nuevo plan de manejo de la Reserva Marina, publicado en el Registro Oficial el 23 de mayo de 2005, ha sido considerado como uno de los grandes logros en el último tiempo porque establece luces claras para el futuro de la conservación y del desarrollo sostenible de Galápagos.
Entre los cambios principales se menciona la centralización de la administración de la Reserva Marina en el PNG, con lo que se entiende al archipiélago integralmente.
Por primera vez se tiene un marco conceptual que busca la custodia ecológica de Galápagos, lo que significa que se reconoce la presencia del ser humano y la necesidad de que interactúe con su capital natural, sin comprometer su conservación.
Washington Tapia, director del PNG, asegura que ya no se ve a Galápagos como un laboratorio de evolución sino como lo que es, un socio-ecosistema que tiene una población humana. "Ya no pensamos en especies emblemáticas, sino en sistemas funcionales, lo que permite trabajar de manera integral".
A eso se suman las alternativas de trabajo para los pescadores artesanales, con lo que se pretende diversificar la pesca, y, pese a que solo se ha avanzado en una, el optimismo persiste en todos los sectores.
Kléber López, gerente de la cooperativa de pesca de Santa Cruz, explica que de un listado de 25 alternativas estudiadas se definieron 12 hace un año, de esas cinco son para el sector turístico y siete tienen que ver con la pesca. Para López, el grave problema es la comercialización, porque de nada sirve incentivar cualquier actividad si el resultado económico queda en pocos comerciantes. Si eso se logra se tendría un 75% más de utilidad de lo que ahora reciben. Para eso, según López, el eje son los centros de acopio que en el caso de Santa Cruz lleva dos años sin terminarse.
Las otras alternativas tienen que ver con la pesca deportiva, que necesita una fuerte inversión; es una actividad de élite que requiere entre $100 mil y $150 mil para una embarcación totalmente equipada. Otras opciones se relacionan con el turismo de buceo y la pesca vivencial como turismo cultural. López reconoce que se ha avanzado poco porque son procesos lentos pero urgentes ya que los socios quieren resultados inmediatos.
Un 40% de los socios desearía cambiarse de actividad habiendo la necesidad de definir cuánta mano de obra se necesita, porque en 2007 se termina la moratoria de ingreso de nuevos pescadores y quedaría abierta la entrada. En los años ochenta empezaron 150 y ahora son 997 socios.
Del total de pescadores en Santa Cruz, el 25% tiene trabajo todo el año, el resto espera la época de pepino y un 40%, la de langosta. La captura de pepino de mar representa el 70% de los ingresos del sector pesquero. En cuanto a la pesca de altura con palangre, la posición del sector pesquero es que se la considera como una alternativa y que hay que trabajar con este arte a 80 metros de profundidad. (PC)

PUNTO DE VISTA

Fortalecer la institucionalidad

El informe de esta entrega de BLANCO Y NEGRO conduce a una primera reflexión: la imperiosa necesidad de fortalecer la institucionalidad en las islas Galápagos. Ya se cuenta con un marco jurídico que ha experimentado un salto cualitativo en la comprensión del universo insular: un "socio-ecosistema" en el que ya no se ignora la presencia de la población humana y, en consecuencia, mira el futuro con realismo.
No se trata únicamente de integrar, en un mismo proyecto, a grupos de pescadores o de gestores de turismo, sino, en especial, al liderazgo político que ha importado a las Galápagos todos los vicios de la política que se practica en el Ecuador continental y, aparentemente, ninguna de sus virtudes.
Todos quienes tienen que ver directa e indirectamente con Galápagos -los líderes de opinión y los medios de información, así como las agencias internacionales de ecodesarrollo y los organismo estatales- deben participar en un proyecto de desarrollo sostenible compartido. Es que todo el país debe considerarse el custodio de la ecología de las islas, rol que ha sido tomado con anticipación por organizaciones conservacionistas internacionales.
Únicamente el fortalecimiento institucional, junto con la asimilación colectiva de las normas jurídicas replanteadas, y la defensa y cumplimiento estricto de la ley permitirán consolidar un futuro equilibrado, sin dejar de precautelar lo sustancial: la cualidad excepcional del ecosistema del archipiélago. En ese esquema, sancionar drásticamente las infracciones que se cometen cobra verdadero sentido y pertinencia. (DCM) (Blanco y Negro)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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