Veinticinco años después de la declaratoria de Patrimonio Natural de la Humanidad para las islas Galápagos, las especies introducidas y el acelerado crecimiento poblacional son los mayores problemas que afectan la biodiversidad del archipiélago.
A decir de Edgar Muñoz, director ejecutivo (e) del Parque Nacional Galápagos, la presencia de fauna y flora no autóctona es simultánea al incremento de la población. Agrega que los cambios demográficos acelerados son el resultado de un limitado control migratorio.
Xavier Bustamante, director ejecutivo de Fundación Natura, va más allá y dice que las consecuencias del incremento poblacional son la sobreexplotación de la pesca y el turismo masivo.
Muñoz y Bustamante coinciden en que el problema demográfico se agrava porque no existe un responsable provincial del tema migratorio.
Bustamante explica que en el informe de Fundación Natura de 2001-2002 se determina que los cantones San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela cuentan con coordinadores locales que autorizan el ingreso de residentes temporales. De allí que no le sorprende que en un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), elaborado en 1997, se detalle que las personas están ejerciendo una alarmante presión sobre el Patrimonio Natural de este santuario mundial para la vida silvestre.
Según ese mismo informe, la población de las islas se ha triplicado desde 1982. Los registros del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) confirman ese dato, puesto que en la década de los ochenta los galapagueños sumaban 6 119 y hoy superan los 16 mil.
Por su parte, Alberto Cruz, consejero provincial, agrega que el crecimiento urbano ha aumentado la producción de toneladas de basura y ha complicado la búsqueda de mecanismos para procesar los desechos. Por ejemplo, en Puerto Ayora, la principal ciudad de Galápagos, se producen 2 400 toneladas de desechos al año que se incineran o se vierten en el agua, enfatiza.
Adicionalmente, dice que el presupuesto reducido del Gobierno local impide satisfacer las demandas de obras públicas para la población.
De acuerdo a los últimos datos del IV Censo Nacional de Vivienda y V de Población, el número de habitantes de Galápagos es de 16 917 y la tasa anual de crecimiento es del 5,82%.
La introducción de especies foráneas como cabras, perros, cerdos, burros y ranas empezó en la década de los 60 y varios de esos animales aún no han sido eliminados, de manera especial, en las islas que tienen mayor concentración urbana. (PJC)
La biodiversidad del archipiélago exige cuatro ejes de trabajo
Desde 1535, año en el que fueron descubiertas oficialmente por el obispo de Panamá, Tomás de Berlanga, las islas Galápagos fueron reconocidas como un lugar especial por su situación geográfica, su formación geológica y, sobre todo, su biodiversidad.
Ubicadas a 972 kilómetros frente a las costas ecuatorianas, en el océano Pacífico, las Galápagos no solo han sido destacadas como el laboratorio científico donde Charles Darwin aplicó su teoría El Origen de las Especies (1859), sino que, desde el 8 de septiembre de 1978, forman parte del patrimonio natural de la humanidad.
Según el Parque Nacional Galápagos este reconocimiento fue alcanzado porque las 19 islas y los más de 40 islotes son ejemplos representativos de la historia terrestre, de los procesos ecológicos y biológicos de la evolución; presentan áreas de belleza excepcional y tienen hábitat naturales para preservar la diversidad biológica.
Al cumplirse 25 años de la declaratoria de las islas como área de Patrimonio Mundial, el Estado y los organismos nacionales e internacionales de conservación coinciden en que se debe trabajar alrededor de cuatro ejes: impulsar la protección de las especies terrestres y marinas, aplicar el marco legal vigente, mejorar la gobernabilidad local y fortalecer la participación ciudadana. (PJC)
Una ley sin los reglamentos que otorguen impulso a su aplicación
La Ley de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Galápagos, aprobada en 1998, no se ha aplicado por completo.
Por ejemplo, Fundación Natura sostiene que al marco legal, al que le hacen falta reglamentos esenciales como los de pesca, turismo, cuarentena, migración y vehículos, se suma una incipiente capacidad institucional de los actores locales para cumplir sus funciones".
La organización añade también que el Ejecutivo no concreta su posición frente al manejo insular y las áreas protegidas.
Sobre ello, el ministro del Ambiente, César Narváez, ratifica que varios temas se han quedado estancados. Siempre hay grupos que se sienten afectados cuando hay un control, dice Narváez, quien reconoce, principalmente, que el tema de la pesca no ha sido resuelto. El diálogo sobre la captura de langostas, por ejemplo, cada vez se hace más complicado porque se explota a mayor velocidad de lo que se debería, señala.
No obstante, enfatiza que la Ley establece la democratización de la toma de decisiones y explica que en la Junta de Manejo Participativo (JMP) y en la Autoridad Interinstitucional de Manejo (AIM) se analizan las resoluciones. Con la Ley se fortaleció al Ingala (Instituto Nacional Galápagos) y al Parque Nacional Galápagos, concluye Narváez. (PJC)
El turismo genera alrededor de $150 millones anuales
Entre $30 millones y $40 millones de ingresos de divisas se distribuyen localmente
Para la mayor parte de las agencias de viajes, hoteles y restaurantes de Galápagos, el turismo es uno de los factores que se ha fortalecido a partir de la designación de Patrimonio Natural. Sostienen que esa actividad genera $150 millones al año, más del 30% del ingreso total de divisas a escala nacional por ese concepto.
El turismo es compatible con el entorno insular porque es una actividad no extractiva, ordenada y regulada, sostiene Aldo Salvador Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Turísticas en Galápagos. Agrega que esa actividad es el eje que genera riqueza y bienestar en la región Insular. En tal sentido, explica que de ese monto, entre $30 millones y $40 millones se distribuyen localmente. El gravamen que cancelan los turistas nacionales y extranjeros se destina al Parque Nacional Galápagos, a las Municipalidades, al Consejo Provincial, a la Reserva Marina, al Ministerio del Ambiente....
Según el informe Galápagos 2001-2002 de Fundación Natura, desde el año 2000, se calcula que los turistas extranjeros que llegan a las islas gastan $3 677 per cápita en sus vacaciones y los nacionales $923. (PJC)
"Ha mejorado el estilo de vida de los galapagueños"
El 67,1% de pobladores tiene acceso a los servicios de agua potable, electricidad y otros
Desde la declaratoria de Galápagos como Patrimonio Natural, el escenario donde cohabitan especies únicas y seres humanos ha cambiado. La economía insular se ha fortalecido pero, a su vez, esto ha influenciado en la redución de la riqueza biológica.
Alberto Cruz, miembro del Consejo Provincial, reconoce que la pesca y el turismo han mejorado el estilo de vida de los galapagueños. Por ejemplo, dice Cruz, los servicios básicos eran limitados y la mayor parte de las personas se movilizaba a pie. En la actualidad, según el Consejo Provincial, el porcentaje promedio de cobertura de agua potable, alcantarillado sanitario, electricidad, teléfonos y eliminación de basura es del 67,1%. La economía de Galápagos es más fuerte porque la población realiza varias actividades, declara Cruz y añade que la mayoría de los habitantes son transportistas, comerciantes o trabajadores turísticos.
A decir de la Fundación Natura, un efecto colateral del desarrollo económico insular es el crecimiento del parque automotor que podría ejercer presión sobre el ambiente frágil de las Galápagos. Cruz añade que el número de animales ha disminuido. En tal sentido, la Fundación Natura reconoce que 13 especies y 15 subespecies se han extinguido en este cuarto de siglo. (PJC)
A decir de Edgar Muñoz, director ejecutivo (e) del Parque Nacional Galápagos, la presencia de fauna y flora no autóctona es simultánea al incremento de la población. Agrega que los cambios demográficos acelerados son el resultado de un limitado control migratorio.
Xavier Bustamante, director ejecutivo de Fundación Natura, va más allá y dice que las consecuencias del incremento poblacional son la sobreexplotación de la pesca y el turismo masivo.
Muñoz y Bustamante coinciden en que el problema demográfico se agrava porque no existe un responsable provincial del tema migratorio.
Bustamante explica que en el informe de Fundación Natura de 2001-2002 se determina que los cantones San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela cuentan con coordinadores locales que autorizan el ingreso de residentes temporales. De allí que no le sorprende que en un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), elaborado en 1997, se detalle que las personas están ejerciendo una alarmante presión sobre el Patrimonio Natural de este santuario mundial para la vida silvestre.
Según ese mismo informe, la población de las islas se ha triplicado desde 1982. Los registros del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) confirman ese dato, puesto que en la década de los ochenta los galapagueños sumaban 6 119 y hoy superan los 16 mil.
Por su parte, Alberto Cruz, consejero provincial, agrega que el crecimiento urbano ha aumentado la producción de toneladas de basura y ha complicado la búsqueda de mecanismos para procesar los desechos. Por ejemplo, en Puerto Ayora, la principal ciudad de Galápagos, se producen 2 400 toneladas de desechos al año que se incineran o se vierten en el agua, enfatiza.
Adicionalmente, dice que el presupuesto reducido del Gobierno local impide satisfacer las demandas de obras públicas para la población.
De acuerdo a los últimos datos del IV Censo Nacional de Vivienda y V de Población, el número de habitantes de Galápagos es de 16 917 y la tasa anual de crecimiento es del 5,82%.
La introducción de especies foráneas como cabras, perros, cerdos, burros y ranas empezó en la década de los 60 y varios de esos animales aún no han sido eliminados, de manera especial, en las islas que tienen mayor concentración urbana. (PJC)
La biodiversidad del archipiélago exige cuatro ejes de trabajo
Desde 1535, año en el que fueron descubiertas oficialmente por el obispo de Panamá, Tomás de Berlanga, las islas Galápagos fueron reconocidas como un lugar especial por su situación geográfica, su formación geológica y, sobre todo, su biodiversidad.
Ubicadas a 972 kilómetros frente a las costas ecuatorianas, en el océano Pacífico, las Galápagos no solo han sido destacadas como el laboratorio científico donde Charles Darwin aplicó su teoría El Origen de las Especies (1859), sino que, desde el 8 de septiembre de 1978, forman parte del patrimonio natural de la humanidad.
Según el Parque Nacional Galápagos este reconocimiento fue alcanzado porque las 19 islas y los más de 40 islotes son ejemplos representativos de la historia terrestre, de los procesos ecológicos y biológicos de la evolución; presentan áreas de belleza excepcional y tienen hábitat naturales para preservar la diversidad biológica.
Al cumplirse 25 años de la declaratoria de las islas como área de Patrimonio Mundial, el Estado y los organismos nacionales e internacionales de conservación coinciden en que se debe trabajar alrededor de cuatro ejes: impulsar la protección de las especies terrestres y marinas, aplicar el marco legal vigente, mejorar la gobernabilidad local y fortalecer la participación ciudadana. (PJC)
Una ley sin los reglamentos que otorguen impulso a su aplicación
La Ley de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Galápagos, aprobada en 1998, no se ha aplicado por completo.
Por ejemplo, Fundación Natura sostiene que al marco legal, al que le hacen falta reglamentos esenciales como los de pesca, turismo, cuarentena, migración y vehículos, se suma una incipiente capacidad institucional de los actores locales para cumplir sus funciones".
La organización añade también que el Ejecutivo no concreta su posición frente al manejo insular y las áreas protegidas.
Sobre ello, el ministro del Ambiente, César Narváez, ratifica que varios temas se han quedado estancados. Siempre hay grupos que se sienten afectados cuando hay un control, dice Narváez, quien reconoce, principalmente, que el tema de la pesca no ha sido resuelto. El diálogo sobre la captura de langostas, por ejemplo, cada vez se hace más complicado porque se explota a mayor velocidad de lo que se debería, señala.
No obstante, enfatiza que la Ley establece la democratización de la toma de decisiones y explica que en la Junta de Manejo Participativo (JMP) y en la Autoridad Interinstitucional de Manejo (AIM) se analizan las resoluciones. Con la Ley se fortaleció al Ingala (Instituto Nacional Galápagos) y al Parque Nacional Galápagos, concluye Narváez. (PJC)
El turismo genera alrededor de $150 millones anuales
Entre $30 millones y $40 millones de ingresos de divisas se distribuyen localmente
Para la mayor parte de las agencias de viajes, hoteles y restaurantes de Galápagos, el turismo es uno de los factores que se ha fortalecido a partir de la designación de Patrimonio Natural. Sostienen que esa actividad genera $150 millones al año, más del 30% del ingreso total de divisas a escala nacional por ese concepto.
El turismo es compatible con el entorno insular porque es una actividad no extractiva, ordenada y regulada, sostiene Aldo Salvador Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Turísticas en Galápagos. Agrega que esa actividad es el eje que genera riqueza y bienestar en la región Insular. En tal sentido, explica que de ese monto, entre $30 millones y $40 millones se distribuyen localmente. El gravamen que cancelan los turistas nacionales y extranjeros se destina al Parque Nacional Galápagos, a las Municipalidades, al Consejo Provincial, a la Reserva Marina, al Ministerio del Ambiente....
Según el informe Galápagos 2001-2002 de Fundación Natura, desde el año 2000, se calcula que los turistas extranjeros que llegan a las islas gastan $3 677 per cápita en sus vacaciones y los nacionales $923. (PJC)
"Ha mejorado el estilo de vida de los galapagueños"
El 67,1% de pobladores tiene acceso a los servicios de agua potable, electricidad y otros
Desde la declaratoria de Galápagos como Patrimonio Natural, el escenario donde cohabitan especies únicas y seres humanos ha cambiado. La economía insular se ha fortalecido pero, a su vez, esto ha influenciado en la redución de la riqueza biológica.
Alberto Cruz, miembro del Consejo Provincial, reconoce que la pesca y el turismo han mejorado el estilo de vida de los galapagueños. Por ejemplo, dice Cruz, los servicios básicos eran limitados y la mayor parte de las personas se movilizaba a pie. En la actualidad, según el Consejo Provincial, el porcentaje promedio de cobertura de agua potable, alcantarillado sanitario, electricidad, teléfonos y eliminación de basura es del 67,1%. La economía de Galápagos es más fuerte porque la población realiza varias actividades, declara Cruz y añade que la mayoría de los habitantes son transportistas, comerciantes o trabajadores turísticos.
A decir de la Fundación Natura, un efecto colateral del desarrollo económico insular es el crecimiento del parque automotor que podría ejercer presión sobre el ambiente frágil de las Galápagos. Cruz añade que el número de animales ha disminuido. En tal sentido, la Fundación Natura reconoce que 13 especies y 15 subespecies se han extinguido en este cuarto de siglo. (PJC)
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