Quito. 04 ene 96. Versiones provenientes de Lima dan cuenta de
la decisión del presidente Alberto Fujimori de que las Fuerzas
Armadas abandonen la lucha contra el narcotráfico y se
dediquen exclusivamente a cuidar las fronteras.

La decisión está sujeta a varias lecturas. Por un lado se
sugiere que la lucha contra el narcotráfico contaminó a
determinados mandos castrenses y, consecuentemente, los
desprestigió a la vista del mundo y, especialmente, de los
Estados Unidos, promotores de la lucha contra los
narcotraficantes. Otra lectura sugiere que tras el fracaso
militar peruano en el Cenepa, hay deseos de revancha, tanto en
el gobierno como en el pueblo peruanos. Bien podría ocurrir
que la decisión de Fujimori obedezca un poco a lo uno y otro
tanto a lo otro.

¿En que medida el escándalo de los k-Fir ha tomado dimensión
desproporcionado en función de lo dicho? Un artículo -que
reproducimos- de un prestigioso columnista peruano de
oposición puede servir para atar algunos cabos sobre el tema.

El anuncio de retirar a las FF.AA. de la lucha contra el
narcotráfico, realizado por el presidente Alberto Fujimori el
jueves 21, es un paso positivo. Porque el involucramiento de
las instituciones castrenses en esa guerra estaba causando
estragos.

Actualmente hay varios generales del Ejército comprendidos en
procesos por narcotráfico y otros que aunque no están
enjuiciados, deberían estarlo, porque las acusaciones en su
contra son tan abrumadoras que ameritan un investigación
policial y judicial.

Es un hecho que el narcotráfico empezó a corromper a las
FF.AA.. desde 1989, cuando entraron a controlar directamente
la región del Alto Huallaga y, sobre todo, desde 1992, cuando
se dictaron varios dispositivos legalizando su participación
en la lucha contra el tráfico drogas.

Aunque Fujimori no lo reconoció, la corrupción del
narcotráfico había penetrado profundamente a las FF.AA., a
todo nivel. Múltiples denuncias provenientes de oficiales
militares -todos ellos perseguidos precisamente por hacer esas
acusaciones-, capos de narcotráfico, como Abelardo Cachique, y
pobladores de las regiones cocaleras, apuntan en ese sentido.
Desde oficiales subalternos y tropa hasta los más altos
niveles, se participaba en un negocio fácil, rentable y sin
muchos riesgos. Porque los militares involucrados no eran
juzgados y sancionados con la severidad que se le aplica a los
civiles, salvo contadísimas excepciones. Una de las razones de
esta situación de privilegio, es el poder político detentado
por las FF.AA., sobre todo desde el 5 de abril de 1992, que
las hace prácticamente intocables.

Por el tipo de acciones desarrolladas, la institución más
comprometida ha sido el Ejército, seguida a distancia por la
Marina y la Fuerza Aérea, en ese orden.

El retiro de las FF.AA. del combate al narcotráfico ha sido
explicado en medios políticos de diversas maneras,
atribuyéndolo a presiones de la embajada norteamericana, a las
acusaciones últimas contra dos generales muy vinculados al
comandante general del Ejército o al agotamiento de la misión
encomendada.

Puede ser que haya algo de cierto en esas interpretaciones,
pero creo que hay una razón de fondo que tiene su origen en
las propias instituciones castrenses: el desastre militar en
el conflicto con Ecuador a principios de año, se ha puesto en
evidencia que es indispensable que los militares se concentren
en lo que es su tarea primordial, la defensa nacional. Su
participación en la lucha contra el narcotráfico no sólo ha
desviado la atención de los militares de esa misión
fundamental, sino que la corrupción, al extenderse como la
mancha de aceite en las FF.AA., minó severamente su
profesionalismo.

La derrota ante Ecuador ha sido un campanazo de alarma que,
felizmente, parece haber sido tomado en cuenta seriamente por
las FF.AA., que están rectificando errores.

Uno de ellos, teórico, que consistió en pensar que los
conflictos armados en Latinoamérica eran casi imposibles, como
sostuvo el general (r) Gastón Ibáñez en Comando en Acción, la
revista del Comando Conjunto. La misma teoría que sostenía el
analista Enrique Obando, concluyendo que había que buscar
nuevas misiones para las FF.AA. Esas ideas, que boga en la
región desde hace algunos años, se ha demostrado equivocadas.
Hoy día parece que otros vientos soplan en las FF.AA. En la
recientemente creada Revista del Ejército, el Tte. Coronel
Otto Guibovich dice que "ni el fin de la guerra fría ni la
globalización de la economía significa que las guerras han
terminado en el mundo. Paradójicamente esta situación ha dado
a luz un mundo incierto donde Latinoamérica no es una
excepción".

En esta perspectiva, las FF.AA. tienen que concentrarse en su
función primordial, la defensa nacional. Para cumplir
eficazmente esa misión un paso acertado es salir de la lucha
antinarcóticos. Pero se requieren otros. El dejar la política
de lado es el más importante. Porque la politización de los
últimos años ha contribuido decisivamente a mellar el
profesionalismo de los institutos castrenses, proporcionando
la creación de facciones y ha dado lugar a enfrentamientos
perniciosos. La recuperación sustancial de los salarios
militares es otra necesidad apremiante que no debe ser
postergada. Resulta absurdo que ahora existen oficiales a
medio tiempo, que se "recursean" haciendo taxi o cualquier
otra actividad ajena a su profesión.

En suma, se ha dado un paso positivo, pero es necesario
complementarlo -urgentemente- con otros iguales
indispensables.

EEUU NIEGA HABER VETADO VENTA BOMBARDERO ISRAELI A ECUADOR

Washington, 4 ene 96.- El Gobierno de Estados Unidos desmintió
hoy haber vetado la venta a Ecuador de bombarderos israelíes
"Kfir", fabricados con componentes estadounidenses.

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano,
Nicholas Burns, indicó que su Gobierno no tomará "ninguna
acción que pueda ser inconsistente con nuestro deseo de
promover una resolución del conflicto entre Perú y Ecuador y,
sobre todo, de la estabilidad de esa región".

Estados Unidos, junto a Chile, Brasil y Argentina, es uno de
los países garantes de los acuerdos que pusieron fin al
enfrentamiento armado registrado entre Ecuador y Perú, por
diferencias fronterizas, a comienzos del pasado año.

El Gobierno de Perú había expresado su preocupación por la
venta de los cuatro cazabombarderos israelíes a Ecuador debido
al litigio fronterizo con su país vecino.

"Creemos que escoger el garantizar una aprobación de esta
venta en particular, sería una acción en el mejor interés de
Estados Unidos, Ecuador e Israel, y no afecta el equilibrio de
poder regional", subrayó Burns.

El portavoz indicó, por otra parte, que su Gobierno lleva a
cabo una investigación sobre la venta de Israel a China de
bombarderos "Lavi", fabricados también con elementos
estadounidenses.

Burns declaró al respecto que ya que esos aviones tienen
componentes norteamericanos, Israel necesita la autorización
de Washington para su venta a otros países.

"Estamos revisando informes sobre las alegaciones de que
Israel ha transferido tecnología de defensa a China, y hemos
tomado seriamente esto", destacó Burns.

Agregó que el Gobierno estadounidense ha discutido sobre la
transferencia de tecnología con representantes de las
autoridades israelíes a través de canales diplomáticos
privados, como parte de un diálogo acerca de la seguridad con
Israel.

El portavoz manifestó que el Congreso norteamericano debería
ser informado sobre cualquier transferencia de tecnología
estadounidense que ocurra sin el permiso de la Casa Blanca.
(EFE) (Diario HOY) (Política) (2 A)
EXPLORED
en

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